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Congreso sin candidato

Mónica Ureta
Periodista / El Correo de Andalucía

El PP andaluz arrancó ayer de forma insólita la sucesión de Juan Ignacio Zoido. Por primera vez los populares convocaron un congreso extraordinario, que se celebrará en Sevilla el 1 y 2 de marzo, sin señalar a un candidato. Nunca había ocurrido algo así ni estaba previsto. La hoja de ruta diseñada por Zoido y la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, era clara: lanzar en la Junta Directiva Regional, celebrada ayer tarde en Sevilla, a José Luis Sanz como futuro líder y candidato a la Junta.

Los 'arenistas' podrían estar
peleando por Crespo como nº 2
Pero el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, frenó una vez más –lo hizo a finales de noviembre en el primer intento de aupar al alcalde de Tomares– esta operación. Se desconvocó sobre la marcha una cena entre Zoido, Sanz y los ocho presidentes provinciales el martes en el Meliá de Sevilla que iba a servir para pactar el nombre del nuevo líder.

A Rajoy volvieron a saltarle las alarmas sobre la falta de consenso interno en torno a Sanz, una versión que muchos apuntan a que le dio directamente Javier Arenas. De hecho, la guerra abierta que mantienen Arenas y Soraya Sáenz de Santamaría por ganarle el pulso a Cospedal está detrás de este espectáculo que muchos califican de «bochornoso» y que ha sumido al partido en el desconcierto.

La lectura más extendida es que el hecho de que no saliera ayer ningún nombre de candidato responde a un nuevo golpe en la mesa de Rajoy y supone una victoria de Arenas sobre Cospedal. Aunque el entorno del que durante dos décadas ha dirigido con mano de hierro el destino del PP-A niega que esté maniobrando, fuentes del partido le achacan movimientos de última hora para evitar perder el control de la organización andaluza.

En declaraciones a los periodistas, Arenas quiso dejar claro que por todos los años que ha sido presidente regional, está obligado ahora a «no tener ninguna participación» en la sucesión. «Lo que hago es ayudar cuando me lo piden», añadió. Sin embargo, Zoido, que es amigo íntimo de Arenas pero que hace tiempo que se alineó con Cospedal, le lanzó una puya. Dijo que el próximo presidente del partido siempre lo va a tener «a su disposición» pero «lo suficientemente lejos como para evitar injerencias en su gestión».

Arenas sigue contando con la confianza de Rajoy y nadie duda de que el presidente ha escuchado al exlíder andaluz para tomar la decisión de paralizar de nuevo el nombramiento de Sanz. A Rajoy le gusta repartir juego en su equipo, de ahí que el difícil equilibrio de poder entre dos viejos enemigos, Cospedal y Arenas, provoque serios tirones en el PP.

Pero lo que está pasando en el PP-A es un vodevil sin precedentes en una organización que presume de cuadrarse ante decisiones importantes. La Junta Directiva de ayer concluyó sin nombres y solo sirvió para despedir a Zoido. Un rato antes, el alcalde de Sevilla, Sanz y Cospedal almorzaron en el Hotel Ayre con los presidentes provinciales y, según fuentes presentes en la comida, ni la secretaria general ni nadie más puso sobre la mesa un nombre.

El almuerzo, dicen, fue «cordial» y sin voces críticas sobre la sucesión, y eso que desde Cádiz y Málaga nunca han aprobado cómo se está llevando a cabo el proceso, sin escuchar a las provincias, critican. En la reunión de la Junta Directiva nadie quiso tomar la palabra aunque se dio esa posibilidad.

La secretaria general hizo una llamada al consenso en el almuerzo y los presidentes provinciales han asumido el encargo. Desde ahora hasta el día 12, que acaba el plazo para presentar candidaturas al congreso, se abrirá un periodo de «negociación» que debería concluir con una «lista única de consenso». ¿En torno a Sanz? Casi todas las fuentes consultadas lo dieron por hecho pero también insistieron en que «todo está abierto».

Otro sector del partido reiteró que Génova quiere evitar la imagen del «dedazo». Cospedal aseguró en su intervención abierta a la prensa que el del PP-A será el «congreso más democrático de ningún partido» y que la formación «no está ahora en el debate de las personas, sino en su proyecto para los andaluces». «Tenemos muchos nombres propios, con mucho talento y mucho amor por Andalucía», apostilló. Estas tres ideas resumen lo que Cospedal habló del congreso del PP-A en su esperado discurso. El resto lo dedicó a criticar a la presidenta andaluza, Susana Díaz, y a vender la recuperación económica.

No se puede dar por seguro que el secretario general del PP-A vaya a presentar su candidatura ni que ésta sea la única. Su principal rival es la ministra de Empleo, Fátima Báñez, quien, por otra parte, no quiere en absoluto este encargo. Báñez sería la apuesta de Rajoy y del sector arenista, o sea, del líder del PP de Cádiz, Antonio Sanz.

Málaga sigue pujando por Juan Manuel Moreno, número dos del Ministerio de Sanidad. La intención de las provincias es llegar al cónclave con una sola voz. «Algo distinto sí sería escandaloso», admiten las fuentes. La madre del cordero en esa negociación no solo está en el futuro presidente y candidato a la Junta, sino en quiénes le acompañarán en la nueva cúpula popular. Los arenistas podrían estar peleando por colocar de número dos a Carmen Crespo, delegada del Gobierno en Andalucía, y dejar ese puesto libre para alguien de su confianza.

El escenario está aún muy abierto y nadie puede aventurar cómo se cerrará la esperpéntica sucesión de Zoido un año y medio después de que asumiera a regañadientes el testigo de Arenas. «Mi misión, que acepté con condiciones, termina aquí». Ahora tendrá que apuntalar su mayoría en el Ayuntamiento de Sevilla, erosionada por su doble responsabilidad.

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