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Almería Tierra de Cine: Operación Poniente, Operación Tres Reyes…

Íñigo Mas
Periodista

‘Tres Reyes’ es el nombre de una película protagonizada en 1999 por George Clooney, que relata la búsqueda en Irak, tras finalizar la Guerra del Golfo, de un depósito de oro robado, por parte de cuatro soldados norteamericanos. Ha sido también el nombre elegido para denominar la operación que se investiga en Almería y que ha llevado a la fiscalía a solicitar pena de cárcel para siete procesados, entre ellos el ex jefe de la Abogacía del Estado en esta provincia, Demetrio Carmona, a quienes se acusa de presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal y tres supuestos delitos de extorsión en grado de tentativa aunque acusa a dos de ellos de delitos de usurpación de funciones públicas y falsedad ya que se hacían pasar por oficiales de un servicio de inteligencia del Estado en algunas operaciones, una de ellas encaminada a hacerse mediante engaño con 128,4 millones de dinares iraquíes. La presencia de moneda del régimen de Sadam Hussein en Almería origina la elección del nombre de esta‘Operación Tres Reyes’.

Demetrio Carmona
Las declaraciones de los imputados revelan la existencia de una trama que para sí hubiera querido la industria cinematográfica, con implicaciones políticas, empresariales y financieras al más puro estilo de Hollywood, y actores en el papel de supuestos espías que extorsionaban con intereses económicos comunes y realizaban los más diversos negocios, no solamente el movimiento de dinero irakí sino también la venta de bonos mexicanos anteriores a 1950, la exportación de aceite a Rumanía y negocios inmobiliarios, hoteleros o de intermediación que, dos abogados implicados compatibilizarían con su profesión.

Carmona se ha defendido atacando. Se considera una víctima de la trama, no una parte activa de la misma. Carmona, con buen nombre y reputación, llevaba 25 años como jefe de los abogados del Estado en la provincia, quedó imputado junto a su abogado, amigo y socio Rogelio Vargas y también el empresario Ángel Morales, aunque presentó documentación alegando su inocencia. El abogado defensor Miguel Ángel Campos Sánchez solicitó el sobreseimiento libre y archivo contra Carmona, Vargas y Morales basándose en que las investigaciones de la Guardia Civil estaban equivocadas, faltándose a la verdad con denuncias inducidas.

La Fiscalía Anticorrupción de Almería ya le investigó hace unos años tras la denuncia de Estanislao Berruezo. Habría comenzado la operación de caza y derribo contra él, corroboradas por el propio Carmona, quien reconoció públicamente que el subdelegado del Gobierno, Andrés García Lorca, “estuvo advirtiendo a algunas personas que se alejaran de mí”.

Sin embargo el Ministerio Público considera que los siete procesados decidieron constituir el grupo para, mediante la utilización de medios ilícitos, obtener beneficios económicos obligando a terceros a realizar disposiciones patrimoniales a favor de alguno o algunos de ellos. Presuntamente habrían acordado que tal beneficio se repartía entre todos, según ha informado Europa Press. Entre estos medios, se incluyó el aparentar supuestamente identidades que no les correspondían, como la de miembros importantes del CNI o de la CIA pretendiendo intimidar con el poder que supuestamente esto les otorgaba influyendo en ámbitos judiciales y policiales con la intención de menoscabar la voluntad de las personas con las que trataban ya que les anunciaban consecuencias negativas para su seguridad si no se avenían a sus requerimientos. Un portavoz oficial del CNI desmintió que ningún agente suyo estuviera implicado en la Operación Tres Reyes.

El Ministerio Público relata que el grupo ideó supuestamente un plan para engañar a un empresario almeriense, Manuel Rodríguez Lozano, que, según habría informado Demetrio Carmona, tenía 128,4 millones de dinares iraquíes depositados en una empresa de seguridad adquiridos en 1996.  Con la finalidad de hacerse con los dinares o de obtener un beneficio económico por la intermediación en una supuesta venta de éstos, en diciembre de 2012 el ex jefe de la Abogacía del Estado habría gestionado una primera cita con la víctima, "quien aceptó por venir la propuesta de la persona de Demetrio a quien conocía personal y profesionalmente", mantiene la Fiscalía. Fue precisamente la denuncia del empresario Rodríguez Lozano, dueño de la moneda irakí, a quien se quería engañar, la que motivó la investigación de la Guardia Civil.

En 2013 el periodista Pepe Fernández publicaba en andaluces.es que un funcionario que conoce el asunto hace años le confesó que  “un tráiler de dinares, no sé cuantos palés de billetes con los tres caballitos dibujados, acabaron en una cámara acorazada en El Ejido, en manos entonces de Banesto. Al frente de la empresa de la caja acorazada, Tierras de Almería (dedicada a la producción agrícola intensiva bajo invernadero) estuvo de máximo gerente el hombre de Kio en España, Javier de la Rosa. Tras vender Banesto el floreciente negocio bajo plástico, sus nuevos propietarios confesaron formalmente haberlos adquirido poco menos que en un mercadillo. Dividieron el botín en dos partes. Lógicamente cabe pensar que en América también se haría negocio con los viejos dinares, hibernados durante décadas en El Ejido, en poder de dos veteranos y potentados empresarios del Poniente almeriense”, revela el periodista que fue relevado hace años de la dirección informativa andaluza de Onda Cero.

En este punto llega al culebrón la presunta relación del dinero irakí con la política almeriense e incluso nacional. En los medios de comunicación de esta provincia se publica que Demetrio Carmona se había entrevistado con el presidente del PP almeriense, máximo responsable de la Diputación y del ayuntamiento de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, en su despacho del palacio provincial, exponiéndose que el ex abogado del Estado estaba siendo objeto de una cacería injusta para destruir su intachable carrera a través de personajes siniestros con antecedentes penales. El mismo día se entrevista con el subdelegado del Gobierno en el mismo sentido y poco después con el alcalde de la capital, Rodríguez-Comendador. La trama asegura a Demetrio Carmona que están haciendo un servicio para la inteligencia americana y que necesitan negociar con el empresario que finalmente denunció la operación para recuperar ese dinero y tramitar su destrucción vía EEUU, necesitando su contacto.

El empresario es amenazado por los ‘espías’ con llevárselo detenido en un automóvil si no acepta las condiciones que imponen los ‘agentes’ para la transacción comercial de los viejos dinares iraquíes. Se viven momentos de fuerte tensión y comienza el escándalo vía Guardia Civil que interviene. El periodista Miguel Cabrera publica en El Mundo que el jefe de la investigación del caso, un sargento de la Guardia Civil de Almería, tiene parentesco con uno de los denunciantes, Estanislao Berruezo, viejo enemigo de la familia Carmona y especialmente de Demetrio Carmona, a cuenta de antiguas y conflictivas sociedades conjuntas. Según declara el propio Demetrio Carmona “Berruezo no ha parado de actuar contra mí desde entonces. También me denunció ante el Ministerio de Justicia, que me investigó de arriba abajo toda mi vida profesional sin hallarse absolutamente nada. Es un largo calvario el que vengo padeciendo a cuenta de las malas artes de Estanislao y todo por intentar recuperar legítimamente lo que nos pertenece, lo que le ha quitado a mi familia, a mí, y así lo prueban los documentos oficiales que hemos aportado en nuestras alegaciones a la Juez. De todo esto informé en su día a las autoridades políticas de Almería y ni caso”, alegó Carmona.

Por su parte, el senador socialista Juan Carlos Pérez Navas preguntó al Gobierno por las reuniones previas del sub delegado con, al menos, tres implicados, respondiendo Gabriel Amat  que “hay más gente del PSOE en este asunto que del PP”.  El PP preguntó al PSOE si es que "ahora repudian a su amigo” el abogado del Estado imputado en la Operación Tres Reyes .

La trama investigada ahora por la fiscalía es un fiel reflejo del espectacular crecimiento económico de la provincia de Almería desde la década de 1970 gracias a la agricultura intensiva bajo plástico: los invernaderos. Beneficios de millones de euros, miles de puestos de trabajo, masiva inmigración legal o ilegal en busca de empleo desde naciones paupérrimas, exportaciones hortofrutícolas internacionales dominadas por empresarios que han acumulado espectaculares fortunas durante docenas de años bajo gobiernos del PSOE y del PP, con una minoría de personas sin escrúpulos que se han enriquecido ilícitamente y una mayoría de gente honrada que se levanta muy temprano para ir a su puesto de trabajo, ahora perdido en muchos casos debido a la crisis económica.

Estas investigaciones de la administración de Justicia revelan que, desgraciadamente, Almería es una tierra de cine, pero no como desea el lema institucional que se lleva a ferias internacionales de turismo para promocionar la provincia, sino al más puro estilo del cine negro, con abogados encarcelados, dinero de Sadam Hussein, falsos espías, turbios negocios, y toda la trama política, financiera y delictiva que se quiera añadir al argumento. Antes de la Operación Tres Reyes llegaba la Operación Poniente, todavía pendiente de juicio. Dice el sabio refranero español que no hay dos sin tres… Coincide con la confesión que hizo a este humilde redactor que suscribe un alto cargo de la Audiencia Provincial: “aquí se unen todos los delitos que se pueden encontrar en Madrid o Barcelona. Se dan todos los supuestos, todos los alicientes criminales. En comparación relativa de población estamos a su nivel”. Almería, Tierra de Cine.
(Puede leer el artículo original en www.lagacetadealmeria.com)

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