Delegada de UPyD Almería
Con motivo del día Internacional Contra la Corrupción, instaurado por las Naciones Unidas y celebrado desde el 2003, UPyD en Almería se ha querido sumar a esta efemérides que, según indican, está lejos de ser una celebración para España, en tanto nuestro país ocupa el lugar número 31, según el informe anual que sobre la corrupción hace la Organización Transparencia International.
La situación es si cabe más grave en tanto compartimos esta posición con países “tan cercanos a nosotros” como Emiratos árabes, Estonia, Chipre, Bostwana, Portugal o Taiwán. Desde UPyD consideramos que España necesita con urgencia una nueva cultura de lo público que nos sitúe junto con Dinamarca, Suecia, Noruega, Holanda o Austria en los lugares en los que menos corrupción hay.
Dentro de nuestro país, la situación no es más alentadora dado que, según la última encuesta del CIS, el 85 % de los españoles cree que la corrupción está muy extendida en nuestro país. Aunque los casos de corrupción afectan a miembros de los grandes partidos de forma especial, ésta “va por barrios” y el modelo de corrupción varia de unas autonomías a otras.
Hay comunidades con empresas que, en connivencia con los político,s limpian las arcas públicas. Tal es el caso de Valencia y el Gurtel; o comunidades, como Baleare,s en las que son los propios políticos los que saquearon sin precisar de empresario alguno. Seguramente prefirieron no compartir las ganancias. O el dispendio andaluz, elaborado en lugares lejanos y que incluye suites, fiestas, mariscadas, viajes, etc., incluyendo, en este grupo, el caso grotesco en el que un alcalde pagó 3.685 euros en un prostíbulo con dinero público. O el artificio de ingeniería publica por el que los exaltos cargos políticos pasan a cobrar pensiones vitalicias, despidos millonarios o son despedidos anticipadamente de un trabajo que nunca tuvieron.
La situación a nivel local en Almería está caracterizada por la falta de transparencia que exhibe el grupo municipal. Tenemos ciudadanos que han debido recurrir al Defensor del Pueblo para que se les conteste a una petición. También están los que, utilizando la pagina web del ayuntamiento, piden información o limpieza o denuncian un exceso de las empresas adjudicatarias de servicios públicos y nunca son contestados.
Un caso esperpéntico será la pronta exposición pública de los presupuestos, dado que ni están expuestos, ni son públicos, porque, están encajetados en una dependencia del ayuntamiento y tienes que solicitar verlos para que te los enseñen.
La situación es si cabe más grave en tanto compartimos esta posición con países “tan cercanos a nosotros” como Emiratos árabes, Estonia, Chipre, Bostwana, Portugal o Taiwán. Desde UPyD consideramos que España necesita con urgencia una nueva cultura de lo público que nos sitúe junto con Dinamarca, Suecia, Noruega, Holanda o Austria en los lugares en los que menos corrupción hay.
Dentro de nuestro país, la situación no es más alentadora dado que, según la última encuesta del CIS, el 85 % de los españoles cree que la corrupción está muy extendida en nuestro país. Aunque los casos de corrupción afectan a miembros de los grandes partidos de forma especial, ésta “va por barrios” y el modelo de corrupción varia de unas autonomías a otras.
Hay comunidades con empresas que, en connivencia con los político,s limpian las arcas públicas. Tal es el caso de Valencia y el Gurtel; o comunidades, como Baleare,s en las que son los propios políticos los que saquearon sin precisar de empresario alguno. Seguramente prefirieron no compartir las ganancias. O el dispendio andaluz, elaborado en lugares lejanos y que incluye suites, fiestas, mariscadas, viajes, etc., incluyendo, en este grupo, el caso grotesco en el que un alcalde pagó 3.685 euros en un prostíbulo con dinero público. O el artificio de ingeniería publica por el que los exaltos cargos políticos pasan a cobrar pensiones vitalicias, despidos millonarios o son despedidos anticipadamente de un trabajo que nunca tuvieron.
La situación a nivel local en Almería está caracterizada por la falta de transparencia que exhibe el grupo municipal. Tenemos ciudadanos que han debido recurrir al Defensor del Pueblo para que se les conteste a una petición. También están los que, utilizando la pagina web del ayuntamiento, piden información o limpieza o denuncian un exceso de las empresas adjudicatarias de servicios públicos y nunca son contestados.
Un caso esperpéntico será la pronta exposición pública de los presupuestos, dado que ni están expuestos, ni son públicos, porque, están encajetados en una dependencia del ayuntamiento y tienes que solicitar verlos para que te los enseñen.
En cualquier caso, no solo la falta de información es una corrupción, también a todos los almerienses nos llama la atención que en la mayoría de las vallas de obras municipales ondee el símbolo de Facto o Tejera. O la sin razón que supone, por ejemplo, privatizar el servicio funerario por ser deficitario y aprobar una ordenanza para que la empresa concesionaria suba los precios de este servicio; sin olvidar que les provee de suelo y licencia para hacer un tanatorio-crematorio que les hará emitir emanaciones contaminantes en el centro de la ciudad, además de enriquecerse más y competir de forma “desleal” con los servicios ya existentes en la localidad.
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