José Fernández
Periodista
La Junta de Andalucía rescindirá el contrato "automáticamente" a aquellas empresas que incumplan durante dos meses consecutivos el pago del salario a sus trabajadores, según ha detallado la presidenta, Susana Díaz. Y eso está muy bien, y es admirable y forma parte del indeclinable compromiso de nuestro Gobierno autonómico por introducir cláusulas sociales y medioambientales en la contratación de la administración andaluza, tal y tal, etcétera. Pero también refleja, y esto es en lo que quiero fijarme, una nueva muestra de esa alarmante desconexión con la realidad que demuestra en ocasiones la Junta de Andalucía.
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"Alarmante desconexión con la realidad", dice José Fernández |
Por alguna extraña razón que no alcanzo a comprender, en Sevilla siguen instalados en el pensamiento mágico de esos libros de autoayuda que dicen que para que una cosa se cumpla basta con desearla. O es eso, o estamos ante un inconmensurable ejercicio de desparpajo, frescura y rostro hormigonado, porque a la Junta de Andalucía, que es probablemente la Administración más incumplidora de todo el hemisferio norte del planeta, ya sólo le falta nombrar al Pillaliebres como consejero de Economía y Hacienda.
¿Conocen ustedes a algún particular o empresa que, en relación contractual con la Junta de Andalucía, haya visto cumplidos sus legítimos intereses en tiempo y forma? Es decir, ¿ha pagado algo a tiempo alguna vez, a alguien la Junta de Andalucía?
Puede que sí, no lo dudo, pero por mucho que sigan empeñados en Sevilla acerca de la amnesia y discapacidad intelectual colectiva de todos los almerienses, hagan memoria y piensen en la Escuela del Mármol de Fines, con cerca de una veintena de nóminas retrasadas, o en todas las empresas que han acabado desistiendo y retirándose de las obras que les contrató en su día la Junta de Andalucía porque, sencillamente, pagaban tarde, mal y nunca. Que doña Susana vaya a explicar esto “an’cal Pillaliebres”.