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Lo que ocurrió realmente entre David Bisbal y Chenoa

Aurelio Manzano
Periodista

Operación Triunfo cambió la vida de 16 chicos que, de la noche a la mañana, se convirtieron en estrellas de la música. Al cumplirse 15 años de su estreno, TVE decidió hacer un reencuentro oficial con todos los triunfitos. El domingo 16 de octubre se emitía el primero de los tres especiales que abrió la caja de Pandora y despertó viejos fantasmas: ¿Cómo sería el encuentro entre Chenoa y Bisbal que apenas se han visto desde su ruptura en 2005? ¿Podría surgir el amor de nuevo?

A muchos espectadores les habría encantado vivir en directo una reconciliación, pero la realidad es diferente. Otra de las polémicas que ha surgido a raíz de la emisión del primer capítulo es el supuesto distanciamiento entre el almeriense y el resto de sus compañeros. Las redes sociales arden estos días con mensajes que resaltan lo que algunos percibían. Pero, ¿cuál es la realidad? ¿Cómo han vivido los chicos ese encuentro con Bisbal? 'Corazón' ha podido hablar con alguno de ellos, que han explicado su experiencia.

Bisbal y Chenoa, en la actualidad (RTVE)

Mucho se ha hablado y escrito sobre la relación entre Chenoa y David. La verdadera historia, que hoy relatamos, tal vez arroje un poco de luz a todo lo que ha pasado desde que la pareja rompiera. El desencuentro comenzó en abril del 2005, cuando David contestaba a una pregunta sobre su relación con Chenoa en una rueda de prensa en Caracas, Venezuela: «La verdad es que ya se terminó. Ha sido una relación bonita. Preciosa. Nunca la olvidaré. He vivido muchas cosas maravillosas con ella», declaraba David, confirmando lo que muchos, incluida la otra protagonista, sabían.

Inmediatamente, las teorías sobre las posibles causas de la ruptura no se hicieron esperar: supuestas infidelidades, terceras personas por parte de ambos... Tal fue la presión de los medios, que, días después, una devastada Laura –nombre real de Chenoa– marcaba el teléfono de quien escribe esta crónica para pedirle consejo: «Tengo prensa en casa. Se están diciendo cosas horribles y que no son verdad. ¿Qué hago?», preguntó. En ese momento, mi sugerencia fue que diera la cara y explicara la verdad. Y así lo hizo.
En una breve aparición ante las cámaras declaró: «Os pido un poco de respeto, no lo estoy pasando bien y bueno... Que todo pasa y que no seguimos juntos. Pero, sobre todo, pido respeto. No hay terceras personas» concluía entre lágrimas.

Lo cierto es que quienes vivieron ese romance de cerca saben que hubo mucho, pero mucho amor. Tal vez, Chenoa actuó más como una madre protectora que como una mujer. Esto, unido, entre otras cosas, al momento profesional que ambos estaban viviendo pudo ser la gota que colmó el vaso. Años después, en 2013, Bisbal hablaba así en su biografía Desde dentro: «Aquel ritmo de trabajo era muy perjudicial para mi relación con Laura, que comenzaba a debilitarse. Nuestras carreras iban muy deprisa y empezábamos a tomar caminos muy distintos. Igual que nos había unido, sin saberlo aun, la música nos iba a acabar separando».

Hasta aquí la parte oficial. Pero la realidad es que a partir de esa ruptura, la relación se esfumó no solo como pareja sino también como amigos. Así lo contaba Chenoa en una entrevista posterior: «No me arrepiento, como de ninguna otra relación. Para mí, fue una más. Ahora tenemos caminos distintos, no hay más. No soy amiga de David, la amistad es cosa de dos».

Aquella lacrimógena aparición de Chenoa hizo, sin quererlo ella, mucho daño a la imagen de David. Entonces todo el mundo se posicionó al lado de la cantante. Durante los meses que siguieron a la ruptura, la relación entre ambos fue inexistente. Sus respectivos equipos de trabajo hicieron lo imposible para que no se encontraran en las promociones. David, comenzó una relación con la que sería la madre de su hija, Elena Tablada, y Laura lo intentó con el actor Álex González.

Pero fue en 2006, un año después, cuando estalló la bomba. Chenoa daba unas declaraciones a la revista 40 Principales, donde lanzaba un dardo envenenado a David, al insinuar que había roto con ella a través de las cámaras: «La aparición de David en la rueda de prensa en Latinoamérica me pilló por sorpresa y además estaba aquí sola. Me quedé sin palabras, no sabía nada y me llevé el golpe más grande de mi vida. También dije que no habían terceras personas y me equivoqué. Aunque yo no lo sabía». La cantante, con estas palabras, dejaba de nuevo a Rizos –así le llamaba en la intimidad– a los pies de los caballos. Pero no era cierto. Ella no se había enterado de la ruptura tras la rueda de prensa. Lo sabía. Al igual que todo el entorno de la pareja.

David terminó oficialmente con ella en la casa que compartían en Barcelona: «Un día la esperó con las maletas hechas en el salón y tras una intensa charla, terminó con ella». Así me lo hizo saber una persona cercana a David en aquel momento. Esa es la realidad que Chenoa nunca ha querido contar.

Aquellas palabras terminaron por destruir cualquier posibilidad de, al menos, una amistad. «David se sintió profundamente dolido tras aquella estocada. No entendía porque ella mentía», remata la misma fuente. Con los años, cada uno rehízo su vida sentimental y en la actualidad, y cuando seguramente los resquemores se han quedado aparcados, solo queda una relación cordial, como la que tendrían dos compañeros de profesión. No hay ni habrá amistad y mucho menos reconciliación. Por esa razón los que conocen la historia no esperaban más de lo que pudimos ver en televisión: un afectuoso y cordial abrazo entre dos colegas.

Por la misma regla de tres, durante estos 15 años la relación entre David y sus compañeros ha sido escasa, por no decir casi nula. El joven se ha convertido en un artista internacional que prácticamente vive en un avión. De hecho, el almeriense declaraba en la presentación de su single que le gustaría tener más tiempo para compartir con su familia y, sobre todo, con su pequeña, Ella. Se ha comentado tras el primer especial que David no estuvo a la altura con sus compañeros. Al parecer, y según algunos espectadores, aparecía frío y distante.

Tirando de hemeroteca podemos rescatar fragmentos de la biografía de Bisbal en las que ya hacía referencia a la relación con sus compañeros después de salir de la Academia: «No entendía a algunos compañeros que se jactaban en público de sus virtudes ni tampoco a los que de repente arrancaban a llorar delante de los demás y de las cámaras. Allí se crearon algunas amistades. Pero tampoco demasiado intensas. En general, había lo que se dice buen rollo. Cada cual tenía su manera de ser. Con unos hablabas más que con otros. Como en cualquier situación, como en la vida real, pero nunca faltó el respeto hacia el otro», recordaba.

David tuvo momentos complicados en la Academia tal y como contó en su biografía: «Tengo que confesar que casi nunca estuve a gusto dentro del programa y hubo ocasiones en las que lo pasé realmente mal. Puedo decir que no disfruté de la experiencia. Por mis propios nervios y por un sistema de trabajo impuesto que se alargaba casi las 24 horas del día». Pero nunca ha renegado del programa.

En 2013, en un especial de T con T de TVE, Bisbal hablaba así de su experiencia: «Mi sueño era grabar un disco. Yo trabajaba en una orquesta. Cuando apareció el aviso para concursar, cumplí mi sueño». El próximo domingo llegará a su fin la serie de tres especiales sobre Operación Triunfo y el 31 de octubre volverán a hacer vibrar el corazón de sus fanes.
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