Juan
Torrijos
Periodista
Los
datos que maneja la dirección del PP en la capital en estos momentos les lleva
a tener constancia de que la lista encabezada por Luis Rogelio podría perder
hasta cuatro asientos en el salón de plenos del Ayuntamiento de Almería. Nervios
disimulados en dirigentes y en algunos ediles que se pueden encontrar en el
paro el próximo mes de mayo.
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| Luis Rogelio Rodríguez-Comendador |
A
partir del puesto catorce se acaba la confianza, y lo que es peor, se acaba el
sueldo. Luis Ro ha comentado a sus más íntimos compañeros que mientras mantenga
la mayoría, los catorce, él está tranquilo. Él sí, claro, con catorce sillones
sigue con la vara de alcalde en la mano y es de imaginar que seguirá de
senador, que es de verdad lo que le gusta, pero algún compañero o compañera se
estará acordando de los errores, de las duplicidades y de los que se hacen
eternos en los cargos públicos. Hacer una lista en la que sabes que cuatro o
más de los ediles se quedan fuera no es fácil para nadie.
Gabriel
Amat reconoce que el PP baja un poquito; no es cosa, se entiende, de hablar de
chaparrón, pero en mayo se pueden calar los populares. ¿Se está agotando el
ciclo de Luis en la política? No es fácil contestar con rotundidad a la
pregunta. Es evidente que si en mayo consigue mantener la mayoría podrá seguir
respirando. Si el resultado baja de los catorce y se queda sin el bastón de
mando, entonces se podrá decir que el ciclo no se está agotando, está agotado.
Mientras,
sólo se pueden analizar unos datos que se asegura salen de los despachos del PP,
y que puede ser una estrategia para motivar a la militancia y a los votantes.
Los primeros que se han movilizado son los actuales ediles en la lucha particular
de cada uno por conseguir estar entre los primeros, por lo menos hasta el catorce,
después puede ser la terrible oscuridad del firmamento lo que les acoja. ¿Se han
preguntado lo que lleva a Luis a poder perder incluso la mayoría tan absoluta
que en estos momentos posee?
La
política de Rajoy en Madrid seguro que le va a pasar factura. ¿Sólo la política
de Rajoy? ¿Y la suya? En Gádor o Cuevas tener a un senador o diputado como
alcalde se ve como un prestigio para el pueblo, no así en Almería, donde se
percibe como una dejación del trabajo por la ciudad que te votó. Luis tendría
que haber dejado el Senado.
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