Sin presupuesto y con contenciosos

Teleprensa

Editorial

Mal día han tenido los nuevos delegados de la Junta de Andalucía en Almería para conocer sus nombramientos. Las novedosas caras de los nuevos responsables del Gobierno andaluz en esta provincia quedaron eclipsadas, a pesar de que ayer era su día, por el devenir de la jornada tras la reunión del Consejo de Política y Fiscal del que la consejera Carmen Martínez Aguayo salió como una rayo tras una hora de exposición del ministro Cristóbal Montoro.

Y salió de la reunión, según explicó, tras las 'lentejas frías' que le sirvió el Gobierno del PP que entiende estrangula a esta comunidad al obligarla a un recorte de nada menos que tres mil millones de euros. Un recorte del que ni sospechaba podría plantearse pues apenas dos días antes el propio presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, tuvo ocasión de conversar con el propio presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy.

Esta forma de hacer política no funciona. No se puede proclamar lealtad institucional y apelar a la necesidad de entendimiento para empezar a hacernos fuertes frente al enemigo que está fuera, básicamente los mercados, y luego encontrarnos con decisiones unilaterales y que no todos entienden que son necesarias adoptarlas como se exponen. La respuesta a la falta de diálogo no va a ser otra que acudir a los tribunales de justicia. Y éste no puede ser el camino.

La imagen que se está ofreciendo de este país y de sus políticos es más penosa de lo deseable y así nos está pasando que hasta los inversores se están retirando de él. Llegados a este punto y con el norte tan perdido como nos encontramos, poco importa si hay cinco o seis delegados con competencias en Almería porque está por conocer qué se puede gestionar sin presupuesto y con contenciosos encima de la mesa.