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El spaghetti western de la banda Leone

Álvaro Alonso
Autor de Las músicas de nuestro tiempo

Hubo un tiempo en que el desierto de Almería se convirtió en El Dorado cuando el director italiano Sergio Leone rodó en 1964 Por un puñado de dólares. La explosión del spaghetti western llegó al año siguiente tras el éxito rotundo de La muerte tenía un precio. Al tiempo que Los Beatles desmbarcaban en América, las pelis del Oeste comenzaron a rodarse en localidades como Tabernas, Guadix (Leone rodó allí aprovechando la estación y la vieja red ferroviaria en 1966 El bueno, el feo y el malo y en 1971 Agáchate, maldito!).



La antigua fábrica azucarera de las afueras de Guadix era un escenario ideal para recrear el salvaje oeste, así como la estación de La Calahorra, erigida para dar salida al carbón de las minas de Alquife. Allí se rodaron escenas de Hasta que llegó su hora. Ideales encontró también Leone los parajes de Cabo de Gata, los cortijos desvencijados como el cortijo del Fraile, pedanías como la de Los Albaricoques, en Níjar, convertida en ciudad mexicana para La muerte tenía un precio. En el desierto de Tabernas, en fin, se construyeron tres ciudades del oeste que hoy mal que bien siguen en pie desafiando el paso del tiempo.

Leone presenta su nuevo single en Madrid el día 20

En lo musical el spaghetti western está unido a la figura genial de Ennio Morricone, aunque también a la de Lee Hazlewood. Hete aquí que en pleno siglo XXI aparece un grupo de rock proveniente de Almería que amalgama todo este imaginario y le añade otros elementos autóctonos, como la copla o el pop en español, para con una presencia soberbia de las guitarras en primer plano, zambullirse en una aventura sobre todo muy original (habría antecedentes en Los Pekenikes, Los Brincos, en algunos temas de Radio Futura y de La Frontera) donde se estuviera componiendo la banda sonora para un imaginario western del siglo XXI. 

Leone
Pocas veces nos encontramos con apuestas originales. Leone, o lo que es lo mismo,  Jesús Canet (guitarra y voz), Juan Pérez Marina (guitarra), Manuel Cahuchola (bajo y voz) y Jesús Alonso (batería) funden estilos como el western, el surf, la copla, el bolero y la canción mediterránea en una apuesta de alto riesgo. Pero el mundo es de los valientes, o eso dicen.

Alguien puede pensar que lo que hace Leone no está en la onda. Nada más fácil de rebatir. Al lanzamiento reciente del último disco de Calexico, último baluarte del sonido western, y la edición de la obra completa de los Long Ryders, cabe incorporar Incidental Hum, el nuevo disco aún humeante de Glenn Mercer, factótum de los Feelies, que se ha marcado un disco fronterizo y desértico a partes iguales con canciones que podría firmar Leone sin problemas, como Hermosa o Yuma.

Resultado de su atrevimiento Leone ya tienen publicados un EP de cuatro canciones, donde destaca Ah, el horror, y un nuevo flamante single Tus huesos que han tenido la osadía de publicar también en formato vinilo, al igual que el anterior. En pocos meses tendremos ya el primer larga duración de Leone, una de las propuestas más refrescantes y originales de los últimos años.

Ideal para hacer el indio o disfrazarse de Clint Eastwood a caballo por nuestros desiertos, en los páramos que van de Granada a Almería. Para descubrirlos en directo la ocasión la pintan calva porque Leone se estrenan en concierto en Madrid el próximo día 20 de febrero en la sala Funhouse (junto a Perapertú). No olvides llevar tu sombrero, tal vez alguna mujer lo arroje al suelo. Y ya sabes lo que eso significa, forastero.