Almería, ¿tierra de cine?

Fran García

Actor

No solo se nos está dejando de lado a los cineastas almerienses, sino que se está vendiendo al exterior una imagen mucho más que distorsionada de esa supuesta realidad denominada, y últimamente desgastada, como Tierra de cine. Una realidad que, por suerte, bien se conoce fuera, donde no caben las apariencias, donde la cultura de cine va mucho más allá, donde esta situación se convierte en hazmerreir o en verdadera calamidad.

Desde que llegó información acerca del ¿casting? (perdón, he querido decir circo) de Clavius, he leído y releído todo tipo de informaciones, tanto a nivel local, nacional como internacional. Y es por ello que voy a poner mi granito de arena para darle un buen revés a ciertos sensacionalismos informativos que he podido estudiar hasta ahora.

Cásting de 'Clavius'

Vamos a ser claros y a ir, como siempre, al grano. Se ha vuelto a tropezar con las mismas piedras, a cometer los mismos errores “garrafales”. Pero ojo, ahora el modo de combatir y mejorar no es el de leer, escuchar, reflexionar… y ser humildes. El nuevo método es el de contagiar a la prensa y a los almerienses (rezando por llegar con ello hacia el exterior) con informaciones retocadas, tuneadas, maquilladas… por no decir muy poco estudiadas y contrastadas… para hacer llegar el estrellado mensaje de “Almería, más que nunca, vuelve a ser tierra de cine” porque han dado empleo (sin comentarios) y porque “han traído” a Arnold Alois Schwarzenegger (sin comentarios añadidos).

Lo que se ha vivido con Clavius ha sido un nuevo capítulo del disparate cinematográfico almeriense. Y es que vivimos en la ignorancia cultural, precedida de nuestros representantes que no solo no vuelven a tener, para nada, en cuenta al sector cinematográfico almeriense, incluyendo a la gran cantera de actores y actrices de esta provincia y de fuera de ella, como ha ocurrido anteriormente con Exodus (primer circo cultural), sino que parece que no tengan una buena previsión, planificación y organización en esta materia.

Es por ello que hemos de preguntarnos a estas alturas, y con todo lo acontecido, si esta representación cultural merece el aplauso del sector cinematográfico en general o bien la rotunda decepción.

A un casting en el que se han vuelto a producir colas que no supera ni el antiguo INEM, invasiones en las vías, insultos, peleas y hasta desmayos, no se le pueden conceder esos “aterciopelados” calificativos sensacionalistas informativos. Y ya ni me molesto en sumar y multiplicar con hechos que ya se vivieron con Exodus (exigencias físicas que luego, encima, no valen para nada a la hora de la verdad, “dedímetros” varios, personas que se cuelan en las listas sin reunir “ni un solo” requisito, etc., ect., etc.). Ni qué decir de la “mala imagen” que se le da con todo esto a Almería de cara al exterior, pero parece que aquí algunos lo ven al revés…De verdad, qué pena…qué pena…y lo digo de corazón.

Jamás he escrito, y siempre lo digo, para perjudicar a nadie; siempre para poner mi granito de arena con el único motivo de “mejorar”, no solo la imagen, sino cualquier aspecto relativo al sector del cine almeriense y, si me apuran, al conglomerado cultural general. Pero cuando hay vista ciega y oídos sordos, y ya no sé si desconocimiento y pasivismo añadido, nada se puede hacer más que intentar abrírselos a aquellas personas que, desafortunadamente, hayan caído o puedan caer en las redes de esa embriagada ceguera que desemboca en toda una “falsa realidad cultural”, me remito.

Eso sí, sepan ustedes, que comienzan a inquietar al sector cinematográfico general, no solo al almeriense, al que deberían tener “muy” en cuenta. Y matizo por si acaso, de esto separo y excluyo a todo lo que configura al Festival Internacional “Almería en corto”. Me refiero al nulo miramiento que tienen a “la hora de la verdad” con “sus” cineastas.

¿De verdad ustedes defienden ese magno eslogan de “Almería, tierra de cine”? ¿Merecen utilizarlo, como si nada, realmente? Si es por captar y echarse fotos con “famosos” y vender o alquilar los terrenos, seguro que sí. De eso no me cabe duda. Pero creo que se dejan a lo más importante de lado, el sustento de esta querida Tierra de cine.

Así que nada, sigan ustedes con su brillante política promotora de empleo “sin ton ni son” que tanto nos contenta a todos, cineastas y no cineastas… a todos.

¿Saben lo que pienso con todo esto? Que quizá deberían ser los primeros en pisar (pero pisar) unos cuantos rodajes, y no hace falta ni siquiera que salgan fuera, aquí “mismito”, para darse cuenta de la cantidad y, ante todo, “calidad” que desechan. Con todos mis respetos, si esto es Cultura, yo soy Conan.