Manuel León
Redactor-Jefe de La Voz de Almería
El Gobierno ha incluido en una enmienda de los Presupuestos de 2013 una nueva garantía para salvar a las empresas concesionarias de las autopistas de peaje en situación de quiebra, entre ellas la Cartagena-Vera, la única vía de peaje que surca la provincia. La enmienda permite a la concesionaria Aucosta solicitar al Ministerio de Fomento préstamos participativos con un periodo de carencia en el pago de intereses hasta 2014. Esta garantía se extenderá hasta 2018 y abre un futuro de esperanza para su mantenimiento contando con que se active la actividad económica y el turismo residencial entre el Levante almeriense y la Costa Cálida murciana.
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| Autopista Cartagena-Vera |
Cajamar y Unicaja
La sociedad concesionaria, participada por FCC, Ploder, Cajamadrid, Cajamar, Unicaja y CAM, presentó recurso contencioso administrativo en la Audiencia Nacional en demanda de que Fomento restituya el equilibrio financiero en una vía de alta velocidad que está un 70 % por debajo del tráfico que el Gobierno estimó en 2004 durante su adjudicación por 36 años. Esas estimaciones eran parte del contrato concesional y las adjudicatarias pidieron entonces compensaciones a largo plazo por su incumplimiento. Aucosta agotó otras vías antes de acudir a la justicia. Meses atrás, por ejemplo, presentó una reclamación de reequilibrio económico-financiero ante Fomento. Pasaron tres meses sin respuesta y los abogados recomendaron el paso a los tribunales por la situación de silencio administrativo. Cuando se confió la construcción de la Cartagena-Vera al sector privado, se estimó un coste de 586 millones de euros. Al término de las obras, la cifra se acercó a los 650 millones, pero Fomento fue reacia a reconocer el sobrecoste.
Las obras de la Cartagena-Vera se financiaron con un préstamos sindicado liderado por Ahorro Corporación y Banesto. Aucosta esperaba obtener una rentabilidad sobre proyecto del 8,3 %. Entre las opciones que barajaba el Gobierno para la Cartagena-Vera se encontraba el pasado año la aportación de capital mediante créditos participativos, que se devolverían cuando la sociedad entrase en beneficios.
El 30% del tráfico previsto
Se pactó la entrega de estos préstamos por valor de más de 100 millones entre Gobierno y concesionaria, pero de esta cantidad los presupuestos sólo provisionaron en torno al 20 %. Aucosta no ha alcanzando ni el 30 % del tráfico previsto en el momento de su adjudicación.
Las grandes promotoras nacionales, que controlan estas vías de peaje, se han revelado como muy deficitarias: excepto en Cataluña y Valencia, la idea de pagar por circular por una carretera de gran capacidad no ha cuajado entre los usuarios, tras acostumbrarse a la gratuidad de las autovías. Los bancos que hay detrás de la financiación de estas grandes obras han aguantado hasta ahora por esa garantía del Estado, que entra en vigor cuando la sociedad concesionaria entra en insolvencia.
La vía se inauguró en 2007 y prometía nutrirse de la expansión urbanística del Levante almeriense y de urbanizaciones turísticas en localidades como Águilas, Torrevieja, Mazarrón, Cabo Cope, en la Costa Cálida.
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