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Cinismo fiscal

Fátima Herrera
Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería

La palabra dada tiene un extraordinario valor en el ejercicio de la política. De ahí la sorpresa constante de los almerienses a cada nueva subida de impuestos por parte del Ayuntamiento, dado que la alcaldesa aseguraba en campaña electoral que no iba a subir los impuestos porque el dinero de los almerienses donde mejor estaba era en sus bolsillos. El tiempo, sabio consejero, ha venido a poner las cosas en su sitio y los almerienses vamos comprobando a diario la inconsistencia de aquella promesa. Y no es sólo el quebranto de su palabra, sino también los bandazos a los que somete las arcas municipales. Tras asestar un duro golpe a los bolsillos de los almerienses, con la subida del IBI, la basura, el agua, las instalaciones deportivas e, incluso, los cementerios, ahora anuncia una rebaja fiscal, que va a suponer una pérdida de ingresos para el Ayuntamiento de 4,5 millones de euros.

Pero es que, además, esta rebaja fiscal no es más que un ejercicio de cinismo y una burla para la ciudadanía, pues su cuantía es tan ridícula que apenas servirá para aliviar las economías domésticas de nuestra ciudad. ¿Qué pensarán los vecinos de barrios de familias trabajadoras cuando comprueben que serán ellos los que soporten en gran medida el ingente peso tributario del tasazo de la basura, consecuencia de décadas de mala gestión de los residuos? 70.000 toneladas de basura se entierran cada año sin reciclar. ¿Saben ya que el Ayuntamiento ha decidido aplicar el tasazo de la basura de forma lineal y que la subida para ellos será del doble? Que vengan ahora anunciando una rebaja en el impuesto de vehículos no es más que una farsa con la que el PP pretende engañar a los contribuyentes y, de paso, aliviar el peso de sus conciencias.

Lo peor de todo es que los ciudadanos pagamos más y recibimos menos. Y, mientras, el PP fríe a impuestos a la ciudadanía, gasta millones en postureo, pierde subvenciones cruciales y abandona servicios esenciales, como la limpieza o el mantenimiento de las zonas verdes. La confianza no se recupera con anuncios electorales de última hora, sino con una gestión responsable y honesta. Y ahora ya todos sabemos que la política fiscal del PP en Almería es una tomadura de pelo.

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