El Ayuntamiento ha
difundido 'urbi et orbi' su inmensa alegría por la sentencia del TSJA que
desestima un recurso contencioso administrativo interpuesto por Amigos de la
Alcazaba y la Asociación Bicentenario para conseguir que el Pingurucho de los
Coloraos fuera protegido en el PGOU, ante la perspectiva de que fuese eliminado
de la Plaza Vieja, tal como era el plan anunciado del Ayuntamiento de crear una
nueva plaza «diáfana», sin árboles y sin monumento. Pero nos preguntamos,
exactamente ¿de qué se alegra el Ayuntamiento?
Hoy tenemos ¡al fin! una Plaza Vieja remodelada, una plaza con la categoría BIC de conjunto histórico, con su anillo arbolado y el monumento a los Mártires de la Libertad protegido y en el lugar que le corresponde
El Ayuntamiento
anunció que la Plaza Vieja debía cambiar su fisonomía, dejándola diáfana,
eliminando para ello los árboles (muchos de ellos centenarios), que serían
sustituidos por sombrillas para terrazas, y también el monumento de los
Coloraos, símbolo de la lucha de que los que dieron su vida por los valores
constituciones que disfrutamos. Sin embargo, no prosperó ninguna de sus
intenciones y hoy tenemos ¡al fin! una Plaza Vieja remodelada, una plaza con la
categoría BIC de conjunto histórico, con su anillo arbolado y el monumento a
los Mártires de la Libertad protegido y en el lugar que le corresponde.
No ha sido fácil.
Ha costado mucho y muchos años, y ha sido posible, no gracias al Ayuntamiento,
sino al esfuerzo, al tesón de unas asociaciones ciudadanas, como Amigos de la
Alcazaba y otros colectivos como Bicentenario, AAVV Casco Histórico, Acción por
Almería y Ecologistas en Acción, que lo han hecho con sus propios recursos, no
con impuestos municipales.
Desde 2018, tras
el anuncio municipal transformar la milenaria Plaza Vieja en una «plaza
diáfana», con terrazas, pero sin árboles ni Pingurucho, las reivindicaciones no
han cesado: se constituyó una plataforma ciudadana, se recogieron 23.000 firmas
en contra, se presentaron 117 alegaciones (todas ellas rechazadas), se
promovieron movilizaciones ciudadanas, mesas redondas, actos
lúdicos-reivindicativos, se solicitó la incoación del monumento como BIC… y
también se presentaron recursos jurídicos, ganando al Ayuntamiento dos
sentencias históricas, en 2022 y 2023, presentadas por Amigos de la Alcazaba y
asociación Bicentenario, que sentenciaban los planes del Ayuntamiento y
salvaron los árboles, el Pingurucho y dejó arrinconado aquel proyecto de plaza
«diáfana». Todo ello con recursos propios, no con impuestos municipales. Por
tanto, ¿de qué se alegra el Ayuntamiento?
Los árboles se han quedado con nosotros y el Monumento a los Mártires de la Libertad está protegido como Lugar de Memoria Histórica, aunque no esté en el PGOU ni Cultura lo quiso proteger
El empeño del
Ayuntamiento contra el Pingurucho y retirarlo de la plaza fue especialmente
tenaz. Incomprensiblemente, el Pingurucho nunca ha estado protegido a través
del PGOU. Por ello, Amigos de la Alcazaba y Bicentenario recurrimos esta
omisión. La sentencia la ha desestimado porque considera que el Ayuntamiento
puede proteger lo que quiera y no quiera, y esta sentencia el Ayuntamiento la
ha querido convertir en una magnífica victoria contra las asociaciones que
trabajan por el patrimonio almeriense. Pese a que no tiene el menor efecto
práctico, porque la plaza ha tenido que cambiar su plan inicial, los árboles se
han quedado con nosotros y el Monumento a los Mártires de la Libertad está
protegido como Lugar de Memoria Histórica, aunque no esté en el PGOU ni Cultura
lo quiso proteger. Entonces, ¿de qué se alegra el Ayuntamiento?
Recientemente, el
Ayuntamiento de Almería ha anunciado la redacción de un nuevo PGOU, que
sustituiría al vetusto plan de 1998, y nos preguntamos si 27 años después por
fin incluirá el monumento a los Mártires de la Libertad, al que homenajean cada
24 de agosto y que pronto albergará los restos de aquellos héroes aún
depositados en el cementerio de San José. Nos preguntamos si continuará esta
omisión en el PGOU indefinidamente y si alguna vez nuestro Pingurucho alcanzará
la categoría suficiente como para formar parte de nuestro catálogo municipal de
bienes protegidos. Si no lo hacen, demostrarán su «amor al patrimonio».
Al Ayuntamiento de Almería, animamos a que «con rigor y transparencia» y en aras de su «compromiso con la conservación del patrimonio histórico y cultural de la ciudad» que pregonan, repare esta incomprensible injusticia, y de paso que también valoren la labor que desde el altruismo y la independencia los ciudadanos realizan en la protección de del patrimonio cultural de Almería.
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