Las obras de remodelación del Paseo de Almería deberían haber sido una oportunidad para revitalizar el corazón de nuestra ciudad y, sin embargo, se han convertido en un problema que asfixia a comerciantes y hosteleros. El retraso en la finalización de la primera y segunda fase, la falta de información clara a los afectados y la ausencia de medidas compensatorias están generando pérdidas económicas que nadie parece dispuesto a asumir… salvo quienes no tienen más remedio que hacerlo porque han de levantar cada día la persiana de su negocio.
Desde el PSOE venimos reclamando al equipo de gobierno del Ayuntamiento medidas que ayuden de verdad a estos pequeños empresarios. No pedimos gestos simbólicos ni campañas de marketing y regalos improvisados, sino ayudas concretas: subvenciones específicas, bonificaciones en tasas municipales, apoyo real. Lo que ya aplican otros ayuntamientos en España y que aquí se ignora.
La gestión del PP ha sido torpe y negligente. No se informó con antelación a los afectados, no se ha hecho un seguimiento riguroso de los trabajos y no se ha previsto cómo mitigar las consecuencias. Lo ocurrido con los adoquines del entorno del Museo del Realismo, rotos a los dos días, es otro ejemplo del escaso nivel de exigencia del equipo de gobierno sobre las actuaciones que lleva a cabo.
Pero los autónomos y pequeñas empresas no pueden seguir pagando los errores de una administración que improvisa y no escucha. Almería merece mucho más: obras bien hechas y un Ayuntamiento que supervise y que esté a la altura de sus ciudadanos. Desde la oposición seguimos presionando para que se cumplan los plazos, se exija calidad en los materiales y se compense a quienes hoy están sufriendo las consecuencias de una gestión calamitosa. Porque defender el comercio local no es solo una cuestión económica, que también, es proteger el tejido social, la identidad urbana y el futuro de nuestra ciudad.
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