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Nunca fue la bandera de la provincia de Almería

Rafael M. Martos
Director de Noticias de Almería

Basta echar un vistazo al informe con el que se ha querido justificar la nueva bandera de la provincia de Almería para llegar a una conclusión evidente: nunca lo fue. Es sorprendente que teniendo un Instituto de Estudios Almerienses, dependiente orgánica y económicamente de la Diputación, ésta prescinda de él para establecer una propuesta de bandera provincial, y acuda a una historiadora externa. Como también lo que es que en ningún sitio se repare en que es la enseña de la capital, y por tanto eso las hace incompatibles técnicamente, además de suponer un gesto de centralismo capitalino difícilmente aceptable por los pueblos de Almería.

La bandera aprobada

Pero si la primera duda que surge es si realmente era necesario meterse a aprobar una nueva enseña provincial, la segunda es el procedimiento seguido. No parece coherente que el Partido Popular, que pretende gobernar en Andalucía, se acoja a la propuesta presentada por una entidad cuyo objetivo declarado es separar de ella a Almería. Y decimos que no es coherente precisamente por lo anterior… si se quería una nueva bandera ¿por qué no pedir informes al IEA, a la Academia de la Historia, a vexilólogos de prestigio…? ¿Por qué la propuesta de Acción por Almería y sólo esa?

Y es que la memoria justificativa es para echarse a reír desde la primera línea a la última, cuando asegura que “urge la necesidad de definir oficialmente una bandera que represente a toda la provincia” ¿En serio? ¿De verdad que “urge”? ¿Había vidas en peligro, subvenciones, libertades civiles?

Comencemos por su inicio. Se indica que ha de aportarse un “informe perito”, y vaya, resulta que dicho “informe perito” es una fotocopia del detalle de inscripción ¡de la bandera de la ciudad de Almería! en el registro de la Junta de Andalucía. Eso sí, han hecho un montaje, ya que sobre dicha página han colocado el escudo de la Diputación, que no viene en el documento original de la Consejería de Gobernación. ¿Eso es un “informe perito” para la bandera de la provincia de Almería? ¿Un corta-pega manipulado?

Pero sigamos, y es que dice la historiadora en cuestión que “el único símbolo oficial de nuestra provincia es el escudo de la Diputación que representa al escudo de la capital orlado por 9 cuarteles con los municipios “representativos de la provincia”. Es decir, que según el informe, la bandera, esa que cuelga de la fachada del Palacio de Navarro Rodrigo, esa a la que se rinden honores el Día de la Provincia ¡no es más que un trapajo verde!

Pues bien, más adelante la autora del estudio dice que “siguiendo la misma tónica del escudo, se diseña una bandera donde en un fondo verde se implanta el escudo provincial en su centro”, por lo que habría que entenderse que si “sigue la misma tónica” será la de la de la “representatividad” que es en lo que se basó el escudo, ¿no? Y luego añade: “Esta bandera realmente nunca ha tenido una oficialización”, para afirmar en la línea siguiente “Sin embargo en la Sociedad Española de Vexilología se recoge esta bandera como la oficial de la provincia”.

O sea, se hace siguiendo la misma línea del escudo, es considerada por los expertos como la bandera oficial de la provincia, y ahora la vienen a enmendar, ya que “nunca ha tenido oficialización”. Pues para llevar más de seis décadas colgada ya está bien. Y es que de lo que se trata no es tanto de quitar como de poner. De poner una bandera que nunca fue de la de la provincia de Almería, entre otras razones porque la provincia se crea en 1833, por lo que difícilmente tendría bandera desde antes, ya que no existía, ni como concepto, ni como sujeto administrativo.

Volvamos a la “urgencia” con la que se apremia a crear ahora la bandera. Resulta que la provincia se constituye en 1833, y no es hasta 1952 cuando se establece el escudo. Sin duda, los almerienses debían estar en un sinvivir por no tener símbolos provinciales, cuando tardaron un siglo en aprobarlos.

Puestos a buscar excusas –de eso se trata, nada más, la decisión ya estaba- se recaba que en 1845 se crea la provincia marítima de Almería, y entonces se usa como enseña una cruz roja sobre fondo blanco. Eso sí, no explica la historiadora cual es el territorio de la provincia marítima –que está perfectamente delimitado por coordenadas y no es ni mucho menos todo el territorio provincial-, ni dice la razón por la que fue escogido ese símbolo.

No lo dice, porque de lo que se trata es de que esa cruz, y no otra cosa, sea la bandera de la provincia, y todo vale. Si hace falta, se muestran mapas en los que se ve la bandera en el mar, frente a la costa almeriense, pero en el mar… y en uno –solo uno- pone “bandera de la provincia”, pues claro, de la provincia marítima… o se enseña un cuadro con una torre con una bandera que tiene una “cruz” y los atacantes llegan en un barco bajo enseñas con el cuarto creciente… ¡cristianos identificados con una cruz! ¡increíble hallazgo!

Pero si acudimos a la historia, el asunto puede adquirir aspectos tragicómicos, aunque vamos a obviar el daño que hicieron los genoveses a los almerienses, y no por cuestiones religiosas, no, lo hicieron por que teníamos el principal puerto del Mediterráneo, y la Chanca acogía los más refinados telares de seda de toda la cuenca, siendo su principal competencia. Por eso vinieron, arrasaron y se fueron… tal como dicen hasta las crónicas de la Diócesis de Almería.

En fin, dejemos esa parte trágica y acudamos a la cómica, que es el propio texto de la historiadora que comienza hablando de la creación de la taifa de Almería, pero elude pronunciarse sobre si la bandera –o al menos los colores- que entonces ondeaba en la Alcazaba debían ser tenidos en cuenta para la nueva enseña, y eso que de eso sí tenemos documento por escrito, en verso, y firmado por un almeriense de la época… pero no, eso no se tiene en cuenta. Es decir, el momento en que Almería se convierte en “independiente” de Córdoba, y de lo que hemos celebrado recientemente el milenario, es un hecho irrelevante a estos efectos, frente a los escasos diez años que estuvo la bandera de la República de Génova en estas tierras como potencia conquistadora.

¿Y qué pasó luego? Ah… “Es evidente que nos movemos en el campo de la hipótesis, pues no hay testimonios documenta¬les que lo atestigüen” por eso se inventa que debió seguir vigente hasta la conquista de los Reyes Católicos… hipotéticamente, claro… sólido argumento…

Pero vueltas a la incoherencia: “habría que considerar la falta de concordancia entre el territorio y toponimia de la actual provincia de Almería durante los siglos que se indican. Sería un error el buscar en unos siglos concretos un símbolo de una provincia que no existía como tal, ya que todo su territorio estaba integrado en el Reino de Granada. Sin embargo, la ciudad como tal y su propio territorio, si tenían su simbología y por ende se po¬dría hacer extensivo a lo almeriense”.

Como hemos señalado en párrafos anteriores, y ahora la autora lo confirma, Almería como provincia no existía, ni como concepto, ni como ente administrativo, por lo que carecía de símbolos no ya oficiales, si no de cualquier otro tipo. Pero de nuevo, al final, tiene que justificar lo injustificable: la ciudad sí tenía símbolos… así que los extendemos y ya está.

Pero no se pierdan el capítulo de conclusiones. Después de todo el sesudo análisis… ¿por qué razón la bandera de los genoveses debe ser la de la provincia de Almería? Pues porque está en en “la antigua fachada del aeropuerto” que por cierto, está en la capital, pasado por estar colgada “en uno de los más importantes centros comerciales provinciales fuera de la capital” en uno de entre todos los que hay… en fin, muy serio todo, “sin obviar el rojiblanco del equipo de fútbol más representativo de nuestra provincia” ¿se refiere al Granada CF, al Athletic de Bilbao, al Atlético de Madrid…?

O sea, la bandera cruzada está tan arraigada en la provincia que como argumento de autoridad se dice que está en la fachada de un centro comercial y en el aeropuerto… la repera. ¡Si hasta se le olvida que está en la antigua estación del ferrocarril... de la capital, claro.

Y en el informe del técnico de la Diputación, de apenas un folio, dice que “De alguna manera –aunque no hay mucha luz según los expertos sobre el asunto- el caso es que la Cruz de San Jorge queda reconocida como enseña de la ciudad en la bandera sobre fondo blanco que ha llegado hasta nuestros días”. “No hay mucha luz según los expertos” pero da igual, se trata de decir que esa tiene que ser la bandera y punto.

Se concluye esta última parte afirmando que “Esta identificación del “territorio Almería” más allá de la capital simbolizado por la Cruz de San Jorge ha sido reivindicada como bandera provincial por algunos colectivos sociales ante la so¬ciedad almeriense”. Obsérvese que escribe “territorio” ya que objetivamente no puede hablar de “provincia”, y que el argumento de base es que lo han pedido “algunos colectivos sociales” ¿Cuántos? ¿Cuáles? ¿A quién representan? Que se sepa sólo lo ha pedido uno.

Añadan a eso un detalle no menor, y es que la bandera de la provincia es la misma que la de la capital, lo que cual es del género absurdo, y contradice cualquier lógica. Y dejado en evidencia que carece del más mínimo rigor la propuesta, la pregunta es por qué ahora este cambio.