Juan Torrijos
Periodista
La subida de tasas en el cobro de las contribuciones y otros tributos en los tiempos que estamos no sólo es abusiva, es una barbaridad. Me hace gracia que diga el vicepresidente de la Diputación que el servicio es deficitario, y que deben pagarlo los municipios. Y que ese dinero se podrá volver a invertir en los pueblos. Que gracia tiene el caballero. Por esa regla de tres, ¿cuánto le cuesta a Diputación el festival de cortos? Seguro que es deficitario. ¿Y por qué no le pone una tasa, un precio, un lo que se le ocurra para que no pierda dinero y se lo gasta usted en los pueblos?
La Residencia Asistida le cuesta un paperío a Diputación, ¿por qué no le pone un precio a los residentes que cubra el déficit, y así podría invertir más dinero en las villas? Si se trata de cubrir el costo de los servicios, quite todos aquellos que no lo hagan y ponga ese dinero al servicio de los municipios con menos de veinte mil habitantes. ¿Cuántos diputados tienen ustedes liberados? Con la mitad le sobraban para el trabajo que hacen. Y ese dinero, ya saben... a los pueblos pequeños.
Me cuentan que ustedes anunciaron que iban a dejar en cuadro el número de asesores, pero los puestos a dedo en Diputación son un “mogollón”. Vamos, don Gabriel, tenga valor. Asesores y amigos a dedo a la calle. Y con el dinero que sobra, inversiones en la provincia. Haría usted una provincia que no la iba a conocer en unos años ni la madre que la parió. ¿Lo hará? No creo. No se va a atrever. Mucho han tardado los “catetos” en rebelarse. Hora era de que lo hicieran. Y creo que se han quedado cortos.
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