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La primera organización obrera femenina se creó en Adra


Antonio Torres
Director de Canal Sur en Almería

➤ Antonio Ramírez Navarro presentará su nuevo libro, Aunque nos espere el dolor y la muerte. Historia del movimiento libertario en Almería, el próximo jueves en el Aula Cultural de Unicaja en el Paseo de Almería, acompañado del catedrático Rafael Quirosa, un investigador referente en España. Un libro imprescindible para conocer las vicisitudes del movimiento libertario.

Antonio Ramírez

El libro es un estímulo para investigadores y público en general, una herramienta para conocer las vicisitudes que vivieron los antepasados. Editado por la Universidad de Almería (UAL) Aunque nos espere el dolor y la muerte. Historia del movimiento libertario en Almería, es una herramienta para conocer el estudio de ese movimiento desde el lejano sexenio Democrático, cuando surgieron las primeras manifestaciones pricipalmente en los municipios donde se explotaba la minería del plomo de Sierra de Gádor, hasta su reorganización a la muerte de Franco, tras años de persecución y clandestinidad, subraya en el prólogo el prestigioso catedrático de la Universidad de Sevilla José-Leonardo Ruiz Sánchez.
Durante la Guerra Civil se creó Mujeres Libres, organización que luchaba contra la explotación de las mujeres y promovía, entre otras reivindicaciones, la educación sexual y el derecho al aborto
Desde sus orígenes, las organizaciones anarquistas mostraron una preocupación por mejorar la condición de las mujeres. “En 1883”, dice el prestigioso profesor Ramírez, “se creó en Adra la primera organización obrera femenina de Almería, formada mayoritariamente por sirvientas. Los libertarios afrontaron temas considerados tabú en la época como el amor libre, la maternidad entendida como una opción libre o la lucha contra la prostitución. Durante la Guerra Civil se creó Mujeres Libres, organización que luchaba contra la explotación de las mujeres y promovía, entre otras reivindicaciones, la educación sexual y el derecho al aborto. Encarnación Magaña, la única mujer fusilada por el franquismo en Almería, fue su presidenta”.

Las ideas anarquistas se difundieron por la comarca del Poniente almeriense durante la década de los setenta del siglo XIX. Buena parte de la represión republicana en Almería fue llevada a cabo por el comité de presos, liderado por uno de los responsables de los crímenes que se cometieron en Almería a finales de 1936, Juan del Águila Aguilera, el faísta, miembro de la Federación Anarquista Ibérica (FAI), una organización fundada en 1927 en Valencia ante la oposición de destacados líderes cenetistas. Aunque en las sacas participaron los temibles “panchos” llegados desde Málaga y otros milicianos procedentes de lugares tan lejanos como Barcelona, los “incontrolados” fueron en buena medida los representantes del comité de presos. Una persona influyente de aquella época, Benito Vizcaíno Vita (Berja, 1907-Caracas, 2007), secretario del Comité Central Antifascista que gobernó en Almería hasta la llegada del gobernador Gabriel Morón (ver Gabriel Morón Díaz (1896-1973). Trayectoria política de un socialista español, obra escrita por el catedrático de Historia, Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz , libro editado por la Universidad de Almería), pasó a ser clave en aquella época de la Guerra Civil, llegando a ser secretario del Comité Central Antifascista que gobernó Almería desde la sublevación militar hasta la llegada del gobernador Gabriel Morón, a finales de 1936, cuando pasó a ser su secretario y finalmente, en 1937, director general de Seguridad en el gobierno de la República. Según el trabajo del profesor Ramírez, Vizcaíno Vita le aseguró al profesor Quirosa, en 1987, que desconocía los asesinatos cometidos en Almería y por eso no hizo nada por destituir a Juan del Águila.

El periodista y profesor Antonio Ramírez Navarro (Almería, 1966), doctor en Historia Contemporánea por la Universidad de Almería, ejerce de profesor de Historia bilingüe en el IES La Puebla de Vícar. Aquí, además de sus alumnos adolescentes, cuida de enseñanza para adultos, principalmente mujeres que trabajan en los almacenes agrícolas y con jornadas intensivas sacan tiempo para formarse. Ramírez ha trabajado en la prensa de papel de la provincia y ha sido subdirector de Prensa y Publicaciones de los Juegos Mediterráneos Almería 2005. Trabajó como sociólogo para el Instituto Andaluz de la Juventud. “En Túnez trabajó como delegado de Asamblea de Cooperación por la Paz. “Los proyectos”, rememora, “intentaban mejorar la vida de los beneficiarios haciendo hincapié en la lucha contra la pobreza, la igualdad y la defensa del medio ambiente, seriamente amenazado por el avance de la desertización”. Ramírez, compañero en el Grupo de Investigación de Estudios de Tiempo Presente de la UAL, que dirige el catedrático Quirosa Cherouze, ha sido coordinador de proyectos europeos, asesor de la Fundación Integrasul de Rio Grande de Sul (Brasil). Conviene insistir en la idea de Ramírez Navarro: “La dictadura de Primo de Rivera supuso un nuevo periodo de graves dificultades y clandestinidad para las organizaciones anarquistas, que no volverían a resurgir con fuerza hasta la proclamación de la Segunda República. Los anarcosindicalistas se disputaron la influencia sobre el proletariado almeriense con comunistas y socialistas pero fue el golpe militar de 1936 lo que llevó a un crecimiento exponencial de su militancia que se hizo con el control de una pequeña parte de los comités revolucionarios primero y de las corporaciones municipales después. Con unos 20.000 afiliados y más de cien sindicatos organizados en la provincia, los libertarios entraron en las instituciones y pusieron en marcha una serie de colectivizaciones”..
El final de la guerra supuso la desaparición del movimiento libertario organizado. Sus dirigentes fueron fusilados, encarcelados o tuvieron que marchar al exilio en Argelia, donde acabaron en campos de concentración durante el régimen de Vichy
El final de la guerra supuso la desaparición del movimiento libertario organizado. Sus dirigentes fueron fusilados, encarcelados o tuvieron que marchar al exilio en Argelia, donde acabaron en campos de concentración durante el régimen de Vichy. Tras los años de represión y clandestinidad de la dictadura franquista, habrá que esperar a la Transición para que la CNT vuelva a organizarse en Almería. Ramírez, licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Complutense, ha trabajado para los diarios IdealLa Voz de Almería y La Crónica. Obras publicadas: La fuerza de los débiles. Vida, prisiones y muerte de Vicente Talens Inglá ( IEA, 2012) y El optimismo de los desesperados. Historia del PCE en Almería (UAL, 2016) Su tesis doctoral versó sobre Anarquistas y comunistas en la formación del movimiento obrero almeriense (UAL, 2015). Sobresaliente cum laude por unanimidad, mención internacional y premio extraordinario de doctorado por la Universidad de Almería. Una trayectoria, ejemplar. La obra, que se presenta el jueves en Unicaja del Paseo de Almería a las 20 horas, servirá para conocernos mejores. La obra recomendable, reiteramos, es Aunque nos espere el dolor y la muerte. Historia del movimiento libertario en Almería que incluye más de 400 microbiografías de los principales anarquistas almerienses.

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