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La Balsa del Sapo

Tomás Elorrieta 
Secretario General del PSOE de El Ejido 

En estos últimos días, los ciudadanos han podido observar de nuevo como los políticos nos enzarzamos en una controversia en torno al problema de los vecinos de Las Norias afectados por la crecida sostenida de la Balsa del Sapo. Los ciudadanos observan atónitos y aburridos la escalada de recriminaciones mutuas. Parece que toda la discusión se centra en lo que unos y otros decimos y en quién es capaz de decir lo peor del otro en lugar de resolver el problema. Es posible que sea el momento de pararse, meditar y ver el problema desde el peso de los hechos y no desde la volatilidad de las palabras.

Inicio de las obras de la impulsión adicional
Un primer hecho, central, indiscutible y, en algún caso, dramático, es la progresiva subida del nivel del agua de la Balsa del Sapo. Eso no lo duda nadie. En eso estamos todos de acuerdo. Otro hecho, también indudable, es que hay numerosos vecinos que ven sus tierras anegadas de agua y sus casas al borde de un lago cuyo nivel no para de subir. Evidentemente, están preocupados, y algunos, incluso, están asustados. El futuro de muchas personas y de sus familias depende de esas tierras que están cubiertas de agua. Sus vecinos, aquellos que tienen sus tierras o casas al borde de la Balsa, la miran con temor. En su día, algunas personas advirtieron del peligro, cuando lo que ahora está bajo el agua eran todavía invernaderos productivos. Pero no fue suficiente. El agua siguió subiendo. ¿Por qué razón no van a temer que les pase lo mismo?

Otro hecho también conocido por todos es que los afectados y sus vecinos se unieron en una asociación para defender sus intereses, denunciar la situación y presionar para conseguir una solución del problema. Llevan años haciéndolo, a veces incómodos para unos, a veces incómodos para otros. Pero es un hecho su trabajo en busca de una solución para resolver el problema de la Balsa del Sapo y de los afectados por ésta. Se puede opinar que, en algún caso, sus palabras son exageradas, o que sus opiniones no reconocen el esfuerzo que otros han realizado para ayudar a resolver ese problema. Es posible, pero esto son solo palabras, y como palabras que son, se las llevará el viento.

También es un hecho que ha habido docenas, ¿o han sido cientos?, de declaraciones en torno a las medidas a tomar para resolver el “problema de la Balsa del Sapo”. También ha habido muchas fotos. Pero la política no consiste en hablar, consiste en buscar los problemas que afectan a los ciudadanos y darles solución, ya sean temporales o definitivas. La política de verdad no son palabras, son hechos.

Si miramos el caso de la Balsa del Sapo, hay declaraciones acerca de lo importante y urgente que es resolver este problema y la prioridad tan alta que tiene en la agenda de algunos políticos. Eso son palabras. Son ligeras, puede que se las lleve el viento.

La Junta de Andalucía puso un bombeo en marcha hace unos años para extraer agua. Pasado el tiempo, ha resultado ser insuficiente, pero ahí está. La Junta de Andalucía, en este momento, está construyendo un segundo bombeo adicional al primero. Se están cumpliendo sus plazos. Esta medida no es una solución definitiva, pero alejará el peligro y resolverá problemas. Esto son hechos, no se los llevará el viento.

Por otra parte, se está realizando el proyecto de la solución definitiva. El Gobierno nacional del PSOE lo presupuestó, está en marcha. Otro hecho. En el primer cuatrimestre de 2013 debería haber estado concluido. Pero en los presupuestos de 2013 no hay partida presupuestaria para la Balsa del Sapo. Eso es un hecho. Se pueden hacer declaraciones que hablan de prioridad, máximo interés y urgencia, pero eso son solo palabras. Cuando preguntas cuándo se va a hacer una obra que no figura en los presupuestos, la contestación es que no está presupuestada y eso, casi siempre, significa que no se va a hacer. Pero bueno, si todos los años nos quejamos, unos y otros, de que hay obras que están presupuestadas y que no se hacen, ¿es razonable pensar que sí se van a realizar las que ni siquiera están en los presupuestos?

Podemos cambiar la ligereza de las palabras por el peso de los hechos y pedir todos a una que se plantee una enmienda a los presupuestos y que se incluya una partida específica para la Balsa del Sapo. Yo estaría más tranquilo, y estoy seguro de que los vecinos de Las Norias, también.

Las obras conseguidas hasta ahora han sido fruto de una labor conjunta: el trabajo de la Asociación Cañada de Las Norias; las gestiones realizadas por la Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de El Ejido, Guadalupe Fernández; la tarea desempeñada por el entonces Secretario General del PSOE de El Ejido, Manuel García Quero; y el esfuerzo de otras muchas personas, tanto del PSOE como de otros partidos o instituciones. No les neguemos el mérito que se merecen, pero miremos hacia adelante.

El problema todavía está ahí. Dejemos de discutir y centrémonos en resolverlo. Por nuestra parte, desde el Partido Socialista Obrero Español de El Ejido, seguiremos trabajando para que se cumplan los plazos comprometidos por la Junta de Andalucía en las obras del bombeo adicional; continuaremos ayudando a la Asociación Cañada de Las Norias en su reivindicación de una solución definitiva a los problemas derivados de la Balsa del Sapo; y proseguiremos presionando y apoyando a todas las administraciones, ya sean municipales, autonómicas o nacionales, para que cumplan los compromisos que han adquirido con los vecinos de Las Norias.

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