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Gobernar y estar en la oposición

Teleprensa
Editorial

No cabe la menor duda que no es lo mismo gobernar que estar en la oposición. Desde la oposición todo lo contrario a lo que se hace sería lo mejor para el ciudadano. Se tiene dinero para todo tipo de obras, infraestructuras, subvenciones para cualquier iniciativa, ideas para poner en marcha todo lo mejorable... y todo ello sin incremento alguno para el bolsillo del ciudadano. Desde el gobierno cambia la perspectiva. Hoy mismo el alcalde de Huércal de Almería reconocía que acabar con una antena móvil de telefonía que hay en el municipio, y que desde la oposición había reclamado su derribo, no es tan fácil, al encontrarse el tema en los juzgados.

El mismo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que -para no mentir, es de imaginar- dijo que no era deseable subir los impuestos a los ciudadanos, ha adoptado como primera medida subir no sólo el IRPF sino también el IBI, un tributo que, por otro lado, ya venía engordado desde el pasado año, porque desde el Ayuntamiento de Almería ya se encargaron de culpar a Zapatero de una subida de un impuesto municipal que no se había promovido desde el ámbito local. Es de imaginar que, ahora, se calle la boca o peor aún se justifique esa nueva subida.

La cosa es que estos episodios que son tan cotidianos en política y especialmente entre los dos principales partidos -todos los días los mismos reproches de unos hacia otros cuando ambos actúan de una manera tan similar- no hacen sino incidir un poquito más en el poco sentido común que en demasiadas ocasiones tienen quienes nos gobiernan y quienes tienen la obligación de controlar la labor del gobierno. En tiempos de crisis especialmente es obligado reclamar más coincidencia de planteamientos para poder remar en el mismo sentido, por lealtad al ciudadano, al igual que se está exigiendo a patronal y sindicatos que lleguen a acuerdos.

1 comentario:

  1. Aplícate Javier Salvador tu el cuento, a ver sí das ejemplo.

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