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Rocío Carrasco y la misoginia de Picasso

Alba Haro
@opinionalmeria

El noveno programa de Bake Off: Famosos al Horno, emitido el pasado lunes en La 1, con un share del 11,4 %, ha sido uno de los más emotivos. Los concursantes se volvieron a enfrentar a tres retos, el tercero de los cuales estuvo relacionado con la pintura y el arte. Debían crear una tarta inspirada en su pintor o cuadro favorito. Rocío Carrasco homenajeó el Guernica, de Pablo Picasso, una obra que simboliza el bombardeo de Guernica durante la Guerra Civil. Para ello, elaboró su pastel con un bizcocho de hierbas provenzales, ganache de queso blanco y topping de membrillo y nueces. La hija de La Más Grande se inclinó por el popular cuadro porque representa “el estado en el que se quedó nuestro país después de la Guerra Civil: el horror, el oscurantismo y  el sentir de un pueblo". No obstante, la participante hizo la observación de que de igual modo que Pablo Picasso es un genio artístico, como persona dejó mucho que desear, sobre todo por sus ideas machistas y su acreditado desprecio a las mujeres.

Pastel elaborado por Rocío Carrasco, inspirado en el Guernica / La 1

¿Tiene razón Rocío Carrasco, fue el mundialmente reconocido pintor una persona poco apreciable en el plano personal? Pues sí. El maestro del cubismo tuvo una vida relacionada con las mujeres que estuvo plagada de abusos y malos tratos. Aitana S. Palomar, en National Geographic, repasa la vida de las mujeres del malagueño: 

FERNANDE OLIVIER (1881 - 1966)

Conocida como “la primera musa” de Picasso, Fernande Olivier fue una de las primeras modelos del pintor y apareció en más de 50 de sus obras. De hecho, el propio Picasso reconoció que una de las mujeres de Las señoritas de Aviñón estaba directamente inspirada en Olivier. Además de trabajar como modelo, Fernande Olivier cultivó su vocación como escritora desde la juventud, redactando un diario entre 1896 y 1907 que posteriormente le sirvió para escribir las memorias de su vida y su relación con el artista. 

En 1930, casi veinte años después de haber terminado su amorío con Picasso, Olivier empezó a publicar dichas memorias en el diario belga Le Soir, pese a la insistente oposición del artista. La acción de los abogados de Picasso impidió que Olivier continuara publicando su serie en Le Soir, pero no logró evitar que su testimonio viera la luz, ya que, decidida a completar la serie, la modelo y escritora publicó tres entregas más en el diario francés Mercure de France. En 1988, Fernande editó Recuerdos íntimos (escritos para Picasso), el libro completo de sus memorias, que actualmente es considerado un testimonio muy valioso, ya que refleja la persona que fue Picasso antes de convertirse en un gran artista. 

EVA GOUEL (1885 - 1915)

A los 23 años, Eva Gouel se escapó de la casa de sus padres en Vicennes, una villa a las afueras de París, con la intención de huír de una propuesta de matrimonio que estos querían obligarle a aceptar. Llegó a la capital francesa en 1908 y pronto encontró trabajo como costurera del Moulin Rouge, gracias al aviso de su amiga Sylvette. En 1910, mientras trabajaba como coreógrafa en el Circo Médrano, conoció a Fernande Olivier y Pablo Picasso, a quien su pareja, Louis Marcoussis admiraba profundamente, y con quien ella sintió una conexión instantánea.

Durante dos años, las dos parejas de artistas coincidieron prácticamente todos los fines de semana, hasta que la relación secreta entre Picasso y Gouel dejó de ser un secreto. Dolida por la traición de Eva, Fernande Olivier se alejó de su amiga, que dejó de trabajar en el circo para dedicarse únicamente al pintor. Profundamente enamorado de ella, Picasso le pidió matrimonio, sin embargo, la frágil salud de Eva Gouel empezó a empeorar y, en 1915, falleció a causa de una tuberculosis o un cáncer de garganta. Picasso le dedicó la serie Ma Jolie, entre otras piezas, y, tras su muerte, le confesó a Gertrude Stein en una carta que su vida se había convertido “en un infierno”. 

OLGA KHOKHLOVA (1891 - 1955)

Nacida en Nizein (actual Ucrania), en 1891, Olga Khokhlova creció en el seno de una familia aristócrata que le proporcionó una buena educación basada en las artes y las letras. A los 21 años, la joven Olga dejó su hogar para incorporarse como bailarina en el Ballet Ruso, una oportunidad que le permitió recorrer Europa y los Estados Unidos entre 1912 y 1917. Aquel año, la bailarina conoció a Picasso durante la preparación de un ballet en Roma: el artista malagueño era el encargado de la decoración y el vestuario de la obra.

Al poco tiempo de empezar su relación, la pareja se casó y Olga cambió su nombre a “Olga Ruiz Picasso”. Al artista le ayudó mucho el pasado aristócrata de su esposa, ya que gracias al estatus de ella tuvo más facilidades para vender su arte e integrarse en la alta sociedad parisina. En 1921, Olga y Pablo tuvieron a su primer y único hijo, Paulo Ruiz Picasso, pero a partir de 1927 su relación se empezó a deteriorar, a causa del romance entre Picasso y una adolescente francesa de 17 años llamada Marie-Therèse Walter. Cuando, en 1935, Olga Khokhlova se enteró de que Walter esperaba un hijo de su marido, decidió separarse de Picasso y trasladarse con Paulo al sur de Francia. Pasó los últimos años de su vida sola y falleció a causa de un cáncer en Cannes en 1955. Picasso no fue al entierro. 

MARIE-THERÈSE WALTER (1909 - 1977)

Cuando Marie-Therèse Walter y Pablo Picasso se conocieron, ella tenía 17 años y él 46. Al cruzarse con ella a la salida de las Galerías Lafayette, el pintor le dijo: “Tienes una cara interesante. Me gustaría hacer un retrato tuyo. Creo que vamos a hacer grandes cosas juntos”. Desde aquel momento, ambos empezaron un romance que se prolongaría de 1927 a 1935, el año en el que nació Maya, la hija de ambos, y el año en el que Picasso conoció a su siguiente pareja, Dora Maar.

La relación entre Picasso y Walter fue extremadamente erótica y llevó al artista a pintar las obras más sensuales de su carrera. En su libro Las mujeres de Picasso, Victoria Combalia las obras inspiradas por Walter son “un canto a la sensualidad: es toda rosas, verdes, turquesas, amarillos, lilas. Son los que expresan mejor el erotismo, la carnalidad del cuerpo femenino”. 

DORA MAAR (1907 - 1997)

Dora Maar estudió en l’École des Arts Décoratifs, la Acédemie de Passy y la Académie Julien, una de las primeras a mujeres artistas en Francia. Tratando de romper con lo que le habían enseñado en estas instituciones de corte academicista, Maar ingresó en 1925 en la academia de André Lhote, donde conoció a Henri Cartier-Bresson y empezó su verdadera carrera como artista. Cuando Maar y Picasso se conocieron en el café Les Deux Magots de París en 1936, ella ya se había convertido en una de las figuras más destacadas de la fotografía surrealista y formaba parte del círculo de artistas más importantes del país. Ambos empezaron una relación que duró aproximadamente una década. 

En 1936, Picasso recibió uno de los encargos más importantes de su vida: en plena Guerra Civil española, el gobierno de la República le pidió que pintara un cuadro para llevar a la Exposición Universal de aquel año. Dora Maar lo convenció para que lo dedicara al reciente bombardeo de Guernica y fue la única que fotografió y registró el proceso creativo que llevó a cabo el artista para crear la obra más icónica de su carrera.

FRANÇOISE GILOT (1921-2023)

Artista, crítica de arte y escritora francesa de gran relevancia, Françoise Guillot estudió entre la Sorbona y Cambridge y desarrolló una carrera artística por la que le concedieron la Medalla de la Legión de Honor en Francia. Cuando la joven conoció a Picasso, ella tenía 21 y él 61. Juntos, tuvieron dos hijos, Claude y Paloma, que fueron el centro de los años más familiares de Picasso.

En 1964, la artista escribió Vida con Picasso (junto al crítico de arte Carlton Larke), un libro que vendió más de un millón de copias, pese a que Picasso intentó bloquear su publicación en varias ocasiones, atemorizado por lo que Françoise podía decir de él. Además de por su valiosísima carrera artística, Françoise Gilot es recordada por ser “la única mujer que plantó a Picasso”, ya que la joven dejó al pintor en 1953, marchándose con sus dos hijos para continuar con su vida como artista entre Francia y Nueva York. Gilot falleció en Manhattan a los 101 años, el 6 de junio de 2023.

JACQUELINE ROQUE (1927 - 1986)

La ceramista Jacqueline Roque fue la última mujer de la vida de Picasso y quien acompañó al pintor durante los últimos y más difíciles 20 años de su vida. Cuando Françoise abandonó al artista, Jacqueline decidió instalarse en su casa para cuidarle y estar más cerca de él. A lo largo de dos décadas, Picasso la pintó en más de 400 ocasiones, plasmando sobre las pinturas sus ojos felinos, sus pestañas oscuras y su cuello estirado. 

Jacqueline Roque fue la única persona a la que Picasso permitía entrar en su taller mientras estaba trabajando, e incluso le reverenciaba como a un dios cuando aparecía en la sala. Al fallecer el pintor, Jacqueline sufrió una profunda depresión, que le llevó a suicidarse de un disparo en 1986.

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