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Por lo que más quieras, Pedro, cuídate


Antonio Felipe Rubio
Periodista

⏩⏩⏩ Otra vez vuelve el Gobierno a emplear subterfugios para ocultar la evidencia y la verdad científica. El negativo “no concluyente” es el nuevo salto mortal con doble tirabuzón dialéctico que ha empleado este gobierno de la mentira y la ineptitud. Una maniobra dilatoria más que ha producido importante desazón, y es que a perro flaco todo se le vuelven pulgas y sólo faltaba que a la merma del gobierno del Socialismo de Autor le parasite la extrema izquierda reaccionaria.  

Pedro Sánchez (Loa)

Si, como ya ha sido confirmado, se contagiara Carmen Calvo, Pablo Iglesias albergaría inusitadas aspiraciones para escalar un codiciado puesto en el escalafón del poder. Afortunadamente, la línea sucesoria establecida le aparta de esas aspiraciones. Imaginen que sólo quedase el “escollo” de Pedro Sánchez para que el líder comunista se hiciese con el poder absoluto en unas condiciones envidiables para todo aspirante totalitario que se precie: un estado de alarma (de excepción de facto), con el Congreso bajo mínimos, la gente encerrada, los medios de comunicación clamando ayuda para su ruina… y todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado patrullando y conminando al confinamiento masivo… No hay mejor escenario para “asaltar el cielo” del actual sistema que con las conocidas medidas bolivarianas.

Carmen calvo nunca dio negativo “no concluyente”, era falso. No existe esta acepción en el protocolo que el propio Gobierno ha instruido, ni este argumento tiene base científica alguna. No existe embarazo negativo no concluyente. O se está o no se está. Por la misma razón, el resultado podría haber sido positivo no concluyente, pero eso abriría otro escenario mucho más inquietante con el “Koletas” acechando. Además, para introducir mayor confusión, la hiperactiva-dispersa ministra de Hacienda aludió al derecho a la privacidad para incrementar la duda. Ese aludido derecho a la privacidad no existió para difundir el positivo de la esposa, el suegro y la madre del mismísimo Pedro Sánchez. ¿Qué estatus de privacidad acoge a Carmen Calvo que desliga y desampara al presidente del Gobierno? Además, el análisis (PCR de altísima sensibilidad) no le fue practicado en el camastro de un hospital improvisado y de carácter público (IFEMA) donde se abigarran enfermos y datos que pudieran alterar y trastocar resultados. El primer análisis se realizó en la prestigiosa clínica privada Ruber, con personal altamente cualificado y en un entorno pleno de medios técnicos. Es más, si se precisara desterrar el interrogante del “no concluyente”, ha habido tiempo (días) para repetir la analítica, pero pasado un tiempo más que suficiente, se ha informado de nuevas pruebas y de los resultados arrojados: positivo, ahora sí, “concluyente”.

Al miedo al virus se suma el posible y terrorífico escenario de los comunistas en el poder. Es vital y necesario que Pedro Sánchez se mantenga sano y salvo a toda costa. El presidente del Gobierno ya ha tentado la suerte, incluso despreciando la cuarentena que debía de haber guardado por su contacto con personas de su entorno familiar y trabajo, pero esto se le perdona si consigue salir airoso de los citados riesgos con tal de cortapisar las ansias desmedidas de protagonismo y enfermiza ambición de una amenaza de probada letalidad liberticida y miseria: el comunismo.

Es preciso que Sánchez goce de buena salud, especialmente para que, a su debido tiempo, responda de todas sus mentiras y los riesgos a los que ha expuesto a la población con muchos casos -demasiados- que se han saldado con la vida de miles de personas, muchas de ellas luchando denodadamente a pesar de la ineptitud de un gobierno que no supo atajar a tiempo el peligro, aunque se tenían sobradas pruebas y fundados avisos para evitar masivas concentraciones, inexcusables focos de contagio: fútbol, congresos políticos y el maldito 8-M.

Sánchez no tiene bastante con mentir a todos los españoles, ahora lo intenta con la OTAN. Ya hay que ser miserable para pedir ayuda engañando. Y es posible que la OTAN nos ayude muy a pesar de las probadas felonías. Además del embate del virus, las mentiras, la ineptitud, el desprecio hacia los profesionales y la amenaza de carroñeros oportunistas hace necesario clamar por la ayuda exterior.

Al confinamiento y las restricciones se une el pastueño llamamiento a demorar las críticas. Todo lo que no se descubra ahora; todo lo que no se demande ahora; todo lo que no se denuncie ahora y todo lo que yerre el Gobierno por interés sectario redundará en pérdidas de vidas humanas, y eso hay que evitarlo ahora mismo, sin plazos. Un mal gobierno es prescindible. Con la vida en riesgo, no es momento para protocolizar demanda de responsabilidades. Hay que luchar por mantener la dignidad y la vida, y eso incluye señalar a los que la ponen en riesgo.

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