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El hotel 'El Moresco', de Mojácar, puede caer en manos de la Comunidad de Madrid

Emilio Ruiz
www.emilioruiz.es

¿De quién es el Hotel El Moresco de Mojácar? Oficialmente, o sea, el Registro de la Propiedad de Mojácar indica que la titularidad corresponde a una de las empresas del popular empresario madrileño Arturo Fernández (H-21), pero son tantas las anotaciones que la inscripción tiene al margen que resulta casi imposible saber quién va a ser su definitivo propietario. Ahora se ha sabido que la Comunidad de Madrid está dispuesta a hacerse con la titularidad del hotel si el empresario no salda sus bienes con Avalmadrid. Así lo ha manifestado la presidenta madrileña, Cristina Cifuentes. "Si no se saldan las deudas pendientes", ha dicho, "la Comunidad ejecutará las garantías". Y una de las garantías es el hotel.

Hotel El Moreso, en Mojácar pueblo

Veamos la situación. En el año 2013 el Grupo de Empresas Arturo Cantoblanco, del que es socio único Arturo Fernández, solicitó avales a Avalmadrid por importe de 1.662.200 euros, cantidad que, en la actualidad, con los intereses de demora, ha subido a cerca de dos millones. Avalmadrid es una Sociedad de Garantía Recíproca integrada en su accionariado por la comunidad madrileña, la CEIM -la patronal de la pequeña y mediana empresa madrileña, que es poseedora del mayor porcentaje-, la Cámara de Comercio madrileña y diversas entidades financieras.

Aún siendo Arturo Fernández presidente de CEIM y miembro de la Cámara de Comercio no hubo obstáculo alguno para conseguir de Avalmadrid avales por esa cantidad. Puso como garantías el chalé donde tiene su domicilio habitual y el hotel, propiedades que por aquel entonces estaban libres de cargas y gravámenes. Al no devolver los préstamos, las entidades financieras que los concedieron ejecutaron los avales y fue Avalmadrid quien tuvo que hacer frente a los mismos. Ahora Avalmadrid tiene que ir contra las garantías del empresario.

El Grupo Arturo Cantoblanco -que explotó el hotel durante más de una década, hasta septiembre de 2008 en que cerró- llegó a sumar 135 establecimientos hoteleros y de restauración en toda España, antes de que entrara en bancarrota, según nos informaba recientemente Manuel León en La Voz de Almería. La Junta de Andalucía reclamó en vía de apremio en 2013 una deuda de 370.000 euros en ayudas  cobradas por obras no ejecutadas en el hotel. También el hotel acumula una deuda cercana a los 100.000 euros con el Ayuntamiento de Mojácar por distintos impuestos como el de la contribución urbana. El hotel El Moresco está en la cuesta de acceso al núcleo urbano de Mojácar, precisamente a cien metros de la residencia veraniega del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. El líder socialista adquirió hace varios años un pequeño apartamento que se construyó en lo que era el antiguo Hotel Mojácar. Hace unos meses el periodista Manuel León escribió en La Voz de Almería la historia del hotel de la polémica:

La historia de un hotel con muchos líos
Manuel León

Fue un belga, Van der Vert, el propietario del solar del Hotel Moresco, en una ladera de aquella pintoresca Mojácar de la que hubo que arrancar almendros y algarrobos y desmontar abancalamientos, justo  en el caminito que subía desde la Era Lugar. Y fue la cadena inglesa, de Birmingham, Horizon Hollidays, la promotora, con José Luis Martín Lorca como director general. Se inauguró el establecimiento encalado, con piscina en la terraza y  discoteca en el subsuelo que tantas historias esconde, sin un solo aparcamiento  -nadie pensaba en eso aún-  una tarde de mayo de 1973 con la presencia del ministro Alfredo Sánchez Bella, que había llegado en helicóptero, del gobernador Gías Jové y del alcalde, el animoso Jacinto Alarcón.

Era el tercer hotel de Mojácar, tras el  Mojácar, que había construido el arquitecto Roberto Puig y el pionero de todos, el Indalo, del Harico, un hotelito explotado en régimen familiar. Al poco de abrir, el Moresco sufrió la crisis galopante del petróleo y los promotores acumularon una deuda de 24 millones de pesetas. Después pasó por diferentes manos hasta llegar a Bass, otro grupo británico que lo vendió a Servigroup y por último al Grupo Cantoblanco.