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Acción por Almería: la Alcazaba no está en ruina

Nuria Torrente
@opinionalmeria

Acción por Almería, el grupo de almerienses que reivindican una segregación de Almería de Andalucía, no ha tenido mucha fortuna en su convocatoria ante la Alcazaba, y eso a pesar de contar con el inestimable apoyo de algunos medios de comunicación provinciales. Alrededor de medio centenar han sido los almerienses que se han concentrado en la entrada principal del monumento para mostar la "inoperancia" y "pasividad" de la Junta de Andalucía en la conservación del mismo.

Medio centenar de asistentes (Foto: Ideal)

Demsiado apoyo mediático para tan escasa respuesta

Gran presencia en redes sociales.

"Almerienses, nos concentramos hoy en este emblemático lugar para manifestar nuestra más enérgica protesta ante la nefasta gestión que viene desarrollando la Junta de Andalucía con la Alcazaba", reza el manifiesto de Acción por Almería. La asociación se subroga la portavocía de los almerienses y ante la negativa del delegado de Cultura, Alfredo Valdivia, a dimitir, se pregunta: "¿Qué es más importante, la confianza del Gobierno andaluz o la de los propios almerienses? Hoy aquí, le decimos al delegado que los almerienses no le otorgamos ninguna confianza en ese puesto que ocupa". La dimisión del delegado de Cultura ha sido también pedida por Amigos de la Alcazaba.

Es cierto que la Alcazaba de Almería necesita de actuaciones urgentes y permanentes. Pero las exageraciones de los últimos días rayan el ridículo: “La Alcazaba, en ruinas”, claman algunos. La Asociación más activa en defensa de nuestro principal monumento, Amigos de la Alcazaba, no ha secundado esta convocatoria organizada por Acción por Almería, una asociación que ha encontrado un considerable apoyo en algunas Administraciones públicas (en la concentración estuvieron dos concejalas del PP del Ayuntamiento de Almería) y también en algunos medios de comunicación. Acción por Almería ha conseguido convencer a los actuales regidores de Diputación para imponer una bandera que está siendo muy contestada en ambientes culturales de Almería.

El Manifiesto de Acción por Almería

La asociación cultural Acción por Almería, secundada y animada por muchos otros colectivos sociales, así como por miles de ciudadanos que expresan su indignación a través de las redes sociales,  ha querido convocar este democrático y legítimo acto reivindicativo. Almerienses, nos concentramos hoy en este emblemático lugar para manifestar nuestra más enérgica protesta ante la nefasta gestión que viene desarrollando la Junta de Andalucía con la Alcazaba.

Antes de nada, debemos comenzar este manifiesto reconociendo que la celebración de esta concentración, nuestra presencia aquí, en esta mañana de sábado, a las puertas de la Alcazaba,  jamás tendría que haberse producido. Pero no nos queda otra opción. Porque, cuando la Administración Pública demuestra su inoperancia y pasividad, cuando, en una palabra, fracasa, la sociedad civil debe actuar. Los almerienses debemos actuar. Y en esta ocasión resulta evidente que la Administración Autonómica andaluza ha fracasado estrepitosamente al mostrarse incapaz e inoperante frente a sus obligaciones,  y en particular, en la defensa y preservación del patrimonio histórico artístico de todos los almerienses.

En efecto, la Alcazaba de Almería se encuentra en un estado lamentable. Más aún, dramático. Por eso, los almerienses no solo debemos conocer y tomar conciencia de la situación, sino que debemos  exigir responsabilidades a quienes ostentan los cargos políticos y técnicos competentes. Esa es la razón por la que nos hemos concentrado hoy aquí. No teníamos otra alternativa. Era nuestra obligación. ¡Los almerienses no podemos ni debemos permanecer impasibles!

Desgraciadamente, los hechos son bien conocidos por todos. El conjunto monumental de la Alcazaba presenta un gravísimo deterioro en su conservación y mantenimiento. Y el peligro avanza a pasos agigantados. Mientras tanto, la Junta de Andalucía, un año tras otro, incumple sus obligaciones y hace dejación de  responsabilidades. No olvidemos que la legislación aprobada por el Parlamento Andaluz exige a quienes ostentan la propiedad  una serie de obligaciones para garantizar la conservación y el mantenimiento de los bienes de interés cultural.

Paradójicamente, ese mismo Parlamento que aprueba una legislación de obligado cumplimiento para la Junta de Andalucía  aprueba cada año unos  presupuestos generales que despreciando a Almería, se olvidan de consignar las cantidades necesarias para hacer frente a sus obligaciones como gestores de la Alcazaba. En este caso, la Junta no puede exigir responsabilidades a propietarios privados, como tampoco puede reclamar a otras administraciones públicas, en ese perverso y cansino juego de tirarse la pelota los unos a los otros. La gestión del conjunto monumental de la Alcazaba corresponde a la Junta de Andalucía, y es la propia Junta quien incumple su normativa y sus obligaciones.

¿Y en qué situación nos encontramos? La triste realidad es bien conocida por todos: murallas abandonadas y descuidadas que, al no contar  con los mínimos e indispensables trabajos de conservación, amenazan venirse abajo; vergonzosos lamparones de humedad en lienzos y muros de todo el perímetro; estructuras del cerramiento sostenidas de manera precaria con bloques de hormigón; falta de personal de mantenimiento suficiente y apropiado, precarios servicios de limpieza o de cuidado en su jardinería, inexistencia de un ambicioso proyecto de musealización con dotación económica y plazos de ejecución,  programas de estudio que avancen en el estudio y puesta en valor de nuevos elementos arqueológicos, etcétera, etcétera, etcétera.

En las últimas semanas, la Alcazaba ha sido noticia.  Almería ha sido noticia.  Un esperpéntico y lamentable episodio divulgado por un buen número de medios de comunicación de toda España  nos ha llevado a cotas grotescas y sonrojantes. La perforación de 20 agujeros en las murallas del tercer recinto sin que nada ni nadie presenciara la acción de los taladros, sin que nada ni nadie impidiera el daño que se estaba cometiendo, sin que nada ni nadie denunciara el delito, constituye un ejemplo de incompetencia tan evidente, que solo podría esconderse por quienes ignoran las necesidades de nuestro principal monumento,  ajenos al clamor y a la indignación de toda la ciudadanía almeriense. Esto tiene un nombre: desprecio.

En el asunto de los agujeros con taladro ha habido negligencia por permitir que cualquiera pueda actuar sobre las murallas de la Alcazaba de forma impune. Ha habido dejadez e inoperancia por intentar minimizar las consecuencias del deterioro sufrido, al tiempo que los responsables políticos y técnicos se “escapaban burdamente” dirigiéndose a la Fiscalía por si existiera delito. 

Ha habido  irresponsabilidad y descaro al hacernos creer que todo lo sucedido se resume en una simple factura de 150 euros..., sí, he leído bien: ¡150 euros!, cuando bien sabemos que cualquier tipo de reparación en el patrimonio protegido requiere una memoria técnica elaborada por profesional cualificado, una aprobación por parte de la Comisión competente y una supervisión de los trabajos de restauración.

Pero no, no ha sido así. Al delegado de Cultura de la Junta andaluza le corría mucha prisa dejar zanjado el incómodo asunto, y, sobre todo, concretar que la reparación costaba 150 euros, para así evitar un supuesto delito cuya responsabilidad recaería en quienes ejercen la titularidad del Bien de Interés Cultural y son responsables legales del cuidado y mantenimiento de la Alcazaba. Y luego, el delegado de la Junta andaluza anuncia que no piensa dimitir porque cuenta, y cito textualmente, “con la confianza depositada por el Gobierno andaluz para ocupar el cargo como delegado”. 

¿Qué es más importante, la confianza del Gobierno andaluz o la confianza de los propios almerienses? Pues bien, nosotros, hoy, aquí, le decimos al delegado de Cultura que los almerienses no le otorgamos ninguna confianza en ese puesto que ocupa.

Nos apena y nos duele el estado en el que se encuentra el principal monumento de Almería, verdadero emblema y seña de identidad de nuestra historia y de nuestra cultura. El penoso episodio de los agujeros y los taladros es un suma y sigue. Pero no queremos centrar nuestra protesta en ese hecho. Debemos afrontar el problema de manera global. Y la realidad es que la Junta de Andalucía no interviene con rigor, no nos ofrece garantías dado que carece de un programa de conservación y mantenimiento serio y riguroso. No asume su responsabilidad, y no parece que exista propósito de enmienda. 

¿De qué sirven tantas reuniones, tantas comisiones técnicas, tanta supuesta participación ciudadana o sectorial si no hay voluntad política de actuar ya? No queremos más postureo, ni fotografías, ni declaraciones estériles que no nos llevan a ninguna parte. Queremos que se actúe, ¡ya! Desde aquí, en este acto de reinvindicación y denuncia, queremos proponer las siguientes iniciativas.

1.- Consideramos necesario que en este mismo año, sin esperar más, la Consejería de Cultura de la Junta andaluza habilite un crédito presupuestario específico y tramite un expediente de urgencia para intervenir en las estructuras del lienzo amurallado en peligro de derrumbe, así como en las humedades,  y en aquellas otras zonas del recinto que precisen una actuación sin demora.

2.- Para los presupuestos de 2017 exigimos a la Junta la aprobación de un Plan de Rehabilitación Integral de la Alcazaba de Almería que garantice  una perfecta conservación y mantenimiento, así como mejoras en la accesibilidad, confortabilidad y seguridad del recinto, mayor dotación de personal, incluyendo un nuevo y ambicioso proyecto de musealización y programas de estudio arqueológico que nos permitan que nuestra Alcazaba ponga en valor nuevos elementos  de interés cultural, patrimonial, histórico y turístico.

3.- Para este fin, consideramos fundamental que los 12 diputados autonómicos almerienses con representación en el Parlamento de Andalucía se olviden de una vez por todas de sus consignas partidistas y sectarias y, se unan, defendiendo una propuesta común denominada “Diputados almerienses por la Alcazaba” al objeto de exigir la inclusión de un programa de gasto específico para nuestro conjunto monumental en los próximos presupuestos generales de la Comunidad Autónoma.

4.- Al Ayuntamiento de Almería le exigimos que intervenga en la limpieza y cuidado del entorno de la Alcazaba, velando por la seguridad y el mantenimiento de solares y zonas adyacentes, garantizando el adecentamiento y rehabilitación de las zonas de su competencia.

5.- Finalmente, creemos firmemente que el modelo centralizado de gestión del Conjunto Monumental de la Alcazaba debe cambiar. El actual sistema dependiente de  la Administración Autonómica andaluza  adolece de falta de ineficacia y operatividad, y demuestra desinterés, falta de ambición y hasta desprecio con el principal Bien de Interés Cultural de Almería. Debemos tender hacía un modelo de gestión autónomo netamente almeriense en donde las decisiones económicas y técnicas, la gestión de personal, las propuestas de inversión y las iniciativas de mejora del Monumento, no dependan del Gobierno de Sevilla. Con las debidas transferencias presupuestarias, la Alcazaba de Almería debe gestionarse desde Almería.

Por un futuro mejor. Viva la Alcazaba de Almería.