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El Museo de Almería, con pocas luces

Emilio Ruiz

Los falangistas almerienses están enfadados con el Museo de Almería y con su director, Arturo del Pino, y la verdad es que razón no les falta. Este sábado, el jefe nacional de Falange Española de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista), Norberto Pico Sanabria, se desplazó desde Madrid hasta Almería para  presentar el libro por él coordinado “Podemos y Queremos: materiales para la reconstrucción nacional”. El acto, organizado por la asociación Almería 1489, se iba a celebrar en el Museo de Almería. Contaban con el pertinente permiso.

Hasta ahora, las presentaciones del libro a lo largo y ancho de la geografía nacional se han realizado en hoteles o en establecimientos privados vinculados con las organizaciones falangistas. Las veces que han intentado hacerlas en centros públicos se han encontrado con la negativa por respuesta. Inexplicablemente, en Almería sólo recibieron facilidades. Tantas que hasta los organizadores se permitieron el capricho de reproducir en el cartel anunciador el logotipo institucional de la Junta de Andalucía.

¿Cómo autorizó el Museo de Almería la celebración de un acto político organizado por un partido que pretende nada menos que la abolición del ‘régimen de 1978’ y la desvinculación de los valores democráticos? Eso es lo que el Museo de Almería o la delegación de Cultura tienen que explicar. Posiblemente han pecado de pardillos, de ignorancia o de falta de celo. O de las tres cosas a la vez.

Pero si errónea fue la autorización, aún más burdas han sido artimañas para ‘desfacer el entuerto’. Como por arte de magia, cuando faltaban un par de horas para el comienzo del acto, una avería eléctrica provoca el cierre del Museo. Obviamente, la avería queda subsanada justamente tras la presentación del libro, que se hizo en la puerta, al aire libre. “Allí no entró ni salió ningún electricista”, dicen los organizadores. “Berlanga no habría concebido un guión tan genial”, ha manifestado, sarcásticamente, el propio Pico.

Falange Española de las JONS es un partido legal. Se puede discrepar de su ideología, pero no de su legalidad. La organización de un acto como el que pretendían realizar requiere de la movilización de mucha gente. Norberto Pico se tuvo que desplazar desde Madrid. La dirección del Museo de Almería ha pecado de negligente. La negativa a la autorización podría justificarse. Pero, otorgado el permiso, la burda maniobra empleada para abortar el acto no hizo más que mostrar la ineptitud de quien posiblemente no debería portar la responsabilidad que alguien le ha otorgado.

El episodio, en imágenes:

Cartel del acto
¿De verdad?

Antes, la avería

Milagro, la avería se ha reparado

Desconcierto

Y la foto para el recuerdo