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Está en juego el futuro de nuestros hijos y nietos

Antonio Martínez
Vicesecretario General de Juventudes Socialistas de Almería

El debate no es menor. En juego la educación pública y, a la sazón, uno de los tres pilares fundamentales de nuestro Estado de Bienestar junto a la Ley de Dependencia y que ha sido el buque insignia de las políticas socialdemócratas implementadas en nuestro país, hecho este conocido por todos pero que hay que recordarlo por aquello de la fragilidad de la memoria. Los gobiernos populares en distintas Comunidades Autónomas nos están adelantando el programa oculto de Rajoy, en el caso de llegar a La Moncloa. Al frente, como referente nacional, Esperanza Aguirre y sus políticas de recortes en este ámbito y, lo que es más grave, el fomento desde la Administración de la educación privada con beneficios fiscales para aquellas familias que matriculen a sus hijos en colegios privados. O las recientes declaraciones afirmando que habrá que plantearse en un futuro la gratuidad de la enseñanza en alguno de sus tramos.

Pretenden relegar la educación pública a un segundo plano, convertirla en guetos donde se formen los hijos de la clase trabajadora e inmigrantes derivando en centros educativos donde el trabajo de los profesionales se hace arduo complicado y allí es donde quieren reafirmar la autoridad del profesor, a pesar de llamarlos vagos. En contraposición, centros elitistas y auténticos viveros ideológicos, donde el aprobado está prácticamente garantizado, el pensamiento conservador prevalece y estudian el dogma aquellos que están llamados a ser los profesionales del futuro: médicos, abogados, periodistas, directivos de empresas, políticos y un largo etcétera donde se “forman” en posiciones de privilegio sobre el resto.

No podemos olvidar que existe un entramado social para que de las universidades privadas salgan los líderes del futuro con lo que eso significa. No se le puede negar el pan y la sal a los hijos de las clases medias y bajas con actuaciones de este tipo. ¿Qué sería de todos aquellos maestros, hijos de la clase trabajadora,  que estudiaron en un sistema público becado?

Lo que está en juego es algo más que educación pública o privada, está en juego el futuro de nuestros hijos y nietos, está en juego la igualdad de oportunidades, está en juego la universalidad de un derecho reconocido constitucionalmente y, como digo, un entramado político y social para que las élites educativas de hoy sean las élites económicas y políticas del mañana. La apuesta de los socialistas con Rubalcaba a la cabeza está clara, hay cuestiones que son innegociables y la enseñanza pública, para los socialistas, es una de ellas.

3 comentarios:

  1. Me es imposible estar de acuerdo con usted. Todo depende, claro está, lo que se entienda por recorte del estado de bien estar. Para mí un recorte en el estado de bienestar, y más concretamente en la educación, es todo aquello que supone una merma en la calidad educativa. Es por lo que entiendo que aumentar un par de horas lectivas a profesores con oposición, suprimiendo puestos de interinos, ni mejora ni empeora el nivel de la educación, la deja tal y como está ahora. Otra cosa es si interpretas que contratar menos interinos que otros años supone un retraso en el estado de bien estar por el hecho de que van directamente a las listas del paro. Pero creo que todos sabemos ya, a estas alturas, que no está el horno para bollos. Y quiero poner un ejemplo, que no sé si será acertado o no, pero que explica más o menos coherentemente mi postura. Si yo tengo una casa y en mi familia somos 3 personas, yo puedo tener todas las lavadoras que quiera para lavar la ropa de los tres, pero por tener 3 lavadoras no lavarán mejor la ropa. Así que si con una puedo lavar toda mi ropa si que quede sucia la ropa, automáticamente apago las otras 2 y las vendo. Porque el hecho de mantenerlas y aún más si estoy pasando dificultades económicas, en mi pueblo se llama derrochar. Con respecto a los otros aspectos de su artículo no puedo postularme ni a favor ni en contra, pues desconozco el caso concreto ni los entresijos de la educación en la comunidad de Madrid. Si es tal y como usted la describe no me queda más que unirme a su causa, pero sencillamente me parece una opinión y nada más que eso, pues no aporta datos concretos que me confirmen tal afirmación, sino sólo escenarios en caso de que sucediese lo que usted cuenta. Yo, de lo único que puedo hablar sobre la educación en Madrid es que, de mis innumerables amigos madrileños, a ni uno sólo le he oído hablar ni bien ni mal de la educación en su comunidad, de lo que deduzco que tan descontentos no estarán cuando no se quejan. Me parece más una postura política, tal como la de Cataluña con la lengua, que no se corresponde a la realidad de los ciudadanos.

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  2. Es una cuestion política clara. Debe preguntar, puesto que estoy segura que si que lo sabe, donde llevan los direigentes socialistas españoles a sus hijos. Si no se atreve a decirlo, lo diré yo. Los llevan a los colegios privados y no a los malos y concertados, sino a los de cuatro idiomnas garantizados al final de la ESO. A eso le llamo ypo, cinismo. ¿¿Haced lo que yo diga, pero, no lo que uyo haga.!! Puro cinismos

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  3. Eso si que es un dato... que tus amigos de Madrid no te hayan hablado de la educación en Madrid.

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