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El jardín de las delicias

Macarena Ruiz Esquinas
Crítica de Arte de La Opinión de Almería
El paso de María Rosal por la Universidad de Almería no ha dejado indiferente a los estudiantes y personas interesadas en la Literatura. Presentada por la profesora María Elena Jaime de Pablos y coordinadora de la Jornadas “Encuentros con Escritoras: Oriente y Occidente a través de la Literatura Femenina”, María Rosal disertó sobre El humor y el erotismo como elementos subversivos en la poesía.
¿Qué ideas podemos sacar de su conferencia? En primer lugar, que el legado de la literatura femenina a lo largo de los siglos es una importante herencia para los escritores actuales, y en él se puede investigar y comprender cómo era tratado en la poesía el cuerpo de la mujer y del hombre y el papel que los dos géneros representaban en las diferentes sociedades, desde el punto de vista poético y narrador y por hombres y mujeres artistas de otras épocas.
María Rosal
En segundo lugar, cómo estos dos elementos, el humor y el erotismo, son utilizados en la construcción poética, porque la poesía no refleja lo que el autor siente, está viviendo… más bien lo que logra hacernos creer. Un poeta o una poetisa pueden hablar del sentimiento de angustia y desesperanza en un poema y a lo mejor su realidad es que está enamorado y muy feliz, pero se puede transformar, puede trasladarse y ponerse una máscara, ocupar el lugar de otra persona e imaginarse otra vivencia y decir: voy a crear con mi imaginación un drama. O todo lo contrario, no está muy feliz y puede inventarse que está viviendo el mejor momento de su vida y crear una historia pasional que llegue y conecte con el público. El caso es llamar la atención.
También a través de la poesía se puede hablar de las experiencias vividas por otras personas no ficticias y transformarlas y crear un argumento en la poesía que haga parecer otra cosa, o ser una vivencia real y mezclarla con una pequeña dosis de ficción.
La poesía no es el fiel reflejo del poeta o poetisa. Pero sí que el humor y el erotismo, en la actualidad, están cambiando para que la visión poética de la mujer, vista desde el hombre, sea más moderna, más realista, menos idealizada y romántica. Y lo mismo ocurre con la visión poética de la mujer con respecto al hombre. La construcción poética en los dos es más paritaria, realista, sin olvidar cada uno su estilo poético y forma de escribir poesía, narrativa…
“La poesía sirve para que uno pueda inventar otra realidad y también sirve para cambiar la realidad”
 Con la autorización de María Rosal, voy a reproducir uno de sus poemas dedicado al órgano reproductor femenino, bajo el título Hortus Clausus.
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Hortus Clausus
Érase un cráter dulce, almibarado,
era un hueco ancestral, grieta festiva,
érase cicatriz con lomo y giba,
érase una quimera de cuidado.

Era un cuenco de anís certificado
érase una hendidura  en ofensiva
érase sombra astral, vuelta en ojiva.
era un pozo sin fin, nunca saciado.

Érase del placer audaz y distrito,
era volcán umbrío, cordillera,
era de los deleites el garito.

Era, según se mire, una chistera,
guarida de ilusión. Fuera delito
que no llevara el mundo por montera.
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