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El Ejido: un recorrido histórico

Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

El Ejido y Dalías, tan cerca y tan lejos. En distintas dimensiones del tiempo. El Ejido afianzó sus señas de identidad el 15 de mayo de 1981. Una manifestación multitudinaria recorrió las calles del pueblo. El alcalde anunció a los vecinos manifestantes que ya tenía en su poder el documento oficial de la Junta de Andalucía que corroboraba legalmente el cambio de sede del Ayuntamiento. La capitalidad del término municipal ya no sería oficialmente Dalías sino El Ejido. Aquella jornada de sentimientos populares rubricó las aspiraciones ejidenses.

La forja de El Ejido y su Ayuntamiento tiene sus raíces en la gestación y desarrollo de la agricultura bajo plástico y las grandes transformaciones del territorio del Poniente. La evolución demográfica y socioeconómica va imponiendo su protagonismo frente al desarrollo estancado de Dalías, ya con los primeros síntomas de la crisis del parral. La dinámica socioeconómica de las tierras bajas (Llanos de El Ejido) se comprueba por la implantación de empresas nacionales y extranjeras. La investigación científica se proyecta en torno a las expectativas que suscita en el panorama nacional e internacional este rincón de la periferia peninsular. El acreditado Estudio anual de la Renta del Banco de Bilbao empieza a descubrir esta realidad emergente imparable. Y la explicación está principalmente en El Ejido.

Travesía del desierto

A principio de los setenta, en El Ejido se sitúan las primeras reivindicaciones que demandan mejores infraestructuras y servicios. El Ejido se ha convertido en el principal núcleo de población del término municipal de Dalías. El primer logro ejidense es la instalación de una oficina municipal. Es una solución provisional.

En esta situación, el papel de los medios de comunicación va a ser uno de los pilares. El periódico IDEAL, recién llegado a Almería, se convierte en el principal escenario transmisor de esta problemática. Que la situación no es contemplada de forma impasible por sectores de Dalías, lo prueba la agresión de que fue objeto el corresponsal José Antonio Cantón Mira a finales de 1974. El detonante fue una crónica donde se informaba de los insultos y amenazas contra estos concejales cuando llegaban a Dalías para asistir a un pleno municipal. En la misma crónica, Cantón Mira también informó del hecho ocurrido en El Ejido, donde embadurnaron con mierda carteles de los Festivales de España en Dalías, que anunciaban un concierto de Paco de Lucía en el Casino de Dalías. Al finalizar el concierto de Paco de Lucía, cuando Cantón Mira se disponía a bajar a El Ejido, fue sacado del vehículo por la fuerza, agredido, insultado y le metieron en la boca la hoja del periódico con su crónica.

Tras las primeras elecciones municipales democráticas, el Ayuntamiento de Dalías en 1979 está gobernado por un alcalde socialista, Luis Martín Maldonado, con una corporación formada por 7 concejales del PSOE, 7 de Unión de Centro Democrático (UCD), 4 del Partido Comunista de España (PCE) y 3 de la Candidatura Independiente Popular (que reivindica el cambio municipal). La realidad de El Ejido y los núcleos de la costa imponen los argumentos para los cambios que se demandan: 17.000 habitantes, 2.000 hectáreas de invernaderos con un incremento anual del 20 por ciento, un índice de inmigración entre 1.500 y 2.000 personas al año (la mayoría españoles), 20 centros de manipulación de productos hortofrutícolas, 10 entidades de crédito, la Carretera Nacional 340 y proliferación de industrias.

El asunto del cambio es una de las prioridades de la nueva corporación, que convoca un pleno extraordinario para el 2 de agosto de 1979. En el orden del día: iniciar el expediente para el cambio de capitalidad, de Dalías a El Ejido, algo a lo que sectores de Dalías no estaban dispuestos. Primero se celebraba la comisión permanente, previo al pleno, que no llegó a celebrarse por falta de quórum, no se alcanza el número suficiente de concejales por causas de fuerza mayor. Una concentración vecinal en la plaza de Dalías impidió el paso de los concejales que llegaban para asistir al pleno. Un grupo de vecinos irrumpió en el salón municipal y conminó con amenazas al alcalde y concejales reunidos en Permanente a que no celebrasen el pleno. El informe que el alcalde presentó al día siguiente (3 de agosto) en El Ejido, señala que tres concejales fueron amenazados antes de entrar en el Ayuntamiento de Dalías, que fueron agredidos los concejales José Miras Maldonado y Juan Manuel Llerena (principal impulsor de la tesis del cambio), éste fue llevado a empujones y golpes hasta la salida del pueblo, hasta. que se refugió en un coche, Antonio Martín Jiménez salió huyendo de Dalías, perseguido a través de los parrales; Luis Maldonado Fernández y Manuel García Maldonado fueron insultados y amenazados; Antonio López Jiménez fue insultado y su coche sufrió daños; Gracián Mateo fue sacado por la fuerza de la escalera del Ayuntamiento e insultado.

Antes de que llegaran las fuerzas de orden público, un grupo de vecinos volvió a entrar en el salón de plenos y conminó a todos a que salieran con la promesa de que no les ocurriría nada. Salieron los concejales José Antonio García Acién y Gabriel Cerezuela Bayo, quien fue llevado a empujones y golpes a través del público presente en la plaza. La policía a su llegada impidió la entrada de los vecinos en el Ayuntamiento, protegiendo al alcalde y concejales que seguían refugiados en la Casa Consistorial, situación que se prolongó hasta las doce de la noche. A esta hora el alcalde y concejales que quedaba abandonaron el Ayuntamiento de Dalías entre insultos y amenazas de los vecinos y fueron llevados a El Ejido en un vehículo de la Guardia Civil.

El Ayuntamiento declaró que ‘‘este asunto ha sido manipulado por fuerzas reaccionarias que intentan impedir el desarrollo del municipio’’. Tras los incidentes, Juan Manuel Llerena manifestó que ‘‘el problema es de funcionalidad, no es un caso de rivalidad, el Ayuntamiento no puede funcionar con la sede en Dalías’’, y por otra parte, ‘‘se trata también de montar oficinas municipales en todos los núcleos’’. Para el concejal de UCD, Miras Maldonado, ‘‘desde mi experiencia de quince años de alcalde pedáneo de Las Norias, las barriadas no están bien atendidas’’. El alcalde rubricó, indignado, que ‘‘los hechos ocurridos son incalificables’’. A raíz de estos sucesos, la Corporación tomó la decisión de celebrar desde entonces los plenos en El Ejido. Por su parte, la Asociación de Vecinos de Dalías respondió que no se oponen a que El Ejido tenga su propio Ayuntamiento pero sí a que Dalías pierda lo que consideran ‘su’ Ayuntamiento.

Argumentos enfrentados

Ante el panorama de tensiones en Dalías, en El Ejido empiezan las movilizaciones a favor del cambio de capitalidad y se recogen firmas en la Notaría para apoyar el escrito ‘El Ejido necesita Ayuntamiento’, que se difunde el 30 de abril: ‘‘No es nuestra intención echar más leña al fuego… Y desde luego está en nuestro ánimo que cese lo antes posible este enfrentamiento entre los dos núcleos de población’’. Los vecinos de El Ejido dicen en su escrito que respetan las manifestaciones de Dalías pero no están de acuerdo con sus argumentos. ‘‘El Ejido por su enclave geográfico se encuentra en un punto estratégico, centro de todos los núcleos que componen el municipio, estando cerca de todos ellos. Por otra parte, su población supera los 25.000 habitantes, siendo como consecuencia el pueblo que registra mayor actividad burocrática, debiendo realizar gran cantidad de tramitaciones en las oficinas del Ayuntamiento, lo que hace que gran número de personas deba desplazarse a gran distancia para resolver dichas cuestiones… Legalmente el Ayuntamiento puede ser nuestro y entre todos haremos que lo sea’’. Y finalmente, se afirma en el escrito: ‘‘queremos hacer un llamamiento a la Junta de Andalucía para que no ceda ante las presiones de un grupo minoritario que defiende los intereses de unos pocos señores. Y tramite urgentemente y de forma eficaz la puesta en funcionamiento de nuestro ayuntamiento’’.

A este escrito contesta el 3 de mayo la Asociación de Vecinos de Dalías, a través de su presidente José Criado Maldonado: ‘‘Dalías nunca se he negado a que El Ejido tenga un ayuntamiento. Y es falso que la Junta de Andalucía se oponga a la segregación del municipio’’. José Criado afirma que se ha llegado a un acuerdo con el concejal comunista Luis Maldonado Fernández, de que no se haría nada sin previo debate en reuniones o mesas redondas. Y que el paso previo sería montar oficinas municipales en cada núcleo. José Criado da explicaciones por los sucesos del 2 de agosto de 1979, ‘‘aquellos hechos fueron fruto del no cumplimiento de todas estas promesas, porque el pueblo de Dalías, el más afectado, se indignó al sentirse traicionado’’. Recuerda que en la época del alcalde Luis Martín Maldonado, éste se negó a convocar un referéndum en todo el término municipal, como quería Dalías.

Archivos municipales secuestrados

A las 3 de la madrugada del 9 de mayo de 1981, las campanas de la iglesia y cohetes convocan a la población de Dalías a la plaza, al llegar la noticia de que la Junta de Andalucía ha acordado dar vía libre al cambio de capitalidad. Ocupado el Ayuntamiento, ocupada la plaza, ocupada la iglesia por los vecinos que utilizan el espíritu de Fuenteovejuna. Una pancarta central explica: ‘Junta de Andalucía te has equivocado con Dalías’. Pancartas junto a la imagen del Cristo de la Luz, en el interior de la iglesia. ‘500 años de historia no se roban’, ‘Somos un pueblo, queremos seguir siéndolo’. El pueblo está bajo vigilancia policial. Los archivos municipales desaparecen del edificio del Ayuntamiento. Ante el temor de que vayan a ser trasladados a El Ejido, son secuestrados por los vecinos. Numerosas cajas con legajos y documentos desaparecen y se esconden en domicilios particulares. Veinticinco años después, en pleno siglo XXI (2007) los archivos siguen en ignorado paradero.

La corporación municipal, que mantiene su apuesta decidida por el cambio de capitalidad, pide calma y serenidad, ‘‘esta corporación no ha intentado nunca humillar a una parte de sus representados… La capitalidad no es una propiedad, es simplemente un hecho histórico… No obstante, si la población de la ciudad de Dalías o cualquier otro de los núcleos que conforman el término municipal desea y pide la segregación, la corporación de Dalías iniciará la tramitación del oportuno expediente’’.

Nuevas amenazas contra el alcalde García Acién (un monigote que representa su figura está colgado de la torre del Ayuntamiento de Dalías), mientras que el consejo político de UCD pide a la Junta de Andalucía la congelación durante seis meses del cambio de capitalidad. Se habla de presiones al alcalde que no dimite, a la espera de la confirmación de la decisión de la Junta. García Acién reitera que la segregación es un error a largo plazo pero afirma que está dispuesto a ponerla en marcha con acuerdo de la corporación, si Dalías quiere. Los abogados de los vecinos (Juan José Pérez Gómez, Fulgencio Pérez Dobón y Francisco Tara) anuncian la presentación del contencioso-administrativo. El día 13 de mayo continúa el encierro en Dalías. El comité provincial de UCD declara que ‘‘hay que armonizar los intereses de Dalías y El Ejido’’.

Mientras tanto, en El Ejido hay una alegría contenida ante las noticias que llegan de Sevilla, habrá cambio de capitalidad. Lo actos festivos previstos en principio son aplazados a la vista de los acontecimientos de Dalías. El día 14 sigue la tensión en Dalías y algunos incidentes en El Ejido cuando un coche circula por la calle principal y sus ocupantes gritan ¡Viva Dalías¡

Movilización de El Ejido

En mayo de 1981, en El Ejido empiezan ya las movilizaciones. Un escrito con mil firmas es enviado a la Junta de Andalucía. Se hace público un escrito de las asociaciones de vecinos de Balerma, Las Norias, El Ejido y Santa María del Águila: ‘‘Entendemos que el Ayuntamiento de Dalías es el Ayuntamiento de todos los habitantes de su término municipal y no sólo del núcleo de Dalías… El cambio de capitalidad significa sólo y exclusivamente el cambio de domicilio de la Casa Consistorial a un lugar geográficamente mejor situado, acercarlo a la mayoría de los habitantes del término municipal y obtener con ello mayor eficacia administrativa… Con el cambio de capitalidad el Ayuntamiento seguirá siendo de Dalías, la corporación seguirá siendo de Dalías…’’ Estas asociaciones vecinales no están conformes con la segregación, ‘‘los inconvenientes serán múltiples, en cuanto a marcar el límite geográfico y dividir inventario, padrones, censos de contribuyentes’’

El presidente de la Diputación, José Fernández Revuelta llega a un acuerdo en Dalías para promover un nuevo Ayuntamiento en El Ejido. Se pide un pleno extraordinario en El Ejido y paralizar temporalmente el acuerdo de la Junta. Mientras tanto, en Dalías empieza a funcionar de hecho una comisión gestora. Las asociaciones de vecinos critican la mediación del presidente de Diputación, ya que, en su opinión, no se trata sólo de El Ejido sino también de Las Norias, Santa María del Águila, Balerma, Guardias Viejas y San Agustín, y consideran que ‘‘en Dalías se está despreciando la democracia’’. Una representación ejidense viaja a Sevilla, donde recibe garantías de que no hay marcha atrás. Según la Junta, ‘‘el Ayuntamiento de Dalías se encuentra de derecho ya en El Ejido.

El 15 de mayo de 1981 es el gran día esperado en El Ejido. El Ejido sale a la calle. La convocatoria de manifestación parte de organizaciones vecinales, a las 17.30 en la plaza de la Iglesia, entre pancartas y banderas de Andalucía. Una gran pancarta anuncia: ‘Balerma, Pampanico, Guardias Viejas, Aldeílla, El Ejido, Las Norias y San Agustín hacen el municipio con Dalías y Celín’.

Se han superado los pronósticos, miles de vecinos acuden a la convocatoria. Un aluvión de pancartas proclama: ‘El que calla, otorga’, ‘El cambio no es capricho, es necesidad’, ‘No tenemos pasado, sino futuro y trabajo’, ‘Respetando las ideas del pueblo, se respeta la de la democracia. El Ayuntamiento a El Ejido’. ‘Dalías atiende, la Junta no se vende’, ‘El Ejido repudia todas las amenazas y violencia’. Por los altavoces se difunden canciones de Manolo Escobar (hijo de El Ejido). La manifestación la encabeza un grupo de niños al frente de una gran pancarta con lo colores de la bandera de Andalucía y el texto: ‘Los niños de El Ejido con el Ayuntamiento’.

Un gran momento es cuando el alcalde, José Antonio García Acién, sale de su despacho y se dirige a la multitud: ‘Ayer me traje de Sevilla la certificación oficial del cambio de capitalidad. Y hoy me siento orgulloso de tener el apoyo popular de todos los núcleos del Campo de Dalías’’. Una voz grita: ‘‘¡Viva los alcaldes democráticos!’’ El alcalde lanza un mensaje a Dalías: ‘‘No habrá diálogo por mi parte mientras que un monigote de mi persona siga colgado de la torre del Ayuntamiento de Dalías y mientras no se tranquilice la cosa’’. García Acién se explaya: ‘‘Somos la sociedad del futuro, del trabajo y del desarrollo que ha sido posible con nuestro esfuerzo. No podemos dejar que la violencia, el caciquismo, la reacción y la manipulación de sentimientos nobles nos sojuzgue. No dejaremos que el derecho, la justicia y la ley sean pisoteados. Somos el Ayuntamiento democrático elegido por el pueblo y nadie puede ponerlo en duda’’.

Satisfacción en los organizadores de la manifestación: ‘‘Estamos gratamente sorprendidos por la respuesta ciudadana. La verdad, teníamos nuestras dudas de que la gente respondiera tan masivamente como lo ha hecho, porque aquí, en El Ejido, hay gente de todas partes y no es lo mismo que en Dalías, donde la gente se conoce desde siempre, aquí es más grande y hay más alejamiento. Ahora lo importante es que hemos demostrado que tenemos conciencia de pueblo. Ojalá que esto no sea solamente un signo de rivalidad frente a Dalías, sino constatación del espíritu popular que está vivo’’.

El periodista concluyó su crónica así: ‘‘El Ejido, es la impresión general, ha superado una prueba difícil para comprobar sus señas de identidad’’.

El 20 de mayo el Partido Comunista de Andalucía se pronuncia sobre el tema, a favor del cambio y contra la segregación. Y pide la dimisión del alcalde García Acién.

El proceso del cambio se cierra a finales de mayo, con una sesión extraordinaria del Ayuntamiento, que anuncia que el cambio de capitalidad ya está publicado en el BOJA, ‘‘la Casa Consistorial del término municipal de Dalías ya está oficialmente instalada en El Ejido’’. El pleno toma varios acuerdos: Estudio de segregación del término en dos municipios: El Ejido y Dalías; estudio de la configuración de entidades locales menores en Santa María del Águila, Balerma, Las Norias, San Agustín y Guardias Viejas; reforma de los distritos y secciones censales; estudio de estadística y población.

El comité ejecutivo de UCD insta a superar los enfrentamientos y no se opone a la segregación, ‘‘si así lo desean los ciudadanos’’.

El Ayuntamiento celebra un pleno extraordinario el 11 de julio y pone en marcha el expediente de segregación de Dalías-Celín, a propuesta de la Asociación de Vecinos de Dalías. Significativamente el grupo comunista y el concejal José Alférez se abstienen.

A partir de ahora, cualquier hecho social, institucional o político en El Ejido lleva los rasgos de los nuevos tiempos. Todo se aprovecha para reafirmar la identidad ejidense, por ejemplo en las fiestas. El 2 de julio, Moisés Gómez Martínez, maestro, es el autor del pregón: ‘‘Únicamente un escaso puñado de nativos y unos emigrantes, llegados desde lo más pobre de nuestra Andalucía casi todos, gentes anónimas y sencillas, sin orgullo y sin pretensiones, con ilusión y ganas de trabajar, algunos quizá con hambre, unidos en su esfuerzo y su trabajo, venciendo dificultades, luchando muchas veces contra sus propias costumbres y modos de vida, han sido capaces de crear, empleando métodos totalmente revolucionarios en nuestra arcaica agricultura, el mayo complejo hortícola de España, no dudando en importar técnicas de países tan avanzados como Israel y Holanda’’.

Hacia la segregación

A principios de julio de 1981, el edificio del Ayuntamiento en Dalías, teóricamente bajo control municipal, en la práctica no, los archivos siguen ‘misteriosamente’ desaparecidos, recibe la visita del juez de Berja, acompañado de policías. Los vecinos se enfrentan al juez, que tiene que irse de Dalías sin lograr su objetivo. Pocos días después de esta visita, una manifestación de vecinos de Dalías recorre la carretera entre Dalías y Berja para entregar un escrito al juez, cosa que no se consigue porque el Juzgado no abre sus puertas a los vecinos de Dalías. Desde Balerma, un vecino difunde un escrito expresivo de un sentir general: ‘‘Los documentos del archivo municipal de Dalías son de todos los vecinos’’.

El 7 de julio, el pleno municipal aprueba una moción del PSOE que pide la destitución del gobernador civil, José María Bances Álvarez, por su actitud pasiva desde los sucesos del 2 de agosto de 1979. En esta moción, ya no hay unanimidad. Se produce la abstención de los concejales de UCD y de un concejal socialista, mientras que los concejales comunistas se ausentan del salón sin explicar sus razones, aunque dicen que moralmente están a favor.

La Asociación de Vecinos de Dalías replica a favor del gobernador civil y el 3 de septiembre hace público un nuevo escrito en defensa de la segregación.

El 16 de octubre, nuevo pleno municipal de El Ejido contra el gobernador civil, con respaldo total de los grupos. El presidente provincial de UCD, Fausto Romero-Miura, anuncia que el alcalde, García Acién será llevado al Comité de disciplina del partido, ‘‘un alcalde de UCD no puede pedir el cese de un gobernador civil de UCD’’. García Acién responde que ‘‘antes que nada soy alcalde de mi pueblo y tengo la obligación moral de denunciar la situación que me parezca irregular. Además con esa moción me estaba haciendo eco del sentir de mi pueblo. Y además la moción fue aprobada por unanimidad de todas las fuerzas políticas representadas en el Ayuntamiento’’.

En el referéndum andaluz (21 de octubre), El Ejido y los núcleos de la costa apoyan el proceso autonómico con una participación del 47,9 por ciento. Dalías, en cambio, protagoniza una abstención activa. Hay incidentes en Dalías con la llegada de los presidentes de las mesas electorales que suben al acabar la jornada del referéndum. El ex-alcalde, Ramón Callejón, tiene que recibir protección policial.

Dos municipios

El círculo de este proceso se cierra en 1982, con la separación total de las dos personalidades. Los símbolos de cada identidad se fijan. Dalías, en torno al Cristo de la Luz, el Casino Cultural, el paisaje de los parrales y la uva, el viejo señorío, un sentido ancestral de la transición y un férreo sentido vecinal de las raíces. Por otro lado, El Ejido, en torno a San Marcos, Círculo Recreativo y Cultural, paisaje de los invernaderos en la agricultura intensiva, Festival de Teatro y un desarrollo socioeconómico imparable. También comparecen, aunque ocultos bajo la evolución de los acontecimientos municipales, los problemas que ya empiezan a alumbrar en ambas zonas. En Dalías: despoblamiento, dependencia de la costa, crisis de la uva, degradación del paisaje del parral, medio ambiente amenazado, desequilibrio territorial. En El Ejido: desorden y especulación urbanística, medio ambiente afectado, con su principal incidencia en el uso abusivo de pesticidas, sobreexplotación de los acuíferos subterráneos (ya hay voces que advierten sobre estos problemas), un panorama que evidencia a la par la fortaleza y fragilidad de El Ejido, pero que tiene a su favor el ser el eje de la dinámica del desarrollo de la provincia.

A mediados de febrero, la inauguración de la guardería laboral de El Ejido es todo un acontecimiento, un reconocimiento a la labor de la Asociación de Amas de Casa de El Ejido, que preside Dorita Martín. La inauguración de esta guardería se presenta como ‘‘una conquista del pueblo’’. Y Dorita Martín declara: ‘‘Tenemos los brazos abiertos a todos los que vengan con buena voluntad’’.

El 5 de marzo, Felipe González, a pocos meses del triunfo socialista en las elecciones generales de octubre, visita por primera vez El Ejido. La imagen de la ‘nueva agricultura’ está presente en su discurso: ‘‘Lo importante es crear riqueza, porque lo que no puede hacerse es repartir la pobreza’’.

El 2 de abril un pleno extraordinario aprueba definitivamente la segregación de Dalías, desde el lado que compete al Ayuntamiento. Pocos días después, la Asociación de Vecinos de El Ejido critica algunos aspectos de la segregación. A través de unas ‘hojas volantes’ denuncia el secretismo con que se ha llevado este asunto. La asociación tuvo información del pleno el día 1 y alerta sobre la posibilidad de que otros núcleos puedan seguir los mismos pasos. Los vecinos de El Ejido muestran su preocupación por el aspecto humano del problema, ya que la mayoría de los vecinos de Dalías trabaja en El Ejido o en Santa María del Águila.

En mayo, se celebran las primeras elecciones andaluzas tras el referéndum, con la victoria abrumadora del PSOE y el hundimiento de UCD. En El Ejido, victoria total del PSOE; en Dalías gana UCD.

Este año el alcalde es el pregonero de las fiestas y hace balance de los acontecimientos vividos. Resalta ‘‘por su importancia histórica el alumbramiento de nuestra propia identidad como pueblo. Y como todo nacimiento ha sido precedido por enormes esfuerzos y hondo dolor’’, hace un llamamiento a la concordia y a cerrar heridas, ‘‘los ejidenses siempre hemos sido amantes de la paz, de la concordia y del progreso’’. García Acién mira al futuro inmediato, ‘‘la formación de una ciudad es un trabajo arduo, costoso y desgraciadamente lento’’, y para conseguir los objetivos pide la participación ciudadana, ‘‘no hay mejor colaboración que la expresión libre y sincera del pensamiento individual o colectivo’’. El día 30 de julio, el alcalde García Acién asiste a un pleno de Diputación en Almería y recibe la noticia de que el Consejo de Ministros ha aprobado la segregación de Dalías-Celín..

El Boletín Oficial del Estado (BOE) pone el punto final burocrático el 11 de septiembre de 1982 con la publicación del acuerdo del Consejo de Ministros: la segregación ya es definitiva. El Ejido y Dalías son ya dos municipios diferenciados totalmente.

Epílogo

Poco a poco, se irá cerrando el círculo de la larga trayectoria. El 17 de noviembre de 1982, un pleno extraordinario de la Diputación da vía libre a la constitución oficial de la Comisión Gestora Municipal de Dalías-Celín. El día 20 se constituye la Gestora Municipal en Dalías, formada por 6 concejales de UCD, 4 del PCE y 1 del PSOE, y con José Criado Maldonado en el sillón de la Alcaldía. Las principales críticas se vierten contra la Junta de Andalucía, en el acto de toma de posesión. Se impone la primera insignia de oro de Dalías, de la nueva época, al gobernador civil, José María Bances Álvarez, en un acto en el que comparece prácticamente el todo Dalías. Una gran traca en la plaza pone el principal simbolismo del pueblo al acontecimiento. Dalías consuma el divorcio con El Ejido y  permanece como pueblo, con Celín.

El epílogo llega para El Ejido el 3 de diciembre. Sesión plenaria extraordinaria en el Ayuntamiento ante numeroso público. Otro gran día. Ahora El Ejido no tiene que mirar hacia arriba. La segregación ha configurado un nuevo orden territorial en el término municipal. Este primer pleno de la nueva era se vive con José Antonio García Acién de alcalde. El momento culminante es la aprobación de la concesión de la primera Medalla de Oro de la Ciudad de El Ejido al Rey Juan Carlos, con la corporación y todo el público puestos de pie corroborando el acuerdo entre vítores y aplausos en un momento vivido con emoción. Ahora sí, pensaron todos, ya están en marcha los nuevos tiempos, ‘‘el futuro es nuestro’’. Círculo cerrado.

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