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In memoriam: Antonio Ramos Espejo, el guardián del periodismo andaluz

Antonio Torres
Periodista

Antonio Ramos Espejo es un mito del periodismo andaluz. Al igual que su amigo Carlos Cano recorrió los pueblos andaluces y defendió la “blanquiverde”. La bandera andaluza empezó a ser el símbolo de un pueblo en los albores de la Transición y Ramos con su pluma defendió una Andalucía moderna, asfixiada por el caciquismo.

Antonio Ramos, sentado primero por la izquierda, con algunos de los autores de Crónica de un sueño. FOTO MARISOL CASTILLO

El Alzheimer trastornó la enorme memoria de Antonio Ramos Espejo (Alhama de Granada, 1943-Sevilla, 2023), posiblemente el periodista que mejor contó el drama de la pobreza, la emigración y la Transición en Andalucía. Casado con la almeriense Carmen Ruiz, tienen una hija, Carmen, y dos nietos. En el homenaje entrañable que le tributamos en Fuente Vaqueros, en la casa de Federico García Lorca, fue la última vez que nos dimos un abrazo, y una llamada telefónica, meses después, cuando la enfermedad ya le atacaba.

Premio Andalucía de Periodismo 2007 por la serie documental Andalucía es su nombre, emitida en Canal Sur Televisión, y Medalla de Andalucía, Ramos es autor de una veintena de libros, como El caso Almería, con prólogo de su colega y amigo Miguel Ángel Blanco. En el documental de Canal Sur Televisión Madres del Caso Almería, Ramos, en calidad de director, contó con mis aportaciones, al igual que hizo en García Lorca en los dramas del pueblo con referencias al crimen de Níjar y Bodas de sangre

Me dio la oportunidad de formar parte de dos proyectos ambiciosos como la Enciclopedia General de Andalucía y de uno de los mejores libros sobre la Transición, Crónica de un sueño. Memoria de la Transición democrática en Almería, editado en ambos casos por Juan de Dios Mellado, padre del actual director general de Canal Sur Radio y Televisión, Juande Mellado. Le presenté en Almería, junto a Cándida Martínez, el libro que escribió sobre Gerald Brenan, o su recreación de Ciega en Granada. Acudió a mi defensa de la tesis doctoral en la Universidad Complutense.

Distintas generaciones le lloran y ahí están periodistas del momento, como el actual redactor jefe de Ideal, Quico Chirino, autor de una tesis sobre Antonio Ramos, o Olivia Carballar, Jesús Chacón y Paulino Montes, personas con presente y futuro con las que mantengo relaciones y que en sus trabajos tengo la fortuna de aparecer. Ya Ramos, en sus inicios en Ideal con los hijos de emigrantes andaluces o como director de Diario de Granada dio cabida entonces a un joven Antonio Muñoz Molina. 

El expresidente del Consejo Audiovisual de Andalucía Antonio Checa Godoy me solicitó un texto para su libro Antonio Ramos Espejo: Un periodista para un pueblo. Escribí algo parecido a lo destacado por Rosa Luque en Córdoba, periódico que dirigió durante 12 años. Solía advertir que detestaba ser calificado de “periodista, historiador y escritor”. “Ser periodista es tan importante que cualquier añadido lo empobrece”. Los vecinos de Alhama tuvieron oportunidad de despedir a su Hijo Predilecto este domingo. 

El pasado jueves he contado en la Universidad de Almería el 23-F y les conté que esa tarde de transistores Ramos me confesó que estaba en el despacho de Juan Luis Cebrián, el director valiente que esa misma tarde lanzó una edición especial bajo el título de El País con la Constitución. Cebrián le citó para incorporarlo a la plantilla, pero él siguió escribiendo sus grandes reportajes para España desde Andalucía, como lo hizo desde la impagable revista Tiempo, o más adelante con sus periódicos andaluces. Un maestro al que generaciones de periodistas echamos de menos.

Cuando me casé o fui Gaspar, Rey Mago de Almería, siempre estuvo Ramos. O cuando defendí la tesis doctoral en la Universidad Complutense. En tantas y tantas cosas de la vida con tertulias nocturnas, principalmente en Granada y Sevilla. Y una guardia de fieles. Francis Romacho, Rafa Guerrero, o la generosidad impagable de Masegosa y Terrón a los que las lágrimas no se nos han cerrado desde el momento en el que su cuñado Manolo Gómez Cardeña nos dijo que Antonio Ramos se nos ha ido.

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