Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión / Twitter: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com

Buena campaña agrícola

Antonio Fernández
Periodista

La patronal agraria ASAJA (Asociación Sindical Agraria Jóvenes Agricultores) ha hecho las cuentas de la campaña que acaba de finalizar en el sector hortofrutícola y le salen favorables a los intereses de unos agricultores que se temían lo peor a la vista de la brutal subida de los costes de producción. 

El inicio de la campaña 2021/2022 llegaba con malos augurios porque ya se había iniciado una escalada de costes, sobre todo de energía carburantes que, lejos de frenarse, ha ido a más a lo largo del periodo de producción en la provincia. Desde los plásticos a los fertilizantes, las semillas, los fitosanitarios o el transporte, todo ha subido hasta dejar el coste final por hectárea en 90.338 euros, un 34,5 por ciento más que los 67.160 que costaba sólo un año antes. 

Sólo los precios de una campaña que la presidenta de Asaja, Adoración Blanque, calificó de “atípica” ha obrado el milagro de una mejora de la rentabilidad que muchos ni esperaban. Los recelos se dejaron notar en un descenso de la superficie de producción del 1,4 por ciento (49.463 hectáreas), o de la propia producción en un 17,5 por ciento y 3,26 millones de toneladas. 

Y ahí se produjo una alianza de circunstancias que finalmente lograron revertir las negras previsiones hasta cerrar un balance de campaña que arroja un incremento del valor de la producción comercializada del 8,5 por ciento sobre la anterior campaña, sumando 2.387 millones de euros, capaz de compensar los esfuerzos del sector. 

Sólo tres hortalizas han aumentado su superficie de cultivo; el pimiento, el calabacín y la berenjena, un 2 por ciento las dos primeras y un escueto 1 por ciento la tercera. El resto bajaron en porcentajes que oscilan entre el -1% del pepino o el -3 por ciento en tomate, hasta el 6 por ciento en la sandía o el 5 de melón.

Más aún cayeron las cifras de producción del ejercicio, con descensos en todos y cada uno de los productos que salen del campo almeriense. Los que más la sandía (-41,7%) y el melón (-38,2), seguidos del calabacín (-22%). El resto han visto bajar el rendimiento de los cultivos entre el 10 y el 15 por ciento. Las razones hay que buscarlas en una climatología adversa que a base de frío, primero, lluvias y calimas ha dificultado la floración o el cuaje del producto y mermado su productividad sensiblemente. las enfermedades y plagas incidieron también en esa pérdida de productividad.

En cualquier caso, lo que se presentó como un enemigo casi mortal para el sector agrario de la provincia, acabó por convertirse en una baza favorable porque los vaivenes de la meteorología, o los de los altos costes de energías, carburantes, materiales, transporte o imputs no sólo llegaron a Almería, sino que castigaron aún con mayor dureza a otros competidores, como Holanda, Francia, Bélgica, Italia o la propia Marruecos,lo que ha permitido que los almerienses “este año han ganado más por sus productos y han cerrado una campaña que ha compensado vía precios el aumento de los costes”. 

Los productores almerienses siguen dejándose llevar con frecuencia por los resultados de la anterior campaña, así que toca analizar los mercados, l competencia y hasta el clima para evitar que, como ha pasado de nuevo este año, se opte por plantar aquello que dio más rendimiento el año anterior... y eso con frecuencia no da buenos resultados. 

A la vista de la variabilidad de las campañas y las dudas en torno a la evolución de los costes o de los precios, Adoración Blanque sólo fue capaz de reconocer que la campaña que se iniciará en septiembre “nos llega con una sensación de incertidumbre, o sea lo mismo que todos los años”. 

Poca esperanza en una posible bajada de los costes de producción y la eterna duda de si las lluvias llegarán para evitar episodios de sequía y escasez de recursos para riegos. Y más preocupación por la escasez de mano de obra y por una reforma laboral que no juega en favor del sector hortofrutícola, según la patronal agraria, que pide fórmulas que no les obliguen a despedir al final de cada campaña a los trabajadores que acuden cada año a recoger sus cosechas, o sea recuperar esa fórmula de fijos discontinuos que tanto se utilizaba en el campo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario