El hospital La Inmaculada de Huércal-Overa
funcionará este verano con la mitad de la plantilla. En Torrecárdenas, los
profesionales sanitarios comentan abiertamente que nunca se han visto en una
situación como la de ahora, donde las sustituciones brillan por su ausencia o
son claramente insuficientes.
La ‘obra’ de Moreno Bonilla al frente del Gobierno
andaluz se extiende a todas las comarcas de nuestra provincia, siendo
especialmente grave la realidad que padecen los pueblos de interior, donde los
consultorios permanecen días enteros sin atención médica. Esta es la radiografía
del caos sanitario en nuestra provincia, que se enfrenta a más de dos meses críticos
con un Plan Verano, diseñado por el Partido Popular, que en realidad es un plan
de recortes y de abuso de la paciencia de los usuarios. Sobre todo porque
llevamos encadenando un año tras otro con listas de espera disparadas desde que
gobierna Moreno Bonilla.
No hay ni un solo centro sanitario de la provincia que no vaya a sufrir, junto a pacientes y profesionales, el rigor del tijeretazo en las contrataciones que se tendrían que haber realizado para la temporada veraniega. Si no lo han hecho estos meses atrás, ¿lo van a hacer ahora?, es la frase más repetida entre el personal sanitario.
Las prioridades que se marca la Junta son
imposibles de entender, salvo que la estrategia a seguir sea la que parece: que
la gente se canse de esperar, coja la tarjeta de crédito y se plante en la
sanidad privada.
No hace mucho, dos altos cargos del
Gobierno andaluz se acercaban a La Inmaculada para informar sobre la
urbanización exterior del hospital y la instalación de farolas. No habría nada
que objetar si no fuese porque, a la misma vez que se hacía ese anuncio, en las
consultas se vivían auténticos dramas por la falta de profesionales en
especialidades como Cardiología, Neumología o Dermatología.
Unas cuantas semanas después se ha
repetido una situación tan delirante como la anterior con la presentación de
una página web del Área de Gestión Sanitaria Norte. El hospital sigue sin los
médicos que necesita, pero de nuevo se vuelve a tapar lo urgente y lo
importante para poner el foco en una iniciativa cosmética. En eso es en lo que
están.
Mientras tanto, la Justicia sigue investigando el presunto desvío de 1.500 millones de euros, a dedo y sin control, a la sanidad privada en lo que ya se conoce como la trama del SAS. ¿Por qué Moreno Bonilla no da explicaciones? ¿Por qué no dimite nadie en el Gobierno del PP? ¿Por qué no sale alguien a pedir perdón?
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