Chercos, un pueblito almeriense de 300
habitantes donde el aire huele a hierba fresca y a mermelada, es la cuna del
primer alcalde en la historia de España que llega al siglo de vida en sus
cabales y con la vara de mando en la mano. José Antonio Torres sopla hoy
cien velas en su pueblo natal firmando edictos y dirigiendo el pleno municipal,
aunque sea ya en una silla de ruedas. José Antonio Torres, Leo, aunque no crea
en el horóscopo, es un correcaminos, un corredor de fondo de la política y de
la vida. Ayer, su voz, desde el salón de su casa cherquera, sonaba aún briosa,
aunque el oído le fallara. “Estoy bien, con un poco de parálisis en las
piernas, pero aún voy a mi despacho a hacer las tareas del día”. No sabe el
primer edil más longevo de España y del mundo -mientras no se demuestre lo
contrario (solo se sabe que en EEUU hubo un alcalde de 100 años, Vito
Perillo, que gobernó en el pueblo de Tintin Fall)- si lo felicitará mucha gente
o no; lo que sí sabe es que tiene un hijo de 70 años en Sevilla que
no podrá ir a llevarle un regalo porque se encuentra enfermo. Sí está su mujer
María, que con 97 años aún tiene fuerzas para cuidarlo.
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José Antonio Torres cumple 100 años / M. León |
Cien años de vida
le contemplan y casi 30 como alcalde. “Cuanto entré con 70 en el Ayuntamiento
decían que era viejo y mire usted, aquí sigo”. José Antonio ha enterrado ya a
todos sus amigos, a toda su generación, es lo que tiene vadear la centuria con
la cabeza en condiciones y el corazón en su sitio. “Yo
quiero a la gente que tiene buen corazón, por eso me alegro de que te hayas
acordado de mí, aunque seas periodista”.
José Antonio nació en 1925, en tiempos de Primo de Rivera, en Chercos Viejo, en una aldea que se llamaba La Viñilla y con 18 años se fue a recorrer mundo. Se hizo guardia civil y vivió los años del plomo -sufrió un atentado- recorriendo cuarteles de Bilbao, Lérida, Sevilla y Albacete. Y al jubilarse volvió a su pueblo que ya era Chercos Nuevo, fruto del trabajo de un pariente que le precedió como alcalde, Antonio Sáez, que construyó 14 casas de yeso, que fueron como las primeras casas de Macondo hechas de barro y cañabrava. “Gracia a él, Chercos es hoy lo que es”. José Antonio ha conseguido mantener en pie este pueblo al que quiere con toda su alma y que sigue gobernando tras rivalizar por el mando municipal con un sobrino. Lleva ocho legislaturas y sería iluso decir -aunque quede muy bien en un reportaje como este- que se presentará de nuevo. Pero ha mantenido en pie a su pueblo, con un bar, una fábrica de mermeladas, un tanatorio, una iglesia, con becas para jóvenes y mucho amor propio. “Y sin subir los impuestos”, sentencia el que hoy es ya el alcalde más longevo de España (quizá del mundo).
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