El Gobierno desclasifica por
ley los secretos del franquismo y la Transición. En Almería se aguarda todo lo
relacionado con las bombas de Palomares, el asesinato de Javier Verdejo, el
23-F, y el caso Almería, sin contar los juicios sumarísimos. El Consejo de Ministros aprobó
el 22 de julio el anteproyecto de Ley de Información Clasificada que sustituye
la ley franquista de Secretos Oficiales. La norma establece la desclasificación
automática de todos los documentos con antigüedad a partir de los 45 años,
salvo que puedan afectar a la seguridad y la defensa nacional, lo que supone
que se permitiría el acceso la información relacionada con el 23-F, la
Transición y el franquismo. Entre los
investigadores, especialmente historiadores y algunos periodistas, ha creado
mucho interés que esta ley contribuya saber de dónde venimos y conocernos
mejor.
Antonia Flores tenía seis años cuando cayeron las bombas en Palomares / A. Torres
“Es fundamental desclasificar”, evaluó en
exclusiva para este medio el catedrático de Historia Contemporánea de la
Universidad de Almería, Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, “la documentación sobre la dictadura, como sobre
cualquier período de la historia de España. Esta decisión facilitará las
investigaciones que se lleven a cabo, contribuyendo a un resultado más
exhaustivo, además de permitir eliminar bulos y corregir errores muchas veces
consolidados en la memoria colectiva de los ciudadanos. Considero que habría
que establecer un período límite de 25 o 30 años, de forma que toda la
documentación que sobrepase esta antigüedad, salvo excepciones muy
justificadas, debería estar accesible para los investigadores”.
Los historiadores tienen tarea y también
algunos recelos. Hay ejemplos de impunidad. La muerte del
estudiante de biología Javier Verdejo Lucas (Almería, 1958-1976) por disparos
de la Guardia Civil cuando realizada una pintada. «Sobre las 24
horas del día 13 de agosto de 1977...)”, según la nota oficial, sin que hasta
el momento se haya esclarecido su muerte. Además, no hubo detenidos. La
Transición rebajó la tensión y enfrentamientos entre pueblos por el agua.
Conviene recordar que el agua nos trajo la terrible noticia de la muerte de una
mujer María Asensio Morales en Overa, barriada de Huércal Overa, por culpa de
una pelota de goma lanzada por antidisturbios de la Guardia Civil en abril de
1981. El 10 de mayo de ese año llegó la horrible
muerte de los tres jóvenes por el denominado caso Almería. La nueva ley aún debe superar el preceptivo trámite parlamentario. Abre
nuevos focos de luz por las muertes, sin aclarar, durante la trágica Transición
en España y en Andalucía. Está claro que se ha
investigado mucho sobre la II República, la guerra, la dictadura franquista,
pero la Transición tiene claves que se desconocen y que la sociedad española
necesita conocer. La citada ley abre caminos para afrontar nuevos objetivos e
iniciativas en el conocimiento de las etapas más recientes de la Historia de
España. “Una democracia que se precie, a nuestro juicio, debe conocer sus
orígenes y las dificultades que hubo que superar para conseguir su
establecimiento y consolidación”.
La nueva norma sobre secretos oficiales
corrige una rémora del franquismo coartando en exceso el derecho a la
información. “El anteproyecto de Ley de Información
Clasificada, aprobado por el Consejo de Ministros, pone fin a la anomalía de
que en España el acceso público a hechos y datos históricos de interés general
estuviera todavía regulado por una norma promulgada en pleno franquismo y
modificada levemente en vísperas de la aprobación de la Constitución.
“Constituye pues un paso imprescindible en algo tan obvio en una democracia
como dotarse de normas claras sobre el manejo público de información delicada”.
Son declaraciones del docente de la UAL y actual decano de Humanidades
Quirosa-Cheyrouze, tras la finalización del Curso de Verano, celebrado en
el Castillo del Marqués de los Vélez de Cuevas del Almanzora en Cuevas del
Almanzora, “El protagonismo de la ciudadanía. Los movimientos vecinales en los
municipios del Levante almeriense”, clausurado bajo su codirección, junto al
miembro del grupo de Investigación Historia del Tiempo Presente de la
Universidad de Almería, Antonio Llaguno, el pasado jueves.
Con anterioridad, el secretario de Estado de
Memoria Democrática y exalcalde de Almería, Fernando Martínez López y el rector
de la Universidad de Almería (UAL), José Joaquín Céspedes, han suscrito un
Protocolo General de Actuación de este nuevo espacio de trabajo, que se
centrará, especialmente, en la divulgación de la investigación sobre memoria
democrática entre la ciudadanía, con especial atención a los jóvenes
universitarios, “y contra los bulos”. La primera evaluación la ofreció el
decano de Humanidades de la UAL, Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz: “Me parece un acierto la propuesta de creación de la
Cátedra de Memoria Democrática en la Universidad de Almería porque, además de
unirse a las constituidas en otras universidades españolas, permitirá reforzar
una línea de investigación iniciada hace más de cuatro décadas, además de
afrontar nuevos objetivos e iniciativas en el conocimiento de las etapas más
recientes de la Historia de España.
En el transcurso del citado curso se produjo unas de esas noticias positivas que marcan a los protagonistas. Desde ese día la sociedad ha ganado a tres jóvenes investigadoras, Marta Núñez Santos, Helena Quirosa-Cheyrouze Sánchez y Aura Cristina Danciu. Las tres se enteraron de que han superado el concurso de oposición para ingresar en el cuerpo de profesores/as de enseñanza secundaria. Tres docentes que seguirán su amistad por los institutos de enseñanza.
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