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Cristóbal Manuel, la solidez del oficio y la mirada de la calle

Antonio Torres
Periodista

El jefe de Fotografía de El País, el almeriense Cristóbal Manuel Sánchez, Premio Ortega y Gasset, traerá a Almería su colección Ciudad Tristeza, que paseará por toda España. Ciudad tristeza es una colección surgida de sus coberturas y reportajes con gente sencilla como protagonistas.

“En su día fueron concebidas como imágenes de prensa que contaban una historia cotidiana concreta. Después de ese tiempo y tras cumplir con su objetivo, las despojé de su carácter informativo y las convertí en un diario de mi propia experiencia. He intentado hacer un relato de lo vivido y compartido con la sociedad de mi entorno en esos años. Historias comunes de gente sencilla para las páginas de local y que solo se ven a la portada cuando son protagonistas de tragedias sensacionalistas”, afirma el profesor del Máster de Periodismo de El País.

Cristóbal Manuel, con su clásica chaqueta vaquera, a la izquierda de la directora de El País, Pepa Bueno. FOTO CLAUDIO ÁLVAREZ

El fotoperiodista celebra la elección de su paisano Juan María Rodríguez Caparrós como director del Instituto Andaluz del Cine y la Fotografía. Premio Ortega y Gasset 2011 por una instantánea que retrata a un hombre paseando entre las ruinas de Puerto Príncipe, tras el devastador terremoto de Haití, Cristóbal representa la solidez del oficio, según Guillermo Altares. Otro grande, Carlos Rosillo, lo elogia: “La mirada constante desde que comenzó a colaborar con El País desde Almería en los años ochenta”. “Capaz de hacer arte en la puerta del supermercado Día de su barrio al más puro estilo Robert Frank”. 

Su exitosa carrera comenzó en Almería. Fue atrevido cuando dejó su puesto fijo en el establecimiento Fotos Jorge, del centro de la capital, pero ya con anterioridad se pateaba las calles, precisamente con el poliédrico Juan Mari Rodríguez. Cristóbal Manuel  apostó por Madrid y ganó, dejando la zona de confort de su tierra con un trabajo fijo y prometedor por parte de su jefe en la tienda Reyes Católicos de Almería. Tras cubrir todo tipo de informaciones, se acaba de jubilar en la cúspide como redactor jefe de Fotografía de un periódico de referencia europea. Anteriormente, ejerció de responsable de la edición gráfica de los suplementos Tentaciones El Viajero. Solo quiere exponer en el CAF, centro que lanzó el añorado Manuel Falces. 

Las primeras portadas, primicias, que recuerda fueron con Marlon Brando, regresando al hotel tras muchas horas y con el primer civil director general de la Guardia Civil, Luis Roldán, que engañó a todo el mundo.

Cristóbal Manuel Sánchez nació en la calle Conde Villamonte de Almería en 1960 y de ahí pasó al barrio de Los Ángeles, casa que frecuenté cuando comenzamos a realizar reportajes y crónicas para El País desde 1984. Fueron años en los que firmamos decenas de informaciones y contraportadas como la primera entrevista y perfil trazado sobre el ascenso del juez Baltasar Garzón, la figura del trovero “Candiota”, o una de las primeras entrevistas a José Ángel Valente y la panorámica de toda la capital almeriense desde su famosa azotea o las entrevistas a los protagonistas de Bodas de sangre. Reportajes la extracción de coral frente a las costas de Adra, los primeros magrebíes en invernaderos y otras historias, siempre pisando la calle.

Su sueño y las mayores emociones se las da su pequeña Naïa. “Una niña inteligente, dulce y muy guapa”. Sigue con la práctica del ciclismo. “Hago 70 kilómetros diarios cuando estoy por el Jerte en Cáceres”. Cristóbal Manuel, almeriense, extremeño, universal y taiwanés de adopción. Forma parte de la historia más grande del periodismo. Quien le hizo jefe fue la primera mujer que dirigió un gran periódico nacional, Soledad Gallego-Diaz, que le llama Manuel. Siguieron confiando Javier Moreno y la actual directora Pepa Bueno con la que vivió la pandemia. “Pocos saben lo duro que resulta tener que coordinar un equipo de fotógrafos de gran talento, pero sin apenas opciones de salir a la calle a demostrarlo”. “Fui testigo directo como su ´persona de confianza´ así me llamaba, y siempre estaré agradecido de todo lo que he aprendido a su lado”, expresión de Carlos Rosillo otro de los grandes del reporterismo y del que Elvira Lindo asegura que es de los fotógrafos que “te miran bien”. “Cuando llegué a Madrid”, comenta, “llamé a Raúl Cancio que para mí era Dios, uno de los que humanizó el deporte, pionero de muchas cosas, exigente, no admite fallos, y riguroso me dijo que sabía por Pablo Juliá, el exdirector del CAF, que ya estaba allí. Me puse a trabajar con muchas ganas de seguir aprendiendo con otros jefes como Marisa Florez, una de las pioneras y prestigiosa editora gráfica, y de la mayoría de grandes fotógrafos del periódico. En mi modesta opinión, los jóvenes de ahora, cuando ya voy siendo mayor, muchos de ellos, han sido felices y algo han aprendido”. Es consciente de que el periódico es un trabajo de personas, “un intelectual colectivo”.

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