El doctor Porfirio Marín se
ha consolidado como un investigador notable con sus aportaciones científicas a
la historia de Salud en la provincia de Almería. Porfirio Marín Martínez
(Alhama de Almería, 1957) se acaba de jubilar, tras 40 años en el mismo sitio,
en la delegación Territorial de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía en
Almería. Hijo de agricultores que trajeron siete hijos, Porfirio es mellizo de
Sebastián, jubilado activo, que se dedica a la agricultura tradicional,
especialmente el cultivo de la parra de Ohanes. No hay relevo
generacional para la agricultura, reconoce quien ha dedicado toda su vida a la
investigación. Es autor de El Colegio de Médicos de Almería en su primer
centenario (1901-2001), trabajo riguroso que le encargó el entonces presidente
de los médicos Francisco Ortega Viñolo.
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| El Dr. Porfirio Marín, de pie, con gafas de sol, el día de su homenaje / Foto Familia Marín |
Sanidad pública. La consolidación de la sanidad pública es fundamental. “Sabemos que la salud de la población depende no sólo de una buena sanidad pública, sino también de los elementos que conforman y determinan la salud y el bienestar de las personas, como son la vivienda, la educación, la alimentación, el trabajo, los medios de comunicación, el medio ambiente o la protección social. Así que desde todos los ámbitos de la política se pueden hacer políticas de salud”.
“Recuerdo la precariedad de recursos humanos y materiales que había en la provincia en 1983 tanto en Atención Primaria como en hospitales y cómo éstos fueron progresivamente mejorando, a la vez que la provincia iba teniendo un crecimiento económico y demográfico sin precedentes”.
Al doctor Marín le llueven las peticiones investigadoras
y pedagógicas. Recientemente, la Universidad de Almería clausuró una exposición
de la que fue uno de los comisarios. En uno de los paneles apareció detallada la
visita a Almería de Ramón y Cajal en 1908 y de Gregorio Marañón en 1928. El presidente
de la Diputación, Javier Aureliano García, le ha encargado que elabore las
competencias que en materia de sanidad ha tenido la institución provincial
desde su creación hace doscientos años. “La atención a la salud mental
que llevó a cabo la Diputación con el mantenimiento del Manicomio desde 1898 y
con la puesta en marcha del Hospital Psiquiátrico en 1975 hasta su cierre,
cuando las competencias en esta área pasaron a depender de la Consejería de
Salud”.
El Dr. Marín es premio extraordinario de la
Universidad de Granada por su tesis doctoral sobre la historia de la sanidad
almeriense durante el franquismo y el periodo de Transición democrática
(1940-1982). Su pasión investigadora viene desde sus tiempos de bibliotecario en
el Seminario de la carretera de Níjar. “Me ha sido muy gratificante recientemente
disponer de las fotografías de las primeras médicas almerienses o que
ejercieron en Almería, como Elena Gómez Spéncer, que lo hizo en 1930 y se
trasladó posteriormente a Tánger, donde se dedicó a la obstetricia y la
ginecología, o Milagros Rivera Tovar, bilbaína que aterrizó en Almería en
1938 y trabajó en el Servicio de Higiene Infantil de la Inspección Provincial
de Higiene hasta mayo de 1939, o Isabel Téllez Molina, que se colegió en 1941 y
más tarde se exilió a Sudamérica, dedicándose a la psiquiatría
infantil. Nos llama la atención las primeras médicas almerienses que
fueron pioneras en el ejercicio de algunas especialidades de interés, como lo
fue en oftalmología Elena Lázaro Navarro, natural de Abrucena, que lo hizo en
1946, y en pediatría María Dolores Fernández, virgitana que trabajó en la Bola
Azul en la Unidad de Neonatología. A ambas las conocí por distintos motivos”.
Tras 40 años de trabajo en la Delegación
Territorial de Salud y Consumo de Almería ha dedicado los primeros seis a la
elaboración del mapa de Atención Primaria de Salud de Almería y los 34 restante
a las funciones de epidemiólogo, habiendo vivido los importantes problemas de
salud pública de la provincia que han acontecido desde 1990 hasta la
actualidad, como han sido la crisis de la meningitis en 1997, el brote de
sarampión en 2003, la pandemia de gripe A en 2009-2010, o la fiebre del Évola
en 2014 por citar los más significativos, siendo el último vivido la pandemia
del Covid-19.
“Estamos en un mundo globalizado
donde cualquier problema de salud que se encuentra muy lejos de nuestro entorno
nos puede llegar por el movimiento generalizado de personas y mercancías.
Por eso el papel de la vigilancia epidemiológica sigue siendo tan
importante hoy día. Y hoy día contamos con nuevas enfermedades propias de
nuestro actual estilo de vida, como las enfermedades mentales, los accidentes
cardiovasculares y cerebrovasculares, los accidentes de tráfico, las
toxicomanías y adicciones o el cáncer, por citar las más relevantes”.
Marín pasea el nombre de Alhama y de Nicolás Salmerón fuera de las esferas provinciales. Siente especial admiración por el médico Juan Compani Jiménez (1877-1951), vinculado familiar y profesionalmente a Alhama de Almería, por su visión social y redentora de la medicina, que se refleja en varios de sus libros, como la monografía “Higiene de las madres” publicada en 1919, y por su compromiso político, que le llevó en dos ocasiones a ser diputado en Cortes durante la II República.
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