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A la presidenta del Congreso

Juan Folío
@opinionalmeria

Varias decenas de exmiembros del Congreso de los Diputadas han remitido un escrito a la presidenta en torno al uso de diversas lenguas cooficiales en la cámara baja. Por su interés, se reproduce íntegramente:

Los que firmamos este escrito hemos tenido el alto honor de representar al pueblo español en las Cortes Generales a lo largo de los cuarenta y seis años de nuestra democracia y de sus catorce legislaturas. Hemos sentido al Parlamento como la casa del diálogo y de la deliberación al servicio de los españoles.

En todo este largo tiempo el castellano, “lengua oficial del Estado”, ha sido la lengua en la que hemos dialogado, hemos debatido y hemos cumplido nuestra misión. Lo hemos hecho con total normalidad, ya que el castellano es nuestra lengua común, la lengua en la que todos los españoles, sean vascos, andaluces, castellanos, catalanes, extremeños, nos entendemos en nuestra vida cotidiana en todos los lugares de España.

Ningún español necesita de intérprete cuando habla con otro español. Por eso nos ha causado gran estupor y mayor consternación la iniciativa de pretender modificar los usos de la Cámara, convirtiéndola en una institución plurilingüe. Ese cambio quiere llevarse a cabo, además, de manera escandalosamente precipitada y con el quebranto de una regla de oro del parlamentarismo demoliberal: que las modificaciones del Reglamento, al ser las normas que establecen las reglas de juego de la institución, han de contar con un amplio acuerdo de los grupos parlamentarios, como siempre ha sucedido.

La pretensión de que la mitad de la Cámara imponga una reforma de tal calado es un trágala inaceptable, una verdadera ruptura de las reglas propias de cualquier sistema democrático. Queremos expresar nuestro más firme rechazo a una reforma del Reglamento que contradice la Constitución, no se adecua a nuestra realidad lingüística y no es razonable.

España es una comunidad lingüística con una lengua común (el castellano o español) y con una variedad de lenguas habladas en unas determinadas partes de esa comunidad. Esta y no otra es la incontestable realidad lingüística de España. La pluralidad de lenguas habladas en nuestro territorio es, claro está, una riqueza cultural, que todos los españoles apreciamos y nos importa preservar. Pero nuestra mayor riqueza es que poseemos una lengua común, en la que nos entendemos todos los españoles sin excepción.

A esta realidad lingüística responde certeramente el modelo establecido por nuestra Constitución. Por ello, la lengua común es la única “lengua oficial del Estado”, cuyo “deber de conocerla y derecho a usarla” proclama en su artículo 3. Las demás lenguas “serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos”. Pero, en ningún caso, son “lenguas cooficiales” del Estado, por lo que no tiene soporte constitucional su uso en el órgano que representa la soberanía nacional.

La verdadera intención de sus promotores es negar la condición del castellano como lengua común de los españoles. Los diputados tendrían que utilizar el casco o el pinganillo para entenderse entre ellos. Esa sería la nueva imagen de la Cámara, alejando la política de la vida normal de los españoles.

Por todo ello, exhortamos a los diputados de la XV legislatura a que, con sentido de la responsabilidad y por el bien de nuestra convivencia, rechacen una iniciativa, en virtud de la cual el Congreso cambiaría su naturaleza y produciría una grave mutación constitucional, encaminada a su transformación hacia una “realidad plurinacional”.

Quienes firmamos este escrito no nos pondríamos nunca un pinganillo para poder dialogar con un compatriota, pudiendo hacerlo en la lengua común de ambos, que es la lengua de todos los españoles. 

Madrid, 15 de septiembre de 2023

FIRMANTES: Pedro Agramunt Font de Mora, Ramón Álvarez de Miranda, Juan Carlos Aparicio, Pilar Aresti, Miguel Arias Cañete, Rafael Arias-Salgado, Soledad Becerril, Luis Berenguer, Pedro Bofill, José Ramón Calpe, Ignacio Camuñas, José Carracao, José Ramón Caso, Rafael Catalá, Alejandro Cercas, José Luis Corcuera, Miguel Angel Cortés, María Dolores de Cospedal, Jesús Cuadrado, Rosa Díez, Gabriel Elorriaga, Elena Flores, Isabel García Tejerina, Arturo García Tizón, Alfonso Garrido, Tomás Gómez, Luis de Grandes, Juan José Laborda, Jaime Lamo de Espinosa, María Teresa de Lara, Joaquín Leguina, Fernando López Amor, Teófilo de Luis, Pilar Marcos, Miguel Martínez Cuadrado, Carlos Martínez Gorriarán, José Antonio Maturana, Fernando Maura, Rodolfo Martín Villa, José María Mohedano, Salvador Moreda, Elena Moreno, Francisco Moreno, Eugenio Nasarre, Manuel Núñez Pérez, Antonio Ojeda, Javier Paniagua, Javier Peón, Jesús Posada, Emilio del Río, Nicolás Redondo, Jaime Rodríguez Arana, José Rodríguez de la Borbolla, Soraya Rodríguez Ramos, Beatriz Rodríguez Salmones, Javier Rojo, Javier Rupérez, Javier Sáenz de Cosculluela, Adolfo Suárez Illana, Isabel Tocino, Federico Trillo, Luis del Val, Juan Carlos Vera, Francisco Vázquez, Ciriaco de Vicente, José Ignacio Wert y Virgilio Zapatero.


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