Luis Suárez Miramontes (La Coruña, 1933-Milano, 2023)), el primer Balón de Oro español, conseguido en 1960, y único en categoría masculina, falleció este domingo a los 88 años de edad.
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| Luis Suárez / Loa |
En su etapa de seleccionador nacional y después del Mundial de Italia mantuvo sus vacaciones en Aguamarga, gracias a su estrecha amistad con un promotor de Níjar con el que consolidó amistad desde sus tiempos de estrella del FC Barcelona. Se hospedaba en la “casa blanca”, frente al consultorio médico, y era habitual verlo en los bajos del restaurante Ajoblanco de esa calle principal. El empresario Alberto Fernández, natural de Níjar, que en Cuba montó hoteles, tuvo participaciones en varias empresas y en viviendas de primera línea de playa. Un hijo de Fernández sigue afincado en Aguamarga.
El que fue alcalde de Nijár Joaquín García rememoró: “Como nuestro paisano Alberto Fernández, empresario polifacético, que fue también un gran futbolista en tierras catalanas, se comprometió con 25 paisanos a llevar a Sevilla para un España-Hungría, gracias a su amistad con el gran Luis Suárez quien se sintió seguro en la costa de Nijar”.
Los inicios profesionales del curtido Joaquín Amérigo tuvieron citas veraniegas con Luis Suárez como el cámara de TVE, el añorado Luis Carranza. Fuimos muchos los que sacábamos pecho de la presencia de deportistas de elite en el paisaje de Aguamarga, la capital diplomática y económica de España durante el verano. O con el recuerdo de los intelectuales, como el librero Antonio Soriano que vendió Campos de Níjar de Goytisolo en Francia cuando estaba prohibida en España. Fueron intelectuales de todo el mundo que abrieron camino, especialmente en Mojácar y Aguamarga, hace más de medio siglo y que acudían con pasaporte falso para esquivar a la dictadura. Los amigos médicos Sebastián Molina y Juan Giménez, que lleva el nombre de su padre, el goleador y mejor futbolista de los años 60 en Almería, lo recuerdan siempre rodeado de tres o cuatro amigos en el restaurante Ajoblanco. Mas de una vez lo vi jugando a cartas en el primer restaurante, El Playa, decorado con el color blanco y azul. Siempre saludó o regaló un autógrafo a quien se lo solicitara. El exfutbolista que triunfó como centrocampista del FC Barcelona e Inter, con el que fue dos veces campeón de la Copa de Europa, y que como internacional ganó con España la Eurocopa de 1964, deja un gran vacío en el mundo del deporte y en la familia de la Cadena SER, donde ejercía de comentarista de los partidos del Barça en Carrusel Deportivo desde 2014. Su sinceridad y sentido del humor inteligente marcó sus comentarios radiofónicos. Alfredo Di Stéfano le apodó 'El Arquitecto', por su extraordinaria visión de juego.
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