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Francisco Moncada, director de radio para todos los tiempos

Antonio Torres
Periodista

Hoy martes, en Felix, recibe sepultura el decano de la radio almeriense y exdirector de COPE Almería Francisco Moncada Roca, un gran comunicador.

Moncada era hijo único de un comerciante de Sorbas, localidad en la que nació en 1936 y que siempre llevaba en su corazón.  Era una persona muy culta que no se perdía ningún acto cultural, acompañado siempre por su entrañable esposa, Maruja. Entabló una estrecha amistad con sus compañeros alumnos de Celia Viñas. Era la memoria de la radio y un referente para muchísimos profesionales por su carácter y saber estar.

Llegó a Radio Popular fichado por su primer director, el añorado Antonio Pumarola Bueno (Valencia, 1920-Almería, 1997), que le dio todos los galones. Al poco tiempo se hizo director de la emisora que fue inaugurada en 1966. En varios de mis libros, como Soñar la Radio, cuento que Manuel Aznar Acedo, padre del expresidente del Gobierno José María Aznar, inauguró la emisora de losobispos en Almería.

La última conversación que mantuve se produjo el 28 de mayo, víspera del Leganés-Almería para el ascenso a Primera. Le pedí permiso para darle el teléfono al pintor y escritor Pedro Soler Valero que le quería pedir una colaboración para El Afa de Sorbas, cuestión que espero escribir para el número del próximo año, como me pidió el director, Andrés Pérez. Le pregunté y se publicó en el decano de la prensa provincial quién era para Moncada el mejor animador de la radio española y local: “En la actualidad el más grande es sin duda el gallego Pepe Domingo Castaño y de los últimos años Juan Domínguez, al que lancé y con su prestigio de experiencia en la radio fue el presentador de los Juegos Almería 2005”.

Siempre lo he tenido en mi cabecera de consulta y jamás he recibido un mal gesto, sino una generosidad y sinceridad aplastantes. Moncada cuenta con decenas de premios de ámbito nacional y local, siendo el último el otorgado por La Voz, premio de Comunicación, durante la gala celebrada en Roquetas de Mar en octubre de 2021. Fue un señor que pasó por Radio Juventud, donde se inició; Radio Almería, con Antonio Quirós en el periodo 1960-66 en la calle Arapiles, y como jefe de programas, locutor, guionista y director fue todo en Radio Popular, COPE Almería, que tuvo distintas sedes.

El maestro radiofónico Paco Moncada tenía tres cuestiones que odiaba y que casi siempre salían en nuestras conversaciones:  estupidez, burocracia y cuenta de resultados. Ha sido un hombre inteligente y de gran ayuda para que me pusiera a escribir, en 1996, el primer libro de la historia de la radio en Almería, Una historia de la radio, que me presentaron Carlos Herrera y el propio Moncada, en el Teatro Apolo, con portada de Manuel Falces. Permanece en el recuerdo la dedicatoria que hizo cuando presentó su imprescindible trabajo sobre la radio. La humildad de un grande quedó así: “Para mi amigo Antonio Torres, que fue el primero en investigar la historia de la radio…”. 10 años después publicó sus Memorias de la radio, trabajo, reitero, fundamental para conocernos mejor y el apoyo de Onda Cero y el equipo de Paco Espinar. 

Eran tiempos impensables, ahora. A los 17 años, Moncada ya era maestro de escuela y como le gustaba la radio, se acercó a la Estación Escuela del Frente de Juventudes que desembocó en la creación de Radio Juventud de Almería con profesionales procedentes en su mayoría de esa escuela. Eran los primeros años 50.  La programación era muy precaria en todas las emisoras provinciales. No obstante, la radio mandaba porque la televisión no reinaba todavía, ni existían las grabadoras ni líneas telefónicas suficientes. Los programas se realizaban desde medio día hasta las cuatro de la tarde y desde las 20 horas hasta las 24 horas aproximadamente. En sus inicios para escapar de esos años duros, Moncada se centró en la actividad cultural con el Festival de Cine y la programación de los actos de la Alcazaba o la actividad de los fines de semana de la radio con concursos infantiles, incluidos, durante los fines de semana desde el Teatro Cervantes. Se convirtió en locutor y en miembro del equipo de actores en tiempos en los que la información de las emisoras locales estuvo secuestrada desde 1939 hasta 1977 cuando Suárez acabó con la obligatoriedad de conectar con el El parte de RNE. La información controvertida, la política y sindical, secuestrada, silenciada. Un día me confesó que en el umbral de la democracia apostó por dos pesos del periodismo como Antonio Fernández, Kayros, y Miguel Ángel Blanco, para hacer información política y tertulia con libertad. Tuvieron éxito y las presiones gubernativas y las no confesables acabaron con el programa. Dio libertad a los añorados Pepe Olmedo y a Álvaro Cruz “Pototo” para que lideraran la información en los inicios democráticos. Eran los tiempos del reciclaje de locutores en redactores que ya no se conformaban con recibir la nota del Gobierno Civil o del Ayuntamiento sino a pisar la calle y hablar directamente con la gente que demandaba soluciones a mil problemas. 

Me presentó a todos los grandes desde Encarna Sánchez cuando acudía a realizar sus programas a Almería hasta las figuras vivientes en los años 80 y 90 del pasado siglo. Cada mañana echábamos nuestros ratos, en presencia de Manuel del Águila. Fueron meses diarios de conversación de los que aprendí muchísimo de memoria local. Gracias a sus contactos entrevisté a Pilar Pizarro que le dejó una huella profesional imborrable, como a Inma Codina, natural de El Chive, adelantada a la época, la locutora cofundadora de Los 40 Principales de la Cadena SER y que acabó su carrera profesional como concejala del PSOE en Granada. Su padre fue perseguido por ser militante de UGT. Una de las fotos que más me han pirateado, la de la primera locutora de la radio almeriense, Margarita García Salvador “Margot”, que compartía su trabajo con la de dependiente de la histórica pastelería El Cañón, la primera mujer que habló en la inauguración de EAJ 60 Radio Almería en 1934, se la debo a Moncada, quién junto al dueño del antiguo estanco, junto al controvertido edificio de Correos, para que las hermanas ancianas de Margot, residentes en la calle Trajano, me dieran las fotos de su carrera profesional, tras la Guerra Civil, en Buenos Aires. Y la foto que más me costó conseguir, fue la del fundador y director de Radio Almería, el alicantino Miguel Soto, que aparece con gafas y una tarta en las manos. Me costó tela conseguirla, quizá por eso es la más pirateada por diversos autores e informadores. Las innumerables gestiones con sus hijas, una residente en Valencia y otra enfermera en Cartagena. En fin, Paco Moncada, maestro humilde, sin aires de grandeza, nos prestó a muchos su magisterio para ver las cosillas de la vida con más distancia y oler la mediocridad. Ahora, somos un poquito más pobres.

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