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Mentiras, desinterés y silencio

Ana Martínez Labella
Concejal del Ayuntamiento de Almería

Hay años que comienzan como terminan: mal. Y no me refiero a la pandemia que nos asola, que también. Hablo de la actitud del Gobierno del Psoe con Almería, que ni está ni se les espera, por mucho que los socialistas almerienses se empecinen en decir lo contrario. Si obras son amores, la prolongación del Paseo Marítimo y la recuperación ambiental del Delta del río Andarax es una larga historia de desamor después de dos años paralizadas y sin visos de continuidad, al menos, en los meses inmediatos.

Obras paralizadas de la prolongación del Paseo Marítimo (Loa)

Dos años de abandono de unos trabajos en los que el Ayuntamiento ha puesto un millón de euros, además de aportar el suelo necesario para abordar una actuación comprometida en su día y que debe tener continuidad con la construcción de un puente que una el Paseo Marítimo con el de Ribera. También sobre esta cuestión acompaña una actitud silente del Gobierno, responsable igualmente de su ejecución, despreciando con la indiferencia que acostumbra cualquier solicitud de reunión o encuentro en los que abordar éstos y otros proyectos llamados a mejorar Almería y con ello la calidad de vida de los almerienses.

La indolencia gubernamental se ha aderezado, en este caso concreto, con la mentira y oposición del grupo municipal socialista a cualquier atisbo de solución

La indolencia gubernamental se ha aderezado, en este caso concreto, con la mentira y oposición del grupo municipal socialista a cualquier atisbo de solución. Mintieron cuando hace meses alardearon ante el Pleno de la Corporación que las obras se retomarían antes de final de año. Su engaño es hoy evidente. Y su silencio, demasiado sonoro.

Siendo grave esta situación no lo es menos que, reclamada desde el plenario cualquier solución y agilidad para que estas obras fueran retomadas - insisto en que llevan paradas más de dos años-, hasta en dos ocasiones el grupo municipal socialista se ha opuesto a tal petición, elevada en forma de moción, haciendo gala una vez más de un profundo desafecto a los problemas de la ciudad, de su ciudad. Y es que para algunos (y algunas) las siglas están por delante del interés general. Y tendrán que explicar por qué.

La contaminación visual del paisaje

Eduardo D. Vicente
La Voz

Si uno se coloca delante de la estación del tren, pegado al costado del Preventorio, volverá a toparse con una realidad que nos ha acompañado como si formara parte de nuestro carácter colectivo: el desarraigo por nuestro patrimonio. Daña la vista mirar al viejo edificio de la estación, que intenta resurgir de sus cenizas con una profunda rehabilitación, custodiado a sus espaldas por dos gigantes de hormigón que de la noche a la mañana se han convertido en los rascacielos de Almería. No sé si habrá pisos más altos, pero lo que sí es seguro es que pocos van a causar el impacto visual que esta nueva urbanización está provocando sobre uno de los tesoros de nuestro pasado. La estación, por abandonada que haya estado, por insignificante que parezca desde que dejó de recibir a los viajeros, es el símbolo más importante de nuestro progreso, la última huella de aquel sueño cumplido cuando a finales del siglo diecinueve todas las aspiraciones de la ciudad y su provincia pasaban por el ferrocarril que nos tenía que sacar del aislamiento.

Viendo el desaguisado, uno llega a la conclusión de que hemos progresado muy poco o casi nada en temas de concienciación urbanística, que detrás de las buenas palabras y de las grandes intenciones políticas, sigue prevaleciendo el negocio al precio que sea. Solo de esta forma se puede explicar que la ciudad haya mirado para otro lado y haya permitido este tipo de construcciones en un escenario que tenía que ser sagrado.

Si usted se sube a los miradores históricos de la ciudad, como la Alcazaba y el Cerro de San Cristóbal, volverá a chocar con el impacto visual de estos rascacielos que sobresalen del resto de edificios como un gigante en Lilliput. El derribo del almacén del mineral, conocido popularmente como el Toblerone, nos abrió una ventana a la esperanza, pensando que de verdad esos terrenos entre la estación y el mar iban a ser aprovechados para el bien de la ciudad y que todos íbamos a salir ganando.

Pero la realidad nos vuelve a abrir los ojos ante una pesadilla que no tiene nada que desmerecer a las agresiones urbanísticas que sufrió Almería a finales de los años sesenta y en la década siguiente. Seguimos viviendo en el todo vale y seguimos confundiendo el negocio con el valor. Estamos tan acostumbrados a la contaminación visual de nuestro patrimonio histórico que cuando surge un nuevo elemento perturbador ya ni nos damos cuenta. Basta darse una vuelta por el casco histórico para encontrarse con cientos de ejemplos de contaminación paisajística, desde grandes edificios a cableados.

En la calle Velázquez, pegado a los muros de la Catedral, sigue en pie el edificio de la librería Pastoral, que el Obispado de Almería levantó en los años sesenta para competir en altura con la torre de la campana. Qué decir de los edificios que se construyeron a la espadas del Palacio del Obispo o de los que rodearon la fachada de la iglesia de San Sebastián.

Un capítulo aparte merece el Paseo, que dejó de ser la avenida más hermosa de la ciudad para transformarse en un galimatías despersonalizado en el nombre del santo negocio. Parecía que todos estos errores podían servir para algo, pero sesenta años después de que empezáramos a destruir el alma de Almería, seguimos cometiendo errores parecidos. El tiempo juzgará a sus responsables.

Una revolución fiscal para Almería

Ramón Fernández-Pacheco
Alcalde de Almería

El recorrido de la pandemia está dejando claras dos cosas: la primera es que en el futuro, seremos recordados por lo que hicimos durante este tiempo por los demás. Y la segunda es que la mejor manera de responder a esta crisis no son las palabras, sino los hechos. Así lo hicimos con el Plan Reactiva 20, el conjunto de medidas sociales, fiscales y administrativas planteadas por el Ayuntamiento a lo largo de este año  como respuesta a la emergencia social y económica con un único objetivo: salvar proyectos de vida. Pero queremos dar un paso más en ese camino.


Hace unos días presenté un adelanto de lo que pronto cobrará la forma de un nuevo plan de ayudas, el REACTIVA 21, que formará parte de la hoja de ruta económica que el Ayuntamiento de Almería va a seguir a lo largo del próximo año, y que viene a ampliar y reforzar los objetivos de todas las medidas que hemos puesto en marcha hasta ahora. Y estamos hablando de una auténtica revolución fiscal al servicio de las personas, colectivos y sectores que peor lo están pasando en Almería por culpa de esta crisis. Un conjunto de medidas, alguna de ellas jamás puestas en marcha, que van a tener un efecto inmediato en la economía familiar de miles de almerienses, que van a tener un alcance de dos millones de euros a los que hay que sumar otros tres millones en ayudas directas a sectores afectados.

En 2021, ningún hostelero almeriense con terraza tendrá que pagar un solo euro por las tasas por ocupación de vía pública de sillas, mesas y veladores

En total, cinco millones. Es la primera vez que se ponen en marcha en Almería alguna de estas medidas, que son fruto no solo de una decisión política, sino del trabajo eficaz de muchos técnicos y trabajadores municipales, así como de las aportaciones de sectores profesionales almerienses y la colaboración de todas las formaciones políticas de la Corporación Municipal: PP, PSOE, VOX, CS y PODEMOS. Y gracias a ese consenso, que espero que también se vea reflejado en la aprobación del importantísimo Presupuesto de 2021, vamos a ampliar la rebaja del 50% de la tasa de basura que aprobamos durante el confinamiento para la hostelería y las actividades vinculadas al turismo, a todas las actividades comerciales, empresariales y profesionales. En 2021, ningún hostelero almeriense con terraza tendrá que pagar un solo euro por las tasas por ocupación de vía pública de sillas, mesas y veladores.

En 2021 el Ayuntamiento reducirá al 50 % tasa por Licencia por Apertura de nuevos Establecimientos. Ampliaremos la rebaja del 30% aprobada en la Tasa de Mercadillos para 2021 hasta el 50%, además de incluir un paquete de ayudas directas a Vendedores Ambulantes. En 2021 será más barato hacer obras de reforma en viviendas y comercios porque vamos a reducir en medio punto el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras, lo que tendrá una incidencia en la cuota del 12,5%. Seguiremos manteniendo la posibilidad de solicitar en plazo el fraccionamiento de pago sin intereses en tres meses del período de pago voluntario. Mantendremos el Plan de Pronto Pago a Proveedores y activaremos un Plan de Ayuda a Emprendedores que quieran iniciar un nuevo negocio, cediendo locales comerciales de la Empresa Municipal Almería XXI, con carencia de 5 años y facilidades de compra en el futuro.

A estas medidas se van a añadir, en cuanto tengamos el Presupuesto, iniciativas de corte social para evitar y corregir situaciones de vulnerabilidad familiar y ayudas directas y bonos de consumo al Comercio, Sector turístico, Academias y centros de educación complementaria, Locales de ocio infantil, Locales de ocio nocturno, Feriantes, Hostelería y Taxi. Sé que estas medidas no solucionan la vida de nadie, pero sí sé que son un paso más que todos damos en el camino hacia la salida de la crisis. Y si vamos todos juntos, saldremos antes de esto.

¿Es Biden una mejor opción para los intereses españoles y almerienses?

Diego Martínez Cruz
Founder & CEO at Cuellar Architecture USA, LLC

Analizando en detalle el estado de las exportaciones de Almería al mercado norteamericano, observamos que hay dos grandes sectores que son los protagonistas: por un lado, el sector de productos industriales y tecnología, y por otro, el sector agroalimentario. Con lo que respecta al primero, es el más importante para Almería en lo que exportaciones a EE. UU. se refiere.


Las cifras de exportación de bienes clasificados en este sector han ido en aumento año tras año de manera significativa. Este sector apenas ha sido perjudicado por la subida de aranceles impuesta por la administración Trump, hecho que está en coherencia con el buen crecimiento desarrollado en los últimos años.

Por otro lado, está el sector agroalimentario. Es el segundo más importante en Almería en cuanto a exportaciones a EE. UU. se refiere. La cifra de exportación de este sector creció significativamente entre los años 2013 y 2015 pero luego tuvo una recaída en los años 2016 y 2017 para luego recuperar los niveles de 2015 en los años 2018 y 2019. Si bien es cierto, mirando en detalle los datos de exportación mes a mes, que se puede ver una caída a finales de 2019, justo después de que la subida de tasas arancelarias fuera aplicada por el gobierno americano. Además, mirando los datos mensualizados de 2020, se deja entrever que este año volverá a haber una bajada significativa en los números de exportación con respecto al año pasado. 

Ninguno de los mayores expertos en economía y comercio internacional americano se aventura a decir algo concluyente sobre el futuro de la “guerra arancelaria” abierta por Donal Trump contra gran número de países de todo el mundo

Por tanto, siendo optimista y considerando que la futura llegada de Joe Biden a la Casa Blanca conlleve algún tipo de vuelta atrás en la política de tasas arancelarias que impactan a productos europeos y españoles, es coherente pensar que el sector agro almeriense pudiese recuperar otra vez la tendencia creciente durante los próximos años. Si bien es cierto que la situación actual es una incógnita y ninguno de los mayores expertos en economía y comercio internacional americano se aventura a decir algo concluyente sobre el futuro de la “guerra arancelaria” abierta por Donal Trump contra gran número de países de todo el mundo.

Finalmente, es importante destacar que incluso aunque la nueva administración americana no eliminase los aranceles impuestos a ciertas exportaciones españolas de origen almeriense, se espera que la cifra de exportación de productos almerienses a EE. UU. siga aumentando ya que, hoy en día, el sector de productos industriales y tecnología tiene un peso, en valor de exportación, diez veces mayor que el agroalimentario y, como se citaba antes, este sector no se ha visto afectado por las subidas arancelarias tomadas por el gobierno americano saliente.

El porqué de las cosas

José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería

El ritmo de los acontecimientos, el trajín de la vida, hace que  nos paremos poco a reflexionar sobre el porqué de las cosas. Esta semana, el presidente de la Junta de Andalucía ha inaugurado el Hospital Materno Infantil –tras su decisión de cerrar, unos días antes, el hospital de la Cruz Roja– y allí le preguntaron que para cuándo el hospital de Roquetas. ¿Se han preguntado por qué ha inaugurado ahora el Materno Infantil? ¿Por qué ha cerrado el Hospital de la Cruz Roja? ¿Por qué no han empezado aún el hospital de Roquetas de Mar? Vamos a acercarnos al porqué de estas cosas.

Hospital Materno-Infantil

Para situarnos, recordemos que el Hospital Materno Infantil está en funcionamiento desde diciembre del año pasado, gracias a las obras que ejecutó y concluyó –tras sortear la anterior crisis económica– el gobierno de Susana Díaz. Ahora, un año después de la apertura del Materno Infantil, en el peor momento de la pandemia en Andalucía y en Almería, cuando la sanidad vive un absoluto caos, el presidente andaluz decide montar el ‘show’ de la inauguración del Materno para tapar su mala gestión sanitaria. 

Cerrar un hospital como el de la Cruz Roja en plena pandemia no se le ocurre ni al que asó la manteca, salvo al presidente del Gobierno andaluz

Por otra parte, cerrar un hospital como el de la Cruz Roja en plena pandemia no se le ocurre ni al que asó la manteca, salvo al presidente del Gobierno andaluz. ¿Y por qué lo cierra Moreno Bonilla? Para ahorrarse personal. Trasladan el personal de la Cruz Roja a Torrecárdenas, se reorganizan y dejan de contratar a más de 100 profesionales de manera permanente para Almería. Ese es el porqué del cierre de la Cruz Roja.

De otro lado, está el porqué no han empezado el hospital de Roquetas de Mar desde que se firmó el primer protocolo allá por 2005. Todos los concejales de la oposición han pedido que el alcalde, Gabriel Amat, lo explique en un pleno extraordinario: a ellos y a los vecinos del municipio. Aún no lo ha convocado. Roquetas de Mar, a día de hoy, no tiene hospital porque en 15 años Amat no ha querido, como lo demuestra el que, a la empresa que tenía que darle el dinero al Ayuntamiento para construirlo, a cambio de beneficios urbanísticos, nunca le han exigido las garantías económicas para responder puntualmente de esta obligación.

Gabriel Amat nunca ha licitado la construcción del hospital, como había firmado que iba a hacer y llegó a presupuestar. No ha reclamado en una década pago alguno a la empresa, ni siquiera el dinero gastado en el proyecto del hospital, que había firmado que lo pagaba la empresa, y no ha adquirido en 15 años todos los terrenos para construir el hospital. ¿Por qué? Tendrá que explicarlo y, entonces, tal vez estemos más cerca de conocer el porqué de las cosas. 

¿Han sido Murcia y Granada aliadas de Almería?

Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

Si hasta el invierno adelantado del siglo XX los almerienses con posibilidades tenían en Granada y Murcia las capitales donde comprar y vender, estudiar una carrera universitaria, curarse una enfermedad complicada o informarse de lo que sucedía en España y en el mundo, y los almerienses pobres solo veían en Barcelona o más allá de los Pirineos la tierra prometida que podía quitarles el hambre que aquí padecían, ¿quienes pensaban en aquellos tiempos de grisura en Almería?

Como sostiene nuestro premio Príncipe de Asturias, Ginés Morata, la vida es una acumulación de azares. Y fue el azar el que provocó que mi llegada a Almería en el verano del 79 fuese motivada por la inquietud permanente de Enrique Martínez Leyva con su aventura equinoccial en la revista Almería Semanal y por la inexistencia en la provincia de un corresponsal de El País, entonces y ahora el principal periódico español. 

Llegaba yo a aquella Almería con poco conocimiento, pero mucha vocación por aprender. Y lo primero que aprendí es que iba a desarrollar mi trabajo en una provincia mediáticamente colonizada. Hasta entonces, para El País, las noticias que tenían en Almería su origen dependían de las corresponsalías del periódico en Granada y, a veces, desde Málaga. Esa fue mi entrada en el atractivo laberinto de interrogantes sobre las diferentes y demasiadas veces asfixiantes dependencias de una provincia en la que sus habitantes tenían un sentimiento de pertenencia burocrática, pero no de identidad emocional. No podían tenerla. El viento de los días pasados todo (o casi todo) lo borra, pero conviene no olvidar, como con excelente memoria recuerda el periodista Antonio Torres en alguno de sus libros sobre la historia de la comunicación, que, hasta pasar los umbrales de la década de los ochenta, los almerienses escuchaban la radio pública -las privadas solo se sintonizaban en la capital y poco más- por las ondas que llegaban del centro emisor del sureste en Murcia, veían la televisión que difundía el repetidor alicantino de Aitana y, cuando la dependencia televisiva cambió de sede y viajó hasta Sevilla, Telesur programaba las noticias de la provincia con hasta 48 horas de retraso. 

En aquel tiempo Almería era un territorio colonizado por el academicismo granadino y el mercantilismo murciano, un territorio sin personalidad propia configurado por comarcas tan distantes y tan distintas que, quienes las habitaban, se sentían más murcianos o granadinos que almerienses. Almería era poco más que la capital y limitaba al norte con Las Lomas, al sur con el mar, al este con La Cañada y al oeste con El Cañarete. Más allá de tan estrechos límites solo existía una geografía desértica separada por carreteras tercermundistas y una concepción aldeana en la que la vida y los años transcurrían lentamente recorriendo los escasos metros, casi siempre de tierra y olvido, que separaban las esquinas de las calles del campanario de las iglesias. Los almerienses que vivieron aquellos años de colonización y periferia, de explotación comercial y soledad social, saben cuánto y de qué manera dependíamos de nuestros vecinos. 

Afortunadamente esa dependencia saltó por los aires cuando un puñado de personas cayeron en la cuenta de que la historia se puede cambiar, que la utopía de hoy es la realidad de mañana. Los almerienses rompieron las cadenas, comenzaron a andar por sus propios pies y la dependencia acabó en el pudridero de la historia. Si en 1975 Murcia ocupaba el puesto 22 en el ranking del PIB per cápita y Almería en el 40, en 2017 las posiciones habían cambiado y Almería se situaba en el puesto 29 y Murcia en el 30. 

Pero este cambio de posición tan radical no se ha producido con la colaboración activa de nuestros vecinos. La conexión por la A-92 de la capital almeriense se inauguró once años después de que esa autovía llegara a Guadix: el tramo de la autovía del Mediterráneo entre el Poniente y Puerto Lumbreras se abrió al tráfico casi dos años antes que el tramo entre ese municipio y la capital murciana, y las aguas que llegan al Levante almeriense del trasvase del Tajo son una mínima parte, solo 15 hectómetros, en comparación con los casi 300 que llegan a la huerta murciana. Para qué seguir.

Almería era una colonia, un territorio marginal. Nunca contamos con ayuda de nadie; tampoco con su obstrucción (¿o sí? Piense el lector lo que quiera). Hoy todo es distinto. Como señalaba con acierto el presidente de la Diputación en una conversación que mantuvimos hace apenas unos días, a los almerienses nadie nos ha regalado nada. Todo lo hemos conseguido por nosotros mismos. Y así seguirá siendo.

Granada y Murcia están muy cerca. Pero en cuestiones como las comunicaciones o el agua, tan vitales para nuestro desarrollo, demasiadas veces han estado muy lejos. Es el castigo que padece quien durante decenios ha sido mirada como una colonia. Hasta que en el atardecer del siglo XX los almerienses dijeron Basta. Y ahí están los resultados.

Lo que Almería necesita

Juan Carlos
Pérez Navas

Inmersos en la ola de expansión del virus en gran parte de Europa y sufriéndolo en Andalucía de una manera mucho más grave y descontrolada, por la falta de anticipación y de medidas que lo frenaran por parte del Gobierno andaluz, el mes de octubre lo hemos despedido con incertidumbre y zozobra en lo sanitario, con récord de contagios en nuestra comunidad, pero con signos de esperanza en otros ámbitos. Si bien el virus ha impactado en la mayoría de nuestros sectores económicos, la actitud decidida del Gobierno de la nación para mitigar sus efectos nos llevaba a conocer el jueves la mayor subida experimentada por el PIB, con un crecimiento del 16,7 entre julio y septiembre, además unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de país, que suponen una gran oportunidad y que también se presentaban la pasada semana.

Estamos ante unos PGE indispensables para la recuperación económica y que para Andalucía y para Almería son históricos, ya que contemplan inversiones reales que se corresponden, por primera vez, con el peso de la población andaluza, que supone un 17,7% del total nacional. Estos Presupuestos supondrán la llegada de 600 millones de euros más con respecto al último presupuesto del 2018 y provocarán un cambio de rumbo en el modelo productivo, impulsando la recuperación económica y reforzando las políticas sociales.

Estos presupuestos, además de ser los idóneos para la recuperación del país, son los que Almería necesita, al centrarse en las fortalezas que requieren de mayor inversión

Pero si hay algo que destacar y celebrar en nuestra provincia es, sin duda, que estos presupuestos, además de ser los idóneos para la recuperación del país, son los que Almería necesita, al centrarse en las fortalezas que requieren de mayor inversión, tras los años de sequía que sufrimos con los gobiernos de PP y que llegaron a la humillación, cuando en su último presupuesto, nos llevaron a cifras ridículas de 80 millones de euros de presupuesto y al último puesto en la tabla de la inversión por habitante de todo el país, lo que, sin duda, lastró para varios años nuestra economía y nuestra competitividad.

En el marco innegable de una crisis sanitaria, los presupuestos para Almería suponen una oportunidad única para hacer frente a los desafíos que teníamos pendientes y permiten actuar con una nueva hoja de ruta ambiciosa y clara en las infraestructuras y las comunicaciones, además de apostar por resolver el problema del agua, con inversiones que se quedaron relegadas en años del PP.

Matarí se  han puesto a exigir explicaciones y a dudar de estas inversiones, por la simple razón de que, en su momento, no fueron capaces de defender ninguna inversión para Almería

Estamos ante una escalada inversora que preparará a Almería de cara a los próximos 20 años, situándola como una de las provincias más competitivas en agua y comunicaciones, gracias a estas inversiones y a las que se comprometen para futuros presupuestos, lo que convierte a éstas en una cuentas de luces cortas, en la medida en que compensan el déficit de años anteriores, pero también de luces largas porque nos sobrefinanciarán hasta el 2025. He ahí la razón de la desesperación del PP y de sus portavoces, como Matarí, que se  han puesto a exigir explicaciones y a dudar de estas inversiones, por la simple razón de que, en su momento, no fueron capaces de defender ninguna inversión para Almería y únicamente callaron y tragaron ante la humillación a la que sometieron a Almería en los años de gobierno ‘popular’.

La inversión en AVE, la mayor de España, está llamada a cambiar el rumbo de Almería y a ser el empujón que necesitábamos definitivamente. Llegados a este punto, no hay excusas para que el PP no los apoye y esperamos, por lo tanto, que sus diputados se pongan, de una vez por todas, donde los ciudadanos necesitan que estén: junto a los intereses de los almerienses.

A cada santo su vela

José Luis Sánchez Teruel

Secretario General del PSOE de Almería

Ni Almería ni su Universidad llevan 25 años esperando la cesión del edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social –un inmueble del Estado, situado en el Paseo de la capital y utilizado por la Junta de Andalucía desde las transferencias autonómicas– para convertirlo en una sede de la Universidad en el centro de la ciudad.

Paseo de Almería (Loa)


¿Están llenas las hemerotecas de los periódicos de estos 25 años de noticias que se refieran a ese edificio del paseo como sede para la UAL? Pues no. Esa es una de las pruebas de esta mentira.

La Universidad de Almería no lleva 25 años reclamando el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social; 25 son los años que la Junta y el Estado llevan luchando por tener esas dependencias en el Paseo de Almería para sus servicios territoriales en Almería

La Universidad de Almería no lleva 25 años reclamando el edificio de la Tesorería de la Seguridad Social; 25 son los años que la Junta y el Estado llevan luchando por tener esas dependencias en el Paseo de Almería para sus servicios territoriales en Almería. Por lo tanto, mezclarlo con la aspiración de la Universidad de contar con una sede en el centro de la ciudad es no saber muy bien dónde se está, ni para qué. O quizás sí, ¿para mentir?

La Universidad siempre ha tenido la aspiración de contar con una sede en el centro de Almería y algunos rectores pensaron en el Hospital Provincial, en el edificio de Hacienda o en el Cuartel Militar, entre otros lugares. El actual rector pensó primero en la Escuela de Arte y después planteó al subdelegado del Gobierno de España en Almería, Manuel de la Fuente, en su primera reunión tras llegar Pedro Sánchez a la Moncloa, la opción del edificio de la Tesorería de la Seguridad Social en el Paseo, cuya planta superior visitaron una tarde de septiembre, allá por 2018. Manuel de la Fuente informó al rector de que la Junta de Andalucía tenía cedidas por el Estado desde los años 90 la planta baja y la primera y que iba a pedir su devolución al Estado para posteriormente ceder todo el edificio a la Universidad y que, así, esta hiciera realidad su aspiración de tener una sede en el centro de Almería. Ahí empezó toda la historia de la cesión del edificio de la Tesorería General de la Seguridad Social a la Universidad, en el verano de 2018, hace poco más de 2 años: ni 21, ni 24, ni 25 ni 26.

Fue hace poco más de dos años cuando el rector puso sus ojos en este edificio, que le enseñó Manuel de la Fuente, y ese es el tiempo que llevan Almería y su Universidad esperando a que la Junta de Andalucía le entregue al Estado las llaves de la primera planta y que el Consejo de Gobierno acuerde la devolución de la planta baja.

En los 17 años que lleva gobernando la derecha en la ciudad de Almería, ¿el Ayuntamiento ha movido solo un dedo para ceder un edificio a la UAL? ¿El Estado, en tiempos de Rajoy, actuó para ceder ese u otro edificio a la UAL?

En febrero de este año, el Partido Popular pretendió aparecer como el padre y la madre de la idea, apuntándose algo que no habían hecho y en cuya génesis nada habían tenido que ver. Ahora, ocho meses después, siguen sin hacer lo que a bombo y platillo dijeron que iban a hacer: devolverle unas llaves al Estado y tomar un acuerdo en el Consejo de Gobierno para devolverle una planta del edificio. En su desfachatez, incluso le atribuyen mérito al alcalde de Almería, cuando no ha movido ni un músculo para que la Universidad tenga una sede en el centro de Almería. Peor aún: en los 17 años que lleva gobernando la derecha en la ciudad de Almería, ¿el Ayuntamiento ha movido solo un dedo para ceder un edificio a la UAL? ¿El Estado, en tiempos de Rajoy, actuó para ceder ese u otro edificio a la UAL? ¿Se hizo algo en tiempos de Aznar? Evidentemente, la respuesta a todas estas preguntas es que no.

Tengo una amiga que siempre me dice que al santo que hay que  ponerle una vela se le pone y al que hay que quitársela se le quita. Pues eso.

Si mañana la delegada del Gobierno de la Junta de Andalucía entrega al Estado las llaves y el Consejo de Gobierno de Moreno Bonilla toma el acuerdo de entregarle la planta baja al Estado, nos alegraremos de ello. No nos molesta, al contrario: es lo que estamos deseando.

Almería avanza hacia 2030 con una estrategia de futuro compartido

Ramón Fernández-Pacheco
Alcalde de Almería

Las ciudades modernas no se construyen sobre las decisiones o designios de gobernantes políticos puntuales, sino desde la aportación del diálogo colaborativo entre los diferentes sectores que en ella viven y esperan desarrollar allí sus proyectos profesionales, personales o culturales. Esa es la línea de gestión que estoy desarrollando desde la alcaldía de Almería, porque entiendo que planificar el futuro de nuestra ciudad es un reto formidable cuyas respuestas no pueden planificarse en plazos de mandatos políticos o de cambio de alcaldía.

 

Por eso, a través de documentos que acabamos de presentar, como el esperado Plan Estratégico 2030 o el concurso de propuestas para el eje Paseo y Obispo Orberá, estamos ampliando ese horizonte de actuación pensando en una Almería dirigida desde criterios de liderazgo, de creatividad y con la vocación de convocar a todos sus habitantes en una visión compartida de sus fortalezas, para potenciarlas, y de sus debilidades, para corregirlas. Por tanto, estamos ante un documento histórico que va a marcar un antes y un después en el futuro de Almería, porque no sólo nos estamos dotando por primera vez de una hoja de ruta consensuada para mirar el futuro de nuestra ciudad, sino que estamos ante un punto de convergencia de ideas, proyectos y planificaciones que miran al mañana desde una óptica que hasta ahora no había sido aprovechada: la perspectiva que es capaz de repensar Almería potenciando la inteligencia de su territorio urbano. Estoy convencido de que no hay mejor estrategia de futuro para nuestra ciudad que dar el protagonismo que merecen a los colectivos profesionales y sociales para partir de una base de excelencia a la hora de redefinir su perfil urbano y consolidar nuestra identidad, activar sus redes sociales de cooperación e intercambio de iniciativas y desarrollar nuestro propio proyecto colectivo de futuro en las coordenadas que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptada por la ONU.

Quiero reconocer como se merece  la extraordinaria generosidad que han mostrado a los largo de los últimos meses casi cuatrocientos destacados profesionales y especialistas almerienses de ámbitos ajenos a la política a la hora de acordar una guía de proyectos y objetivos apasionantes y positivos

Ese es el espíritu con el que hemos trabajado para invitar a destacados profesionales a que presenten propuestas que nos puedan servir para orientar la necesaria e inaplazable actuación que debemos llevar a cabo en el Paseo, Puerta Purchena y Obispo Orberá para, desde una reflexión serena y ambiciosa, seamos capaces de apostar por lo que Almería se merece: por lo mejor. Del mismo modo, quiero reconocer como se merece  la extraordinaria generosidad que han mostrado a los largo de los últimos meses casi cuatrocientos destacados profesionales y especialistas almerienses de ámbitos ajenos a la política a la hora de acordar una guía de proyectos y objetivos apasionantes y positivos que permitan que Almería llegue a 2030 como una ciudad más saludable, más sostenible y con identidad propia. Una Almería con una vida trazada a la medida de las personas, con un inteligente respeto al medio ambiente y con una decidida apuesta por el comercio de proximidad. Un plan de acción a favor de las personas, del planeta y de la prosperidad de todos, que no tiene sello político ni personal porque es el Plan de todos los almerienses. Un Plan que tiene como objetivo hacer de Almería una ciudad cada vez más atractiva para vivir, para trabajar, para aprender y emprender. Por eso quiero invitar a toda la sociedad almeriense a sumarse a este esfuerzo sin precedentes, porque la recompensa merece la pena: una mejor Almería para todos.

Ciudad de Plazas

Ana Martínez Labella
Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Almería

Decía el alcalde, Ramón Fernández-Pacheco, esta semana durante la apertura de las propuestas premiadas en el concurso de ideas para la reordenación urbanística integral del Paseo de Almería, Obispo Orberá y su conexión con Puerta de Purchena que se trata de un espacio que es prácticamente el mismo que vivieron nuestros padres y abuelos. Y la Almería actual demanda cambios si queremos que el centro de toda la vida siga siendo el corazón de la ciudad. 



Ese es el objetivo con el que desde el Ayuntamiento promovimos este concurso: lograr nuevas soluciones para actuar en la zona con criterios urbanísticos, pero también emocionales. Así nació ‘Ciudad de Plazas’, de los arquitectos Miguel Martínez Castillejo y Pau Batallas Soriano, seleccionado como ganador para la reordenación de este espacio por un Jurado integrado por arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio.

Una de las principales aportaciones que realiza es la creación de plazas delante de edificios tan significativos y emblemáticos del Paseo y Obispo Orberá como el Teatro Cervantes, el Mercado Central, el edificio de Hacienda o el de la Delegación del Gobierno de la Junta, entre otros. Potenciando estos espacios, a modo de nuevos salones urbanos, surgirán nuevas zonas de esparcimiento y recreo, reforzando para ello la presencia de arbolado y generando, en definitiva, espacios públicos que permitan, no solo el paseo y la estancia del peatón, sino también un impulso económico de la zona. Junto al mayor protagonismo de los viandantes, el proyecto sugiere reducir “al mínimo” la sección ocupada por vehículos, reservando este espacio a transporte público, suministros, emergencias y acceso de vecinos. 

No es el proyecto definitivo, más bien es “una guía para la reflexión conjunta y constructiva sobre el futuro de la ciudad”, como señalaba el alcalde, para encontrar la mejor solución a las diferentes necesidades que confluyen en nuestro Paseo, necesidades diversas pero coincidentes en lo fundamental: buscar siempre lo mejor para Almería.

Plaza Vieja: buenas noticias para los vecinos de Almería

Gerardo Roger Fernández
Arquitecto

El resultado del auto del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía comunicado el jueves pasado con relación a los recursos contenciosos presentados contra la aprobación de una Modificación de nuestra Plaza Vieja por el Ayuntamiento de Almería, recursos interpuestos por representantes de la totalidad de las instituciones almerienses como son la política (el PSOE), la ciudadana (el arquitecto-urbanista que suscribe) y estando a la espera de la respuesta, la institución cultural (diversas Asociaciones Vecinales), supone una más que excelente noticia para todos los almerienses de buena fe que vienen defendiendo la integridad y el respeto a la mejor tradición histórica y cultural que representa el liberalismo y la defensa de las libertades amparadas constitucionalmente desde 1.812 y que se materializa simbólicamente en la presencia del Pingurucho erigido precisamente en la Plaza de la Constitución, en nuestra Plaza Vieja.

Plaza Vieja (Loa)


Con relación a mi recurso, el auto del Tribunal Superior de Justicia Andaluz procede a suspender la aprobación municipal de la Modificación de la Ordenación de la Plaza Vieja concretándola en la prohibición del desplante y traslado de los árboles presentes en la Plaza. Con respecto al Pingurucho, la Sala aduce que al no contemplarse explícitamente en el documento de la Modificación el desmontaje y traslado del monumento, no puede manifestarse sobre la suspensión de una actividad “inexistente” en el documento.

No obstante, la sorprendente y más que cuestionable resolución municipal  relativa a la contratación del desmontaje y traslado del Pingurucho al Parque Nicolás Salmerón reclama y da pie a una nueva y responsable impugnación, ahora sobre la base de un documento que ya tiene como protagonista el monumento y, por tanto, ya se puede reclamar con todos los argumentos a favor contra la singular decisión adoptada por el Ayuntamiento y solicitar la suspensión cautelar de las actuaciones previstas relativas al desmontaje y a su “destierro” de la Plaza Vieja.

En cualquier caso, la suspensión de la aprobación de la Modificación de la Plaza y del traslado de su arbolado por los tribunales de justicia comporta la paralización de las actuaciones que de esa Modificación se derivan, como por ejemplo el Proyecto de ejecución de las obras de urbanización recientemente aprobado, por cierto también de tramitación jurídica muy cuestionable y que seguramente será impugnado por ello, así como también “revive” la ordenación jurídico-urbanística del Plan General vigente antes de la Modificación, volviendo a dar vigencia a la disposición actual de la Plaza, incluido el Pingurucho.

En fin, este auto judicial supone una magnífica noticia para los almerienses amantes de la historia y de la cultura urbana y si se me permite la licencia retórica, para los “ciudadanos de orden”. Asimismo, también comporta una excelente oportunidad para el equipo de gobierno municipal a manera de una invitación a reflexionar de manera sosegada y a rechazar empecinamientos irracionales que solo llevan a situaciones y escenarios sociales y urbanísticos insostenibles y nada deseables. Ojalá así ocurra, pues si así fuera supondría otra muy buena noticia en este caso para nuestra ciudad y para la satisfacción de sus vecinos.

El debate del estado de la ciudad

Miguel Cazorla

Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almería 

Hemos propuesto al equipo de Gobierno convocar próximamente –en este último trimestre del año- el Debate sobre el Estado de la Ciudad. Cabe subrayar que, según el Reglamento Orgánico de Funcionamiento del Pleno (ROF), dicho debate debe convocarse al menos dos veces durante el periodo de cuatro años que dura la corporación municipal; uno, en la primera mitad del mandato, y otro en la segunda mitad. Pero esto es algo que rara vez han cumplido los equipos de Gobierno del PP. De hecho, el último se celebró hace más de tres años.

Ayuntamiento de Almería


Se trata de lograr un Ayuntamiento más transparente y participativo, es decir, más democrático, además de tratar a fondo los problemas más acuciantes de nuestra ciudad, que no son pocos. Hay que afear la táctica del avestruz que pone en práctica el equipo de Gobierno ante algunos males endémicos de Almería, como el galopante problema de suciedad que padecen prácticamente todos los barrios, la preocupante falta de inversiones en algunos de ellos, como, Los Molinos, Bellavista, Pescadería o El Alquián, sin dejar de lado el muy mejorable estado de conservación y puesta en valor de enclaves y edificios históricos, para lo cual volvemos a reclamar la ampliación del Catálogo de inmuebles protegidos y la puesta en marcha del Consejo Municipal de Patrimonio, creado en 2016 y ninguneado desde entonces.

Proponemos la celebración del Debate sobre el Estado de la Ciudad con carácter anual

Es bueno que el Pleno reflexione sobre estos y otros asuntos fundamentales para el buen progreso de la ciudad, con varios retos futuros muy importantes para Almería, pero de los que poco o nada se sabe, como qué va a pasar con la antigua estación de tren, qué plazos e inversiones se manejan para desarrollar en su totalidad el Puerto-Ciudad, qué va a pasar finalmente con la peatonalización del centro, qué actuaciones se están estudiando para revitalizar nuestro decaído casco histórico, o cómo se va a actuar para agilizar obras malditas como la reforma de la Casa Consistorial, el paseo marítimo o el soterramiento. Proponemos la celebración del Debate sobre el Estado de la Ciudad con carácter anual.

Almería es líder en multas por el estado de alarma

Simón Ruiz
La Voz

⏩ Almería es la provincia con la tasa de denuncias por cada 1.000 habitantes más alta en toda España durante el pasado estado de alarma, que se extendió desde mediados del mes de marzo hasta 20 de junio por la pandemia del coronavirus. El dato se ha conocido a través de una respuesta que el Gobierno de la Nación acaba de enviar al senador valenciano Carles Mulet, de Compromís. En  una iniciativa similar, dos senadores del PSOE, Miguel Ángel Heredia (Málaga) y Antonio Martínez (Almería), han señalado que también destaca en los indicadores nacionales la comunidad de Andalucía.

Policía Nacional en el Paseo Marítimo  (Loa)

Una vez finalizado el estado de alarma, con la movilidad solamente autorizada para casos muy excepcionales, Mulet tuvo acceso a datos provinciales sobre el número de detenidos y expedientes sancionadores por provincias. Ahora, en otro informe remitido desde el Ministeroo del Interior, se han añadido también las cifras aportadas por las policías autonómicas y locales de 103 municipios de Almería. 
En concreto, en la provincia, en el periodo antes citado se interpusieron un total de 26.256 denuncias y se detuvo a 208 personas.
La media nacional de denuncias de sanciones durante el estado de alarma es de 26 infracciones, 11 menos que en Almería
Ese registro arroja una cifra aproximada de 37 denuncias en la provincia por cada 1.000 habitantes empadronados. Una tasa que solo es superada en el conjunto de España por las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero con muchísima menos población que Almería. La media nacional de denuncias de sanciones durante el estado de alarma es de 26 infracciones, 11 menos que en Almería. Por debajo de Almería se sitúan otras provincias del Levante español, como son Valencia y Alicante, aunque con indicadores similares.

Del mismo modo, el Ejecutivo de la Nación ha detallado qué número de expedientes sancionadores ha instruido cada cuerpo o fuerza de seguridad y las detenciones llevadas a cabo por sus agentes en los casi 100 días de confinamiento. 
Así las cosas, en el ámbito concreto de la demarcación de la Guardia Civil de Almería, en ese periodo se elevaron un total de 17.837 propuestas de sanción y hubo hasta 131 detenciones.

En este sentido, este periódico ya se avanzó que una de las causas de esas elevadas cifras podría situarse en que en la provincia estaba permitida la movilidad de trabajadores del sector agroalimentario, aunque con limitaciones al número de personas que podían viajar en un mismo vehículo. La Junta ofreció rutas en autocar para trabajadores del sector del manipulado y de los invernaderos. En números absolutos, Almería fue la provincia andaluza con más denuncias en toda la comunidad.

En otra respuesta parlamentaria al senador Carles Mulet, de Compromís, el Gobierno de la Nación ha informado que, entre mediados del mes de marzo y mediados de junio de este año, se han instruido 4.537 atestados por agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.

En la provincia de Almería se encuentran la comisaría provincial, con sede en la capital, y la de El Ejido. Los agentes de ambos centros del Cuerpo Nacional de Policía interpusieron 6.212 sanciones, pendientes de confirmar posteriormente por la autoridad competente. Hubo un total de 46 arrestos.

El resto de cifras tiene que ver con las actuaciones llevadas a cabo durante el estado de alarma en Almería por los agentes de la Unidad Adscrita de Policía Autonómica y las policías locales de hasta 103 municipios. 2.207 propuestas de sanción y 31 detenciones es el balance de ambos cuerpos de seguridad en la provincia, según Interior.

El problema del Barranco Caballar

Encarni González
Asociación Chanca Pescadería a Mucha Honra

⏩ El Barranco del Caballar se encuentra en la parte norte del barrio de la Chanca Pescadería (Almería), arriba de la Avenida del Mar (antes Rambla de la Chanca y de Maromeros), haciendo esquina en el Sur con el Parque y desembocando en el mar y puerto. Por el norte es el entorno de la Alcazaba que se asoma al puerto y se divisa perfectamente desde su Torre de la Pólvora.


Barranco Caballar (Loa)

Lo que hoy denominamos Barranco y asimilamos a vertedero ilegal (porque lo es todo depósito de basuras o residuos que no es legal) consiste en una cuenca rectangular de gran altura y pendiente, y que ha quedado en la parte norte de la Avenida del Mar y del barrio, entre la Curva que va a calle Chamberí y Mesón Gitano y la zona montuosa del barranco, tras sufrir varias transformaciones y obras a lo largo de la historia de la ciudad y por diferentes Administraciones oficiales, por no decir todas.
Esta cuenca o depósito ilegal de basuras ha sido objeto de reclamaciones varias a las administraciones almerienses para su limpieza, y la última hasta al Defensor del Pueblo Andaluz
Esta cuenca o depósito ilegal de basuras ha sido objeto de reclamaciones varias a las Administraciones almerienses para su limpieza, y la última hasta al Defensor del Pueblo Andaluz, interpuesta por la Asociación Chanca Pescadería a Mucha Honra, que ha finalizado con una limpieza y retirada de varias toneladas de residuos en su cauce y un gasto de 17.780 euros, por parte de la concejalía del Ayuntamiento de Almería, en noviembre de 2019. Habían pasado 3 años desde la última vez y 5 de la anterior.

El gran problema de esta cuenca urbana es que la acción de los incívicos de arrojar basuras y enseres no se detiene y acumula de nuevo basuras infectas y peligrosas. Esto plantea de forma irremediable una solución definitiva. Agotada la campaña de concienciación ciudadana o no existente, en este cauce y en otros de la ciudad, se antoja que ha de tomarse una medida integral y firme, como sería su tapado o soterramiento para eliminar de forma definitiva el tener al alcance de viviendas próximas y caminos un gran recipiente de basuras que pone en peligro y condena a toda la población del barrio y de la ciudad.

Para poder entender y justificar su total soterramiento y allanado hay que remontarse a la historia de las muchas ramblas de Almería, que al estar en entorno urbano y muy poblado, han tenido sus encauzamientos y hasta tapado. Como así son las de Gorman o calle la Reina, la de calle Real, la de Belén, Alfareros, Iniesta o la actual Rambla antes del Obispo.
El problema de las riadas en las ramblas ha sido una constante en las obras civiles de los arquitectos municipales, incluido Trinidad Cuartara (1871-1912), que dedicó su vida laboral a encauzarlas y domarlas
El problema de las riadas en las ramblas ha sido una constante en las obras civiles de los arquitectos municipales, incluido Trinidad Cuartara (1871-1912), que dedicó su vida laboral a encauzarlas y domarlas. Y especialmente esta de la Rambla de la Chanca dio muchos problemas en el pasado, pues sus arrastres iban taponando los fondos del puerto, y además de dejar aislada a la población del barrio, causaba dragados costosos y rompía toda obra de los cantiles del muelle. Esta es la razón de que la antigua Junta de Obras del Puerto invirtiera en su presupuesto para arreglos de la Rambla, incluidos reformas en Avenida del Mar y hasta depósito de aguas en el mismo barranco, que existe en la actualidad.

Se deduce de estas obras (entre Ayuntamientos, PERIS de la Junta y actual Autoridad Portuaria) a lo largo de su historia que se ha atajado el problema a medias. Pero no se ha solucionado al completo, dejando esta abertura amurallada y rectangular como gran contenedor gigante para incívicos y escombreros (orgánico, enseres domésticos, bolsas negras de residuos de las marihuanas y que están por toda la ciudad, material de obra…), y sujeto eternamente a confrontaciones entre partidos y sociedad por sus competencias y acusaciones injustas de incivismo a un barrio entero.

Este barrio y otros, incluidos los del centro histórico y administrativo, ya están cansados de recibir los mismos insultos y frases recurrentes, pero no se atiende a un estudio serio de solución definitiva ni a lo más importante, que no es ya lo estético, sino estas amenazas reales:

-El peligro de nuevas riadas por taponamiento del cauce y desbordamiento, como así ha ocurrido con pérdida de vidas y desastre urbano en una avenida donde hay tres centros de enseñanza y decenas de viviendas plurifamiliares.

-Incendios de los residuos en el barranco, que es tóxico y un gran peligro frecuente.

-Propagación de plagas de mosquitos, pulgas y grandes roedores.

-Degradación del entorno natural y montañoso, por efecto llamada de escombros en la zona. 

De poco sirve además que los habitantes cumplan con sus deberes cívicos de limpieza, que son siempre la mayoría, y por el contrario tengan sobre sus cabezas y casas este peligro sanitario y medioambiental que nadie ataja.

CONCLUSIONES

El fin de este artículo, además de dar a conocer “el problema”, es concienciar sobre “de quién es el problema”. En el pasado han sido las Administraciones y distintos Ayuntamientos, y en la actualidad se deja la responsabilidad y riesgo sanitario de vecinos a su suerte, a una limpieza costosa cada lustro y a una criminalización permanente, siendo un problema de toda la ciudad y que han de atajar sus gestores. Con planes, con reuniones, con soluciones medioambientales y hasta con mociones municipales que aborden el tema. Se propone el soterrado y recuperar el espacio como vía urbana con sus servicios de contenedores y recogidas diarias, baldeo y limpieza. Como en el resto de la ciudad y no más.

Por otra parte, y no menos importante, resta añadir que se encuentra actualmente la ciudad de Almería inmersa en varios planes de recuperación y puesta en valor de su paisaje y patrimonio histórico, con proyectos específicos y en el punto de mira de los organismos europeos, que hacen llegar sus fondos económicos  y auditan sus gastos (o deben hacerlo). Como son el Plan Turístico de Grandes Ciudades, Plan Estratégico 2030, Mesón Gitano y entorno… En todos ellos se atiende a este espacio del entorno Alcazaba y precisamente es el Barranco Caballar el camino por el que acceden cientos de visitantes a conocer las Canteras históricas del barrio que ya son BIC. Además de a los cortijos centenarios de su cauce superior y su camino hacia la Molineta con un paisaje plagado de casas-cueva históricas que son su pasado etnográfico, social y cultural.

La ciudad de Almería no puede seguir siendo un muestrario de sólo cuatro calles, sino que hay que pasearla y conocerla en su totalidad, levantar la vista y tomar la responsabilidad de su limpieza integral, eliminando estos puntos negros de basura y tapando esta herida infecta del Barranco Caballar.