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¿Han sido Murcia y Granada aliadas de Almería?

Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

Si hasta el invierno adelantado del siglo XX los almerienses con posibilidades tenían en Granada y Murcia las capitales donde comprar y vender, estudiar una carrera universitaria, curarse una enfermedad complicada o informarse de lo que sucedía en España y en el mundo, y los almerienses pobres solo veían en Barcelona o más allá de los Pirineos la tierra prometida que podía quitarles el hambre que aquí padecían, ¿quienes pensaban en aquellos tiempos de grisura en Almería?

Como sostiene nuestro premio Príncipe de Asturias, Ginés Morata, la vida es una acumulación de azares. Y fue el azar el que provocó que mi llegada a Almería en el verano del 79 fuese motivada por la inquietud permanente de Enrique Martínez Leyva con su aventura equinoccial en la revista Almería Semanal y por la inexistencia en la provincia de un corresponsal de El País, entonces y ahora el principal periódico español. 

Llegaba yo a aquella Almería con poco conocimiento, pero mucha vocación por aprender. Y lo primero que aprendí es que iba a desarrollar mi trabajo en una provincia mediáticamente colonizada. Hasta entonces, para El País, las noticias que tenían en Almería su origen dependían de las corresponsalías del periódico en Granada y, a veces, desde Málaga. Esa fue mi entrada en el atractivo laberinto de interrogantes sobre las diferentes y demasiadas veces asfixiantes dependencias de una provincia en la que sus habitantes tenían un sentimiento de pertenencia burocrática, pero no de identidad emocional. No podían tenerla. El viento de los días pasados todo (o casi todo) lo borra, pero conviene no olvidar, como con excelente memoria recuerda el periodista Antonio Torres en alguno de sus libros sobre la historia de la comunicación, que, hasta pasar los umbrales de la década de los ochenta, los almerienses escuchaban la radio pública -las privadas solo se sintonizaban en la capital y poco más- por las ondas que llegaban del centro emisor del sureste en Murcia, veían la televisión que difundía el repetidor alicantino de Aitana y, cuando la dependencia televisiva cambió de sede y viajó hasta Sevilla, Telesur programaba las noticias de la provincia con hasta 48 horas de retraso. 

En aquel tiempo Almería era un territorio colonizado por el academicismo granadino y el mercantilismo murciano, un territorio sin personalidad propia configurado por comarcas tan distantes y tan distintas que, quienes las habitaban, se sentían más murcianos o granadinos que almerienses. Almería era poco más que la capital y limitaba al norte con Las Lomas, al sur con el mar, al este con La Cañada y al oeste con El Cañarete. Más allá de tan estrechos límites solo existía una geografía desértica separada por carreteras tercermundistas y una concepción aldeana en la que la vida y los años transcurrían lentamente recorriendo los escasos metros, casi siempre de tierra y olvido, que separaban las esquinas de las calles del campanario de las iglesias. Los almerienses que vivieron aquellos años de colonización y periferia, de explotación comercial y soledad social, saben cuánto y de qué manera dependíamos de nuestros vecinos. 

Afortunadamente esa dependencia saltó por los aires cuando un puñado de personas cayeron en la cuenta de que la historia se puede cambiar, que la utopía de hoy es la realidad de mañana. Los almerienses rompieron las cadenas, comenzaron a andar por sus propios pies y la dependencia acabó en el pudridero de la historia. Si en 1975 Murcia ocupaba el puesto 22 en el ranking del PIB per cápita y Almería en el 40, en 2017 las posiciones habían cambiado y Almería se situaba en el puesto 29 y Murcia en el 30. 

Pero este cambio de posición tan radical no se ha producido con la colaboración activa de nuestros vecinos. La conexión por la A-92 de la capital almeriense se inauguró once años después de que esa autovía llegara a Guadix: el tramo de la autovía del Mediterráneo entre el Poniente y Puerto Lumbreras se abrió al tráfico casi dos años antes que el tramo entre ese municipio y la capital murciana, y las aguas que llegan al Levante almeriense del trasvase del Tajo son una mínima parte, solo 15 hectómetros, en comparación con los casi 300 que llegan a la huerta murciana. Para qué seguir.

Almería era una colonia, un territorio marginal. Nunca contamos con ayuda de nadie; tampoco con su obstrucción (¿o sí? Piense el lector lo que quiera). Hoy todo es distinto. Como señalaba con acierto el presidente de la Diputación en una conversación que mantuvimos hace apenas unos días, a los almerienses nadie nos ha regalado nada. Todo lo hemos conseguido por nosotros mismos. Y así seguirá siendo.

Granada y Murcia están muy cerca. Pero en cuestiones como las comunicaciones o el agua, tan vitales para nuestro desarrollo, demasiadas veces han estado muy lejos. Es el castigo que padece quien durante decenios ha sido mirada como una colonia. Hasta que en el atardecer del siglo XX los almerienses dijeron Basta. Y ahí están los resultados.

Alfonso García quiere hacerse ahora con el Real Murcia


Ángela Moreno
La Opinión de Murcia

⏩ El Real Murcia nunca ha dejado de tener pretendientes. Ni una deuda mastodóntica, ni la caída a Segunda B, ni el riesgo de liquidación han espantado a posibles inversores. Raúl Moro, a finales de 2016, invertía 400.000 euros para hacerse con el control de un pequeño paquete de acciones que no le daban el poder. Mauricio García de la Vega sigue luchando porque le reconozcan como dueño del 10% del capital social. Y Víctor Gálvez, incluso sin títulos, intentó de todas las formas quedarse al frente de la entidad murcianista.

Real Murcia (Loa)

Ese interés por el club se ha acrecentado actualmente. Los trabajos realizados en el último año sobre todo en materia económica han elevado las posibilidades de supervivencia de un Real Murcia que el 2 de enero podría salir del concurso de acreedores después de los acuerdos a los que se están llegando y que incluyen una importante quita y un nuevo calendario de pagos. Una vez salvado ese obstáculo, y con una deuda postconcursal que apenas llega a los tres millones, el siguiente paso para alejar el riesgo de desaparición sería convencer a la Agencia Tributaria.
Alfonso García se ha postulado para tomar el control del Real Murcia y ya se han llevado a cabo distintas reuniones con los responsables murcianistas
Desde hace meses, han llamado distintos inversores interesándose por entrar en el Real Murcia ahora que se ve la luz al final del túnel. La mayoría de propuestas han pasado a la bandeja de spam, al considerar el consejo de administración que no son propuestas de fiar, sin embargo en el último mes ha aparecido un nombre que suena con fuerza en Nueva Condomina. Alfonso García, empresario afincado en Águilas y ex dueño del Almería, se ha postulado para tomar el control del Real Murcia. Según ha podido saber esta redacción ya se han llevado a cabo distintas reuniones entre el de Pulpí y los responsables murcianistas.

Alfonso García, que en agosto vendía la UD Almería al jeque árabe Turki Al-Sheikh por veinte millones de euros, quiere iniciar una nueva etapa y quiere hacerlo en el Real Murcia. Con el dinero caliente en el bolsillo y viendo el gran trabajo que se ha hecho en los despachos para reducir la deuda concursal, el empresario afincado en Águilas quiere asumir el control de la entidad murcianista y quiere hacerlo de manera inmediata.

Después de varias reuniones, García ya tiene sobre la mesa las condiciones que le han puesto los actuales dirigentes del Real Murcia para dejarle vía libre, y ahora mismo está estudiando si finalmente da el paso al frente. Las posibilidades que tiene ahora el empresario son dos. Por un lado, sería adquirir el paquete accionarial en manos de Francisco Tornel, y una vez tenga el 13% del capital social, convocar una junta de accionistas y aprobar una ampliación de capital que le permita aumentar su poder. Por otro lado, podría inyectar un dinero en el Real Murcia con el compromiso de que esa inversión sería convertida posteriormente en acciones. En cualquier caso, la idea del ex del Almería es ser accionista mayoritario, controlando más del 50%.
Desde la entidad murcianista han defendido ante Alfonso García que ahora mismo apuestan por un modelo en el que el accionariado esté lo más dividido posible, animándole a inyectar dinero como lo están haciendo otros empresarios, a modo de publicidad o patrocinios
Desde la entidad murcianista han defendido ante Alfonso García que ahora mismo apuestan por un modelo en el que el accionariado esté lo más dividido posible, animándole a inyectar dinero como lo están haciendo otros empresarios, a modo de publicidad o patrocinios. Sin embargo, el aguileño, que fue propietario del Almería desde 2003 hasta el pasado mes de agosto, tiene claro que si mete liquidez a las arcas tiene que ser él el que tenga la mayoría del capital social, llegando a ofrecer pagar por el trabajo realizado en el último año a los actuales gestores del club.

Las negociaciones se han llevado de la forma más discreta posible, y es que en Nueva Condomina quieren evitar que estos rumores puedan afectar a los acuerdos concursales que todavía no han podido ser cerrados y que ahora mismo están por encima de cualquier otra cuestión.

De todas maneras, al ser preguntado por esta redacción, Daniel Moreno reconocía la existencia del interés de Alfonso García, aunque defendía que «el Real Murcia no está en venta. Desde nuestra llegada hemos defendido que queremos un modelo de club con un accionariado lo más repartido posible. No queremos volver a un club en el que una sola persona tenga el 60% de las acciones. Mientras que podamos, vamos a morir con esa idea. Si luego no podemos hacerlo, pues ya abriremos la otra vía».

El consejero grana y uno de los responsables de la parcela económica también decía que «después de todo lo que hemos conseguido para mejorar las cuentas y reducir la deuda en casi once millones, el club no vale ahora lo mismo que el pasado mes de noviembre cuando se hizo la ampliación de capital», por ello hablaba de que el que quiera acceder al accionariado además de pagar el valor nominal de las acciones debería también asumir una prima de emisión.

Teo resucita la Región de Levante


Ángel Montiel
La Opinión de Murcia

➤➤➤Hubo un tiempo en que Murcia eran dos provincias: Albacete y Murcia. Y durante la Transición había quienes proponían que fueran tres: Alicante, Murcia y Almería, que juntas habrían constituido la Región de Levante. Aquella idea fue borrada del mapa, y Murcia quedó constituida en Comunidad autónoma, se dijo y se dice, «por exclusión». Alicante se añadió a la Comunidad Valenciana, Almería a la andaluza, y Albacete se vio de pronto formando parte de Castilla-La Mancha. Pero la Región de Levante sigue, de alguna manera, existiendo, aun sin entidad administrativa, pues las tres provincias que debieran haberla constituido se muestran inquietas en sus respectivas ubicaciones. Alicante no está del todo cómoda en su Comunidad, y mantiene con constancia la queja sobre el centralismo valenciano. Almería, por su parte, es un verso suelto de Andalucía, de la que se distingue habitualmente en las tendencias electorales.a Solica. Este podría el lema para definir el esfuerzo de años de esta Región por hacerse notar en el conjunto del país mientras sus más cercanos y evidentes aliados se unían a otras plataformas de mayor tracción política y económica. A pesar de las respectivas incomodidades, van avanzando de manera más nítida que Murcia, pero ésta, aun así, sobrevive, qué remedio.

¿Región de Murcia? (La Opinión de Murcia)

La Región de Levante no existe ni cabe sospechar que se materialice algún día, pero sigue estando en la memoria de muchos, que la observan como una posibilidad que alguna vez debió ser, siquiera en la imaginación de quienes sabían de antemano que, en solitario y ante la perspectiva de un marco autonómico enormemente competitivo, las cosas podrían ir regular por aquí. Este modelo espectral, sin embargo, alguna vez se manifiesta en cumbres y acontecimientos sobre cuestiones comunes. Y hasta ahí.
Me llamó la atención que en la sesión de investidura de López Miras Teodoro García se presentara acompañado de los presidentes de las diputaciones de Alicante y de Almería, Carlos Mazón y Javier Aureliano García, respectivamente
Pero me llamó la atención que el pasado viernes, en la sesión parlamentaria de investidura del presidente López Miras, el secretario general del PP, Teodoro García, se presentara acompañado, junto al líder nacional popular, Pablo Casado, de los presidentes de las diputaciones de Alicante y de Almería, Carlos Mazón y Javier Aureliano García, respectivamente, ambos del PP, claro. La presencia de estos políticos pasó algo desapercibida, pues los focos atendían a los protagonistas más señalados de la jornada, pero del amplio álbum de fotos, esta curiosa atención vecinal no podía dejar de adquirir cierta relevancia. Es posible que más que afinidad territorial, el encuentro respondiera a la evidente correlación generacional que cabe deducir de la imagen, pero por muy anecdótica que sea la coincidencia no deja de llamar a un viejo resorte, como si Teodoro García, cabe que involuntariamente, hubiera pretendido avivar un imaginario no del todo perdido, el de la Región de Levante que pudo haber sido y no fue.

De cualquier manera, estos lobeznos son capaces de todo.

¿Deben unirse Granada, Almería y Murcia?


Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

➤ Carmen Crespo puso el otro día el dedo en una herida abierta desde hace mil años y. como era previsible, la llaga comenzó a supurar incomprensión y alarma innecesaria. Defendió la consejera de Agricultura y Medio Ambiente cumpliendo el compromiso del presidente de la Junta la necesidad de abordar un gran Pacto por el Agua y ya, de forma más puntual, aludió a la posibilidad de que los excedentes de la presa de Rules pudiesen acabar regando los invernaderos almerienses y no diluyéndose en el mar. Como es habitual en el tradicionalismo localista, dirigentes de su mismo partido y de otros en Granada reaccionaron de forma airada a un planteamiento marcado por la lógica que impone el sentido común. Si hay excedentes en una cuenca no los desaprovechemos, que sean otros los que se beneficien de ellos. Nada más alejado del sentido común pero, a la vez, nada más incendiario de pasiones ancestrales que ya deberían estar olvidadas.


Tiene el presidente y la consejera un difícil camino por recorrer en esta aspiración tan lógica, tan necesaria y tan eficaz para todos. Sostenía Einstein que si siempre haces lo mismo no esperes resultados diferentes. Hasta ahora la historia del agua ha estado dominada por una concepción bíblica. Caía del Cielo y, por tanto, aquellas geografías beneficiadas por la lluvia eran poseedoras de un beneficio divino que les pertenecía de forma intransferible y excluyente. Pero lo que ayer se antojaba una quimera es hoy una exigencia y el tiempo que tardemos en darnos cuenta de esa exigencia será tiempo perdido.
Granada y Almería no deben enfrentarse por el agua. Lo que deben asumir es una estrategia de colaboración que les permita ir más allá y formar, junto a Murcia, un espacio agroalimentario común
La globalización es una realidad que ha llegado para quedarse a pesar de que la enfermedad infantil del localismo todavía continua vigente en la estructura mental de muchos ciudadanos. La tierra ha dejado de ser redonda para ser plana y la geografía, tan decisiva durante miles de años por la imposibilidad de modificar las condiciones que imponía, está perdiendo hegemonía por el impacto de las nuevas tecnologías. Trasvasar agua a miles de kilómetros, desalarla, utilizar con la máxima optimización su escasez o depurarla para volverla a utilizar demuestra que desde Noé hasta hoy ha llovido mucho pero, sobre todo, que en la optimización de un recurso tan escaso como geográfico se ha avanzado mucho más. La batalla por la permanencia de fronteras en la utilización de los recursos hídricos acabará en derrota para los que se atrincheran en su defensa. Lo malo es que, cuando más tarden en darse cuenta, más grande será el perjuicio que provoquen; no a quienes se verían- y se verán, al tiempo- beneficiados con la construcción de esas grandes autopistas del agua, sino,, también, para los que se consideran herederos de una divinidad climática inexistente.

A lo que deberían aprestarse quienes se sitúan a uno u otro lado de esas trincheras es a pensar en el agua. No como un elemento de enfrentamiento, sino como un espacio de colaboración que debe ir mucho más allá.

Granada y Almería no deben enfrentarse por el agua. Lo que deben asumir es una estrategia de colaboración que les permita ir más allá y formar, junto a Murcia, un espacio agroalimentario común. Es verdad que a veces, solo a veces, ir solo te permite ir más rápido; pero no lo es menos que ir juntos te permite llegar más lejos. 

Los agricultores murcianos, almerienses y granadinos son fuertes en los mercados europeos. Pero más, mucho más lo serían si desarrollaran una estrategia compartida para aumentar su capacidad negociadora. El mundo- y los mercados- están cambiando muy deprisa y quedarse ensimismado mirando la belleza melancólica del campanario es una actitud condenada al fracaso.
El sector agroalimentario de Almería, Granda y Murcia tienen muchas cosas en común
Que la unión hace la fuerza es algo que nadie discute. En lo que cuesta más trabajo ponerse de acuerdo es en la eliminación de los atavismos que la impiden. El sector agroalimentario de Almería, Granda y Murcia tienen muchas cosas en común. Profundizar en lo que nos hace coincidir y eliminar los obstáculos que lo perturban es un ejercicio de inteligencia práctica, una virtud de la que murcianos, granadinos y almerienses no andan escasos.

Seamos prácticos y que el agua que nos ha separado se convierta un rio por el que nuestros agricultores transiten para desembocar en ser mas fuertes ante los retos que no están por llegar porque ya han llegado .

Murcia pugna con Almería por el control del invernadero

Manuel León
Periodista

Murcia parece haber abierto la caja de los truenos para coartar el liderazgo de Almería en la producción agrícola bajo plástico. Las hectáreas invernadas de la región vecina no llegan a las 4.000, sobre todo en la zona del Valle del Guadalentín, mientras que Almería alcanza ya las 32.000. A pesar de esa descomunal diferencia, Murcia, a través de Proexport (la coexphal de la comunidad limítrofe), no se conforma y ataca la creación de la gran interprofesional del sector, Hortiespaña, que acaba de nacer este verano con sede en Almería y con la bendición del Ministerio de Agricultura.

Murcia teme que Almería controle el sector

Proexport, junto a la Federación Española  Fepex, la organización Asaja y el Gobierno regional han presentado un recurso contencioso administrativo, que puede acabar en los tribunales, contra la constitución de Hortiespaña y su publicación en BOE el pasado mes de agosto. Resulta que la mayor fuerza de Fepex radica en la provincia de Almería, donde cuenta con mayor número de representación, pero eso no ha sido óbice para que intente tirar por tierra la creación de una interprofesional con rango nacional e incluso con aspiraciones de representar a España en una previsible Interprofesional europea.

Murcia teme, en el fondo, que Almería controle el sector e imponga condiciones como la extensión de norma, una figura que es de obligado cumplimiento y que trata de regular cuestiones como precios retirada  y otros mecanismos en defensa del sector. Murcia considera que Hortiespaña no representa al sector, puesto que solo están presentes productores de Almería y Granada. En el fondo late que Almería representa el 70 % del sector de la producción hortofrutícola de invernadero y eso le da la legitimidad para llevar la antorcha de Hortoinfo, como la lleva en la interprofesional andaluza Hortyfruta, pero Murcia no está dispuesta a aceptarlo.

La consejera murciana ha enviado una carta a la ministra del ramo, Isabel García Tejerina, en la que le hace ver que Murcia cuenta con una producción de 350.000 toneladas de tomate, entre las que destaca el tomate y el pimiento. Sin embargo, eso no representa más de un 10%  de la producción almeriense bajo plástico que alcanza los 3,1 millones de toneladas, un volumen, hoy por hoy, inalcanzable para la agricultura intensiva vecina.

Proexport, a través de su director general, Fernando Gómez, considera que Hortyfruta “no ha contribuido a la sostenibilidad económica del sector y tampoco lo va a hacer Hortiespaña”. Añade que “hay una diferencias de cotizaciones y que el tomate almeriense se vendió un 36% por debajo que el del Murcia durante esta última campaña”. La interprofesional surgida en Almería está formada por ocho asociaciones que incluyen a 277 empresas hortofrutícolas y cuya producción asciende a un valor de 2.725 millones de euros. Suma casi 20.000 agricultores y 88.000 empleados.

Almería entre el eje Sevilla-Málaga y Murcia

Pedro M. de la Cruz
Director de La Voz de Almería


Ya he traído aquí alguna vez la regla para saber de qué provincia son tres personas que están hablando entre ellas en cualquier lugar de Andalucía. Si una habla bien de Sevilla, es de Sevilla; si, por el contrario, habla mal de Sevilla, es de Málaga; y si habla mal de Almería, es de Almería.

Pues bien, parece que, con la llegada de los nuevos Ayuntamientos, los alcaldes de las dos primeras quieren cambiar esta dinámica de tanta duración histórica y tan corto recorrido intelectual. Hace unos días se reunieron y dieron el primer paso para fortalecer un eje de colaboración económica, empresarial e institucional que, nada más anunciada, ha contado con el apoyo del presidente de los empresarios andaluces. 

La Voz de hoy
El mundo se construye desde la aportación y con la colaboración de todos y entre esos todos son los vecinos territoriales los que, por afinidad administrativa, socioeconómica y cultural, antes deben aprestarse a la suma de sinergias que beneficien a quienes habitan ese territorio que les identifica. Almería, por tanto, no debe mirar desde la indiferencia esa nueva estrategia interprovincial y si, por buscar similitudes nacionales en ese corredor socioeconómico andaluz, Sevilla quiere jugar el papel de Madrid y Málaga el de Barcelona, no resulta descabellado que Almería aspire a ser Valencia.

Cada realidad es única e irrepetible, pero hay circunstancias estratégicas que deben ser estudiadas. Sevilla y Málaga suman juntas cerca del 40 por ciento del PIB andaluz; Almería, a distancia; cada una tiene su especificidad: pues busquemos lo que nos une y confluyamos ahí. La lírica lorquiana de aquellos gitanos “que iban por el monte solos” no es ya -nunca lo fue-buena mochila para andar por el mundo. Hoy todo está interrelacionado, no hay islas y en economía los Robinson Crusoe hace tiempo que dejaron de existir.

Almería será más fuerte si encuentra estrategias comerciales, innovadoras o reivindicativas con quienes comparte territorio o con quienes conjuga intereses. De ahí que las instituciones almerienses deban mirar la estrategia sevillanomalagueña no como espectadores, sino como actores con voluntad de participar en su trama. Los patios de butacas permiten ver llover, pero no ser lluvia (y, para decidir, no hay que ver caer el agua tras los cristales, hay que mojarse).

Ser espectador de lo que otros hacen posibilita la emoción indignada del agravio comparativo, pero no la gestión inteligente que posibilita que esa discriminación no se dé. Mirar desde el andén el tren en que otros van montados para criticarlos es un ejercicio inútil que sólo sirve como coartada para culpar a otros de nuestra incapacidad para haber subido en él  Hay que Ser y Estar. Ser inteligentes y estardonde se toman decisiones o donde se influye en lo que se decide.

Pero Almería no debe mirar solamente al eje Sevilla-Málaga. También debe mirar a levante y comprender que nuestro carácter fronterizo es una oportunidad. Somos andaluces, pero Murcia está más unida a nosotros que las dos caras de una misma moneda. Así las cosas tenemos tres opciones por las que transitar con nuestros vecinos: desde la alianza, desde la competencia o desde la indiferencia.

Parece claro que las dos últimas opciones son ineficaces; hay, por tanto, que recorrer la primera y, además, hacerlo de una forma decidida e inteligente. Si Sevilla y Málaga tratan de construir un puente que les una y les fortalezca (y al que nosotros deberíamos unirnos), ¿por qué no hacer nosotros lo mismo con Murcia?

Almerienses y murcianos comparten el sol y la geografía, pero también la dependencia del sector alimentario y los perjuicios de unas infraestructuras que no acaban de llegar. Ante Madrid o Bruselas, así en la agricultura como en el AVE, la capacidad de presión será más grande si quienes la hacen son los más de dos millones de ciudadanos que habitan el territorio que va desde Cieza a Adra que el millón y medio de murcianos o los setecientos mil almerienses por separado.

No se trata de perder identidades, lo que habría que pretender es unir intereses a través de sinergias planificadas que nos hicieran más fuertes y, por tanto, más competitivos en los mercados y más influyentes antes las administraciones. Ocupar un espacio fronterizo puede ser un inconveniente; pero también una oportunidad. Sólo basta con ser inteligentes y saber mirar alrededor.

David Bisbal llena la Plaza de Toros de Murcia

Juan Folío
La Opinión de Almería

Tras su apoteósico triunfo en Alcázar de San Juan, David Bisbal hizo anoche parada y fonda en Murcia. En la plaza de toros La Condomina, que viene a ser algo así como lo que suele denominarse un marco incomparable, el almeriense regresaba a tierras murcianas con su “Tour 2014, Tú y yo en concierto”. Nadie duda ya a estas alturas de que la gira 'Tú y yo en concierto' de David Bisbal ha sido la más exitosa de este verano.

'El Balilla' vio cumplido su sueño
de cantar junto a su ídolo 
Como suele ser habitual en los últimos conciertos del almeriense, los días previos en Murcia no se respiraba otra cosa que “Ambiente Bisbal”. Jóvenes venidos –principalmente venidas, pues la mayoría son chicas- de toda España han echado mano de sus colchonetas, sacos de dormir y hasta los apuntes de la Universidad con la esperanza de conseguir un lugar de preferencia en interior del recinto.

El concierto empezó puntual. A las 10 de la noche, y como primera canción, la que da nombre a la gira “Tú y yo” para seguir con el siempre demandado “Ave María”. Fue a continuación cuando David Bisbal dedicó a los murcianos unas palabras para ganarse su complicidad: “Sabéis que nos unen varias cosillas, sobre todo el acento. ¡Te quiero, Murcia!”. “¡Y nosotros, también, guapo!”, se oyó.

David continuó con su amplio repertorio: “Quién me iba a decir”, “Esclavo de sus besos”, “Torre de Babel”… y nueva sorpresa; se atrevió a rapear en algunos momentos. El concierto se ilustró con fragmentos del cortometraje realizado junto a la actriz María Valverde.

Y, de sorpresa en sorpresa, otra: el cantante no estuvo solo en el escenario. Los artistas murcianos Alba Lucía y Raúl 'El Balilla', participantes en el programa 'La Voz kids', del que David fue coach, salieron a cantar un par de temas. Con la interpretación de “Dígale”, el joven intérprete emocionó a todos los asistentes.

Con “Diez mil maneras” David Bisbal dio por clausurada la velada. Fueron dos horas de alegría, de fiesta, con una escenografía insuperable: la que ofrecían las propias fans del cantante, que le acompañaban en la interpretación de todas las canciones. No faltaron los carteles y pancartas de apoyo y ánimo y tampoco quienes se atrevieron a poner a la noche un punto de humor luciendo enormes pelucas de rizos rubios.

Si quieres ver un fragmento del recital de David Bisbal anoche en Murcia pincha en este enlace: