Edita: Fidio (Foro Indalo de Debate, Ideas y Opinión) / X: @opinionalmeria / Mail: laopiniondealmeria@gmail.com
Mostrando entradas con la etiqueta andalucia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta andalucia. Mostrar todas las entradas

Barómetro Centra Andalucía: El PP saca 3,1 puntos al PSOE

Nuria Torrente
@opinionalmeria

El PP ganaría las elecciones andaluzas con el 26,6 % de los votos y una ventaja de 3,1 puntos sobre el PSOE, que obtendría el 23,5 %. Con estos resultados, el PP podría repetir Gobierno con Ciudadanos y Vox. Es lo que se recoge en el apartado sobre estimación de voto del Barómetro Andaluz que ha publicado el Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior.

Susana Díaz y Juanma Moreno (Loa)

Vox obtendría el 15,7 % de los votos, 3,5 puntos más que Ciudadanos, que se quedaría con el 12,2 % de los sufragios. La muestra diseñada por el Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) es de 3.600 entrevistas telefónicas, y tras un trabajo de campo llevado a cabo entre los pasados días 23 de noviembre y 3 de diciembre.

El sondeo distingue entre una coalición de Podemos e IU a la que atribuye un 10,3 por ciento de los votos, y Adelante Andalucía, que obtendría el 4,8 por ciento de los votos.

Traducido en escaños, este resultado arrojaría entre 35 y 38 escaños para el PP, frente a los 26 que tiene en la actualidad, mientras que el PSOE obtendría entre 27 y 30 frente a sus actuales 33. Ciudadanos pasaría de tercera a cuarta fuerza al quedarse con 13 ó 15 diputados –frente a los 21 logrados en diciembre de 2018–, y se vería superado por Vox, que obtendría entre 16 y 19 escaños gracias al 15,7 por ciento de los votos, cuando en las últimas elecciones autonómicas consiguió doce parlamentarios.

El barómetro proyecta para Podemos e IU una estimación de 10 a 12 escaños, mientras que Adelante Andalucía se quedaría con uno o tres diputados.

Barómetro Dialoga Consultores: el PP aventaja en 2,5 puntos al PSOE en Andalucía

Tania Artajo
@opinionalmeria

Si ahora se celebraran elecciones autonómicas en Andalucía, el PP-A sería el vencedor con el 28,1 % de los votos, con una ventaja de 2,5 puntos sobre el PSOE-A, que obtendría el 25,6 % de los sufragios. Con este resultado el Partido Popular podría volver a sumar la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico con Ciudadanos (Cs) y Vox. Es lo que nos dice el barómetro elaborado por la consultora especializada Dialoga Consultores. El sondeo se basa en 1.500 entrevistas realizadas entre el 23 y el 27 de noviembre a personas mayores de 18 años de las ocho provincias.

Juanma Moreno y Susana Díaz (La Voz del Sur)

Vox conseguiría el 12,5 % de los votos, mientras Ciudadanos se quedaría con el 11,8 %. El sondeo distingue entre una coalición de Podemos e IU, a los que atribuye un 9,8 % de los votos, y Adelante Andalucía, que obtendría el 6,1 % de los votos.

Traducido en escaños, este resultado arrojaría entre 36 y 39 escaños para el PP-A en el Parlamento andaluz, frente a los 26 que tiene en la actualidad, mientras que el PSOE-A obtendría entre 29 y 32 frente a sus actuales 33. Ciudadanos pasaría de tercera a cuarta fuerza al quedarse con entre nueve y trece diputados --frente a los 21 logrados en diciembre de 2018--, y se vería superado por Vox, que obtendría entre 16 y 19 escaños, cuando en las últimas elecciones autonómicas consiguió doce parlamentarios.

El barómetro proyecta para Podemos una estimación de siete a diez escaños --frente a los 17 logrados como Adelante Andalucía hace cerca de dos años--, mientras que Adelante Andalucía, a la que presenta como coalición de los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez con otras formaciones andalucistas, se quedaría con cuatro o siete diputados a lo sumo. (Fuente. El Correo de Andalucía).

El vodevil de las tres derechas

José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería

Partido Popular y Ciudadanos le han vuelto a dar oxígeno a esa extrema derecha que considera que durante la dictadura hubo mejores gobiernos que durante la democracia, que reniega de la violencia machista y que destila por todos sus poros homofobia, odio y rencor. El favor que Moreno Bonilla y Juan Marín les han hecho a los de Abascal no tardarán en pagarlo, pero mientras tanto serán el resto de andaluces y andaluzas los que sufran el infame acuerdo que estas tres formaciones han firmado para sacar adelante los presupuestos andaluces de 2021.

Durante unos días, Vox, PP y Ciudadanos han hecho creer a la sociedad andaluza que sería muy complicado que se pusieran de acuerdo, pero ya ven, ni parte por el camino, hasta tal punto que la obra de teatro representada ha tenido tan solo dos actos: el del bochorno inicial y el de la desvergüenza final, con el espectáculo montado por el portavoz de Vox en el Parlamento.

La foto de la vergüenza –la foto de Colón– tiene hoy en Andalucía una versión renovada y amplificada, con el presidente del Gobierno andaluz arrodillado ante la extrema derecha y con su otro socio de Gobierno, Ciudadanos, en un proceso sumamente preocupante de distanciamiento del centro político. 

En este contexto, los presupuestos que han acordado las tres derechas en Andalucía no son los que necesita nuestra comunidad. Y no lo son, entre otras cosas, porque no garantizan que el 1 de enero se abran los centros de salud y deje de haber largas colas para pedir cita. Tampoco solucionan el colapso de las Urgencias, ni que se hagan PCR rápidos, ni ayudan a autónomos, hosteleros y comerciantes.

Muy al contrario, este pacto de sillones es perjudicial para los intereses de Andalucía porque además no aporta ni un euro más para salud, educación, empleo y dependencia, como tampoco incluye ni una sola referencia a la pandemia que estamos sufriendo. 

Llama, en todo caso, poderosamente la atención que el PP sostenga que estos presupuestos para 2021 están descargados de ideología, lo que recuerda a aquella famosa frase de Franco: “Haga como yo, no se meta en política”. El dictador, sin embargo, sí que hizo política durante 40 años para aplastar cualquier demanda democrática. 

Que la derecha reclame como un logro que sus presupuestos carezcan de ideología es situarse en esa idea populista que la extrema derecha lleva 80 años defendiendo en nuestro país. Por eso es tan absolutamente reprochable lo que han hecho PP y Cs, puesto que no solo le han entregado a Vox toda la capacidad de decisión, sino que dejan que en Andalucía campe a sus anchas su reaccionaria ideología.

Trabajadores del Plan de Playas: de 1.900 euros, nada


Nuria Torrente
@opinionalmeria

⏩ La Junta de Andalucía propagó la semana pasada la noticia de que iba a contratar a 3.000 trabajadores andaluces, se supone que en situación de desempleo en la actualidad, para dedicarlos durante este verano, a partir del 15 de junio, a tareas de control y seguridad en las playas de nuestro litoral. La noticia, con ser importante, se hizo aún más interesante al propagar también que esos trabajadores tendrían un sueldo bastante digno: nada menos que "1.900 euros netos al mes" (lo indico entrecomillado para que no hubiera dudas).


Pues bien, ya sorprendía tanta generosidad. La realidad de la remuneración que recibirán esos trabajadores dista mucho de lo anunciado. En una entrevista realizada a Antena 3 Televisión por el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, éste ha aclarado que en realidad el salario que percibirán los trabajadores será de 1.288,40 euros. ¿Entonces quién se ha inventado lo de los 1.900 euros? Bendodo aclara que si a los 1.288,40 euros se suman el prorrateo de pagas extra y vacaciones, así como un complemento al trabajo por turnos y el pago de los sábados, domingos y días festivos, entonces se podría superar la exquisita cifra. Puestos a suponer, suponemos que si esos trabajadores contratados, además de trabajar domingos y festivos, también echaran doble o triple jornada diaria, hasta podrían superar los dichosos 1.900 euros. Pero eso no es, señor consejero.

En resumen, que el salario que percibirán los trabajadores que resulten seleccionados para el plan de playas seguras que la Junta de Andalucía tiene previsto poner en marcha el próximo 15 de junio será de 1.288 euros al mes. Además, como cualquier trabajador tendrán derecho a las partes proporcionales de paga extraordinaria y vacaciones. Y a un plus por trabajar en domingos o festivos. Para alcanzar los susodichos 1.900, además de todo eso, deben prepararse para estar activos los siete días de la semana y echar unas cuantas horas extras. Si es posible, que tampoco se sabe.

Los almerienses son los que menos andaluces se sienten


M. R. Cárdenas
La Voz

⏩ Los almerienses son los andaluces que menos identificados se sienten con su comunidad autónoma. La distancia de Sevilla, encontrarse en el rincón más al este de Andalucía o la sucesión de hechos históricos pueden encontrarse entre los motivos que hacen que el sentimiento de identificación de los almerienses con su comunidad autónoma sea de los más bajos de toda España.


Con un -35,2% de sentimiento de identifiación, los almerienses superan con creces a los granadinos, los segundos que menos andaluces se sienten, aunque, en este caso, solo registran un -6%. Así lo recoge el último estudio elaborado y publicado por Electomanía, en el que a través de una muestra de más de 3.000 personas realizada durante el mes de abril, en pleno confinamiento, se muestra cómo se identifican cada español con su comunidad autónoma, tal y como se puede comprobar en el siguiente mapa.

De este modo, el -35% que arrojan los almerienses encuestados es consecuencia de que más del 67% de los encuestados se siente primero almeriense que andaluz, una cifra que, al contrario, se rebaja hasta poco más del 3,5% y que es del 28,8% para los que comparten sus sentimientos al 50%.

Guadalajara (-57,2%) es la provincia española en la que los ciudadanos menos se identifican con su comunidad, Castilla-La Mancha, seguida por León y Zamora, con poco más del -53% y Salamanca (con el 42%), todas ellas de Castilla y León.

Canal Sur no es profeta en su tierra


Miguel Ángel Vázquez
Senador del PSOE / Periodista

⏩ Canal Sur TV continúa cosechando malos datos de audiencia. El análisis de la semana pasada ofrece la misma fotografía de la anterior: entre nueve cadenas autonómicas ocupa el quinto lugar en cuota de pantalla y sus informativos permanecen estancados en el séptimo puesto. Dentro de Andalucía, las preferencias del público la sitúan la cuarta entre las generalistas en abierto dentro o la quinta si incorporamos las señales de pago. Con estas credenciales se puede concluir que la televisión pública andaluza no es profeta en su tierra. Su credibilidad cotiza a la baja.

En Andalucía, la cadena más vista es Telecinco a mucha distancia de sus seguidores, según la medición de la consultora audiovisual Barlovento. La cadena de Mediaset saca 4,4 puntos a la segunda, Antena 3, y dobla a la tercera, que es La 1 de TVE. Entre las que emiten en abierto, Canal Sur TV se sitúa en cuarto lugar a 1,2 puntos de la pública nacional. Pero la andaluza bajaría un puesto más cuando contabilizamos el share de las plataformas de pago, que suman dos décimas más entre el 20 y 26 de abril. Cuatro y La Sexta comparten el quinto puesto, muy cerca de la 'nuestra'. La 2 y ATV cierran la estadística aunque son canales temáticos y para minorías.

A lo largo de la semana, hay días en que Canal Sur se sitúa en el farolillo rojo entre las generalistas (martes 21 de abril), alcanzando un poco honroso sexto puesto. Además, La Sexta la sobrepasa el jueves y Cuatro, el viernes. A la luz de esta tabla, se vislumbra una batalla cerrada entre estas tres cadenas en los próximos meses.


La comparativa entre las nueve autonómicas auditadas por Barlovento ofrece una foto casi fija en relación con la semana anterior. Liderazgo indiscutible de la catalana TV3, con un 14,5% de cuota de pantalla y seis décimas más que en el estudio previo. Sube 0,8 la vasca ETB y alcanza el 11% consolidando su segundo puesto. Conserva la gallega TVG el tercer escalón del podio, aunque pierde una décima para quedarse en el 9,2. Muy cerca está Aragón TV, que acumula un share del 9,1 y una subida de 0,5, como cuarta en el ránking. En el quinto lugar aparece Canal Sur: sube cuatro décimas hasta el 7% pero suma otra semana de pobres guarismos.


Tampoco ofrece muchos cambios los resultados de audiencia de los dos principales informativos de las autonómicas. Canal Sur no supera su endeble séptimo lugar entre nueve competidores. La pírrica subida de una décima sigue dejando a los noticiarios de la cadena andaluza a punto de bajar el listón de los dos dígitos. Los tres primeros, la catalana TV3, la vasca ETB y Aragón TV, más que doblan la cuota de pantalla del N1 y N2 de la 'nuestra'. La autonómica gallega pierde levemente seguidores en este ámbito pero gana un puesto en detrimento de IB3, que le saca más de tres puntos a Canal Sur. La sexta en liza, la castellano-manchega CCM, aumenta ligeramente su share y su ventaja sobre la andaluza.


En definitiva, resultados escasos, raquíticos, preocupantes, que deberían hacer que la dirección de la Radio Televisión de Andalucía reflexione, rectifique y no se empecine en hacer realidad el citado refrán y que el ente público tenga cada día más difícil ser profeta en su tierra.

Desde Cataluña, ¡Viva Andalucía!

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista

⏩⏩⏩ Nací hace infinidad de años en un precioso pueblo marinero fundado por los Reyes Católicos en 1483 a orilla del Océano Atlántico, marcando uno de los quicios de entrada a la Bahía de Cádiz. Y de este hecho fundacional le viene el nombre de Puerto Real. Toda mi infancia y mi primera juventud la viví correteando por sus calles o pasando las horas muertas en las estribaciones de su pequeño muelle, mientras el sol se mantenía allí arriba a punto de zambullirse en la línea horizontal del mar donde parece que se acaba el planeta.

Histórica manifestación del 4-D

Recién cumplidos los 22 años cogí el petate y me vine a Barcelona donde esperaba encontrar los medios necesarios para poner en marcha un proyecto ilusionante que nos empujara a los gitanos españoles a ser dueños de nuestro destino y administradores de nuestra libertad. Y debo reconocer que las expectativas fueron cumpliéndose y al poco tiempo, a pesar de que al franquismo todavía le quedaban largos años de vida, empezaron a crearse en casi toda España, al calor de las Cáritas de entonces, los primeros Secretariados Gitanos que fueron el fermento del pujante asociacionismo que hoy marca el devenir reivindicativo de la comunidad gitana española.

Pero no es de esto de lo que me quiero ocupar hoy, día en que los andaluces, de dentro y de fuera de nuestras fronteras regionales, celebramos nuestro día territorial. Hoy quisiera zarandear el árbol de mis recuerdos para revivir con ustedes lo que supuso la jornada de aquel mágico jueves del día 28 de febrero de 1980 en que se celebró el referéndum que dio paso a la elaboración del Estatuto de Autonomía que gracias al artículo 151 de la Constitución nos liberaba de la vía lenta del 143 para equipararnos al mismo nivel del que disfrutaban los llamados “territorios históricos” que habían tenido Estatutos durante el tiempo que duró la República.

El Centro Andaluz en Cataluña
Corría el año 1975. España entera sabía que Franco moriría pronto, lo que supuso un acicate para quienes, desde la clandestinidad, o desde la tolerancia vigilada, aspirábamos a conseguir una sociedad distinta donde la política nos permitiera ser hombres y mujeres libres capaces de luchar por conseguir una vida mejor. Y en ese contexto yo gozaba de un plus de popularidad gracias a un programa flamenco que dirigía y presentaba diariamente en Radio Nacional de España. Eso propició que un grupo de personas, amigas mías, decidiéramos crear un movimiento genuinamente andaluz que animara a nuestros paisanos residentes en Cataluña a luchar por el advenimiento de la democracia. Dejo que sea Pedro J. Parra quien describa lo que unos cuantos soñadores pretendíamos conseguir: “En 1975 se funda en Barcelona una asociación con el nombre de Centro Andaluz en Cataluña. Es una asociación atípica porque además de propagar y extender la cultura andaluza, quiere luchar por las justas reivindicaciones de nuestro pueblo. Y se declara político y multipartidista, para aglutinar todas las tendencias. Por lo tanto, nace con una clara intencionalidad política.” Hasta donde la memoria me alcanza quiero rendir homenaje a Antonio Romero, que ya se nos fue, a Juan José Guisado, industrial que puso el dinero para pagar el piso de la Via Layetana donde instalamos nuestra sede, a Pablo Martínez, inquieto luchador que fue el fundador de la pujante Casa de Cádiz, a Amparo Jiménez, vivo ejemplo de mujer luchadora y comprometida, a Gregorio Cano, el mejor poeta cordobés que ha cantado a su pueblo desde Cataluña, a Pedro Penalva, profesor de Derecho en la Universidad de Lérida y a Gonzalo Crespo, joven y brillante abogado que fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona y luego Director General de Migraciones de la Junta de Andalucía. Todos ellos me hicieron el honor de elegirme primer Secretario General del Centro Andaluz en Cataluña desde el que dimos testimonio de nuestra condición de andaluces en un momento crucial en el que todo el futuro inmediato estaba por escribir.

Cataluña, la novena provincia andaluza
Y podía serlo sin ningún tipo de complejo. En los años 70 había en Cataluña 1.300.000 andaluces. Y almerienses en Cataluña vivían más que habitantes tenía en aquellos años toda la provincia incluida la capital. ¡Quién me iba a decir en aquellos años de plomo que el destino me llevaría a ser diputado precisamente por Almería durante dos legislaturas completas!

Hay un estudio del historiador granadino Francisco de Borja García Duarte ―El ideal de Blas Infante en Cataluña”― que es de obligada lectura para tener un conocimiento documentado de la realidad histórica, política y cultural de la población andaluza residente en Cataluña. A él me remito para ofrecerles una pincelada histórica del indiscutible protagonismo que tuvo el Centro Andaluz en Cataluña en la movilización política de tan ingente población.

La capacidad de movilización de la burguesía catalana, inspiradora desde siempre de un nacionalismo titubeante que en los momentos difíciles no dudó en aliarse con sus adversarios, ha sido sustituida en gran parte por la ingente masa de inmigrantes que a veces desorientada, a veces engañada, ha tomado como propias reivindicaciones identitarias de las que nunca tuvieron conocimiento. Yo mismo debo confesar que en mi despertar al activismo político, desde el sentimiento consciente de mi pertenencia a una clase situada en el extremo más bajo del bienestar, pensé que los andaluces debíamos imitar a los catalanes que nos llamaban charnegos para que nunca ningún andaluz tuviera que salir de su tierra a ganarse la vida fuera de su casa y de su entorno natural.

Y con ese sentimiento y ese fuego interior de querer cambiar lo que me parecía tan injusto, volví a Andalucía desde la Cataluña que me había llevado al Congreso de los Diputados para ser participante en la redacción de la Constitución Española. Pero mi destino quiso que los entresijos de la política frustraran mi deseo de ser Diputado por Cádiz y que Alfonso Guerra me enviara a Almería. Almería fue la horma de mi zapato. En esa provincia extrema a la que hay que ir, porque por ella no se pasa, viví los ocho años más felices y comprometidos de mi vida política. Almería me permitió adentrarme en una realidad política y social que, yo diría, era desconocida hasta por las siete provincias que integran su realidad geográfica. Les repetí hasta la saciedad lo que yo había aprendido en Cataluña para zarandear sus conciencias y conseguir que se levantaran contra el sistema que nos había condenado a ocupar el último lugar en el ranking del progreso y el desarrollo de las restantes comunidades autónomas. Claro que para mí fue fácil porque tuve un maestro y un compañero excepcional, Joaquín Navarro Esteban, juez que ejerció su profesión en el País Vasco y que poseía una oratoria incendiaria que hacía levantarse a quienes le escuchaban. Pronuncié tantos mítines con él a lo largo y ancho de toda la provincia, que en alguna ocasión llegué a temer, cuando ya tenía a todo el público entregado, que culminara su proclama diciendo.

―Compañeros y compañeras, para acabar con este estado de injusticias que padecemos los andaluces, no me queda otro remedio que deciros: ¡a las armas, a las armas!

Evidentemente jamás dijo tal cosa y ni siquiera lo pensó, pero a mí me animaba para repetir una y otra vez lo que el profesor Francisco Murillo, de la Universidad de Granada, había escrito con gran acierto: “Si el andaluz rico emigra a Madrid y el andaluz pobre emigra a Cataluña, ¿quién piensa en Andalucía?”

La autonomía de Andalucía costó un muerto
La gente de mi generación lo sabe. El 4 de diciembre de 1977, cuando todavía no habían transcurrido ni seis meses desde las primeras elecciones democráticas, los andaluces que vivían en la región y los que lo hacíamos en Cataluña nos movilizamos para conseguir que también Andalucía tuviera un Estatuto de autonomía. Dos millones de andaluces nos echamos a la calle para gritar a pleno pulmón que queríamos ser protagonistas de nuestro propio destino. Y el muerto lo puso Málaga. Manuel José García Caparrós, un joven de 18 años, trabajador de una cervecera malagueña, recibió un tiro cuando portaba la bandera blanca y verde y se unía gozoso y esperanzado a la muchedumbre que despertaba de un letargo demasiado prolongado de marginación y pobreza.

Aquello fue el principio. Pero aún debían suceder muchos acontecimientos duros, peligrosos y esperanzadores en los que el Centro Andaluz en Cataluña jugó un importante papel hasta lograr el ansiado Estatuto. La semana que viene los contaré.

Las tres Andalucías de Almería


José Fernández
Periodista

⏩⏩⏩ En su “Baladilla de los tres ríos”, Lorca describe una Andalucía que lleva azahar y olivas a sus mares por las aguas que la atraviesan entre vientos y torres. Y ahora que estamos celebrando -esta conmemoración es caudalosa y torrencial- el Día de Andalucía, quizás debiéramos mirar a las tres maneras de entender el hecho andaluz que tenemos en Almería.


De entrada, la más vehemente: la de la negación absoluta. Nada que celebrar, etcétera. La aspiración a la independencia regional sostenida en el matiz diferencial de las hablas y folclores, y reforzada por la revisión crítica de la componenda política que ligó a nuestra provincia a la autonomía andaluza en tiempos en los que estábamos más desinformados y éramos, por tanto, más felices. Hay que escucharlos y hay que saber procesar ese malestar histórico de un modo más inteligente que el empleado en otras regiones de España.

Otro cauce sentimental es el de las lágrimas boabdileras del aparataje socialista desmontado por un pacto. Los duelos y quebrantos de quienes han ensamblado ahora la mitología del Trifachito como la del Golem del Sur y como remedio paliativo al destete. Son los de “las derechas devoran nuestros derechos” etcétera. Unos pelmas.

Y luego finalmente está una corriente menos tumultuosa pero que a mi juicio podría tener más recorrido: los que creen que Andalucía ha entrado en los meandros de un cambio muy beneficioso para una Almería que tiene mucho que decir en un contexto de potenciación de la periferia. Una Andalucía alejada del modelo clientelar y centralista de la factoría socialista, capaz de evitar la colonización partidista y dispuesta a potenciar el talento y la capacidad de trabajo de los andaluces en beneficio de todos y no de los de la misma sigla.

En la medida que seamos capaces de pensar en Andalucía de un modo distinto al empleado hasta ahora, quizás algún día Almería pueda, como decía Lorca, bajar de la nieve al trigo..

Hipocresía en Nochebuena


José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería

⏩⏩⏩ Si algo está caracterizando al gobierno de las tres derechas en Andalucía es su pasión por la sobreactuación, siendo la tragicomedia el género preferido en sus representaciones. Tenemos un ejemplo en los  pozos que pretendieron abrir hace unas semanas en Alcóntar, por valor de 3 millones de euros, sobre la base de una “supuesta emergencia” para abastecer a dos pueblos. Digo “supuesta” porque era una emergencia tan chapucera que en su justificación se ocultaban todas las alternativas que garantizaban el abastecimiento para esas poblaciones sin necesidad de hacer unos pozos que, en realidad, estaban destinados, como todo el mundo en la zona piensa y dice, no a darles agua a los pueblos, sino a que los regantes tuviesen más agua.


Esos pozos pretendían, supuestamente, garantizar un hectómetro cúbico de agua cuando, sin hacer los pozos, hay y había muchos hectómetros de agua desalada para abastecimiento a disposición de los municipios, muchos más en el embalse de Cuevas –a día de hoy, 28– y además agua suficiente en las infraestructuras de riego existentes en la zona para, llegado el caso, atender esa necesidad.  

Entre tanto, el pasado martes se tomó la decisión de no destinar, por ahora, medio hectómetro de agua para riego a Almería con el trasvase Tajo-Segura e inmediatamente el gobierno de la Junta acudió a la tragicomedia: “un nuevo golpe para Andalucía”, dijo.

A la vista de todo esto, me pregunto si no debería poner también el grito en el cielo la consejera por otras cosas también. ¿No tendría que poner el grito en el cielo por la pérdida, en averías, de 8 hectómetros cada año por la empresa pública Galasa, que intercambia, compra y vende agua con los regantes?

Si por medio hectómetro que por ahora no se trasvasa, pero que puede llegar de aquí a septiembre de 2020, dice la Junta lo que dice, por los 10 hectómetros que entraron con las lluvias de septiembre en el pantano de Cuevas deberían hasta de haber bailado.

La consejera también debería haber puesto el grito en el cielo por la ausencia de partidas en los presupuestos de la Junta de 2019 y 2020 para una nueva desaladora en el Levante que aportaría hasta 30 hectómetros adicionales.

La hipocresía política se ha convertido en el recurso al que recurrir en todas las declaraciones públicas del gobierno de las tres derechas de Andalucía, que llega a la Nochebuena sin gestión alguna que contar. Dicho todo esto, quiero aprovechar la ocasión para desearles felices fiestas, con el deseo de que, después de estos días, el Gobierno de Andalucía deje atrás definitivamente la hipocresía que le ha acompañado este año.

Teo resucita la Región de Levante


Ángel Montiel
La Opinión de Murcia

➤➤➤Hubo un tiempo en que Murcia eran dos provincias: Albacete y Murcia. Y durante la Transición había quienes proponían que fueran tres: Alicante, Murcia y Almería, que juntas habrían constituido la Región de Levante. Aquella idea fue borrada del mapa, y Murcia quedó constituida en Comunidad autónoma, se dijo y se dice, «por exclusión». Alicante se añadió a la Comunidad Valenciana, Almería a la andaluza, y Albacete se vio de pronto formando parte de Castilla-La Mancha. Pero la Región de Levante sigue, de alguna manera, existiendo, aun sin entidad administrativa, pues las tres provincias que debieran haberla constituido se muestran inquietas en sus respectivas ubicaciones. Alicante no está del todo cómoda en su Comunidad, y mantiene con constancia la queja sobre el centralismo valenciano. Almería, por su parte, es un verso suelto de Andalucía, de la que se distingue habitualmente en las tendencias electorales.a Solica. Este podría el lema para definir el esfuerzo de años de esta Región por hacerse notar en el conjunto del país mientras sus más cercanos y evidentes aliados se unían a otras plataformas de mayor tracción política y económica. A pesar de las respectivas incomodidades, van avanzando de manera más nítida que Murcia, pero ésta, aun así, sobrevive, qué remedio.

¿Región de Murcia? (La Opinión de Murcia)

La Región de Levante no existe ni cabe sospechar que se materialice algún día, pero sigue estando en la memoria de muchos, que la observan como una posibilidad que alguna vez debió ser, siquiera en la imaginación de quienes sabían de antemano que, en solitario y ante la perspectiva de un marco autonómico enormemente competitivo, las cosas podrían ir regular por aquí. Este modelo espectral, sin embargo, alguna vez se manifiesta en cumbres y acontecimientos sobre cuestiones comunes. Y hasta ahí.
Me llamó la atención que en la sesión de investidura de López Miras Teodoro García se presentara acompañado de los presidentes de las diputaciones de Alicante y de Almería, Carlos Mazón y Javier Aureliano García, respectivamente
Pero me llamó la atención que el pasado viernes, en la sesión parlamentaria de investidura del presidente López Miras, el secretario general del PP, Teodoro García, se presentara acompañado, junto al líder nacional popular, Pablo Casado, de los presidentes de las diputaciones de Alicante y de Almería, Carlos Mazón y Javier Aureliano García, respectivamente, ambos del PP, claro. La presencia de estos políticos pasó algo desapercibida, pues los focos atendían a los protagonistas más señalados de la jornada, pero del amplio álbum de fotos, esta curiosa atención vecinal no podía dejar de adquirir cierta relevancia. Es posible que más que afinidad territorial, el encuentro respondiera a la evidente correlación generacional que cabe deducir de la imagen, pero por muy anecdótica que sea la coincidencia no deja de llamar a un viejo resorte, como si Teodoro García, cabe que involuntariamente, hubiera pretendido avivar un imaginario no del todo perdido, el de la Región de Levante que pudo haber sido y no fue.

De cualquier manera, estos lobeznos son capaces de todo.

La desaceleración llega a Andalucía


Juan Carlos Pérez Navas
Senador del PSOE de Almería

➤➤➤El Gobierno de la Junta de Andalucía sigue sin conseguir generar buenas noticias para nuestra tierra, y ya son muchos meses, lo que demuestra  su parálisis, su fragilidad y su nula capacidad para gestionar los intereses de los andaluces. Últimamente, andan más preocupados por blanquear a sus socios de Vox que por gobernar para todos los andaluces.


En cualquier gobierno autonómico, son dos los indicadores que se miran con lupa a la hora de comprobar su fuerza y su solvencia, así como la proyección de la comunidad como un territorio atractivo para la inversión. Estos indicadores son el empleo, con su evolución, y la salud de los servicios públicos, por ser los que sustentan el bienestar de los ciudadanos.
Si miramos los datos en Andalucía de las últimas semanas de junio y los días que llevamos de julio, se comprueba lamentablemente que seguimos como si estuviéramos sin gobierno
Y si miramos los datos en Andalucía de las últimas semanas de junio y los días que llevamos de julio, se comprueba lamentablemente que seguimos como si estuviéramos sin gobierno y, lo que es peor, comprobando que ambos índices, empleo y calidad de los servicios públicos, no forman parte del interés del señor Moreno ni del señor Marin, dedicados, como están, en cuerpo y alma a blanquear, atender las exigencias sectarias de su socio Vox y convirtiendo el Parlamento de Andalucía, no en el lugar y el espacio de propuestas, planes y programas que importan a los andaluces, sino en un espacio de bronca, confrontación, de linchamiento de los servicios públicos y de una cacería permanente de los trabajadores y servidores públicos. Así lo prueba, por ejemplo, el que hayan admitido una enmienda de Vox que exige la contratación de consultoras privadas para evaluar la viabilidad y determinar la continuidad de servicios públicos fundamentales para la ciudadanía como son el 112, el 061, el SAS, el Infoca y hospitales públicos, entre otros.
Este deterioro programado lo están compaginando con el desvío de fondos a la sanidad privada mediante conciertos y privatizaciones
Pasan, de este modo, a lo que nos temíamos y ya advertíamos: que iban a poner en marcha un proceso de desprestigio y cuestionamiento de los servicios públicos para llevárselos por delante y acabar así con mucho empleo. Al mismo tiempo, se niegan a devolver los derechos laborales acordados por el anterior gobierno a los trabajadores públicos y están intentando colapsar un servicio como la sanidad, muy sensible en verano, cerrando quirófanos, con menos profesionales, cierre de camas y urgencias desbordadas, según denuncian los sindicatos. Eso sí, este deterioro programado lo están compaginando con el desvío de fondos a la sanidad privada mediante conciertos y privatizaciones, o no dando nuevas altas en dependencia al ritmo que se debiera, lo que ha hecho que existan en este momento más personas esperando ser atendidas y reconocidas, lo que demuestra que el plan de choque que anunciaron no ha funcionado más allá de sus múltiples anuncios y propaganda.

En cuanto al otro índice indicativo de la marcha de una comunidad, el empleo y la capacidad de su gobierno para incentivarlo con medidas y planes de estímulo que generen oportunidades, esto tampoco está ocurriendo, como se puede corroborar con los datos que conocíamos estos primeros días de julio, que hablan de una bajada del paro cinco veces menor que en el resto de España.
Si en junio de 2018 el paro bajaba en Andalucía en casi 10.500 personas, este junio de 2019, con el nuevo gobierno, el paro sólo ha bajado en 3.400 personas
Si en junio de 2018 el paro bajaba en Andalucía en casi 10.500 personas, este junio de 2019, con el nuevo gobierno, el paro sólo ha bajado en 3.400 personas, una diferencia brutal en un solo año que demuestra la desaceleración económica que está llegando a Andalucía de la mano de PP y Cs y de su decisión de instalarse  en la propaganda, sin hacer nada.

Andalucía registra su peor crecimiento de autónomos desde 2013 y esto ocurre mientras se destruye empleo, con 33.321 personas menos ocupadas en junio, lo que demuestra que este Gobierno entregado al marketing y a la palabrería está ralentizando el crecimiento económico de nuestra comunidad, sin que haya atisbo ninguno de cambio, salvo un cambio para involucionar, y, como señalaba al principio, dejar de liderar la generación de oportunidades y planes para el empleo y la mejora progresiva de nuestros servicios públicos, que han sido seña de identidad de nuestra comunidad autónoma hasta la llegada de un gobierno insensible.

Encuesta Gad3 en Andalucía: Abultada victoria del PSOE con tres diputados en Almería


Tania Artajo
@opinionalmeria

➤ A falta de saber qué depararán los dos debates electorales programados para este lunes y martes con los candidatos de las cuatro principales formaciones políticas, las elecciones del 28-A serán casi un 'paseo militar' para el PSOE de Andalucía, según una encuesta de Gad3 que este domingo publican los periódicos del grupo Vocento. El PSOE volvería a ganar unas elecciones generales en Andalucía -en 2016 venció el PP- con el 38% de los votos y 28 escaños, ocho más que en los comicios de hace tres años. Según el sondeo, los socialistas subirían en todas las provincias excepto en Jaén, donde se mantendrían con dos escaños, incrementando especialmente su representación en Sevilla.

Encuesta de Gad3 para Vocento en Andalucía

La subida del PSOE se explica por el batacazo de Unidas Podemos, que perdería ocho diputados en Andalucía pasando de los once obtenidos en 2016 a tres que lograrían por Cádiz (Noelia Vera), Málaga (Alberto Garzón) y Sevilla (María Jesús Márquez). Perderían dos diputado por la circunscripción sevillana y dejarían tener representación en cuatro provincias -Córdoba, Granada, Huelva y Jaén-. A éstas habría que unir Almería, donde tampoco logró representación en las pasadas generales.

Encuesta de Gad3 para Vocento

En el PP recibirían un fuerte castigo, con una caída de hasta once diputados en Andalucía y pasando a ser segunda fuerza política. Pierden representantes en todas las provincias. Los datos evidencian un claro trasvase de votos desde las filas populares hacia Vox, que continúa en alza en Andalucía; si en marzo la encuesta de Gad3 le daba cinco escaños en la comunidad, el sondeo de abril pronostica que obtendría hasta ocho representantes. El partido liderado por Santiago Abascal obtendría actas en todas las provincias excepto en Huelva. Con el 13% de los votos, la formación ultraconservadora se convertiría en la cuarta fuerza política de la región, situándose por encima de Unidas Podemos. 

Ciudadanos lograría el 17% de los votos y diez escaños. Es de destacar que su cabeza de lista por Almería, José Manuel Villegas, se quedaría fuera del Congreso de los Diputados. En nuestra provincia, según Gad3, el PSOE conseguiría tres escaños, por dos el PP y uno Vox.

Almería y Andalucía


Juan Miguel Galdeano Manzano
Texto publicado en Facebook

Desde hace ya muchos años el 28-F es un día que me despierta más dudas que certezas, más "y por qué esto es asi" que "me siento orgulloso de". Nunca he logrado entender el encaje de Almería en esta comunidad autónoma, ni las bases sobre la que se sustenta. No me cabe en la cabeza que exista, por ejemplo, un identidad única andaluza, común a las ocho provincias obligadas a mirarse entre sí, y a la vez se olviden y nieguen los lazos que nos unen con Murcia, el Levante o La Mancha.

La Crónica Merdional en 1889

Por otra parte siempre he sentido que mi Almería tiene un algo, un mucho que ver, con Granada y con Jaén. Una forma parecida de hablar, unos lazos históricos fuertes y el ser "hermanas en desgracia", como las titulaba La Crónica Meridional en 1889 ante el olvido de Madrid hacia la tan necesaria línea ferroviaria Linares-Guadix-Almería.
Las alternativas a Andalucía no terminan de convencerme. No porque, debidamente idealizadas, no fueran buenas para Almería, sino porque se siguen apoyando sobre datos sesgados
Sin embargo, a día de hoy, las alternativas a Andalucía no terminan de convencerme. No porque, debidamente idealizadas, no fueran buenas para Almería, sino porque se siguen apoyando sobre datos sesgados. Salvo una minoría ilustrada, a la que sigo desde muy cerca, la mayor parte del argumentario se reduce a tópicos sobre los sevillanos, exaltaciones del nacionalismo español (como si el centralismo madrileño nos hubiera hecho algún bien desde el siglo XIX) o afirmaciones categóricas como "Almería nunca ha sido andaluza", como si quien las pronunciase conociese al dedillos el 100% de las fuentes históricas de los últimos cinco siglos de historia.

Tampoco logró ver la ventaja que supondría tener a algunos de nuestros políticos locales, de corrupción hasta las cejas y sin amor por la tierra que representan, al frente de un gobierno autonómico. Las posibles compañeras de viaje, como esa Granada nostálgica de cuando era capital de algo (unos tiempos gloriosos paradójicamente solamente bien recordados en la capital del reino), tampoco parecen muy por la labor.
Nuestros esfuerzos deben ser que nuestras provincias maduren, se amen más a sí mismas por encima del dinero y la especulación, se conozcan y sepan los valores que atesoran
En mi opinión, en mi humilde opinión, nuestros esfuerzos deben ser que nuestras provincias maduren, se amen más a sí mismas por encima del dinero y la especulación, se conozcan y sepan los valores que atesoran. Porque una sociedad madura, que siga ese camino, sabrá tomar las decisiones correctas y florecerá ya sea dentro de Andalucía o fuera de ella. Y ése es el camino en el que, hasta entonces, me encontraréis.