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El alegato machista de José Manuel Parada en 'DeViernes'

Marián Lozano
@marian65x 

José Manuel Parada ofreció anoche un ofensivo y detestable alegato machista contra una víctima de violencia de género, María Jiménez, en el programa DeViernes, en Telecinco. Una vez más en su corta trayectoria, en el programa se cuestiona a una víctima de violencia machista. Hace dos semanas la revictimización recayó en Bárbara Rey, como ya contamos en un artículo.

Parada, anoche, en DeViernes / Mediaset

¿Qué tenemos que hacer para que esto pare? Es la inevitable pregunta que se repite cada vez que somos conocedores del asesinato de una mujer a manos de su maltratador. La misma pregunta nos hacemos cuando cuando en un programa de televisión se cuestiona a una víctima de violencia de género. Pero, ¿cómo va a parar mientras elementos como Parada y otros similares justifiquen a los maltratadores o los pongan al mismo nivel que a la víctima y lo hagan ante miles de espectadores?

Porque esto tiene que parar, y la única forma de educar contra el maltrato hacia las mujeres es condenándolo y no alentándolo. Justificar el maltrato es inducir a cometerlo o a seguir cometiéndolo.

"Frases como “no nos podemos quedar solo con una versión”, “¿es que ella era una santa y él un demonio?”, “era una relación tóxica”, "ella tenía un carácter difícil" o “las cosas no son blancas o negras” insinúan que quizás la víctima se merecía el maltrato"

José Manuel Parada lanzó un mensaje que no es nuevo, utilizando tópicos negacionistas que se pueden desmontar rápidamente. Pero lo peligroso es que para aquellos que desconocen cómo se articula la violencia machista y cómo actúan los maltratadores, estos tópicos generan confusión y hasta los pueden dar por válidos. Frases como “no nos podemos quedar solo con una versión”, “¿es que ella era una santa y él un demonio?”, “era una relación tóxica”, "ella tenía un carácter difícil" o “las cosas no son blancas o negras” insinúan que quizás la víctima se merecía el maltrato.

No le importó a Parada, como algunos compañeros de plató le advirtieron, que una sentencia avalara los malos tratos que sufrió María Jiménez a manos de Pepe Sancho. El periodista insistía en que María Jiménez era una mujer de carácter, como si las mujeres, por tener carácter, tuvieran que ser maltratadas. Es peligroso cierto discurso sobre las víctimas ("ella era la fuerte, la que provocaba, no se dejaría maltratar por nadie, tenía un nivel educativo y económico alto…") porque alejan a mujeres maltratadas de un perfil determinado.

“Yo he salido muchas veces a tomar copas con ellos y he visto sus broncas”, comentaba Parada, haciendo oídos sordos a lo que estaba confirmando su hijo en la entrevista y a lo que relató María Jiménez en un Juzgado sobre los actos violentos que se producían en la intimidad del hogar. Tampoco tuvo en cuenta las opiniones de todos los testigos que han contado, mil y una veces, las humillaciones públicas que recibía la artista. Ni las de la hermana de María, que estaba relatando en plató el infierno que vivió la cantante al lado de Pepe Sancho, y cómo ella incluso llegó a pensar que en algún momento la mataría.

Y es que a los defensores del maltrato les da lo mismo. Cuando no hay sentencia, se amparan en ello -sin sentencia no hay víctima, alegan-, y cuando hay sentencias, las obvian.

"No se puede justificar la revictimización al amparo de que las víctimas son personajes y por eso se puede hablar de ellas en cualquier término y forma"

No se debe permitir que los platós de televisión se utilicen para revictimizar, una tras otra, a mujeres que desafortunadamente han sido víctimas de violencia machista. No se puede justificar la revictimización al amparo de que las víctimas son personajes y por eso se puede hablar de ellas en cualquier término y forma.

Una vez más, en su corta trayectoria, el programa DeViernes genera polémica por este tipo de comportamiento hacia una víctima de violencia machista.

A pesar de ser recriminado por algunos colaboradores del programa, José Manuel Parada mantuvo su actitud en cada ocasión que le fue otorgada la palabra. José Antonio León fue contundente, pero sus palabras no bastaron para acallar al ex-amigo de Isabel Pantoja. Solo la dirección del programa tenía autoridad para acabar con su aberrante discurso, silenciado su micrófono o expulsándolo del plató. Dirán algunos que existe libertad de expresión, pero no, esto no es libertad de expresión, es discurso negacionista. La apología o justificación de cualquier acto violento contra las mujeres no puede ser objeto de difusión en un medio de comunicación.

Cada vez son más los telespectadores que rechazan esta actitud de un programa de televisión. Posiblemente no sea casualidad que, anoche, De Viernes solo tuviera un 10,4 % de cuota de pantalla y 903.000 espectadores de media y que perdiera 2,9 puntos de share y 235.000 seguidores respecto a la semana pasada. Son sus cifras más bajas desde que se estrenó hace poco más de un mes.

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