Huércal de Almería: y mientras, los contenedores ardiendo

María José López Pacheco

Concejala no adscrita de Huércal

Me parecen muy tristes y muy lamentables los hechos vandálicos acaecidos el pasado Sábado Santo en nuestro municipio. Pero, desgraciadamente, tampoco me han sorprendido puesto que en un pueblo con casi 20,000 habitantes no puede darse la paradoja de que haya habido fines de semana en que sólo había dos agentes de la Policia local de servicio. Así, nos estamos enfrentando a una oleada de robos y vandalismo, con esta flagrante falta de efectivos y una inseguridad palpable, reflejada en los medios de comunicación.

Vista panorámica de Huércal de Almería

A todo esto hay que unir que a los pocos efectivos existentes se les encargue “seguimientos” a personas incómodas para el equipo de Gobierno, como ha sido mi caso en particular. Han enviado agentes a mi domicilio hasta en tres ocasiones en un mismo día. Mientras, en las puertas del Colegio La Jarilla no había ningún agente.

¿El motivo? Una denuncia inverosímil, sin pies ni cabeza, acerca de unos supuestos vertidos cuando no había nadie en mi vivienda. Han focalizado la denuncia en mi persona, cuando en mi domicilio viven cinco personas, sin ningún tipo de prueba, y para más inri, publicada en redes sociales dos días antes de que a mí se me notificase oficialmente y sin que yo tuviese conocimiento ni oportunidad de ejercer mí derecho a la defensa.

Por este motivo he interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil por lo que considero una vulneración clara de mis derechos y de mi intimidad, pidiendo responsabilidades tanto de la filtración como de la manifiesta infidelidad en la custodia de documentos, ya que se estaban dando por ciertos los hechos denunciados cuando aún se encontraban y se encuentran en periodo de alegaciones.

Por si esto fuera poco, cuando realicé la pertinente alegación con quince pruebas gráficas exculpatorias, así como una redacción clara y exhaustiva de la imposibilidad de los hechos denunciados, incluso habiéndose nombrado un instructor del expediente y como una prueba más del evidente acoso y hostigamiento al que vengo siendo sometida desde que voluntariamente decidí abandonar las filas del Partido Popular y convertirme en Concejal no adscrita, el señor alcalde se dedicó a pasearse con mis alegaciones debajo del brazo por las comisiones informativas y por el Pleno, haciendo comentarios recogidos en Acta dando por cierto lo denunciado y con una más que evidente falta de respeto hacia mi persona, negándome mi derecho a replica y más aún cuando esa replica se solicitaba por alusiones.

Por todo ello he tomado la decisión, vista la innegable imparcialidad y la falta de cariz democrático, de no volver presentar alegaciones, puesto que con todas las pruebas argumentales y gráficas que demuestran sin ninguna duda mi inocencia (yo no sé si en mi puerta había vertidos o no los había, pero lo que nadie, nadie, ha podido demostrar es que proviniesen de mi domicilio.

En medio de toda esta historia, el Ayuntamiento culpa a la Policía de la filtración y la Policía culpa al Ayuntamiento. Y mientras tanto, los contenedores de basura ardiendo y nuestras casas indefensas. ¿Y el equipo de Gobierno? Ni está ni se le espera.