En
Almería existe una relevante tradición olivarera desde de la Edad de Bronce con
el referente de El Argar (Antas). Buena campaña de aceite en el
conjunto de la provincia. Alcolea, localidad de la Alpujarra almeriense,
representa con su Monumento a los aceituneros y aceituneras, diseñado por María
del Pilar Moya, natural de Berja, la actividad propia de nuestra tierra como es
la producción de aceite. Unas 30 almazaras desarrollan su actividad en la
provincia de Almería con un directorio que tiene marcas de prestigio de aceite
en Alcolea, Laújar, Abrucena, Canjayar, Abla, Tabernas, Albox, Arboleas,
Zurgena, Lubrín, Pulpí, Gafarillos, Sorbas, Uleila del Campo, los Vélez, o Los
Gallardos, donde se localizan almazaras antiguas como las de los añorados
Martín Ruiz Hernández y de José Agüero en Los Martos que marcaron a distintas
generaciones con aquellos inviernos de sabañones y pobre. Una cosa no cambia
desde hace unas semanas con el verbo varear, al margen de la mecanización,
método tradicional de recoger aceitunas golpeando las ramas con una vara para
que caigan al suelo. Recuerdo de niño que poníamos una manta o mantel en el
suelo, en los bancales del Ventorrillo de mi tía Pura Flores Soler, la que
luego nos ayudaba en “las matanzas” de diciembre con los embutidos y aquel rico
moscón. Los familiares siguen ayudando a los minifundios de la mayoría de
recolección de aceituna del conjunto de Almería como ocurre con el farmacéutico
de Mojácar Juan José Crespo Haro que sigue la tradición de sus abuelos y padres
con la finca de los Chicharrotes. Lo que ocurre en esta zona con la implicación
de las familias de agricultores nada tiene que ver con las almazaras de Córdoba
o Jaén que dan abasto a las mayores cosechas españolas. Ofrecen trabajo a
personas que vienen de fuera y en algunas ocasiones lamentamos que migrantes
tengan que dormir a la intemperie o en centros sociales, los más
afortunados.
| La vieja almazara de Los Gallardos / A. Torres |
| La nueva almazara de Los Gallardos / A. Torres |
La
historia de la provincia de Almería explica que sus almazaras constituyen una
tipología arquitectónica basada en la economía, la simplicidad, la racionalidad
y la adaptación al medio geográfico y social. Estos edificios siempre se han
construido con materiales del entorno inmediato y de escaso coste. Entre sus
elementos constructivos más representativos destacan los muros de mampostería y
ladrillo revestidos con cal o yeso, así como los forjados de cañizo sobre
rollizos de madera que sustentan la cubierta, normalmente inclinada y de teja
cerámica. Esto puede observarse en numerosas almazaras antiguas del territorio
almeriense, como la Almazara del Benzal, en Pulpí, o la Almazara de Martín
Ruiz, padre de Ramona y Pedro Ruiz Cabezas, exalcalde que trajo el
alcantarillado y los primeros asfaltos de las calles Mayor y La Palma a Los
Gallardos en los años setenta. “Ambos ejemplos conservan en su interior prensas
hidráulicas con las que se obtenía el aceite mediante la presión ejercida sobre
los cojines de esparto, también conocidos como capachos, que recogían la
pasta de aceituna molida en los conos de piedra”, afirma Almudena García Ruiz
(Los Gallardos, 1994), arquitecta y doctora por la Universidad de Granada,
coautora de un libro referente para el sector Tradición, olivo y
arquitectura. Las almazaras del Levante Almeriense, editado por Círculo Rojo,
escrito junto a María Paz Sáez Pérez de la Universidad de Granada. “Sin
embargo”, subraya Almudena García, “con el paso del tiempo, estos materiales y
técnicas constructivas han dejado de ser de procedencia local, ya que han sido
sustituidos por otros más modernos y de carácter industrial. Hoy en día, el
sistema empleado es el continuo, con tracción por motor, para la obtención del
zumo de la aceituna: la pasta resultante de la molienda pasa a una batidora con
el fin de homogeneizarla y favorecer la agrupación del líquido”.
Actualmente,
existen ejemplares de olivos monumentales que se consideran de gran valor por
la influencia que han supuesto en obras literarias y artísticas a lo largo de
la historia destacan en el citado libro. “Además, el fruto de este árbol, la
aceituna, era muy preciado, ya que de él se obtenía el aceite de oliva, cuyas
técnicas de producción han evolucionado desde el siglo XXVI a.C. hasta nuestros
días”. “En la provincia de Almería existe una relevante tradición olivarera,
destacando la comarca del Levante por su vinculación con el olivo desde de la
Edad de Bronce. En este territorio se localizan almazaras actuales y antiguas,
aunque algunas de ellas han desaparecido por no otorgarles el valor etnológico
y patrimonial que merecían”.
La moderna almazara de Los Gallardos Virgen de Lourdes, impulsada por el promotor Fernando Ortega Castro, hijo de agricultores, en la zona conocida por Las Norias-Huerta Nueva, lugar donde nacieron los abuelos y padres de ese empresario que ha desarrollado su vida profesional en Cataluña, Argentina y Sevilla. Ortega asegura que “el aceite es el viagra natural y una fruta que da salud y muy recomendable en la dieta mediterránea”. Con su almazara ha querido homenajear a su familia de Bédar con su esposa María Castro a la cabeza y de Los Gallardos. Dueño de una marca consolidada, el Complejo Turístico Molino de Saydo, en Mollina (Málaga). Sus hijos mantienen el negocio. La tecnología es alemana, con una gran centrifugadora, y tiene un carácter medio ambiental dado que los huesos de la aceituna se trituran y se utilizan como combustible. Todo se aprovecha y esa técnica permite un plus ecológico y económico que beneficia a los bolsillos en estos tiempos en el que se debe aprovechar todo. Ese reciclaje tiene una turbina que produce energía limpia.

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