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España entra en caos


José-Tomás Cruz-Varela
Exdirector de RR.HH.

➤➤La aparentemente y denodada lucha contra la corrupción, por la que tanto dicen haber luchado desde nuestro presidente hasta el último de sus dirigentes, ha resultado inane, consiguiendo que se cumpla el viejo dicho (adjudicado a Tomacc de Valerokivich) de que  “En España la corrupción se crea, no se destruye y además se multiplica”. Algo que  nadie cuestiona. Recientemente apareció en los medios el caso "Erial", protagonizado por Eduardo Zaplana, exalcalde de Benidorm, presidente de la Comunidad Valenciana, portavoz parlamentario y ministro de Trabajo. Personaje que hasta el momento siempre había logrado salir indemne de las investigaciones a las que fue sometido, alardeando más de una vez de su acrisolada honradez, ha devenido en pura fachada tras su detención y posterior encarcelamiento por delitos de blanqueo y cohecho, siendo acusado de la percepción de 10,5 millones en comisiones apalancadas en Luxemburgo.

Gráfico: Auditool

Transcurridos tres años hueros de iniciativas políticas, en el lapso de 48 horas, se dice pronto, se han producido una serie de vertiginosos acontecimientos que han colocado a nuestro jefe del Ejecutivo en una preocupante y delicada situación, cuyo único objetivo pasa por permanecer en La Moncloa hasta el final de la legislatura. Desde el pasado miércoles 23, en que el PNV anunció su voto afirmativo a los Presupuestos, hasta el viernes en que compareció Rajoy en el Congreso para criticar a Pedro Sánchez por haber anunciado una moción de censura, España ha entrado en un total estado de vulnerabilidad e inestabilidad cuyas consecuencias no anuncian precisamente nada halagüeño.

A lo largo de estos tres agitados días y a modo de resumen surgieron los siguientes acontecimientos: detención y encarcelamiento de Zaplana por delitos de corrupción, pleno del Congreso aprobándose los Presupuestos Generales del Estado, estalla la sentencia de la “Gürtel” cuestionando la credibilidad de Rajoy, Ciudadanos anuncia la ruptura de su partido con el Gobierno, Podemos somete a consulta interna la adquisición de un chalet por parte de Pablo Iglesias e Irene Montero y el presidente del Gobierno arremetió contra Sánchez por la citada moción de censura.

Aunque el jefe del Ejecutivo se resista a reconocerlo, España precisa un nuevo Gobierno obligando a convocar unas nuevas elecciones generales para que los españoles puedan elegir a un nuevo presidente de Gobierno, con otro talante y energía suficientes para abordar nuestros problemas, entre los que destacan: el desafío separatista, consolidar la recuperación económica y erradicar, de una vez por todas, la lacra de la corrupción que nos correo. Decisión mayoritariamente solicitada en base a la opinión de un amplio colectivo de políticos sensatos y una ingente cantidad de españoles. La Bolsa ya lo ratificó con sus caídas al igual que ha sucedido con el incremento de  la “prima de riesgo”…. ¡Tiempo al tiempo!

¿Por qué no se plantea dimitir, señor Rajoy?

José-Tomás
Cruz Varela

Mire, don Mariano, la ciudadanía o gran parte de ella se encuentra muy descontenta con su forma de actuar. Muchos de su dirigentes, comenzado por usted mismo, lo único que comunican es pesimismo e indolencia. Afiliados, votantes y simpatizantes consideran  un cambio de Gobierno como algo imprescindible e igualmente con la dirección del partido, empezando por la multiusos secretaria general Dolores Cospedal García. Usted pone cara de circunstancia pero se niega a apear de sus cargos a ninguno de sus fieles, obviando si su gestión es más o menos acertada o prácticamente inútil. Es  curioso que sea el propio jefe del Ejecutivo quien se adelante y coloque el parche en el ojo manifestando que “el Gobierno lo está haciendo bien aunque ignora como comunicarlo”, reconociendo incluso el estar alejándose de la gente.
Nos encontramos con un Gobierno sin política y un partido sin Gobierno, carente de iniciativa legislativa, sin reformas e incluso a este paso hasta sin presupuestos
El PP conserva el Gobierno milagrosamente apoyado en una minoría parlamentaria y siguiendo la doctrina arriolana consistente en no hacer nada. Nos encontramos con un Gobierno sin política y un partido sin Gobierno, carente de iniciativa legislativa, sin reformas e incluso a este paso hasta sin presupuestos. Los ministros rehúyen la confrontación política para que todo siga igual y nada cambie, a tenor con la consigna recibida e incluso manteniendo es sus puestos a personajes como por ejemplo el portavoz parlamentario. Sr. Hernando, cuyas apariciones y comunicaciones a trompicones son un auténtico dolor.

En política el tiempo vuela y en menos de un año habrá que celebrar elecciones autonómicas, municipales y europeas, con la consiguiente amargura de los populares comprobando como se les escapan sus votantes. Según los sondeos, de cada cuatro votantes que incorpora Ciudadanos, 2,5 proceden del PP. Los resultados en los citados comicios decidirán quien triunfa en las elecciones generales del 2019, y en el PP son conscientes de que sin mayoría absoluta perderán el Gobierno de la nación. El pesimismo popular no para de crecer y cada día que pasa consideran más necesario los citados cambios tanto en el Gobierno como en la dirección del partido. Los desastrosos resultados obtenidos en las autonómicas catalanas ha supuesto un merecido golpe para el PP, asestado en parte por el éxito cosechado por Ciudadanos tras la magnífica campaña desplegada por Inés Arrimadas.
El 2018 será muy complejo para los populares motivados por los juicios de Púnica y Gurtel. No olvidemos que cuando la porquería se revuelve, salpica y huele mal
Los hay que todavía creen que Rajoy procederá a efectuar los mencionados cambios en el último momento, aunque con la presunta permuta, poco o nada conseguirá. El 2018 será muy complejo para los populares motivados por los juicios de "Púnica" y "Gurtel". No olvidemos que cuando la porquería se revuelve, salpica y huele mal. El presidente tiene dos grandes problemas que a estas alturas ya no tienen solución posible. El primero y principal, la corrupción con todas sus ramificaciones, y en segundo lugar, presuntamente, el haberla consentido. Puede repetir y negar ante el Parlamento el no tener nada que ver con tal lacra aunque nadie le creerá, y a su favor, que los dos líderes de la oposición, Sánchez (PSOE) e Iglesias (Podemos), nunca han demostrado la talla intelectual y política suficiente para desplazarlo.

Tratamiento aparte merece Ciudadanos tras las elecciones del 21-D. La impronta marcada por Arrimadas tras su sonada victoria en los comicios autonómicos les está permitiendo ejercer una presión sobre el PP cuyas consecuencias ya comienzan a notarse. El nivel de desconcierto no para de crecer entre los mandos intermedios.
A la acaparadora Cospedal García nunca debió permitírsele compatibilizar el cargo de secretaria general con ser ministra y presidenta del PP de Castilla-La Mancha
Por mucha confianza que le inspire a Rajoy la acaparadora Cospedal García, como ministra y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, nunca debió permitírsele compatibilizar dichos cargos con el de secretaria general del partido, decisión que en su momento ya fue muy criticada, con la única intención de tener muy controlado dicho órgano de vital importancia para que no cree problemas. Comportamiento que no le impedirá frenar el empuje de Ciudadanos, dado que limitándose una vez más a recabar la confianza de los suyos ya está muy gastado y resulta insuficiente.
Rajoy tiene que remover su formación promocionando a sus mejores líderes, tal como Alberto Núñez Feijoo, Alfonso Alonso o Pablo Casado, prescindiendo de otros como Rafael Hernando y algún ministro
No tardaremos mucho en ver como las encuestas comienzan a machacar a los populares propiciado por la descomposición del propio partido. Albert Rivera representa la renovación del centro, tratando de  atraer hacia Ciudadanos a cargos medios populares para reforzar y afianzar los puntos débiles de su partido, incluyendo a un varón ex presidente de una Comunidad. Rajoy tiene que remover su formación promocionando a sus mejores líderes, tal como es el caso de Alberto Núñez Feijoo, Alfonso Alonso, Pablo Casado, etc. etc., y a su vez, prescindiendo de otros como el ya citado portavoz parlamentario Rafael Hernando y algún ministro. Basarlo todo en la susodicha confianza será un tremendo error y todo ello teniendo en cuenta que el año próximo se celebrarán elecciones autonómicas y municipales, unido a que previamente se logre la aprobación de los presupuestos generales del Estado, algo que se presenta sumamente complejo, toda vez que de lo contrario se vería en la necesidad de convocar unas generales que no quiere ver ni en pintura.

La cruda realidad es que Rajoy debe romper con su letargo e intentar reencontrarse con sus votantes, que actualmente navegan a la deriva, totalmente desconcertados y escépticos. 2018 se presenta plagado de dificultades con la reaparición de la corrupción, Púnica, Gurtel, etc. Todos hemos observado como Rajoy no ha vuelto a repetir la sandez de hacer gala sobre su fuerza y magnífico estado físico pensando en presentarse a una tercera legislatura, cuando quizá lo más apropiado y por el bien del país sería optar por la dimisión. Prométanos al menos que lo meditará seriamente...¡Tiempo al tiempo!

Tontos y bobos solemnes

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Se le atribuye al canciller Otto Von Bismarck una frase epigramática dirigida al embajador del Gobierno de España que le visitó en la Corte prusiana (1863) y, como un cumplido no exento de retranca, le espetó: “Admiro a España. Estoy firmemente convencido de que es la nación más fuerte del mundo. Lleva siglos queriéndose destruir a sí misma y todavía no lo ha conseguido”. El siglo XIX España escribía un ciclo decadente tras la reciente victoria ante la invasión napoleónica; y, más atrás en el tiempo, el Imperio, el Descubrimiento, la Reconquista…

La llamada (Foto: El Plural)

No obstante, diversas y cruentas vicisitudes pusieron a prueba la tenacidad de un pueblo que siempre adoleció de catalizador de voluntades para alcanzar la cohesión de una nación, país o patria que, a la fuerza, se asumió en la dictadura franquista para, una vez superada, resurgir con denodado ímpetu el pulso destructivo, secesionista y revanchista que efímeramente sofocó la Transición para volver a desenterrar el gerracivilismo, las banderas de la contienda y el ansia de revancha.

El problema de España reside en los españoles que, por diversos motivos, no quieren serlo. Pero es que tampoco saben qué quieren ser una vez rotas las “cadenas” de tan sufrido calvario. Malograda la Transición, aparecieron diversos políticos de cierto nivel que han dirimido en unas excrecencias inasumibles para la convivencia. El nivel de tontos y bobos solemnes es abrumador; sin olvidar la fauna del “tiempo nuevo” que merece capítulo aparte.

La comunicación telefónica entre Rajoy y Trump ha dejado entrever la calidad política de algunos aspirantes a estólido del año. El ofrecimiento de Rajoy como “mediador de Hispanoamérica” se ha interpretado como humillación, bajeza, sumisión… y como dice Mario Jiménez “rememoración de la foto de las Azores (…) y Rajoy es el mayordomo de Donald Trump”. Y esto lo dice el personaje colocado por Susana Díaz en la Gestora socialista para realizar la complaciente labor de zapa que allane el terreno a la lideresa andaluza que aún no quiere pronunciarse como aspirante a la pretendida proclamación de la dirección del PSOE para no “contaminar” el 28-F. Ahora resulta que nos hemos vuelto exquisitos con el respeto por la efemérides y la simbología. Franco ponía música sacra en Semana Santa, y Susana no se postula por respeto a fecha tan señalada para Andalucía. ¡Hay que joderse cómo nos toman el pelo!

Rajoy es un “mayordomo” por intentar solucionar la acritud despertada ante las medidas de Trump en el entorno latinoamericano con el que, se supone, tenemos una responsabilidad histórica que trasciende más allá del común idioma. Intentar solucionar el problema entre México y USA es propio de mayordomos, según el lacayo del susanato. Pero no hablemos de las interesadas y retribuidas relaciones e importaciones ideológicas de la izquierda tradicional y advenediza con Cuba, Venezuela, Bolivia… para acrecentar el tribal odio que nace de los execrables regímenes de la administración de la miseria.

Si Rajoy es el mayordomo de Donald, ¿qué fue Zapatero con la Alianza de Civilizaciones? ¿Qué fue Felipe con el No a la OTAN para, después, reforzar los lazos con la Alianza? El “bobo solemne”, alma en pena por los pasillos de Bruselas, aislado, olvidado… un fantasma reclinado en un sillón removiendo papeles: “la Tierra no es de nadie, salvo del viento”; pero reforzó las fronteras con Marruecos en Ceuta y Melilla con la famosa frontera sirgada (cables entrelazados para dificultar el acceso). Zapatero vendía la Alianza de Civilizaciones que, como se puede comprobar, ha rozado el Nobel de la estulticia; pero Rajoy es el mayordomo de Trump por la “pelusilla” que aún subyace en eso de la responsabilidad de la Madre Patria. Von Bismarck no lo verá; pero, de seguir con esta cosecha de tontos y bobos, se hará realidad el intento que el barón prusiano creía imposible.

Investidura de Rajoy: se cumple el guión

Emilio Ruiz

En el guión del debate de investidura de Mariano Rajoy como presidente del Gobierno hay escrito que en la votación del miércoles el candidato contaría con los votos afirmativos de 170 diputados –los de su propio grupo, los de Ciudadanos y el de Coalición Canaria- y los negativos de los 180 diputados restantes. El guión se ha cumplido al milímetro. Alguien puede preguntarse si era preciso realizar semejante despliegue parlamentario para algo cuyo desenlace se conocía. Sí, era necesario. Por dos razones. Una, porque a pesar de que en estos casos los cabos sueltos no son frecuentes, siempre queda algún resquicio para la sorpresa. No ha sido el caso, pero acordémonos del ‘tamayazo’ madrileño, por ejemplo.


Pero, sobre todo, era necesario porque el debate de ayer y de anteayer ha marcado la pauta de lo que puede ocurrir el viernes y durante los dos meses posteriores. El dicho guión recoge que la sesión de pasado mañana terminará con idéntico resultado que la de ayer. Sobre lo que puede ocurrir en los dos meses posteriores es donde quedan abiertas todas las incógnitas. Nadie sabe lo que va a pasar.

El PSOE va a necesitar algo más que imaginación para resolver la difícil papeleta que le han puesto por delante. Rajoy, con la inestimable ayuda de la mayoría de medios de comunicación y algunas ‘vacas sagradas’ socialistas, le ha hecho a Sánchez una encerrona magistral, de tal forma que se puede decir que en la opinión pública está asentado el criterio de que depende de la única voluntad socialista si los españoles acudimos de nuevo a las urnas el mes de diciembre.

A día de hoy nadie sabe –Pedro Sánchez, tampoco- cómo va a salir el PSOE de este atolladero en que le han metido. Si se descarta lo descartable (apoyo a Rajoy y acuerdo con Podemos) la senda lógica conduce a unas terceras elecciones. ¿Cómo puede acoger el electorado, en esa nueva cita con las urnas, esta actitud del PSOE? Eso tampoco lo sabe nadie. Los riesgos para los socialistas son muchos, y ellos lo saben. Pero la realidad tampoco se puede negar, y ésta es que la inmensa mayoría de afiliados socialistas –la opinión de los votantes socialistas puede ser distinta- prefiere un nuevo encuentro con las urnas antes que dar su voto a quien considera la encarnación de todos los males (léase Rajoy).

España, qué mal te quieren

Antonio Jesús Rodríguez Segura
Diputado delegado de Cultura

A estas alturas nadie tiene duda ni dentro ni fuera de nuestro país de la grandeza y la solidez alcanzada por España en todos sus extremos. Hemos sido capaces de hacer una transición modélica, ejemplo de todas las llevadas a cabo en el mundo entero a lo largo de todo el siglo XX. Hemos sido capaces de superar una etapa tremendamente negra, o más bien roja, por los regueros de muerte y de sangre que ha dejado el terrorismo. Hemos sido capaces de consolidar la democracia a través de la alternancia, por cierto, en toda España menos en Andalucía. Hemos sido capaces de superar una crisis económica muy distinta de la que globalmente ha azotado a muchas economías mundiales. Y, sin embargo, no somos capaces de entender una máxima en democracia, y si me apuras una máxima de vida, que no es otra cosa que entender que gana aquel que tiene mejor resultado que los demás, y en lo referido estrictamente a la política, eso significa que debe gobernar quien gana, que es el que quieren los ciudadanos que gobierne.

Tres grupos: los que no 'quieren' a España, los que 'pasan' de España y los que 'trabajan' por España

Esta situación insólita deja clara la existencia de tres grupos o masas sociales en nuestro país, los que “no quieren” a España, los que “pasan de España” y los que “trabajan por España”. Los que no quieren a España: éstos están perfectamente identificados, presumen de no quererla, es más, abogan abiertamente por destruirla y rodeados de dos ideales fundamentales se aprovechan del mar revuelto. Estos ideales son fundamentalmente el anarquismo y el separatismo.

Los últimos están más identificados que los primeros, se aprovechan de la desesperación de las gentes en sus territorios de influencia, pero, si cabe, tienen menos culpa que los primeros, porque muestran abiertamente sus principios y sus objetivos, con lo cual el que quiera seguirlos y además apoyarlos tiene al menos la misma culpa de quienes los lideran.

Los primeros, los que agitan el anarquismo social, son mas “peligrosos”. Son profesionales de la comunicación política, de esto no me cabe duda, quizá que algo de esto debiéramos haber aprendido todos hace mucho tiempo, pero armados de ese talento, lo utilizan para ganar adeptos a través de la manipulación y la mentira.

Qué sorprendente es, cuando menos, que durante los años en los que España caía desenfrenadamente al abismo, por una serie de condicionantes externos, pero también por una pésima gestión económica interna, estos “salvapatrias” no salían a las calles, no montaban manifestaciones para corregir la deriva de los responsables políticos del Estado. Disfrutaban viendo España caer, porque solo en los lodos del fondo ellos podrían sacar rédito a su mensaje. De estos, la sociedad no espera nada, solo quieren romper España y lo sabemos, así que si cabe podemos decir que para la causa “están amortizados”.

Los que pasan de España: aquí también hay dos grupos, los que nos les importó que se hundiera y les da exactamente igual su futuro, y los que son “como el muñeco de la comunión”, o dicen serlo a través de presentarse como aquellos que nunca han roto un plato, que van por encima del bien y del mal, que no se han arrugado en su vida las entretelas ni se han manchado los zapatos, lo que viene siendo una clara representación del que en su vida no le ha un palo al agua, nunca podrá equivocarse si no hace nada.

Estos últimos no permiten que se forme Gobierno porque consideran ellos que “no hay que hablar de sillones”. Esto es increible, tendrían credibilidad si dijeran que no hay que hablar de que Rajoy ocupe el sillón de presidente del Gobierno, o mejor, deberían decir que si hay que hablar de sillones, de que el sillón de presidente no sea para quien ha ganado las elecciones, sino para quién ellos digan, lo que viene siendo imponer la voluntad de los perdedores, sobre los que democráticamente han ganado las elecciones.

Me hace especialmente gracia lo de los sillones. No es justo que este nuevo aire de supuestas nuevas formas de hacer política tome por tontos al resto de los mortales. ¿Alguien se puede imaginar un candidato a presidente del Gobierno, a alcalde de su ciudad o de su pueblo, o a presidente de su comunidad de vecinos diciendo “Vótenme ustedes que si gano yo, ya veremos a ver quién gobierna…”? Esto es vergonzoso, queridos politólogos de la nueva ola, la política es la defensa de las ideologías de un grupo de pensamiento parecido dirigidos por un líder que está llamado a dirigir, a gobernar, a liderar, y ese líder es el que cuando gana tiene que ocupar el sillón de mando, y esto no solo es así, sino que debe serlo.

A los primeros, los que hundieron España y les da igual su futuro, les diré que la historia de sus siglas está muy por encima de quien las lidera de forma atropellada en este momento. Además les diré que el objetivo principal de una organización política es ganar las elecciones, y, después de esto, su segundo objetivo debe ser quedar segundos. Cuando esto pasa, las aspiración debe ser a recuperar el primer puesto cuanto antes y no a caer en el tercero o en el cuarto, como parece ser que están abocados.

Los que trabajan por España: estos son sencillamente todos los demás, los que siguen empeñados en hacer nuestro país cada día más grande, los que tienen como prioridad seguir creando empleo a través el crecimiento económico, los que tienen como prioridad la unidad de España en su integración europea, o la seguridad de los españoles ante un nuevo desafío terrorista mundial, mucho más complejo del que fuimos capaces de vencer en España, y que por eso y precisamente por eso, necesita más unidad y contundencia que nunca. A esos tres grandes retos, le añado un cuarto no menos importante, modificar las leyes lectorales y si es preciso la Constitución para hacer frente a los que no quieren España.

Aplícate tu receta, Mariano

Miguel Ángel Vázquez
Portavoz del Gobierno de Andalucía

¡Maldita hemeroteca! Hace poco más de un año, Mariano Rajoy jaleaba a su partido en Andalucía por bloquear la investidura de Susana Díaz. Tras votar dos veces en contra, el político gallego decía ufano que el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, “está haciendo lo que tiene que hacer”.

Rajoy apoyó la postura de Moreno Bonilla de impedir el acceso de Susana Díaz a la presidente de la Junta de Andalucia, en una situación similar a la actual 

Yo no habría dicho nunca esa barbaridad, pero él se puede aplicar ahora su propia medicina. Cada cual recoge lo que siembra. Y Rajoy y el PP se han dedicado durante los últimos cuatro años y medio al ordeno y mando, a imponer su rodillo y a dinamitar puentes. A día de hoy nadie le abre la puerta. Como si no hubiera memoria, pone la cara de niño bueno y pide el auxilio al PSOE, que le ha respondido con un ‘no’ rotundo y unánime, le ha dado calabazas en toda regla.

Por tanto, se tendrá que fajar a fondo y buscar apoyos entre los más próximos ideológicamente. Ya el PNV le ha pedido el acercamiento de los presos etarras al País Vasco, una propuesta que ha levantado ampollas de inmediato en los sectores más fundamentalistas de la derecha patria.

Parafraseando el título de una canción de The Beatles, le queda por delante un largo, ventoso y… tortuoso camino y no está entrenado para hacer frente a ese desafío.

El debate de anoche: Demasiado temor a equivocarse

Emilio Ruiz

No existe unanimidad entre los politólogos sobre la influencia de los debates en la orientación del voto. Hay quienes dicen que un candidato no debe pretender acudir a un debate para obtener más votos, sino para no perder ninguno. Dicho de otra manera, un debate no gana elecciones, pero puede ayudar a perderlas. La mejor receta para evitar esto último es no cometer errores. El debate a cuatro de anoche tenía la novedad de que era la primera vez que reunía a los líderes de los partidos mayoritarios en un mismo plató. Como suele ocurrir cuando un acto este tipo se organiza bajo la batuta de Manuel Campo Vidal, todo detalle estaba cuidado. Enhorabuena, a pesar de la maldita rigidez.

El debate a cuatro

¿Y los candidatos, qué tal? Ninguno de los cuatro perdió un solo voto tras el debate. Menos fácil es averiguar si se convenció a ese 32 % de indecisos que dice el CIS. Los cuatro abusaron del pasado y de la estadística. Mariano Rajoy (“Gobernar es difícil y predicar es fácil”) se mostró seguro y nadie le sacó del guión de que lo mejor que le puede pasar a España es “perseverar en las políticas llevadas a cabo”. La chuletilla inicial no le favoreció, igual que la acusación que hizo a sus oponentes de ir al debate sin la lección aprendida. Sí llevaban aprendida la lección. Pedro Sánchez (“En cuanto llegue al Gobierno eliminaré el copago sanitario”) estuvo en plan demasiado institucional. No descendió en sus intervenciones al nivel de aquel “usted no es una persona decente, señor Rajoy” del que después se arrepintió. Al candidato del PSOE se le vio en actitud positiva y sin el temor de otras ocasiones. Tal vez demasiado formalista. Con frecuencia buscaba a Iglesias, pero el de Podemos era repetitivo: “Se equivoca, Sr. Sánchez, de adversario”.

De Pablo Iglesias (“Hay que volver a la indemnización de 45 días por despido”) se suele decir que es un experto en el manejo de las cámaras. Anoche daba la impresión de que estaba demasiado empeñado en no transmitir esa imagen de ‘soberbia’ que se le atribuye. La vestimenta de segador, en mi opinión, no le favorece. Pero seguro que a sus seguidores sí. Su mayor oponente era Rajoy, y supo ocultar que su verdadero adversario es Sánchez, al que echó algún piropo. “Quiero que sea mi socio”, vino a decir. Albert Rivera (“no queremos el modelo griego para España”) se mostró cómodo ante las cámaras. Me gustó su comunicación no verbal. No tuvo la ansiedad de otras veces. Se puede decir que tampoco él anoche perdió un solo voto y hasta es posible que ganara alguno.  

El Ayuntamiento de El Ejido se olvida de la oposición en el acto con Rajoy

Juan José Callejón
Viceportavoz del PSOE

El PP confunde el Ayuntamiento de El Ejido con su sede, por lo que el viernes no vio necesario contar con todos los concejales para que estuvieran presentes cuando el presidente del Gobierno lo visitó. Yo, al no ser invitado, entendí que esta visita no debía ser institucional, sino más bien un acto de precampaña partidista, pero haciendo uso de recursos públicos.

Es una falta de respeto enorme por parte del alcalde no haber invitado a ese acto a los representantes legítimos de los ciudadanos, porque, aunque seamos de siglas diferentes a las suyas, somos representantes de los ciudadanos y hemos sido elegidos por ellos en las urnas. El alcalde ha demostrado, una vez más, tener una doble vara de medir, ya que tiene un concepto del respeto institucional diferente cuando se le aplica a él y cuando él lo aplica a los demás, lo evidencia su falta de cultura democrática y su sectarismo exacerbado.

Rajoy, en el Ayuntamiento de El Ejido (Foto: eldiario.es)

El argumento de que han avisado de la visita, a última hora, a nuestro portavoz no es de recibo, porque en una visita como ésta deberíamos haber sido invitados todos y cada uno de los concejales de esta Corporación, sin excepciones. Pero está visto que los populares no tienen reparos en hacer y deshacer a su antojo en el Ayuntamiento, como si se tratara de su cortijo.

La respuesta de Rivera sobre este asunto es una huida hacia adelante que lo único que persigue es tapar su metedura de pata. Además, entiendo que tenga que ser el portavoz quien salga a mentir sobre este tema y a tratar de esconder el error que han cometido porque, últimamente, es la función que parece que le toca desempeñar.

Pido a Rivera que no imite a Pablo Iglesias, intentando insinuar que hay desavenencias en el seno del PSOE para desviar la atención de una equivocación que es solo suya, porque ellos saben perfectamente que los hechos son que la visita del presidente del Gobierno era institucional y tenían que haber invitado a todos los concejales y no lo hicieron.

A pesar de estar anunciada esta visita al menos un día antes en el perfil oficial de Facebook del PP de El Ejido, no fue hasta el mismo día y pocas horas antes del acto cuando se llamó por teléfono a nuestro portavoz, Tomás Elorrieta, para invitarle exclusivamente a él.

El alcalde, si de verdad cree, como dice, en el respeto institucional a todos los miembros de la corporación, debería tomar nota y cambiar su actitud y sus formas con los grupos de la oposición.

Lo que opinan en privado algunos políticos almerienses de PP y PSOE

Pedro Manuel de La Cruz
Director de La Voz de Almería

Y los políticos almerienses de PP y PSOE, ¿qué opinan del relato que sus dirigentes están escribiendo en Madrid? Oficialmente nada. O peor: lo que hagan siempre será saludado desde la adhesión complacida del silencio. Sin embargo ese vacío en público está lleno de opiniones en privado. Durante las últimas semanas he tenido la oportunidad de hablar con dirigentes, alcaldes y concejales de los dos principales partidos almerienses y, por supuesto, que tienen opinión –e inquietud- sobre la tormenta de incertidumbre que descarga estos días en Madrid.

Pedro Sánchez
No voy a citar ningún nombre y no hay, en ninguno de los dos partidos, una única opinión, pero las líneas que siguen son un resumen, veraz aunque por fidelidad a las fuentes anónimo, de lo que piensan algunos de los que dirigen, gestionan o representan a los dos partidos.

En El PP aumenta el temor a la pérdida del Gobierno conforme avanzan las agujas del reloj. La continuidad vislumbrada como casi certeza desde la noche del 20D se ha ido desvaneciendo. El agua de la esperanza que aportó la minoría mayoritaria de aquel día se ha ido evaporando en medio de una gestión torpe e ineficaz de la situación. Rajoy -lamentan- ha perdido la iniciativa. Su inicial ronda de consultas fue un desfile en el que no hubo ni ruido ni nueces. La decisión de no aceptar la encomienda del Rey de formar Gobierno ha acabado siendo un error. Es posible que como táctica y, en un primer momento, fuese acertada, pero, a la vista de lo que está sucediendo, se equivocó.

"Parece como si se hubiese dado la vuelta a la tortilla, como si Rajoy fuera el líder de la oposición y Pedro Sánchez el presidente"

Parece como si se hubiese dado la vuelta a la tortilla; sí, sí -aseguran con sorpresa-, como si Rajoy fuera el líder de la oposición y Pedro Sánchez el presidente. La iniciativa la lleva el candidato socialista y es él quien nos convoca y nosotros los que vamos a reunirnos al Congreso. No hemos estado finos.

¿Que si Rajoy continúa siendo la solución? Pues hombre, sí. Pero quizá –matizan con dudas- no la única solución. No, Pedro, no me pidas nombres, pero ahí está Soraya o Cristina Cifuentes. Nadie plantea sus nombres en público si se repiten las elecciones, que es lo más probable, pero ahí están. Y la que está cayendo en Valencia, en Madrid y con Matas en el banquillo de Palma no favorece a Mariano ni ahora ni en una nueva campaña electoral. Pero bueno -añaden con esperanza- aquí puede pasar cualquier cosa y el PSOE no lo tiene fácil para pactar. Con Ciudadanos porque no llegan, y con Podemos porque saben que, si forman un gobierno de coalición, Pablo Iglesias se los acaba comiendo. De Pedro Sánchez no nos fiamos porque, por llegar al poder, está dispuesto a cualquier cosa.

La verdad es que estamos sorprendidos y expectantes -señalan en el PSOE-. Hasta que el Rey propuso a Pedro Sánchez que intentara formar Gobierno, muchos pensábamos que estábamos comportándonos como si fuéramos pasajeros de un coche conducido por un loco. Bueno loco es exagerado, entiéndelo bien, conducidos por un candidato que estaba dispuesto a todo para llegar a su meta sin darse cuenta que en esa carrera podríamos ir derechos al abismo. No nos gusta Podemos y no nos fiamos. Pablo Iglesias no quiere el poder, solo quiere destrozarnos, y en Madrid esto no lo quieren ver o, su obsesión por llegar a la Moncloa, no les deja verlo.

El primer comité Federal después de las elecciones lo dejó claro y Pedro Sanchez tiene que atenerse a él. Lo de ceder senadores a los independentistas catalanes fue una cagada, pero el PSOE es disciplinado y aceptó a regañadientes la decisión. ¿Te digo la verdad? Hasta la semana pasada nunca pensamos que fuera posible llegar al Gobierno. Lo que cambió todo fue la renuncia de Rajoy. Con su decisión dejó libre el camino y Pedro (Sanchez) lo aprovechó. Desde entonces ocupamos la centralidad del tablero político y, aunque es muy, muy difícil, ya no se ve imposible que el PSOE gobierne. ¿Que con qué apoyos? Mejor con los de Ciudadanos; y con los del PNV, IU y otros.

Lo malo de todo -reconocen con resignación- es que podemos tener votos para la investidura, pero la pregunta no es esa, la pregunta también es: ¿y tendremos votos para gobernar después de la toma de posesión?

Como han leído, son los interrogantes los que marcan las opiniones de algunos dirigentes o representantes municipales del PP y del PSOE en la provincia. La situación política es de una complejidad tan extrema que nadie trabaja con certezas. Todo está abierto. Tan abierto que a todos ellos les he preguntado si, en caso de nuevas elecciones en mayo o junio, deberían ser Rajoy y Sánchez los candidatos tras haber demostrado su incapacidad para gestionar la opinión electoral expresada por los españoles en diciembre. Aquí si ha habido coincidencia: un encogimiento de hombros entre la duda y la prudencia.

Nadie puede desvelar -ni, tal vez, ellos mismos por estar en medio de la tormenta de incertidumbre- lo que encierra ese gesto. Pero si tuviera que jugar a interpretarlos apostaría a que la respuesta está más cerca de cambio de candidatos que de su continuidad. Quizá piensen -y con razón- que quien no ha sido capaz de gestionar un resultado complejo desde diciembre no va a ser capaz tampoco de gestionarlo desde junio.

Como escribió Einstein, si haces las mismas cosas (y con los mismos actores), sólo los ingenuos de corazón o los torpes de entendimiento pueden esperar resultados distintos. Si en marzo no hay Gobierno, la responsabilidad no será de los votantes, sino de los votados. Los españoles ya hemos expresado nuestra opinión. A los políticos corresponde ahora interpretarla con rigor, generosidad y valentía. Como sostiene Fausto Gala (cada vez se acerca más al escritor cordobés) Romero, en política o se está para servir o no se sirve para estar. Los próximos días demostrarán quién sirve y quién está. O deja de estar.

Si sale con barbas, San Antón

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Reiterados argumentos vamos a escuchar hasta la saciedad relativos a bien general, sacrificio, diálogo, altura de miras, actitud estadista, nuevos tiempos… y lo que ha votado el pueblo o lo que los ciudadanos han querido. Esta fragancia dialéctica intenta perfumar un ambiente maloliente en el que impera un insoportable hedor de hipocresía y corrupción.

El Rey y Pedro Sánchez
No existen nuevos tiempos cuando de alcanzar el poder se trata. Las tretas para alcanzar la gloria se reflejan en infames glosas que se remontan a los albores de la civilización. Matar, mentir, embaucar, pactar, comprar, vender, boicotear, amar, odiar… son acciones y sentimientos que jalonan el camino hacia la consecución del poder en la historia de pueblos que han sufrido la devastación y la miseria o gozado de progreso y bienestar. La fina línea que define el modelo de civilización viene determinada por modelos corruptos que saturan al pueblo hasta conducir a reacciones revolucionarias que, pasado el tiempo de instalarse y volver a corromperse, logran superar los niveles de desgracia que pretendían paliar.

El pueblo se equivoca, por supuesto que se equivoca. Y se equivoca con mayor intensidad en proporción a su predisposición al engaño y al desprecio de sus gobernantes. Al insultante esplendor de los zares, la Revolución Bolchevique. A la lisonja versallesca, la Revolución Francesa. A la penuria e incertidumbre, ¡Heil Hitler! Claro, estos ejemplos no se coligen con situaciones actuales, salvo que busquemos en latitudes norcoreanas o hambrunas bolivarianas (el yihadismo merece capítulo aparte).

Winston  Churchill perdió la elecciones tras ganar la guerra en Gran Bretaña. Y es que la reconducción de una crisis o los signos de recuperación no son tan expresivos como la promesa de inminente utopía que satisfará, inmediatamente, las necesidades de los más desfavorecidos; el típico espejismo populista. El mejor ejemplo de crisis es arrojar un vaso de agua al suelo. El ejemplo de recuperación es recoger el agua vertida e introducirla en el vaso. Otro camino o versión de recuperación no contempla más recurso que dejar el agua en el suelo, buscar agua de otros manantiales (impuestos, recortes, ruina) y mantener el vaso (un chupito) medio vacío, y decir a la gente que contiene néctar del Olimpo.

La corrupción en destacadas filas del PP y las fragancias emergentes destilan una sensación metálica y eléctrica tal que la reacción de la pituitaria ante una herida cortante inesperada, pero fruto de una imprudencia al manejar un utensilio cortante (voto). Y habremos de estar atentos a los mensajes que admitan posibilismo y sinceridad.

La “sinceridad” del mensaje se refleja en una foto de El Mundo: Pedro Sánchez; atril transparente que descubre una nota manuscrita “hay que decir que primero están los intereses de España antes que los del partido”. Y me pregunto, ¿alguien subiría a un taxi cuyo conductor llevase anotado en el parabrisas “tengo que circular por la derecha”? ¿Alguien se pondría en manos de un cirujano leyendo una chuleta “el bazo está a la izquierda”? ¿Necesita un cajero del banco un cartel “no quedarme con dinero de los ingresos en metálico”?

Pues tenemos a un negociador de pactos que puede ser presidente del Gobierno de España y que necesita anotar, por si le olvida o no lo tiene claro, que antes están los intereses de España que los del partido. Pues eso, si sale con barba, San Antón, y si no, la Purísima Concepción.

Almería suspende a Madrid

Juan Torrijos
Periodista

Los datos que nos ha ofrecido La Voz de Almería no deja lugar a dudas: los almerienses suspenden categóricamente al Gobierno de Madrid en cuanto a su relación con Almería. Entre los que la puntúan mal y muy mal superan el cincuenta por ciento, el treinta y siete se queda en un triste regular, el bien supera el diez y el muy bien no llega al dos ciento.

Mariano Rajoy
Almería se siente ninguneada por el Gobierno del PP en Madrid y manifiesta claramente que Rajoy en estos cuatro años de legislatura no ha levantado un dedo para acabar con los problemas que tiene nuestra provincia. Empezando por el eterno del agua, que de nuevo vuelve a asomar los cauces secos de algunos regantes.

"Algunos avisan de que dentro de 50 años Almería será un desierto. ¿Más todavía?"

En la encuesta se analizan estos últimos cuatro años, pero si miramos los anteriores, los de Zapatero, tampoco tenemos los almerienses ilusiones que llevarnos a la cartera. Y vuelvo al tema del agua, porque de ella, nos pongamos o no una venda en los ojos, depende el futuro económico de la provincia. Algunos avisan de que dentro de 50 años Almería será un desierto. ¿Más todavía? Estos del cambio climático nos quieren amargar la vida.

"A la hora de la verdad lo único que vemos es como el dinero va camino del norte, siempre para el norte, cosa que ya ocurría en tiempos de la oprobiosa"

Al PP le gustaría que estas encuestas se hicieran también sobre el Gobierno andaluz, y no entienden, o no quieren entender, que no se está en ese partido, que ahora lo que se juega el próximo día veinte son los leones del parlamento nacional y los que a partir de ese día les van a echar de comer. Y los casi setecientos mil leones almerienses lo que quieren es que se les deje de mirar con cariño, se les deje de llevar en el corazón y se abran las carteras (y no las ministeriales) ante las necesidades. Vamos, que menos palabras y más hechos.

No se nos desboquen, señores del PP, que al fin y al cabo son solo encuestas, tendencias, opiniones de unos almerienses, ciudadanos libres, que no se sienten demasiado bien tratados por un Gobierno que se dice de todos los españoles, pero que a la hora de la verdad lo único que vemos es como el dinero va camino del norte, siempre para el norte, cosa que ya ocurría en tiempos de la oprobiosa.

En el sur lo soportan todo y en el sureste ni te cuento, no hay que preocuparse por ellos se dicen, llevan treinta años en manos de los mismos y los engañan, los ningunean y ahí siguen dándoles premios, de piedra, pero premios al fin y al cabo.

El circo de la campaña

Antonio Felipe Rubio
Periodista

Rajoy acaba de rechazar su presencia en “El hormiguero” de Antena3 porque, según sus asesores de campaña, “no es normal que un presidente de Gobierno hable con unas hormigas”. Evidentemente, no es cuestión glosar fábulas de Esopo, de la Fontaine o Samaniego para ubicar escenarios de honor a este género literario que, con éxito, otorgó extraordinarios aciertos intelectuales a animales eventualmente dotados del don de la palabra, el pensamiento y la justicia.

No me imagino a los asesores de campaña de Rajoy en el Lope de Vega disfrutando del musical “Rey León”. ¿Acaso los leones cantan o la jirafas bailan? Por tanto, Rajoy no puede hablar con las hormigas. Ciertamente, a algunos les afectó irreversiblemente la muerte de la madre de Bambi, y aún lo llevan muy mal.

Pablo Motos, con Trancas y Barrancas
Gracias a la insolvencia intelectual e inseguridad de algunos candidatos el debate, la entrevista en profundidad y el cara a cara se han devaluado en favor de nuevos formatos que destacan el valor, la frescura, el riesgo… y lo guay de candidatos que bailan en un plató; se lían una pitón por el pescuezo; se cuelgan de un aerogenerador; dan vueltas de campana en un coche de carreras o aterrizan sin control una montgolfière. Y la verdad es que Rajoy no está para estos trotes, especialmente los aerotransportados que, junto a Esperanza Aguirre ya le dejaron huella indeleble de lo inestable que resulta la pérdida de potencia en un helicóptero.

La fuerza de gravedad se ha convertido en un argumento de campaña. Los candidatos han de mostrar valentía y entereza ante aceleraciones y deceleraciones violentas y ausencia de vértigo en el vacío. Con estas pruebas no sé si tendremos buenos políticos; en cualquier caso, serán buenos clientes para parques de atracciones. El problema radica en si el “vértigo” se resume a una sensación fisiológica o a una enorme responsabilidad en las decisiones que afectan a millones de personas. El “vértigo” que nos ha de interesar es el de la responsabilidad de los gobernantes para que no nos conduzcan por desniveles mareantes y abismos suicidas.

Perdamos, pues, toda esperanza en interesantes debates y tensos cara a cara. Esto va de circo; por supuesto, con red. No crean que las vueltas de campana de Rivera o el accidentado aterrizaje del globo de Soraya es fruto de la casualidad o la fatalidad; todo es dramatismo y sobreactuación.

Y para sobreactuación, el brote bolivariano de Pablo Iglesias presentando al nuevo fichaje del exteniente general del Ejército del Aire, Julio Rodríguez. Resulta conmovedora la marcialidad contenida del anticasta de la coleta al pronunciar que es “un honorrrrrrrr contar con la compañía del Tte. general”. Es como si echara de menos la guerrera con los galones del “eterno” comandante y la estrella roja revolucionaria que tanto pone a los contrasistema que anhelan tener a su lado -y de su lado- a la milicia que, en definitiva, es la fuerza que contiene a los ciudadanos hambrientos y mantiene a los dictadores totalitarios.

Ya conoceremos los motivos de esta extraña inclinación del que fuese máximo mando de los Ejércitos con el Gobierno de ZP (aunque su proximidad a ZP lo explique todo). No parece que Julio Rodríguez dé perfil de yayoflauta podemita; aunque, sin gorra y explicando su “plan” antiseparatista catalán pareciese un fraile descendiendo el Montseni.

En esta campaña nos jugamos algo más que encandilarse con un fichaje sorpresa o por un candidato bailongo o quién sube más alto o aguanta más debajo del agua. Eso ni soluciona nuestros problemas, ni garantiza nuestro futuro; pero está bien para un circo.

Es la hora de los valientes, señor Rajoy

Joaquín Abad
Exdirector de La Crónica

Esto es horroroso. Sólo se habla de corrupción, de tarjetas con gastos sin justificar que usan consejeros de cajas de ahorros intervenidas, fraude de ayudas en Andalucía, políticos detenidos, sindicalistas detenidos, empresarios detenidos... No es hora de pedir perdón, señor Rajoy. No es hora de lamentarse por confiar en personas poco dignas. No. Es hora de ser valiente y, apoyado en esa mayoría que cree ostentar, legislar raudo y veloz contra todas estas actitudes. Es la hora de los valientes. De decisiones valientes. De actitudes valientes y dejar de ver cómo el barco de la democracia se hunde por culpa de políticos sinvergüenzas y sin escrúpulos.

Mariano Rajoy
Si de verdad quiere salvar la democracia, que está en peligro por culpa de gobiernos como el suyo, debe dar un golpe de gracia a toda esa podredumbre que está instalada en todos, todos los partidos. Está instalada en todas, en todas las administraciones públicas. Está instalada en todos los sindicatos de clase que han robado el dinero de las ayudas en lugar de utilizarlas para crear empleo. No debe pasar ni un día más sin que los cerebritos de la Moncloa le proporcionen una batería de propuestas, a presentar en el parlamento con carácter de urgencia, y poner freno a tanto descrédito. Y por supuesto, debe legislar para eliminar las puertas giratorias, los retiros vitalicios millonarios como el de Ruiz Gallardón, que apestan por sí solos.

Aunque me temo que, desgraciadamente no cuenta con el equipo que quiera dar ese puñetazo en la mesa. Entre otras cosas, porque ese equipo que vive en Moncloa goza de privilegios inconfesables a los que no quiere renunciar. Están muy contentos en la creencia de que cuando pierdan las próximas elecciones, que las perderán, seguro, serán recolocados en algún cargo público vitalicio, en algún consejo de administración millonariamente remunerado a cambio de asistir una vez al mes a una aburrida reunión, como se quejaba Felipe González. Sí, un González que pasó de ser descamisado socialista a millonario jubilado con yate y propiedades y edificios en América...

Y esto tiene toda la pinta de que va a acabar mal. Muy mal. Sí, tiene toda la pinta de que Rajoy se enrocará, con su niña de la Moncloa, y verá, fumándose un puro, el fin del bipartidismo que durante treinta años se ha repartido el poder, el dinero y los puestos vitalicios en cargos a costa de todos. De todos los que van a dejar de votarles, claro.

Los datos de la EPA en Almería y el don de la oportunidad de Rajoy

Antonio Quesada
@AntonioFQuesada

Almería está atravesando por un momento muy complicado. Los datos que ha hecho públicos el Instituto Nacional de Estadística dan fe de ello. Según la Encuesta de Población Activa tenemos 130.600 parados, que se dice pronto, en la provincia. Son muchos los dramas familiares y personales que crecen a la sombra de la frustración de la cruel política económica y social aplicada por la derecha.

Mariano Rajoy
Sinceramente, no tenía ni la más mínima intención de dedicarle hoy ni una sola línea al presidente del Gobierno pero se hace difícil encajar estas cifras sin recordar esas palabras entusiastas de Rajoy en Almería -hace solo unos pocos días- al referirse al supuesto crecimiento que está experimentando la economía.

Está claro que no hablaba de Almería. Si algún ‘don’ tiene Rajoy ya sabemos que el de la oportunidad no es uno de ellos. La economía almeriense sigue sin poder superar de ninguna manera esta terrible crisis que nos atenaza y hasta para eso pareciera que somos también una esquina, el córner del que nadie saca un balón en condiciones.

Sin embargo, las cosas tienen a veces una explicación más sencilla de lo que en un principio cabría pensar. Almería ha perdido en los tres últimos años con el PP algo más que un tren. Ha perdido la oportunidad de crecer en el sector turístico porque hay que tener mucha voluntad para llegar hasta aquí.

Hay que ser muy atrevido para pegarse casi siete horas de tren desde Madrid o gastarse -como decían los representantes de los empresarios almerienses- 500 euros en un avión; un precio con el que cualquiera que no sea de esta provincia se preguntaría si estás comprando el aparato a plazos.

Si no podemos sacar de manera rápida los productos que producimos o si los viajeros eligen otros destinos a los que llegan antes y gastando menos en el trayecto, nuestra recuperación será mucho más lenta y, lo que es peor, no habrá manera de rebajar estas cifras de paro.

Jordi Pujol: Honorable delincuente

Joaquín Abad
Exdirector de La Crónica de Almería

Si, justo ahora, cuando parece que la cuerda entre el Estado y Cataluña está mas tensa se filtra que el Gobierno de Rajoy va a sacar a la luz pública el dossier sobre la familia Pujol. Un dossier que demuestra que el honorable viene defraudando, evadiendo impuestos, llevándose el dinero de las comisiones a paraísos fiscales, desde nada menos que hace treinta años. Y, claro, pues el viernes, con media España de vacaciones y la otra media encerrada en casa porque el paro les tiene secuestrados, el honorable expresidente de la Generalidad Catalana se confiesa evasor desde hace treinta años. Y pide perdón, como Juan Carlos cuando le pillaron en cazando elefantes en Botswana.

Tomás Azorín lo dijo en
1986 ('Vamos a meter a Jordi
Pujol en la cárcel'), pero...
Pues no nos hemos caído del guindo, no. Porque que don Jordi manejaba cantidades millonarias fruto de las comisiones, impuesto revolucionario, y que las escondía en bancos de Andorra, de Suiza, en los ochenta ya lo sabía Felipe González. Sí, el ministro de defensa, Narcís Serra había mandado a los del Cesid (servicio secreto español, dependiente de Defensa) investigar los movimientos de dinero del honorable presidente de la Generalidad.

En un momento estuvieron "a punto de", como dijo en abril de 1986 el delegado del Gobierno en Andalucía, Tomás Azorín Muñoz: "Los socialistas vamos a meter a Jordi Pujol en la cárcel". Pero claro, el poder siempre juega con el más débil, y el zorro de Felipe González prefirió tener atada a Cataluña a cambio de mirar para otro lado. Porque hasta Miguel Roca le dio un informe a Solchaga, entonces ministro de Hacienda. Y Solchaga miró para otro lado.

Como para otro lado miró José María Aznar, porque necesitaba el apoyo de Pujol para gobernar. Y como para otro lado miró Rodríguez Zapatero, porque el iluminado presidente concentraba su política en sacar cadáveres del armario y volver a dividir en dos las Españas: rojos y azules. Y Rajoy también hubiera mirado para otro lado, como acostumbra su partido, si Pujol no se hubiera manifestado tan sectario en favor de la independencia de Cataluña. Fue entonces cuando los hombres de negro desempolvaron los viejos dossiers, se actualizaron y hace dos años filtraron a El Mundo los dineros que Pujol, Mas y otros tenían en paraísos fiscales.

Pero desde siempre, desde que estafó en Banca Catalana, la clase dirigente de España ha estado informada de cómo funcionaba la Generalidad. Del tres por ciento que denunció en marzo del 2005 Pascual Maragall en sede parlamentaria, cuando acusó a los de Convergencia y Unió que su problema era el tres por ciento. Ya se sabía que de ese tres por ciento una parte iba a la familia Pujol. Ya se sabía.

Carta de Mariano Rajoy a Artur Mas

Mariano Rajoy Brey
Presidente del Gobierno

En respuesta a su carta en la que me plantea la necesidad de abordar un proceso de negociación para la celebración de una consulta en Cataluña, y sin perjuicio del exhaustivo análisis que exige el informe jurídico y político que me ha enviado con posterioridad, paso a manifestarle mi criterio respecto a las cuestiones que plantea.

Rajoy y Mas
Siempre he sido -y creo haberlo demostrado- una persona comprometida plenamente con el diálogo como forma de resolver las diferencias políticas o de cualquier otra índole.

Este compromiso con el diálogo adquiere su verdadero sentido desde la exigible lealtad institucional y desde el respeto al marco jurídico que a todos nos protege y que a todos nos vincula, en especial a quienes ejercemos responsabilidades de gobierno. Por mi parte, el diálogo no tiene fecha de caducidad cuando se trata de atender al interés general de los españoles y, por ello, de todos los catalanes.

En este sentido, considero que el mejor servicio a la legitimidad democrática que usted invoca es precisamente respetar ese marco jurídico en el que los gobiernos hallan su fundamento y legitimidad y los ciudadanos encuentran la garantía para la convivencia y la concordia.

Estoy convencido de la extraordinaria relevancia que Cataluña tiene para el conjunto de España y de la riqueza, pluralidad y singularidad de la sociedad catalana. Pienso asimismo que los vínculos que nos mantienen unidos no pueden desatarse sin enormes costes afectivos, económicos, políticos y sociales. Y por supuesto, quiero también transmitirle la firme convicción de mi Gobierno de que hemos de trabajar en el fortalecimiento de esos lazos y huir de los enfrentamientos. Debemos hacerlo desde la lealtad recíproca y el fomento de la corresponsabilidad en las dos direcciones.

Convencido de que juntos ganamos todos y separados todos perdemos, le invito a que ejerzamos responsablemente nuestra función como gobernantes democráticos con lealtad hacia los ciudadanos y las instituciones que representamos en estos momentos de dificultad económica y social que padece nuestra sociedad.

Desde el profundo afecto que siento por la sociedad catalana en su conjunto y el respeto institucional a la Generalitat de Cataluña que usted representa hoy, quedo a su disposición para trabajar conjuntamente y ofrecer así la mejor respuesta a las necesidades reales de todos los ciudadanos.

Cordialmente,
Mariano Rajoy Brey