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El coste de la mano de obra como motor de cambio en la agricultura de Almería

David Uclés
Director del Servicio de Estudios Agroalimentarios de Cajamar

Hace unos pocos días en Cajamar hemos presentado el Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería, una publicación que este año cumple su edición número 19 y que supone uno de los puntos de encuentro tradicionales del sector. Este año, de entre todos los datos que se ofrecieron, hubo un par que me llamaron poderosamente la atención.

Paso firme entre la COVID y el brexit. El primero, que en un año marcado a fuego por la pandemia de COVID-19 y por el período transitorio del brexit dichas cuestiones no se vieran reflejadas en exceso en la marcha de las variables, lo que habla no tanto de la capacidad de resiliencia del sector como de su capacidad de resistencia y adaptabilidad a los cambios bruscos. 

En apenas dos campañas, el coste de la mano de obra ha pasado de suponer poco más del 40 % del total hasta auparse al 45,4 %

La mano de obra, por encima del 45 %. El segundo estaba encerrado en la estructura de costes de una hectárea promedio. En apenas dos campañas, el coste de la mano de obra ha pasado de suponer poco más del 40 % del total hasta auparse al 45,4 %. Obviamente, este crecimiento tan brusco está explicado casi en su totalidad por el crecimiento del salario mínimo interprofesional(SMI) de los últimos dos años. Y obviamente también, esta sincronía con el SMI viene dada porque una gran parte de los trabajadores del campo cobran dicho salario.

La ventaja de contar con una publicación como la de Cajamar es que nos permite echar la vista atrás y analizar tendencias de largo plazo. Así, si representamos en un gráfico la evolución del peso de la mano de obra sobre el total de los costes de la explotación desde la campaña 2000/2001 podemos ver de qué forma este ha llegado a escalar desde el 33,1 % de entonces hasta el 45,4 % actual.

Durante las tres primeras campañas analizadas la pendiente marcada por la serie fue muy intensa, pasando del inicial 33,1 hasta el 36 % en apenas dos años. A este período le siguió otro de cierta estabilización, hasta la campaña 2007/2008 a partir de la cual volvió a acelerarse su ganancia de peso hasta el 39,8 % de la 2009/2010, ya en plena crisis económica. Dicha crisis y su impacto diferencial sobre el empleo de la provincia de Almería (llegamos a alcanzar una tasa de paro del 36,7 % en el tercer trimestre de 2013), explicarían en gran medida el siguiente periodo de estabilidad de esta magnitud hasta la 2017/2018 donde aún suponía el 40,7 %. El último estirón de las pasadas dos campañas, explica por tanto el 38 % de la variación total del período.

Motor de cambios. Pero de cara al futuro, tal vez sea más importante preguntarnos cómo puede influir este cambio sobre nuestro campo que analizar el perfil de dicha transformación. Antes de intentarlo, permítanme una breve descripción del punto de partida. Una de las características fundamentales del sector hortofrutícola almeriense es su capacidad de adaptación, pero también una estructura de pequeños productores sobre el que se construye un entramado cooperativo que hoy comercializa más de la mitad de la producción almeriense (entre un 55 y un 60 por ciento según las fuentes).

Ha aumentado el grado de concentración del sector en el eslabón de la comercialización, donde las cinco primeras empresas ya suponen el 40 %

No obstante, dentro de este esquema general, se han venido notando algunas tendencias de fondo muy importantes. Por un lado, un crecimiento sostenido de la dimensión media de los agentes involucrados en la cadena de distribución alimentaria, desde los minoristas (capitaneados por la gran distribución), hasta los propios agricultores, pasando por las empresas de comercialización. En paralelo, ha ido aumentando el grado de concentración del sector en el eslabón de la comercialización, donde las cinco primeras empresas ya suponen el 40 %. 

Repercusiones previstas. Una primera repercusión, a muy corto plazo, es una reorganización de las variedades producidas, con un retroceso de las más intensivas en mano de obra, como judía verde y tomate –el aumento del peso del coste de la mano de obra solo es uno de los factores del retroceso del tomate, como señalaron en la presentación del informe, pero es posiblemente uno de los más importantes–. 

A medio plazo, el aumento del peso del coste de mano de obra boga a favor de una mayor dimensión media de las explotaciones

A medio plazo, los agricultores buscarán ampliar sus márgenes de la manera que lo han hecho siempre: aumentando la productividad (tal vez veamos una aceleración de la modernización de las estructuras de invernadero y de la introducción de nuevas tecnologías en el manejo) y/o aumentando la superficie cultivada por explotación. Es decir, a medio plazo, el aumento del peso del coste de mano de obra boga a favor de una mayor dimensión media de las explotaciones. Una excesiva incidencia en la primera estrategia podría suponer un desequilibrio entre oferta y demanda –menores precios medios– que habría que combatir con mayores esfuerzos en la búsqueda de nuevos mercados.

A largo plazo, es un elemento de presión hacia una mayor mecanización del campo en la búsqueda de la reducción de la mano de obra. Es decir, podríamos estar asistiendo a una nueva tendencia en nuestro campo, la de la robotización de los procesos de manejo de las plantas. Este es un terreno muy delicado, ya que dicha robotización solo se justificaría si se producen ahorros netos significativos en las cuentas de resultados de los agricultores. Desconozco el grado de madurez de los desarrollos actualmente. Los videos que he podido ver de robots recolectores, por ejemplo, muestran máquinas muy lentas en el proceso, pero esto puede cambiar de forma drástica. Y, no se nos olvide, para la mayor parte de las nuevas tecnologías es muy relevante el alcanzar rápidamente un umbral mínimo de mercado, que hace que se abarate su producción y distribución. Y Almería sigue siendo la mayor concentración mundial de invernaderos.

Finalmente, quiero recordar al lector, que el que firma estas líneas pertenece a la noble profesión de economista, conocida por su capacidad suprema para predecir… el pasado. Otros escenarios son posibles: un aumento de la economía sumergida para escapar de los márgenes negativos; la ampliación de las funciones de las cooperativas, asumiendo la gestión de la mano de obra de sus socios; incluso, la propia quiebra del modelo.

Pero si tuviera que apostar, yo lo haría por una modernización de las estructuras acompañada de un crecimiento de la dimensión media de la explotación como estrategias centrales. Seguiremos atentos a los informes de Cajamar para ver si el campo me da la razón o nos sorprende a todos buscando caminos insospechados.

La agricultura almeriense debe prepararse para la guerra contra el Covid


Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

⏩ Priorizando siempre y por encima de todo la salud (solo los iluminados de espíritu y los necios de inteligencia la ponen en peligro y en España hay muchos, que se lo pregunten a Bosé), nadie puede dudar que una de las grandes víctimas del Covid es la economía. Almería no es, como en casi nada, una excepción, pero en lo que debemos perseverar es en volver a serlo, como ya lo fuimos durante los meses en los que navegamos sobre la primera gran ola. 


Durante el tsunami de primavera la agricultura almeriense dio un ejemplo al mundo de cómo se puede mantener a flote e intacto un sector tan grande como el agroalimentario. En marzo, abril y mayo miles de trabajadores mantuvieron la movilidad entre sus lugares de residencia y las empresas con la misma rigurosidad que lo hicieron bajo los invernaderos o sobre el cemento de las líneas de manipulado de las comercializadoras. Miles de camiones salieron cada día desde el poniente y el levante de la provincia llevando hasta el lugar más lejano de Europa millones de kilos de hortalizas. Las oficinas, la industria auxiliar, todo, funcionó con una precisión más cercana a la tecnología de un reloj suizo que a la anarquía, tan propia, del sur del Sur. 
La duda que nos inquieta es si podrá mantenerse en la campaña de otoño aquella excepción de la primera ola de ningún brote en ningún espacio de trabajo compartido 
La inquietud que preocupa ahora, en este umbral previo al inicio de campaña y con los datos disparados en las comarcas más agrícolas y en el sector de los inmigrantes ( siete de cada diez positivos en El Ejido lo son; los datos son esos), la duda que nos inquieta, digo,  es si aquella excepción de la primera ola de ningún brote en ningún espacio de trabajo compartido, podrá mantenerse en la campaña de otoño. Nadie tiene la respuesta. 

Y ante ese vacío irremediable de certezas- todo el mundo lo tiene es esta pandemia- lo que es imprescindible hacer es recuperar lo que se hizo bien en aquellos meses, mejorarlo, y poner en práctica nuevos protocolos que garanticen, aún más, la seguridad. 
Almería no puede tolerar que ningún irresponsable ponga en riesgo la reputación de su prestigio agrícola y de su seguridad alimentaria
Almería no puede tolerar que ningún irresponsable ponga en riesgo la reputación de su prestigio agrícola y de su seguridad alimentaria. Las administraciones, desde la consejera al presidente de la Diputación pasando por todos los alcaldes, llevan meses trabajando en la búsqueda y puesta en práctica de estrategias que acorralen la expansión del virus; también los representantes agrícolas están inmersos en esa estrategia de guerra preventiva frente a un enemigo invisible pero que puede ser determinante para el desarrollo de la inminente campaña. 

Un desarrollo que no afectará sólo en la cuenta de resultados del sector, sino en la economía de todos los almerienses. Hay por tanto que extremar todas las medidas y hacerlo con contundencia y con rigor. La contratación de trabajadores en el amanecer de las rotondas debe desaparecer de una vez por todas utilizando la capacidad coercitiva de las fuerzas de seguridad y la capacidad sancionadora establecida en la ley. El Covid es un enemigo peligrosísimo, pero su capacidad infectiva tiene en el descontrol de sus potenciales portadores su mayor y mejor aliado. Hay que imponer con todos los medios que sean necesarios que los infectados cumplan la cuarentena y solventar los problemas de hacinamiento que facilitan la expansión de los contagios. Hay que acorralar el virus y, en ese objetivo irrenunciable e imprescindible, no se pueden escatimar ni medidas ni medios. 

Ha llegado la hora de que la otra cara de la moneda de la agricultura (cada vez más pequeña, es cierto, pero que todavía existe) deje de viajar en la anormalidad. Hay que dar un salto adelante impidiendo situaciones de peligrosidad extrema. ¿Que esas decisiones serán incómodas para algunos? Sin duda. ¿Que serán bastantes los que no las comprendan porque perturban sus intereses inmediatos? Nadie lo duda. ¿Qué la convivencia de culturas distintas dificulta el entendimiento y el cumplimiento de las normas en demasiadas situaciones? Es evidente. 
Lo que nadie puede poner en duda es que una cadena de contagios bajo los invernaderos o sobre el cemento de los almacenes pondría en riesgo el principal pilar de la estructura económica de la provincia
Pero lo que nadie puede poner en duda es que una cadena de contagios bajo los invernaderos o sobre el cemento de los almacenes pondría en riesgo el principal pilar de la estructura económica de la provincia y el trabajo realizado durante los últimos cincuenta años logrando ser un ejemplo construido sobre la sangre, el sudor y las lágrimas de quienes han transitado el camino desde aquella miseria a esta prosperidad. 
Nuestros competidores acechan y una muestra de debilidad acabaría costando mucho más caro que la implantación de todas las medidas que hay que tomar ya, con urgencia y con rigor
El Covid es un enemigo cruel. No demos ninguna facilidad, ni una sola para que pueda destruir nuestra imagen de potencia agrícola en los mercados. Nuestros competidores acechan y una muestra de debilidad acabaría costando mucho más caro que la implantación de todas las medidas que hay que tomar ya, con urgencia y con rigor. Y en esa tarea nadie esta libre de responsabilidad. De que cada uno la cumpla depende que esta segunda ola y las que vendrán no acabe poniendo en peligro el futuro. 

1.500 camiones salen de Almería cada día para alimentar a Europa


Antonio Fernández
Periodista

⏩⏩⏩ El sector hortofrutícola almeriense está respondiendo con solvencia a la crisis sanitaria y, cada vez más, económica, provocada por el coronavirus; lo hace como mejor sabe, produciendo frutas y hortalizas de primera calidad y poniéndolas a las puertas de los consumidores de toda Europa. Para el cumplimiento de ese objetivo cuenta con una logística que se ha desarrollado en el último medio siglo y que ha convertido al sector del transporte por carretera de Almería en uno de los más potentes del país tanto por número de vehículos como por tratarse de camiones que incorporan las últimas tecnologías.

Parte de la flota de Belzunces (Belzunces)

Estas dos últimas semanas la actividad comercial incluso se ha incrementado y eso ha hecho que, según estimaciones tanto de la Asociación de Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas de Almería, Coexphal, como desde algunas de las principales empresas hortofrutícolas, esté alcanzando máximos en la actualidad. Una actividad que permite estimar que diariamente están saliendo de la provincia más de 1.500 camiones cargados de productos con destino tanto a los mercados nacionales como a los internacionales. Estos últimos han sido en las dos últimas semanas los que más demanda han presentado, aumentando la habitual en inviernos anteriores por el miedo al desabastecimiento.
Una sola empresa, como es el caso de Única Groupmoviliza diariamente en torno e incluso por encima de los dos millones de kilos de frutas y hortalizas, lo que supone la salida de entre 125 y 130 camiones
Una sola empresa, como es el caso de Única Groupmoviliza diariamente en torno e incluso por encima de los dos millones de kilos de frutas y hortalizas, lo que supone la salida de entre 125 y 130 camiones cada día, calculando que cada vehículo puede cargar de media 16.000 kilos de productos. Así lo indica el presidente de la cooperativa, José Martínez Portero.

En esa misma línea están el resto de las empresas de un sector obligado a realizar sus envíos por carretera al no disponer en la provincia de otro tipo de servicios o modos del transporte, ni ferroviario, ni marítimo ni aéreo, este último por unos costes inasumibles para la mayor parte de las empresas del sector agroalimentario.

Reconocen los representantes de las comercializadoras que a día de hoy la dependencia es cien por cien del camión. En cualquier caso no parece preocuparles en absoluto porque siempre han trabajado en esas condiciones y la organización del transporte es bastante eficaz.

La mayor parte de las empresas compaginan los camiones que mandan los clientes con los que contratan ellos en Almería directamente, en unos casos de empresas locales y en otros camioneros y empresas asentados en los mercados de destino como Polonia o Alemania.

La suma de cargas y de envíos de las empresas almerienses permiten estimar que cada día se comercializan desde Almería más de veinte millones de kilos y para moverlos se cargan más de 1.500 camiones en la provincia.

El Gobierno apoya al campo


Juan Carlos
Pérez Navas

⏩⏩⏩ En el verano de 2013 Almería recibió la única visita y, además, relámpago del ministro de Agricultura del Gobierno de Rajoy. Arias Cañete vino año y medio después de tomar posesión y después de muchas reclamaciones, protestas y quejas de las organizaciones agrarias de la provincia que observaban atónitos cómo Almería, el gigante hortofrutícola de España con más de tres millones de toneladas de producción anual, 1.400 millones de ventas en origen y con el record en exportaciones aún no había tenido la suerte de recibir al ministro cuando Marruecos se saltaba ya los cupos de exportación y se empezaban a vivir crisis de precios sin que el Gobierno diera la cara y atendiera a sus reivindicaciones.


Arias Cañete dejó su cargo tras realizar una gestión nefasta y desalentadora, todo dicho por las propias organizaciones agrarias. Su sucesora, Tejerina, lo empeoró más aún y despreció los desafíos que el campo almeriense empezaba a reclamar como medidas para mejorar la calidad y la innovación.

Así, después de que Cañete dejara sin PAC al sector de frutas y hortalizas en la peor gestión que se ha conocido ante la UE de nuestra agricultura, Tejerina siguió sin mover ficha, sin ponerse del lado del campo y tomó medidas como el freno a los trasvases en momentos de sequía, la falta de investigación de los márgenes de las grandes distribuidoras, la pésima gestión del veto ruso a nuestros productos sin atender, en ningún momento, ni las exigencias del campo almeriense ni las del Grupo Parlamentario Socialista que les exigimos al PP desde el Senado que se articularan mecanismos para evitar posibles acuerdos de distribución que provocaron, como se vio, subidas históricas de precios como la del 2017 en enero por las adversidades meteorológicas del sudeste de España y gran parte de Europa, donde los agricultores y los consumidores fueron los verdaderos perjudicados.

He comenzado el artículo recordando que el PP dio la espalda al campo durante el Gobierno de Rajoy para compararlo con la gestión que está realizando el Gobierno de Pedro Sánchez. Recientemente, el Ministerio de Agricultura ha impulsado un paquete histórico de medidas urgentes para el campo almeriense escuchando al campo almeriense. Un sector que tenía pendiente de beneficiarse de múltiples medidas que no impulsó el PP y a las que ahora hará frente el Gobierno progresista.

En ese paquete de medidas urgentes, Almería y Andalucía son las más beneficiadas debido al peso que tiene este sector en nuestra economía. Entre las iniciativas destaca la reforma de la Ley de la cadena alimentaria para forzar que se mejoren los precios en origen de nuestros productos fortaleciendo, así, la posición de los productores, nuestros agricultores, ante la comercialización e incluso apoyando con ayudas la unión de cooperativas que las haga más fuertes.

Tres imágenes de una Almería antigua


Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

⏩⏩⏩ El silencio de los agricultores. Los agricultores han puesto el grito en los medios de comunicación porque, en medio del laberinto de la crisis de precios, algunos de entre los suyos están comprando producto marroquí para, una vez aquí, venderlo con etiqueta almeriense, con el fraude y el riesgo que tan insensato comportamiento lleva añadido. La denuncia está sobrada de argumentos, pero las criticas tendrían más solidez si, además de quedarse en la protesta, fuesen un paso mas allá y denunciaran públicamente a aquellos que, con su actitud fraudulenta, están poniendo en riesgo a todo el sector. El sector agrícola es una geografía humana y empresarial en la que todos se conocen y si se graban los camiones que llegan desde Marruecos, también se pueden grabar los almacenes donde descargan la mercancía que transportan. 


Abrir expedientes administrativos, cortar la autovía, plantear con vigor reivindicaciones a las administraciones, a todas, y pedir el apoyo de la ciudadanía a sus justas demandas, está bien. Pero también lo estaría que se hiciera público el nombre o la razón social de quienes torpedean el principal sector de la economía provincial. Llegados a este punto habría que recordar a Unamuno cuando señaló que hay circunstancias en las que callarse es mentir. A veces no basta solo con no callarse, es necesario hablar y poner al descubierto la deslealtad de unos pocos frente al legítimo interés de casi todos. Y esta actitud es exigible tanto a las administraciones como al propio sector. 

La vergüenza del Cañarete. Ciento seis años después de que aquel 15 de agosto de 1914 el vapor “Ancón” inaugurara oficialmente el Canal de Panamá que unía el Caribe y el Atlántico con el Pacífico solo puede resultar patético que los almerienses sigan padeciendo el vía crucis amenazante del paso del Cañarete. 
A estas alturas de la historia de la ingeniería, resulta incomprensible que no se eliminen los desprendimientos que, un día sí y otro también, se producen en su media docena de kilómetros
Doctores tiene la Iglesia y técnicos el ministerio de Fomento para alcanzar el milagro de que atravesarlo no suponga un riesgo para quienes lo hacen. Las características del territorio pueden dificultar las decisiones técnicas a adoptar, pero, a estas alturas de la historia de la ingeniería, resulta incomprensible que no se eliminen los desprendimientos que, un día sí y otro también, se producen en su media docena de kilómetros. 

Madrid y Sevilla continúan estando muy lejos de Almería (da igual el gobierno que haya en una u otra capital, no se crean a quienes dicen lo contrario), pero lo que no debemos continuar soportando los almerienses es que creamos que unir Almeria con Aguadulce sea más difícil que conectar dos océanos. Pónganse manos a la obra de una vez y para siempre y olviden la política de acumulación de parches inservibles que han demostrado su ineficacia desde que se pusieron en practica hace ya demasiados años.

Humillación y pornografía. La denuncia de un padre ofendido por el desarrollo de un taller sobre el desprecio de la mujer en la pornografía y al que asistieron varias decenas de alumnos de bachiller en un instituto de Huércal Overa y en el que estaban presentes varios profesores, ha puesto a Almería en el mapa mediático nacional de los francotiradores apostados en defensa del veto parental. El tratamiento mediático ha llegado al delirio de difundir que los participantes eran niños de primero de ESO y de que quienes simularon una felación intercambiando los roles casi la llevaron a la práctica. Disparates que solo buscan dar munición a la extrema derecha para que, tan católica, apostólica y ultramontana ella, sus portavoces lleven a la práctica la teoría de fraile según la cual, todo es bueno para el convento. 

Hasta que la delegación de Educación no concluya su informe sobre cómo se desarrolló el taller sería temerario aventurarse a opinar si se hizo de forma adecuada o se incurrió en algún error. 

Pero hecha esta salvedad no puede ignorarse que nadie pone en duda que el roll que la mujer juega en la estructura estética y argumental ¿? de la pornografía está en el origen de los comportamientos delictivos de muchos de quienes cometen agresiones sexuales. Desde esta premisa, que solo discuten los apóstoles del oscurantismo, puede oponerse a que el tema sea tratado en una clase ante alumnos cercanos a la mayoría de edad y que, no nos engañemos, llevan años consumiendo pornografía desde sus móviles. La hipocresía es un camino que solo llega al ridículo.

El campo almeriense clama contra el fraude del tomate marroquí


Antonio Fernández
Periodista

⏩⏩⏩ La práctica fraudulenta que supone la compra de tomate de Marruecos que posteriormente se reetiqueta como almeriense está encrespando los ánimos del sector hortofrutícola almeriense que, por boca del presidente de la Organización de Asociaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (Coexphal), “se están riendo de nosotros”.

Canal Sur se hace eco de la información

Juan Antonio González sostiene que esa práctica se ha convertido en una situación de incumplimiento flagrante de las reglas del juego y afirmaba que con esa actividad “a los agricultores almerienses nos están tomando por tontos y situándonos en un punto de máxima dificultad”. Y tras la crítica, la amenaza de que el sector agrario de la provincia, que hoy vuelve a las calles para manifestarse, “de ninguna manera vamos a consentir que se nos tome al pelo de esa manera y desde las organizaciones agrarias haremos lo que haga falta para evitar que siga ocurriendo”.
“Es seguramente un negocio muy lucrativo para quienes lo hacen, pero la cuestión es que está afectando a las producciones locales, que se ven arrinconadas con esas prácticas”
Responsables de grandes grupos de comercialización de la provincia, por su parte, advierten que esa práctica de adquirir productos de Marruecos para reetiquetarlos y venderlos como si fueran almerienses “es seguramente un negocio muy lucrativo para quienes lo hacen, pero la cuestión es que está afectando a las producciones locales, que se ven arrinconadas con esas prácticas”. Quien así se expresa es el presidente de la primera cooperativa europea de tomate (CASI), Miguel Vargas, que pide rigor en los controles y en las inspecciones para evitar que esas prácticas irregulares se sigan realizando.

La viñeta de Arranz en La Voz de Almería

En esa misma línea se expresa el presidente de Única GroupJosé Martínez Portero, la primera empresa española de comercialización de hortalizas, que afirma que esas irregularidades afectan negativamente al conjunto de las empresas del sector. Llama la atención sobre el hecho de que la ausencia de control efectivo de esa entrada es un riesgo que, más tarde o más temprano, “nos puede penalizar a todos en materia de seguridad alimentaria y de confianza del consumidor”.

Juan Antonio González, a su vez presidente de Vicasol, una de las mayores cooperativas del sector hortofrutícola almeriense, se muestra preocupado por la situación de los productores, e indignado por la tibieza en las actuaciones contra el fraude del reetiquetado. Afirma que todos los integrantes del sector "vemos y detectamos estas prácticas de llegada de camiones desde Marruecos y del cambio de las etiquetas". Desde el pasado noviembre hay investigaciones abiertas, expedientes incoados, “pero no estamos viendo actuaciones firmes; dicen que hay abiertos expedientes, pero no nos facilitan ninguna información”.
Desde Coexphal se reclama contundencia ante estas prácticas y su presidente pide que se pongan nombre y apellidos a las empresas infractoras
Desde Coexphal se reclama contundencia ante estas prácticas y su presidente pide que se pongan nombre y apellidos a las empresas infractoras y que, una vez comprobado el fraude cometido “que se determine el cierre de las infractoras, porque el final nos están perjudicando a todos”. Teme que este sea un nuevo caso de inacción por parte de las administraciones y que si, finalmente, los expedientes que se han abierto o que se puedan abrir acaban en una sanción, “sea poco menos que para tomarse un café”. Una contundencia que debería servir para acabar con una actividad “con la que se están riendo en las narices de los agricultores almerienses”.

Almería y Sicilia, tan lejos y tan cerca


Pedro Manuel de la Cruz
Director de La Voz de Almería

⏩ Hace unos días, en el homenaje póstumo a Fausto Romero, recuperé de la memoria algunas de las opiniones del príncipe de Salina en “El Gatopardo”. A Fausto le encantaba esta novela y siempre encontré en su cuidada imagen un acercamiento estético y filosófico con el protagonista de la obra de Lampedusa. Quizá podría encontrarse en su admiración por el desencanto elegante de Don Fabricio Corbera la inspiración que le llevó a titular “Almería, memoria de una tierra dormida” uno de sus primeros escritos. Porque también para el príncipe lampedusiano Sicilia era una isla dormida.


Dormidaesa es la palabra clave. Sicilia y Almería, tan lejos y tan cerca. Tan cercanas que muchas veces me he preguntado si no es aplicable, todavía y en amplias capas de la sociedad almeriense y en casi todos sus términos, la desasosegante mirada que Don Fabricio tiene sobre la isla italiana cuando asegura que “los sicilianos no querrán nunca mejorar por la sencilla razón de que creen que son perfectos. Su vanidad es más fuerte que su miseria. Cada intromisión, si es de extranjeros por su origen, si es de sicilianos por independencia de espíritu, trastorna su delirio de perfección lograda, corre el peligro de turbar su complacida espera de la nada”. O cuando se queja con indisimulada amargura de que “en Sicilia no importa hacer mal o bien. El pecado que nosotros los sicilianos no perdonamos nunca es simplemente el de hacer”. ¿Estamos muy lejos los almerienses de estas dos definiciones? Hasta hace apenas unos años, no mucho, y, tal vez ahora, tampoco.

Basta solo con recordar cómo, en medio de la miseria de los sesenta y setenta, miles de coches proclamaban desde sus vanidosas pegatinas que Almería era madre de la vida padre. O, ya con menos folklore pero más decepción, como tantos almerienses reaccionaban y reaccionan con preocupado desasosiego ante cualquier propuesta de cambio que modifique la placidez de la siesta eterna en la que tan acomodados se sienten.

Es cierto que hemos cambiado mucho en los últimos años, pero no lo es menos que todavía quedan amplísimas capas de la sociedad almeriense en las que la indolencia les hace cómplices -y por tanto culpables- de esa complacida espera de la nada. Contemplar el seguimiento cosechado por cualquier reivindicación ciudadana es un ejercicio que solo conduce a la decepción.
En Almería la pasividad es inocente, la protesta sospechosa y, volviendo al príncipe Salina, lo importante no es hacer bien o mal; el pecado que no se perdona nunca es, simplemente, el de hacer
Las obras del AVE o las posiciones a favor o en contra de la remodelación de la Plaza Vieja; la subida de las pensiones o la bajada de precios agrícolas (cuando hace frío en la Europa del norte) son protestas que apenas concentran un puñado de inasequibles al desaliento en la calle y a algunos francotiradores en estado de alerta permanente en las redes sociales. En Almería la pasividad es inocente, la protesta sospechosa y, volviendo al príncipe Salina, lo importante no es hacer bien o mal; el pecado que no se perdona nunca es, simplemente, el de hacer.

Por eso no es extraño que en ese coro dominado por el silencio suene a estridencia cuando una voz rompe tanta quietud y, como ha hecho esta semana Jerónimo Parra, presidente de la Cámara de Comercio, hace público que ya no aguanta más y que hay que dar un puñetazo en la mesa para que no nos sigan mintiendo marcando plazos que no se cumplen, que exigimos ver las máquinas trabajando (en los tajos del AVE, obligación del gobierno central, y en los proyectos de saneamiento y depuración de aguas, responsabilidad de la Junta), y no quedarse solo en las adjudicaciones.

Esta semana ha sido Jerónimo Parra; pero antes lo hicieron Diego Martínez Cano, Pepe Cano, Miguel Uribe, José Antonio Flores, Paco Cosentino o Jose Antonio Picón y nunca tuvieron sus protestas el eco social que se puede esperar de una provincia moderna. Solo les acompañó el silencio de una sociedad dormida; tan dormida como era la Sicilia del príncipe de Salina o la Almería del inolvidable Fausto.

¿Tiene futuro el tomate en el campo almeriense?


David Uclés
Director del Servicio de Estudios y Publicaciones de Cajamar

⏩ Desde hace unos años, se ha venido hablando de una crisis del tomate en Almería. Sus consecuencias serían una menor producción y superficie de esta hortaliza –un 8% menos de hectáreas en la campaña 2018/2019–, que estaría en retroceso en la provincia. Las razones de este paso atrás, a su vez, estarían relacionadas fundamentalmente con una pérdida de rentabilidad sostenida del cultivo, cuya principal causa sería, de nuevo fundamentalmente, el mayor coste de mano de obra que los países terceros.

Evolución de la cuota de Almería en las importaciones de tomate de la UE-28 (en %)

A priori, el argumento tiene sentido y parece corresponderse con los hechos. Sin analizamos la representatividad de las exportaciones almeriense de tomate a la UE 28 en términos de valor y de peso, estas han ido reduciéndose de forma constante desde 2013 (ver gráfico superior). La evolución de la producción también apoyaría esta tesis, ya que se ha reducido casi un 20 % desde el máximo registrado en la campaña 2015-2016.
Los precios de las importaciones de tomate a la UE28 con origen extracomunitario han aumentado de manera intensa en los últimos años, hasta el punto de reducir al mínimo el diferencial con los almerienses
Sin embargo, un panorama como este implicaría una presión a la baja por el lado de los precios sostenida en el tiempo. El aumento de producciones más baratas en el mercado europeo procedentes de terceros países traería consigo esa misma presión sobre las cotizaciones en origen almerienses, lo que (ante la imposibilidad de compensar estos recortes con menores costes) estaría dando lugar a la rentabilidad también más baja. Pero los datos no parecen acompañar este argumento. Por un lado, los precios de las importaciones de tomate a la UE28 con origen extracomunitario han aumentado de manera intensa en los últimos años, hasta el punto de reducir al mínimo el diferencial con los almerienses, que también han tendido a aumentar.

Evolución del precio medio por campaña del tomate y del prodio de las hortilizas de Almería (Euros/kg.)

Otro dato que parece contradecir el argumento comúnmente aceptado es que la evolución de los precios medios pagados a los agricultores de tomate ha estado en línea con los del resto de productos (ver gráfico superior), por lo que la falta de rentabilidad diferencial del tomate no se estaría produciendo (al menos hasta la campaña 2018/2019, en la que se ha registrado un importante incremento de los costes de mano de obra). Ahora bien, podríamos pensar que, dado que en toda la serie solo en siete campañas el precio del tomate se ha posicionado por encima de la media, podría estar ocurriendo que otros productos hortícolas estuvieran restando atractivo al tomate como alternativa de cultivo, como por ejemplo el pimiento.
En las últimas campañas, la superficie de tomate bajo el protocolo de control biológico ha estado reduciéndose de manera significativa: de las 9.160 ha de la campaña 2014/2015 a las 4.200 de la pasada
Por otro lado, en las últimas campañas, la superficie de tomate bajo el protocolo de control biológico ha estado reduciéndose de manera significativa: de las 9.160 ha de la campaña 2014/2015 a las 4.200 de la pasada. Este movimiento estaría poniendo de relieve las dificultades de mantener este cultivo sin recurrir al control químico por una presión elevada de las enfermedades y plagas. Sin embargo, la cifra adelantada para la campaña actual nos marca una recuperación importante de las hectáreas, hasta las 5.500, posiblemente por los mejores resultados frente a la Tuta del control biológico en las campañas precedentes. A esto habría que sumar la mejora de la calidad del agua en el campo de Níjar, merced al agua desalada, que ha permitido en dicha zona (tradicionalmente tomatera) ampliar el espectro de productos que pueden ser cultivados.
El sector hortícola almeriense ha demostrado una enorme capacidad de adaptación a los cambios del entorno. Si esa capacidad sigue ahí (y todo indica que sí), seguiremos produciendo tomate muchos años más
El resumen de todo lo anterior es que es demasiado apresurado concluir que el tomate vaya a correr la misma suerte que la judía verde. Las investigaciones que se están llevando a cabo en torno a la mejora de la productividad y la modernización de las estructuras de invernadero pueden volver a abrir la tijera de los costes y los ingresos en este cultivo. Por otra parte, la estrategia de diversificación en especialidades ha permitido un aumento de los precios medios al tiempo que el control biológico ha logrado demostrar por fin su viabilidad en este cultivo. Obviamente, los retos a los que se enfrenta esta hortaliza son importantes, siendo el primero contrarrestar el aumento de los costes de mano de obra (un 12,1 % la pasada campaña). Pero no son sustancialmente diferentes que los del conjunto del sector. Y posiblemente, aquí esté la clave: el sector hortícola almeriense ha demostrado una enorme capacidad de adaptación a los cambios del entorno. Si esa capacidad sigue ahí (y todo indica que sí), seguiremos produciendo tomate muchos años más.

Abriendo puertas al campo almeriense


Ramón Fernánchez-Pacheco
Alcalde de Almería

⏩ Almería es una referencia mundial en el campo de la agricultura sostenible y de la calidad de sus productos. Pero también debemos serlo en la gestión de los residuos que genera la actividad agrícola. Y esa es la línea de trabajo que el Ayuntamiento de Almería viene poniendo en práctica desde hace años, como hemos explicado estos días en Berlín, en una nueva edición de Fruit Logística, una de las principales citas de la agricultura mundial a la que hemos acudido para apoyar y respaldar la actuación de las importantes empresas del sector establecidas en el término municipal de Almería.
Somos uno de los municipios agrícolas con más actividad de toda la provincia, con casi tres mil hectáreas dedicadas a la producción
Para el Ayuntamiento de Almería, el campo es capital. De hecho, somos uno de los municipios agrícolas con más actividad de toda la provincia, con casi tres mil hectáreas dedicadas a la producción. Y eso también es capital para muchas empresas, para muchas familias y para muchas iniciativas que además del trabajo duro y del buen tiempo necesitan el respaldo de las administraciones. Y por esto hemos estado con ellos otra vez, pudiendo comprobar la pujanza y el valor de referencia que tiene el sector agrícola almeriense en la Feria sectorial más importante y exigente de todo el mundo.

Juntos hemos trasladado el mensaje de que el campo almeriense es limpio, sostenible y respetuoso con el medio ambiente y que en ese objetivo estamos comprometidos todos: agricultores, cooperativas, empresas y, por supuesto, las administraciones que, como la Junta de Andalucía, tienen competencias directas sobre la materia y han mostrado ya su apuesta clara por este asunto con el Plan Plan de Choque de Residuos Plásticos en los cauces públicos. Como Alcalde de Almería, quiero felicitar y agradecer a los productores agrícolas almerienses por un trabajo que ha ligado definitivamente el nombre de Almería a los conceptos de calidad, sabor y salud, los tres ejes decisión del cada vez más global y competitivo mercado agrícola internacional. 


Desde el Ayuntamiento tratamos de generar un marco estable y propicio para la actividad de los empresarios, emprendedores e innovadores que han hecho de la agricultura almeriense una referencia de seriedad y prestigio en todo el mundo. Por eso hemos puesto en marcha iniciativas como el Plan de Higiene Rural, el asfaltado y señalización de caminos y la reducción de trámites y costes administrativos a la hora de poner en marcha producciones agrícolas; la construcción y mejora de pasos de ramblas y cauces; el suministro de agua desalada; la creación del Consejo Municipal Agrario o la eliminación de tasas para la construcción de instalaciones que integren las explotaciones agropecuarias, tales como invernaderos, almacenes, balsas o sistemas de riego.
Debemos hacer lo posible para que el campo almeriense crezca, suba y sume, porque lo que es bueno para el campo, es bueno para Almería
Nuestra agricultura tiene un papel transformador y generador de riqueza, empleo y bienestar a nuestra provincia. Y es necesario que estos emprendedores sientan la cercanía de las administraciones tanto en los buenos como en los malos momentos, como cuando el campo sufre los daños climatológicos.  Debemos hacer lo posible para que el campo almeriense crezca, suba y sume, porque lo que es bueno para el campo, es bueno para Almería.

Terratenientes de la derecha carca


Antonio Felipe Rubio
Periodista

⏩La presencia de Almería en Fruitlogistica es imprescindible y determinante para mantener el tono de las relaciones esenciales entre vendedor y comprador. El germen de las ferias nace, precisamente, en el comercio (exposición, canje, venta…) de productos agrícolas y ganaderos que culminaban el periodo de recolección o cría con la citada feria que solía concluir con una fiesta de naturaleza religiosa o pagana.


Evidentemente, hoy a Alemania nadie va a vender un serón de alfalfa o un carretón de papas; aunque el producto, seleccionado y vistosamente expuesto, es un argumento más para la misión comercial. Ahora, son las relaciones directas un complemento -digamos un amigable y protocolario encuentro- entre los intervinientes del trato comercial que se viene ejerciendo durante todo el año a través del teléfono, internet y las actuales y eficientes vías de comunicación y, durante ese periodo de transacciones, surgen algunos roces que suelen suavizarse en estos encuentros personales, amén de la apertura de otras líneas de negocio.
La agricultura, entendida como un sector estratégico, cuenta con un dopaje o intervencionismo político que la ha dejado sin capacidad de maniobra para desenvolverse con autonomía suficiente
Estas relaciones -entendidas desde orígenes meramente comerciales- se han venido prodigando con un gran componente político e institucional que, a veces, suele superar en número la presencia de verdaderos representantes del sector agrícola; es decir, se ven más políticos que agricultores u operadores comerciales. Y es que la agricultura, entendida como un sector estratégico, cuenta con un dopaje o intervencionismo político que la ha dejado sin capacidad de maniobra para desenvolverse con autonomía suficiente. 

Las producciones masivas requieren una serie de infraestructuras que escapan a las posibilidades del productor que, sea sólo o en compañía (asociaciones, cooperativas, comunidades de regantes, etc.), nunca alcanza las capacidades necesarias para realizar trasvases de cuenca, embalses, centrales de energía… o las relaciones comerciales y políticas arancelarias con países terceros. Estas infraestructuras quedan en manos de las decisiones políticas que, en función de las necesidades y las “oportunidades” se adoptan y materializan o se posponen y son foco de continuadas reivindicaciones.

Una vez más, el campo está en lucha por los precios que, a duras penas, alcanzan niveles de coste de producción. Además, las contingencias meteorológicas que han producido daños en cosechas e invernaderos, vienen a recrudecer los problemas y a redundar en las pérdidas. Ante esta situación, el ministro Planas vino a Almería para “descubrir” que para evitar males mayores lo mejor es suscribir una póliza con una compañía de seguros que diese cobertura a los daños acaecidos. Así, con esta genialidad y otra serie de compromisos anunciados, se ha disparado la conflictividad en un sector que, en gran medida, ha venido confiando en dirigentes “progresistas, defensores de la clase trabajadora…” y adminículos sindicales como la UGT, que con tal de proteger al gobierno de Sánchez, se dirige a los agricultores en lucha como “derecha terrateniente carca”. Cualquier ruido que turbe la paz social bien estipendiada se torna en descalificaciones tan insultantes. Un amigo agricultor me decía “voy esta tarde a la sede y les rompo mi carné en sus narices”, y le dije, “no conseguirás nada. Tu cuota de afiliado no les importa a los sindicatos que siempre van a estar subvencionados por el gobierno que les cobija. Y si tú no pagas, lo haremos el resto de contribuyentes anónimos”.
Ahora, el Gobierno social comunista “decreta” que el grave problema de los precios radica en los grandes almacenes. O sea, que la crisis de los precios para el Gobierno es culpa de Carrefour y Mercadona
El desparpajo humillante de la nueva casta de la izquierda y la extrema izquierda queda reflejado en sus altos dirigentes políticos y sus sicarios sindicalistas. Ahora, el Gobierno social comunista “decreta” que el grave problema de los precios radica en los grandes almacenes. O sea, que la crisis de los precios para el Gobierno es culpa de Carrefour y Mercadona.

El mayor porcentaje va a la exportación, y es ahí donde tenemos los problemas de competencia desleal de países extracomunitarios y presión de las grandes centrales de compras europeas que han encontrado en los bajos precios del norte de África o Turquía el argumento para apretarnos hasta la extenuación… Habrá que ver qué nos depara esta edición de Fruitlogistica en cuanto a dignificación de los precios y algo más de respeto hacia el sector. Mientras tanto, el Gobierno desviando la culpa hacia Dia, Alcampo… y los “huevos de Manolo”.