Antonio Felipe Rubio
Periodista
Algo más de doscientos afiliados socialistas asistieron a la votación de la lista y, una vez conocidos los resultados, salieron en gran número a la calle para hacer uso de los móviles y echar un pitillo. Es aquí, gracias a la Ley Antitabaco de Pajín, donde Usero se labró su futuro. Un futuro tan fútil como el humo de un pitillo y escabroso tras ser tratado como una colilla. Manolo Requena -viejo saurio- sabía que fuera del recinto anidaban los sentimientos más críticos y rugía la rompiente; así que, tras otear el interior, urgió a cerrar portillos, compuertas y mamparos para afrontar una solitaria y procelosa travesía. El problema es que, con la tormenta, se olvidaron de trincar bien la lista, adujar los cabos sueltos y fijar el rumbo.
Han puesto en bandeja a los críticos y a los adversarios el argumento más disuasorio de campaña: “no os votan ni los vuestros… qué esperáis”.
Usero llegó tarde a la Asamblea tras una sobremesa de infarto. Martín Soler le imponía más y más, llegando a establecer como innegociable la inclusión de Clemente García en puesto de salida. El manuscrito, emborronado de enmiendas, contenía nombres que algunos de los nominados no tenían ni remoto conocimiento de su inclusión.
Otra de las batallas fue la incorporación del “delfín” martinista Joaquín Giménez, en puesto tan destacado como para no albergar dudas sobre la influencia de la ejecutiva provincial en la elaboración de la lista. Martín Soler deja claras sus preferencias, filias y fobias. Soler sabe que mantener a sus protegidos en empresas públicas dependientes de la Junta es una solución de muy poco recorrido y una concejalía da, por lo menos, para cuatro años.
No en vano, las aspiraciones de Martín Soler se fundamentan en una furibunda venganza ante un probable batacazo electoral, no sólo en las municipales, sino en las autonómicas; ahí es donde espera a Griñán para asestar una estrategia que destila bilis. Sin embargo, esta estrategia pudiera truncarse; baste señalar que un destacado militante reprochó a Usero que “no vayáis a echarle las culpas a Griñán. Esta m… de lista es de Martín, de Diego y tuya”.
Efectivamente, una vez más Usero transige y se humilla ante la ejecutiva, tal y como ha venido haciéndolo en Diputación. No ha podido imponer su criterio ni impedir las “martin-galas” a las que parece haber sucumbido hace tiempo.
La legitimidad de esta lista, en apelación a los apoyos, es exigua y paupérrima. Otra cosa es la aritmética. Ganar por un voto de diferencia es legal, y la democracia es eso. De ahí a lanzar soflamas de “agrupémonos todos…” hay un trecho de histrión que Usero no dudará en interpretar.
(noticiasdealmeria.com)
Han puesto en bandeja a los críticos y a los adversarios el argumento más disuasorio de campaña: “no os votan ni los vuestros… qué esperáis”.
Usero llegó tarde a la Asamblea tras una sobremesa de infarto. Martín Soler le imponía más y más, llegando a establecer como innegociable la inclusión de Clemente García en puesto de salida. El manuscrito, emborronado de enmiendas, contenía nombres que algunos de los nominados no tenían ni remoto conocimiento de su inclusión.
Otra de las batallas fue la incorporación del “delfín” martinista Joaquín Giménez, en puesto tan destacado como para no albergar dudas sobre la influencia de la ejecutiva provincial en la elaboración de la lista. Martín Soler deja claras sus preferencias, filias y fobias. Soler sabe que mantener a sus protegidos en empresas públicas dependientes de la Junta es una solución de muy poco recorrido y una concejalía da, por lo menos, para cuatro años.
No en vano, las aspiraciones de Martín Soler se fundamentan en una furibunda venganza ante un probable batacazo electoral, no sólo en las municipales, sino en las autonómicas; ahí es donde espera a Griñán para asestar una estrategia que destila bilis. Sin embargo, esta estrategia pudiera truncarse; baste señalar que un destacado militante reprochó a Usero que “no vayáis a echarle las culpas a Griñán. Esta m… de lista es de Martín, de Diego y tuya”.
Efectivamente, una vez más Usero transige y se humilla ante la ejecutiva, tal y como ha venido haciéndolo en Diputación. No ha podido imponer su criterio ni impedir las “martin-galas” a las que parece haber sucumbido hace tiempo.
La legitimidad de esta lista, en apelación a los apoyos, es exigua y paupérrima. Otra cosa es la aritmética. Ganar por un voto de diferencia es legal, y la democracia es eso. De ahí a lanzar soflamas de “agrupémonos todos…” hay un trecho de histrión que Usero no dudará en interpretar.
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