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Una línea de autobús entre El Ejido y la Universidad de Almería

Federico Galdeano
Secretario General de Juventudes Socialistas de El Ejido

Desde las Juventudes Socialistas de El Ejido nos hacemos eco de una de las principales demandas que se dilatan en el tiempo por parte de los universitarios ejidenses, como lo es la ausencia de una línea de bus directa entre El Ejido y la Universidad de Almería. Y es que son muchos los jóvenes ejidenses que asisten a clase a diario desde El Ejido y que tienen que hacerlo con una línea de bus que solo llega hasta la Estación de Autobuses de Almería.


Por esta razón, desde las Juventudes Socialistas de El Ejido pedimos al Ayuntamiento de esta localidad que tome cartas en el asunto y que haga todo lo posible para la creación de esta línea directa, ya que la única alternativa de la que disponen los jóvenes universitarios ejidenses que prefieren no hacer uso de este transporte debido a sus limitaciones es ir en coche soportando grandes atascos a diario con el peligro y la pérdida de tiempo que supone.

También hacemos un llamamiento a todas las asociaciones juveniles de la comarca del Poniente, no solo de El Ejido, para que apoyen esta propuesta, puesto que de esta iniciativa se podrían beneficiar muchos otros jóvenes universitarios de la zona.

La Universidad de Almería, su función social y los planes de estudio


Jorge Lirola
Profesor de la UAL

⏩ La ciudad de Almería, fundada en el medievo, en concreto en el año 955 por el califa Abderrahmán III, bajo el gobierno local del almirante Muhammad Ibn Rumahis, vivió en los siglos siguientes una enorme y creciente prosperidad, fruto de la cual ha dejado múltiples testimonios arqueológicos: el más importante de los cuales es la Alcazaba, su principal monumento; el más singular, los restos de su Mezquita Aljama en la Iglesia de San Juan; y los más desconocidos, los numerosos manuscritos creados por intelectuales almerienses, que se encuentran ahora diseminados por el mundo. Fue una época de brillante esplendor, siendo su puerto uno de los de mayor tráfico de todo el Mediterráneo, el mar por excelencia entonces.


Cabría esperar que la Universidad de Almería contara con una potente área de Historia Medieval que promocionara y dinamizara un mayor y mejor conocimiento de aquella época en la que el territorio almeriense se proyectaba en el resto del mundo y desempeñaba un papel protagonista en la historia. Sin duda, ello revertiría en la sociedad almeriense a través, sobre todo, de un turismo cultural de calidad, que es por el que hay que apostar, pues genera tejido y desarrollo, atrayendo personas tanto de dentro como de fuera de la provincia y del país. El arraigo o desarraigo de un pueblo o de una ciudad en su historia dice mucho de si su crecimiento puede ser sostenible o, por el contrario, no tendrá futuro, cual árbol –y permítaseme el símil- que podrá crecer más alto cuanto mejores sean sus raíces, o cual edificio que podrá elevarse sin peligro de derrumbarse si está bien cimentado.
En la Universidad de Almería no solo no hay un área de conocimiento de Historia Medieval potente, sino que la formación que el alumnado recibe en relación con los mal llamados siglos oscuros es totalmente plana, sin profundidad, y no genera conocimiento
Pero, no. En la Universidad de Almería no solo no hay un área de conocimiento de Historia Medieval potente, sino que, tras las dificultades que hubo para que se implantara el grado o la carrera de Historia en nuestra universidad, la formación que el alumnado recibe en relación con los mal llamados siglos oscuros es totalmente plana, sin profundidad, y no genera conocimiento. Ya el informe externo que se hizo del plan destacó como gran problema el que buena parte del profesorado no contaba con buena calidad de investigaciones. Uno de los casos es Historia Medieval, donde la que durante mucho tiempo ha sido la única profesora de ese área tiene en su haber contadas publicaciones que tratan en su mayor parte de la época moderna y muy pocas o, mejor dicho, ninguna del periodo medieval almeriense. Así se explica que dicha profesora cediera buena parte de las asignaturas que debían corresponder a la época medieval a otras áreas de conocimiento, que se frotarían las manos. Es muy loable que la Universidad de Almería cuente con especialistas de prestigio sobre la época fenicia, pero no debe ser a costa de otro periodo no menos importante, como es el medieval.

Y ¿qué es lo que hacen las autoridades universitarias? ¿Convocar plazas a concurso público para que las personas de mayor mérito y cualificación las obtengan, como establece la Constitución Española y es lo deseable? Pues no, el Vicerrectorado que dirigía D. José Joaquín Céspedes Lorente, con el beneplácito del Rector D. Carmelo Rodríguez Torreblanca, decidió que las áreas deficitarias de profesorado iban a poder contar con becarios con perspectivas de que luego se conviertan en profesores. Eso es la base de la tan nefasta endogamia, una de las lacras de nuestra universidad que vengo denunciando desde hace muchos años. Al profesorado que ya está dentro de la Universidad no le interesa que se convoquen plazas para que personal cualificado sea el que las obtenga, pese a que podría dar lugar a una fructífera colaboración con las nuevas incorporaciones que hiciera que se incrementaran los conocimientos, sino que lo que teme es que quienes vengan se pongan por delante de ellos y prefieren apostar por personas que nunca les puedan hacer sombra, en claro beneficio suyo particular, en lugar del de la sociedad que les paga buenos sueldos.

Cuando un profesor es mediocre, apuesta por otro más mediocre, con la consiguiente degradación y degeneración. Y las autoridades universitarias se muestran tan contentas, pues prefieren a personas sumisas que puedan controlar, en lugar de profesores críticos que apuesten por formar a alumnos críticos y con criterio propio y puedan poner en duda los chiringuitos creados en beneficio particular.
Cuando ha hecho falta un profesor de Historia Medieval, en lugar de convocar una plaza digna para que a un experto cualificado le interese optar a ella, se prefiera un contrato basura para que lo desempeñe una persona que, curiosamente, ha hecho la tesis sobre el siglo XVIII, que no es, precisamente, la época medieval
Así se entiende que, cuando ha hecho falta un profesor de Historia Medieval, en lugar de convocar una plaza digna para que a un experto cualificado le interese optar a ella, se prefiera un contrato basura para que lo desempeñe una persona que, curiosamente, ha hecho la tesis sobre el siglo XVIII, que no es, precisamente, la época medieval. Si es obediente y sumiso, con el tiempo llegará a catedrático de Historia Medieval, pero si cumple con las tareas que debería cumplir (formar a personas cualificadas con criterio propio) le mostrarán la puerta de salida. Así es nuestra universidad, que tanto nos cuesta económicamente a los ciudadanos, y que deberíamos conocer mejor lo que se cuece en su interior: un guiso con pésimas materias primas y poco nutritivas, pero que aderezan con perfumadas especies para ocultar lo que realmente es.

Cuando yo llegué como profesor a Almería a principios de los '90, se enfrentaban, para ocupar el Decanato de la Facultad de Humanidades, D. José Guerrero y D. Francisco Campos. Al primero, en su intervención para pedir el voto a los miembros de la Junta de Facultad, se le llenó la boca hablando de la relación del campus universitario con la sociedad almeriense. D. Francisco Campos le respondió de forma clara y contundente: "La única, la única relación de la universidad y la sociedad almeriense es ... el autobús". ¡Y cuánta razón tenía! ¿Queremos que siga siendo así? Sin duda, cosecharemos lo que sembremos.

El plan de estudios del Grado de Historia de la UAL


Jorge Lirola Delgado
Profesor de la UAL

⏩ Hoy, 14 de octubre de 2019, en la Junta de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Almería se ha votado la aprobación, si procedía, del plan de estudios del Grado de Historia. Como nos tiene habituados el decano, D. Javier García González, no ha mediado debate alguno, sino un simple turno cerrado de intervenciones, y a votar. Y sorpresa... el resultado ha sido 16 votos a favor, 16 en contra y una abstención.

UAL

A la vista de ello, yo he planteado que no era necesario volver a votar tras un receso en el que se podían incorporar nuevas personas para la votación, como se proponía, puesto que era evidente que no había habido una mayoría simple que lo aprobara, como era preceptivo. Sobre este punto tendrá que pronunciarse el Rector, D. Carmelo Rodríguez Torreblanca y, en su caso, otras instancias competentes que hayan de tratar la aprobación del nuevo plan.
¿Por qué se ha llevado con tanta opacidad el plan, sin ningún tipo de debate, pareciendo, como ha señalado un alumno, que era un mero reparto de créditos entre las áreas y los profesores de las mismas?
Habían sido varias las alegaciones presentadas contra el plan, entre ellas las mías, a las que, en realidad, no se ha dado respuesta. ¿Por qué se ha llevado con tanta opacidad el plan, sin ningún tipo de debate, pareciendo, como ha señalado un alumno, que era un mero reparto de créditos entre las áreas y los profesores de las mismas? De hecho, hoy se planteaba que era vital que se aprobara y no cabía otra posibilidad si no se quería incumplir con las deficiencias que el actual plan tiene y que detectó un informe externo realizado sobre el mismo. Por lo que he podido comprobar lo que se dice en el plan de "mejorar la transferencia de conocimiento a la sociedad" y la "interacción con la sociedad" es pura pantomima. Pese a las exigencias del alumnado de que se le dé más cabida a la investigación, se les ha respondido que es un plan generalista donde la investigación no importa y se deja para el máster.

Salvo en determinados ámbitos, como son los fenicios, en los que destaca la Universidad de Almería, otros, como es el periodo andalusí, no interesa y se dice que ya está bien representado en las asignaturas generalistas de "Historia del Mundo Medieval", "La Europa Medieval: De la expansión a la crisis" e "Historia Medieval de España", en las que, según me han contestado por escrito, "se les dedica el mismo tiempo al mundo cristiano, al bizantino y al islámico. Y basta también con las optativas de "Vivir y morir en la Edad Media", "Mundo rural y mundo urbano en la Edad Media" y "El monacato en la Edad Media", frente a otras universiadades en las que sí aparecen asignaturas como "Historia de al-Andalus", "Urbanismo en el mundo medieval" o "Al-Andalus: Arqueología e Historia".

El  caso es que los alumnos de la UAL salen con un deficiente conocimiento de al-Andalus, que les impide tener los conocimientos adecuados si se incorporan a alguna excavación, en las que aflora el mundo andalusí, y que no les incentiva a estudiar la cada vez más creciente cantidad de materiales que duermen el sueño de los justos en los depósitos del museo. El hecho de que Almería fuera el principal puerto de al-Andalus y viviera una de sus épocas más prósperas en la Edad Media, por lo que cabría esperar que hubiera un importante área de medieval, no importa en la UAL.
El profesor Rafael Quirosa ha suplantado durante un buen rato al decano y se ha dedicado a moderar un debate en el que él mismo llevaba la voz cantante
El profesor Rafael Quirosa ha suplantado durante un buen rato al decano y se ha dedicado a moderar un debate en el que él mismo llevaba la voz cantante, explicándonos a quienes habíamos votado en contra del plan (fundamentalmente alumnos) que solo cabía dos posibilidades: aprobarlo o el infierno para ellos e incluso quería que se votara a mano alzada, para que sintieran mayor presión, a lo que me he opuesto. Su deseo de convencerlos ha terminado con el compromiso de que, en cuanto esté aprobado el plan, van a crear una comisión para modificar lo que puedan modificar. Vaya sinsentido: en lugar de modificarlo primero y luego someterlo a aprobación, en el Departamento de Historia quieren hacerlo al revés. Con ese compromiso han convencido a 11 estudiantes y el resultado de una segunda votación, con alguna nueva incorporación, ha sido de 29 votos a favor y 5 en contra.

El Rector y las instancias competentes, habrán de decidir también si, aparte de ser necesaria esa segunda votación, es lícito el compromiso al que han llegado con los alumnos: un plan que nace ya muerto.


El Claustro Universitario


Isabel Román
Profesora de la UAL

➤ Las elecciones a Claustro de la Universidad de Almería se celebrarán en unas semanas. Los candidatos a Rector ya están ultimando los detalles de las personas que quieren que se presenten, junto a ellos, al Claustro. El todavía Rector, el señor Rodríguez, llama a su despacho a aquellos a los que considera que pueden acompañarle al Claustro; por su parte, el aspirante Posadas va de un despacho a otro del Campus intentando convencer a sus compañeros de que es mejor administrador que el actual.

"Antonio Posadas ha prometido que, si sale elegido, terminará con los “rehenes” del Claustro de la Universidad de Almería" (Foto. Loa)

Los pretendientes a Rector persiguen a sus compañeros a todas horas y todos los días. La pretensión de que se presenten a las elecciones a Claustro bajo el amparo de uno u otro candidato se hace asfixiante. Y lo que es peor, aquellos que se presenten con el que resulte perdedor, van a ser señalados en los próximos cuatro años como perdedores, como los que apoyaron al vencido. La travesía del desierto, creo que le llaman.
Uno de los candidatos ha tenido la valentía de proponer que, tras veinticinco años de Universidad, se deje de pervertir el sentido y las funciones de los señores claustrales
En este ambiente, uno de los candidatos ha tenido la valentía de proponer que, tras veinticinco años de Universidad, se deje de pervertir el sentido y las funciones de los señores claustrales; esto es una corriente de aire fresco y esperanzador. Antonio Posadas ha prometido que, si sale elegido, terminará con los “rehenes” del Claustro de la Universidad de Almería.

Y esto me llena de alegría por dos razones: la primera, porque podré votar en libertad y sin coacciones; la segunda, porque cuando salga del despacho al pasillo, no me voy a encontrar a un “casualmente encontradizo” candidato esperándome para contarme lo bien que lo voy a hacer si lo acompaño a él como claustral.

La UAL entre fake news

Francisco García Marcos
Catedrático de Lingüística General de la UAL

➤ Leo que el Rectorado de la UAL tiene decidido instalar el Grado de Comunicación a cambio de eliminar el de Humanidades. Se trata, sin duda, de una fake new. Esta auténtica plaga mediática, por lo que se ve, alcanza también a instituciones tan serias y graves como las universidades. A estas alturas ya de siglo XXI, resulta inverosímil que pueda perpetuarse la cavernaria división entre ciencias y las letras, máxime adornada con su correspondiente transcripción en forma de utilidad/inutilidad, fundamental/superfluo, nuclear/periférico a la vida universitaria.

Para implantar un título de letras no hay que eliminar otro, por aquello de que las letras siempre son una carga

Para implantar un título de letras no hay que eliminar otro, por aquello de que las letras siempre son una carga. Eso podría habérsele ocurrido a alguien hace medio siglo, pero no ahora. Uno va teniendo sus años y, claro, ha visto demasiadas cosas como para que le cuelen un bulo de esta magnitud.
No me puedo creer fakes tan disparatadas como que para colocar Comunicación hay que suprimir Humanidades. Esto no es Atapuerca
A Nando lo conocí ya doctor, con apenas 27 años recién cumplidos. Formaba parte de las ciencias, entendidas en esos términos a principios de los 80. Yo, que todavía ni había concluido mis estudios universitarios, me quedé sorprendido cuando me rogó que le diese clases particulares de semiótica. Le interesaba sobre todo la cuestión del ruido, la retroalimentanción y los condicionamientos del canal. Y a mí me interesaba saber por qué le interesaban esas cosas. “Los átomos gamberros”, me dijo sin previo aviso. Luego me aclaró que había unos átomos con un comportamiento no previsto y que la semiótica le daba un marco conceptual perfecto para explicarlos.

Después nos fuimos, él para Oxford y yo para Alemania, él con sus átomos díscolos y yo con la sensación de que algo estaba cambiando profundamente en la ciencia. Me lo confirmaron mis inolvidables tertulias científicas alemanas. Acudíamos espontáneamente, de cualquier facultad, recurriendo a la primera lengua vehicular en la que coincidiésemos para entendernos, compartiendo temas y cuitas. Fui allí donde escuché a unos científicos que veían las cosas de otra manera, que hablaban de fractales, teorías de catástrofes y orden del caos. Eso me hizo descubrir dos cosas importantes: una, que mi amigo Nando parecía no estar solo; dos, que había un mundo de lecturas interesantes, con tipos como Mandelbrot o René Thom. Este último me dio las claves de lo que estaba pasando. Había arrancado un nuevo paradigma que, entre otras cosas, clausuraba aquello de las ciencias y las letras.

Mi vuelta a España me lo confirmó. La Universidad de Granada me confió un curso de primor con alumnos de Massachusetts, ese lugar donde está Harvard, que no parece mala universidad. Fui profesor de español de algunos filólogos, pero sobre todo de muchos otros futuros científicos. Mis alumnos de economía, por ejemplo, además de español, tenían incluidas materias humanísticas en su formación, buscando dotarlos de una capacidad de relación necesaria para su futura profesión. En la segunda mitad de los 80 ese paradigma de las ciencias vs.las letras era ya una antigualla.

Luego llegó la Globalización y resultó ser que cosas como la comunicación, la traducción e interpretación o el dominio de lenguas no maternas se convirtieron en socialmente fundamentales. Pasamos a ser incluso económicamente rentables. Aunque sea por todo lo que uno ha corrido y leído, por los sabios a quienes he tenido la suerte de escuchar y los académicos que me han mostrado que la universidad solo puede mirar hacia el futuro, lo siento, pero no me puedo creer fakes tan disparatadas como que para colocar Comunicación hay que suprimir Humanidades. Esto no es Atapuerca.

¿Qué opinan los almerienses sobre la UAL?


Tania Artajo
@opinionalmeria

La Universidad de Almería (UAL) tiene mucho interés en conocer la opinión que tienen los almerienses sobre la propia institución. Para saberlo, el Consejo Social ha convocado la contratación de un estudio sobre la percepción que tienen los almerienses. Su objetivo es analizar la imagen de la Universidad entre los ciudadanos y las instituciones y, a su vez, favorecer el acercamiento de la institución con la sociedad almeriense.

Universidad de Almería

La convocatoria del concurso público se ha realizado bajo de denominación de  ‘Análisis de la percepción de la Universidad por parte de la Sociedad almeriense’. La realización de este estudio se adjudicará a través de un procedimiento de contratación abierta al que podrán presentarse tanto grupos de investigación de la propia universidad como empresas. Se ha dotado con una partida presupuestaria de 12.000 euros.

El estudio se realizará en un periodo de seis meses y, para llevarlo a cabo, será necesario establecer una metodología que cuantifique la percepción de la Universidad de Almería por parte de la sociedad almeriense.

“El trabajo de campo se realizará a través de encuestas, análisis y cálculo de estimaciones y, de ahí, obtendremos una imagen fiable del grado de conocimiento y de la percepción que tanto los ciudadanos, colectivos sociales, culturales, empresas e instituciones tienen de nuestra Universidad”, ha señalado la presidenta del Consejo Social, Magdalena Cantero.

Todo ello, ha recalcado Cantero, “nos permitirá incorporarlo en el Plan de actuaciones que anualmente aprueba el Consejo Social de la Universidad de Almería, cuya misión es favorecer el acercamiento de la Universidad a la sociedad, como se regula en la Ley Órgánica de Universidades, como en la Ley andaluza de Universidades”.


50 alumnos aprobados por la UAL se quedan sin título por un error administrativo


Rosa Ortiz
Periodista

Un fallo de interpretación por parte de la Universidad de Almería del Real Decreto 1393 del año 2007, de ordenación de las enseñanzas universitarias oficiales, está provocando un enorme desasosiego en casi medio centenar de alumnos a los que el ministerio de Educación no reconoce sus titulaciones por estar “fuera de rango”, es decir, porque se han obtenido más allá del plazo establecido de forma oficial.

Por un fallo de interpretación

La circunstancia afecta en exclusiva a alumnos que se matricularon en licenciaturas que ya han quedado extinguidas en los planes de estudio de la UAL. Se da el caso de que varios de ellos se han presentado a oposiciones y han sido excluidos por no tener el título en vigor. “Es un tema muy serio que podría derivar en que los afectados presentaran una demanda contra la Universidad por responsabilidad patrimonial”, explican a este periódico fuentes conocedoras del caso. 

El problema generado ahora tiene su origen hace algo más de diez años, cuando el ministerio de Educación aprobó una orden (fechada el 29 de octubre de 2007) que establecía que, en el plazo de tres años, todas las enseñanzas universitarias debían estar adaptadas a la nueva estructura que fijaba el Espacio Europeo de Educación Superior (el llamado Plan Bolonia) tras su puesta en marcha. En la práctica, el cambio suponía la sustitución de diplomaturas y licenciaturas por estudios de Grado y Máster.

La Disposición Transitoria Segunda de la citada norma señalaba -y aquí parece estar el quid de la cuestión- que las titulaciones quedarían “definitivamente extinguidas” a partir del 30 de septiembre de 2015 y disponía de cuatro convocatorias de exámenes en un máximo de dos años para quienes no hubiesen aprobado las asignaturas en su momento. 
Sin embargo, a pesar de lo dictado en la orden ministerial, el Consejo de Gobierno de la UAL dio el visto bueno, con fecha de diciembre de ese año (finales de 2015, con Carmelo Rodríguez en sus primeros compases como rector) a una normativa que ampliaba a seis las convocatorias de exámenes “en los tres cursos académicos siguientes entre junio y septiembre”, según se lee en una documentación a la que ha tenido acceso este periódico.
Uno de los fallos fue que la normativa aprobada por el Consejo de Gobierno no pasó por el tamiz de la asesoría jurídica de la UAL. “Al aprobarlo, no se dieron cuenta de que incumplía el real decreto del ministerio”
“Ha sido un desliz, un error. No se hizo para beneficiar a nadie, sino con la mejor de las intenciones para ayudar a aquellos alumnos que tenían más problemas para poder  obtener la licenciatura a su tiempo”, explican fuentes. Uno de los fallos fue que la normativa aprobada por el Consejo de Gobierno no pasó por el tamiz de la asesoría jurídica de la UAL. “Al aprobarlo, no se dieron cuenta de que incumplía el real decreto del ministerio”, relatan. 

De momento, no se sabe cómo se va a solucionar pero sí que hay voluntad de arreglar el entuerto: el pasado 21 de marzo se dejó sin efecto toda la normativa anterior y se habilitó a los vicerrectorados a resolver las “distintas situaciones” que puedan plantearse a partir de ahora como consecuencia de la referida suspensión. La decisión se tomó en Consejo de Gobierno el pasado 12 de marzo y el acta está firmada por el secretario general de la Universidad, el profesor Fernando Fernández Marín. En el punto 16 de los acuerdos adoptados por el órgano principal de la UAL se aprueba “la suspensión de la eficacia de la Normativa de Extinción de las Enseñanzas de Titulaciones Oficiales aprobada en sesión ordinaria de Consejo de Gobierno con fecha 23 de noviembre de 2012 y modificada por el mismo órgano en las sesiones de fecha 25 de octubre de 2013 y 17 de diciembre de 2015, así como el vigente Reglamento para el Tribunal de Compensación para la Evaluación Curricular, para los títulos anteriores al RD 1393/2007”.

“Es un tema feo. Quien metió la pata fue el anterior equipo de gobierno, cuando Pedro Molina era aún el máximo responsable de la institución universitaria y lo que hizo el actual rector fue ampliar el error y ser negligente por no contar con la asesoría jurídica”, explican fuentes de la UAL, que señalan que el cambio normativo se hizo “con la mejor de las intenciones”, tratando de ayudar a los alumnos que tenían más dificultades para obtener su título universitario.

Algunos docentes preguntados por este periódico ven en el ‘buenismo’ de la Administración educativa el problema que subyace en la intrahistoria de este problema. “Siempre se les da más ventajas a los alumnos con peor rendimiento académico. En la universidad española no se hacen normas para beneficiar a los buenos estudiantes”, argumentan profesores consultados.

La UAL es la universidad andaluza que ofrece mayores posibilidades de empleo a sus egresados

Tania Artajo
@opinionalmeria

La Universidad de Almería (UAL) se ha convertido en una enorme maquinaria de generación de empleo. De todos los graduados que salen de las universidades andaluzas, los que salen de la UAL son los primeros que se incorporan al mundo laboral. Y no es algo que afirme de forma gratuita la propia UAL, sino que quien lo dice es alguien de tanta solvencia en la elaboración de estudios y análisis universitarios como la Fundación BBVA.

Ranking general de las universidades españolas

La entidad ha presentado la quinta edición del U-Ranking, donde se analizan las fortalezas y debilidades de 61 instituciones académicas españolas. El estudio ha tomado como referencia el análisis realizado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes sobre el nivel de inserción laboral entre 2010 y 2014. La primera universidad andaluza que aparece en esa lista es la UAL. Lo hace en el puesto 22 de 59. La tasa de afiliación a la Seguridad Social de sus egresados es del 61%.

El orden de las demás universidades andaluzas es éste: Universidad de Córdoba (UCO), que tiene un nivel de inserción del 60%; la Universidad de Málaga (UMA), 54,9%; la Universidad de Jaén (UJA), con una afiliación del 58,2% de sus postgraduados; la Universidad de Sevilla (US), 58%; la Universidad de Huelva (UHU), con una afiliación a la Seguridad Social es del 56,5%; la Universidad de Granada (UGR), que tiene una inserción laboral del 54,8%, y, por último, la Universidad de Cádiz (UCA), que tiene un nivel de inserción del 53,4%.

La Universidad de Almería pierde 1.500 alumnos en 10 años

Antonio Fernández
Periodista

La crisis económica que se inició en el año 2007 llegó también para la Universidad de Almería, que ha visto cómo en esa última década el número de alumnos ha descendido en más de 1.500 jóvenes, tanto almerienses como de otras zonas. Un informe elaborado en base a los datos de la Junta de Andalucía sobre las universidades de la comunidad indica que la evolución de las matriculaciones ha experimentado variaciones notables en las últimas décadas, desde los 60.067 que había en 1996 a los poco más de 220.000 de 2016.

La UAL tiene en torno a 11.000 alumnos

En ese mismo periodo la Universidad de Almería ha perdido en torno al 11 por ciento de sus estudiantes partiendo de los 13.133 que albergaba en sus aulas en el curso 96/97. No es la universidad andaluza con mayor descenso, puesto que ocupa la de Granada con un 18,3 por ciento menos de alumnos en ese periodo, aunque en su caso es achacable a la pérdida de alumnos en favor de universidades nuevas como las de Almería y Jaén.

El periodo de mayor pérdida de universitarios coincide con los primeros años de la crisis económica, alcanzando los niveles más bajos entre 2006 y 2009. Posteriormente se produjo un repunte hasta los 13.000 del curso 2012/2013, para luego volver a bajar a poco más de 11.000 en los años siguientes. Una de las razones es el incremento de los precios de los créditos universitarios que si bien fueron de un 9 por ciento en los de primera matriculación, aumentó entre un 96 y un 336 por ciento en segunda, tercera y cuarta.

"El mayor problema que han encontrado los jóvenes es el encarecimiento de los costes de mantenimiento, desde el alojamiento a la comida o los materiales para la docencia, en torno a un 25 por ciento en la última década"

Pero probablemente el mayor problema que han encontrado los jóvenes es el encarecimiento de los costes de mantenimiento, desde el alojamiento a la comida o los materiales para la docencia, en torno a un 25 por ciento en la última década, un incremento que ha venido aparejado con las dificultades financieras de las familias que, desde el inicio de la crisis, han perdido entre un 12 y un 30 por ciento de sus ingresos. Para muchas, especialmente las de los municipios más alejados, ese coste se ha hecho insoportable.

"El descenso del 11 por ciento de alumnos de la UAL es inferior al de Andalucía, que de media ha perdido el 14 por ciento"

El descenso del 11 por ciento en el número de alumnos matriculados experimentado por la Universidad de Almería no está, sin embargo, entre los mayores de Andalucía, una región que, de media, ha perdido el 14 por ciento de sus alumnos a causa de la crisis económica. Los datos no impiden que Andalucía sea, a pesar de todo, la segunda región de España en número de universitarios con 224.335 alumnos matriculados, sólo superada por Madrid con 230.957 estudiantes.

La Universidad de Almería sale muy bien parada en la clasificación U-Multirank que elabora la Unión Europea para establecer baremos de valoración del conjunto de las instituciones universitarias europeas y mundiales. Por primera vez Almería se encarama a los primeros puestos de esa clasificación al situarse en quinto lugar entre las españolas, sólo precedida por la Universidad de Navarra, la Pompeu Fabra, la Miguel Hernández y la Universitat de Lleida, y por encima de algunas tan tradicionales como la Universidad de Santiago de Compostela, la Complutense de Madrid, la Carlos III de Madrid o la Universidad Complutense de Barcelona.

Esa buena calificación en al ranking nacional se ve reflejada también a nivel internacional ya que España, con sus setenta universidades clasificadas, es la tercera potencia universitaria tras el Reino Unido y Alemania. La clasificación, que está elaborada por un consorcio independientes dirigido por el Centro de Estudios Superiores de Educación de Alemania, el Centro de Estudios de Políticas de Educación Superior de Twente (Inglaterra) y el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos de Leiden (Holanda), está destinado a comparar el rendimiento universitario a través de una amplia gama de calificaciones que valoran diferentes aspectos de los centros.

La Universidad de Almería sube puestos en esta clasificación en los últimos años -lo hace desde 2013- en base a los datos aportados por las administraciones, los que proceden de la propia Ual, los de la comunidad científica y los que aportan los propios alumnos a través de encuestas. Ese quinto puesto nacional, que la sitúa además entre las veinte con mejor valoración, se debe a la calidad de la formación, pero sobre todo a la intensa actividad desarrollada en apoyo de los sectores productivos de la provincia con trabajos de investigación y de transferencia del conocimiento.

La presencia de más de un centenar de grupos de investigación, con una especial dedicación al sector agroalimentario o la biotecnología, se convierte en uno de los factores clave de la alta valoración. También la colaboración con otros centros de investigación o la actividad que desarrolla la Finca Experimental que la Universidad de Almería gestiona en colaboración con la cooperativa agroalimentaria Anecoop.

El estudio de la Unión Europea, según el director del consorcio que lo elabora, el profesor Frans van Vught, señala que es difícil encontrar que una universidad es excelente en todos sus aspectos, por lo que esa excelencia se encuentra repartida en distintas facetas y centros. El ránking puntúa aspectos como la graduación en el tiempo previsto de grado, el porcentaje de citaciones en medios universitarios y científicos, las publicaciones de trabajos de investigación, los ingresos externos que genera su actividad investigadora, la movilidad de los estudiantes, las patentes premiadas o la colaboración con otros centros investigadores u otras universidades, tanto privadas como públicas.

Esta es la cuarta edición del U-Multirank y el informe recoge la valoración de cerca de 1.500 instituciones universitarias de todo el mundo, por lo que se considera el estudio más completo de información sobre universidades. Es utilizado como instrumento de consulta para elegir dónde estudiar, participar en proyectos o contratar graduados.

Repensar la Feria del Libro de la UAL

Marta Rodríguez
Periodista

Lo de Almería con las ferias del libro es una historia de desamor desde que en 2011 desapareció el Festival del Libro y la Lectura, Lilec, capitaneado por El Gaviero Ediciones y Ana Santos. Después de años de experimentos poco afortunados y un par de ediciones en blanco, la pasada primavera parecía haberse puesto la semilla de algo nuevo. Sin tirar cohetes y con mucho que mejorar (Berta Vías y Eduardo Mendicutti apenas lograron reunir a una decena de personas cada uno), pero algo nuevo al fin.

Acto de presentación de la Feria

Esas mismas diez personas que se antojaban insuficientes para escritores de cierta trayectoria y calidad contrastada, gustos aparte, habrían bastado para salvar los muebles de los cuatro encuentros con autores almerienses que se han desa­rrollado en lo que va de semana en la Feria del Libro de la Universidad. Habrían bastado para que el primer acto se celebrara, que no se celebró porque estrictamente como público sólo asistió una persona. Y habrían bastado para que los tres escritores que sí siguieron adelante con su presentación no se volvieran a casa descorazonados ante el nulo éxito de la convocatoria.

El lector podría llevarse la idea equivocada de que la causa por la que se ha dado esta situación está en los autores. Ni muchísimo menos. En los cuatro casos, se trata de personas que tienen cosas que decir: del valor del testimonio de Verónica Díaz, psicóloga que cuenta en su libro cómo superó el cáncer en la adolescencia, y el tirón de Fernando Martínez López, el escritor cuyas obras suelen auparse al número uno de los más vendidos en Almería, al renombre que tiene Miguel Ángel Muñoz en el mundo del cuento, avalado por el apoyo de Páginas de Espuma, pasando por el versátil talento de Juan Pardo Vidal.

Una de las razones por las que el público no ha respondido a la Feria del Libro de la UAL hasta el acto de ayer de Rosa Jové, pediatra defensora de la crianza de apego, es la falta de difusión. No se puede presentar un viernes una iniciativa que empieza el lunes y esperar que los almerienses, en general más amigos de propuestas como la Noche en Negro que de las letras, se movilicen. 

En la biblioteca del campus que acoge buena parte de la programación apenas hay un triste cartel, los expositores de las librerías están solos, muy solos, y ayer algunos universitarios aseguraban no saber que, a sólo unos metros de donde estudian, tenía lugar un acto literario.

Y esto enlaza con lo que quizá ha condenado definitivamente a la feria: la falta de implicación de la comunidad universitaria. Ni alumnos ni profesores se han dejado caer por estos encuentros con autores almerienses cuando su experiencia podría haber resultado enriquecedora, no sé, se me ocurre, para estudiantes de Psicología, Enfermería o Humanidades. Igual hoy en día es una barbaridad, pero en mis años universitarios era muy normal que el profesorado nos obligase a asistir a proyecciones o conferencias.

Este artículo no pretende ser una crítica a la programación que pienso que, con su criterio habitual, ha diseñado el gestor Manuel García Iborra. Es una reflexión: organizar una feria del libro es mucho más que poner dinero y si de verdad queremos acercar las letras a los alumnos, mal vamos si paseamos a un puñado de buenos escritores por sus narices y no conseguimos que los escuchen.

Mitin inaugural de curso

José Fernández
Periodista


Los que se enojan y alteran cuando en artículos y tertulias no se habla de la Junta de Andalucía, sino de “la Junta del PSOE de Sevilla”, deberían admitir que resulta muy complicado no destacar el escaso apego por lo institucional que tienen muchos altos cargos de la Junta, así como de sus enormes dificultades a la hora de diferenciar el cargo que ostentan del cargo que tienen en su ejecutiva local.

Nuevo curso en la UAL
Hace unos días, el mismísimo presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán -a la sazón secretario general del PSOE de Córdoba-, se permitió el lujo de reprender a los periodistas que cubrían la constitución de la Comisión de Investigación sobre los Cursos de Formación, advirtiéndoles de cómo deberían formular las preguntas para que éstas no le causaran turbación, malestar o desasosiego. Cualquier cosa con tal de evitar que un reportero incurriera en el desacato de interesarse de modo incómodo por los centenares de millones de euros robados en la Junta de Andalucía. Es lo que pasa por poner a un fidelísimo cancerbero en un cargo que, llámenme loco, quizás merecería un perfil más neutro, más solemne y con menos ínfulas de portero de discoteca.

"Habría que felicitar al Consejero de Economía y Conocimiento de la Junta, Antonio Ramírez de Arellano, por el espléndido mitin contra el Gobierno de Rajoy"

Evidentemente hay quien entiende que el único modo de desempeñar su cargo es actuar como si éste, en lugar de representar a todos los contribuyentes que pagan su sueldo, sólo dependiera de los intereses del PSOE. En este sentido, habría que felicitar al Consejero de Economía y Conocimiento de la Junta, Antonio Ramírez de Arellano, por el espléndido mitin contra el Gobierno de Rajoy que encasquetó ayer a los asistentes al acto inaugural del curso en la Universidad de Almería. Y no digo yo que no pueda o deba criticarse a este Gobierno o a cualquier otro. Lo que digo es que no era el lugar ni el momento. Pero luego, ya digo, se ponen como panteras cuando se habla de “la Junta del PSOE de Sevilla”. Por algo será.

¿Levantará el nuevo rector las alfombras de la Universidad?

Juan Torrijos
Periodista

Hay que esperar que así sea y cuanto antes mejor. Nos acaba de presentar el rector su equipo y hay que reconocerle cierta valentía. Profesores y trabajadores de la UAL con dilatada presencia en el campus de La Cañada, pero sin connotación (en principio) con los dirigentes anteriores. Ninguno. Gente que de entrada parece libre, sin ataduras con despachos de políticos que les desvíen de su principal labor: su trabajo por la Universidad y por la educación de los nuevos almerienses.

Carmelo Rodríguez
Si sigue por ese camino el rector y su equipo pueden sorprender a propios y extraños. Esperemos esas sorpresas. Estábamos acostumbrados a las componendas y los contubernios, los cantos corales y los contratos bajo cuerda. La opacidad ha sido la madre durante muchos, demasiados años en la Universidad. ¿Se ha acabado?

Vamos a creer que es así, pero no cantemos victoria antes de tiempo, que la caída puede ser aún más dura. El equipo que debe conseguirlo está nombrado, pero ahora hacen falta las obras, y habrá que ir viéndolas venir, don Carmelo. Es la hora de conocer a fondo lo que se cuece en fundaciones y escuelas que dependen de la UAL. No estaría de más saber las cuentas de alguna escuela y las formas de adjudicar trabajos a fundaciones.

No es fácil, lo sé. Nadie quiere molestar a los anteriores dirigentes, por aquello de que mañana pueden volver a cambiar las tornas y las alfombras a levantar serán las tuyas, pero algo habrá qué hacer ¿no? Se nos vendió la residencia para estudiantes como un gran logro y una importante obra de y para la Universidad, y la realidad, según los datos económicos de algún profesor, es que puede ser un pozo sin fondo para la caja de la UAL.

Si existe ese informe, como se comentó en su día, ¿no creen ustedes que ha llegado el momento de darlo a conocer? Menudo problema el que les ha caído a Carmelo Rodríguez y su equipo con la residencia. Me temo que tendremos que volver a escribir en otro momento de la residencia y su futuro, no muy claro en lo que a la economía se refiere.

Con todo, y como la esperanza es lo último que se pierde, vamos a desear que la UAL siga siendo ese gran medio educativo que debe cambiar a la nueva y joven sociedad almeriense. Un equipo joven, y repito, sin ataduras políticas que se sepa por ahora, parece un buen principio. ¿Un canto a la esperanza?

El proyecto de residencia de la UAL

Carmelo Rodríguez Torreblanca
Catedrático de la UAL y miembro del Consejo de Gobierno

Quisiera hacer pública mi opinión acerca de las declaraciones que el Sr. Rector de la Universidad de Almería realizó durante el último Consejo de Gobierno y que han sido publicadas en diferentes medios de comunicación. Toda la comunidad universitaria lleva padeciendo importantes recortes económicos durante los últimos años y hasta el día de hoy. Por ello, a muchos nos sorprende la supuesta “recuperación económica” que le sirve de justificación al Rector para abordar una serie de nuevos proyectos en estos momentos.

Pedro Molina
Entre los proyectos propuestos está el separar los actuales centros en las escuelas y facultades que existían en 2012, lo que supone el reconocimiento implícito del error cometido en su momento. Pero la iniciativa más preocupante es la de construir un edificio para albergar una residencia universitaria. Porque, aunque reconozco la conveniencia de disponer de plazas para residentes universitarios, creo que no se ha elegido la solución más adecuada.

El proyecto de residencia propuesto es especialmente arriesgado, pues se ha presentado un plan de viabilidad incompleto, que supone realizar una inversión económica de tal envergadura que puede comprometer el futuro económico de nuestra universidad. Además estas iniciativas las lanza el Rector al final de su legislatura, con la justificación
de cumplir su programa electoral, y sin tener en cuenta que por su transcendencia futura debería quedar en manos del rector que se va a ser elegido en pocos meses.

Espero que esta carta sirva para promover una reflexión sobre la importancia de un buen gobierno universitario y de primar la responsabilidad social por encima de cualquier otra consideración.

La Universidad que queremos

Pedro Molina
Rector de la Universidad de Almería

Iniciamos un nuevo curso académico que plantea para nuestra Universidad numerosos retos. Entre ellos, el más importante: que la incorporación al Espacio Europeo de Educación Superior de todas nuestras titulaciones se complete satisfactoriamente. También, la finalización de algunas obras clave, como la remodelación del edificio central del Rectorado, que acogerá la futura Secretaría Única de la Universidad, o la culminación del nuevo Paraninfo. Desafíos que afrontamos con ilusión, interés y sana ambición a pesar de que, efectivamente, la crisis constituye también para nosotros una merma de nuestras expectativas y posibilidades. El actual contexto económico nos obliga a dar prioridad a aquellos temas que consideramos más urgentes, como el desarrollo de las infraestructuras y la formación de nuestros alumnos, y dejar en un segundo plano aquellos otros proyectos que pueden esperar hasta que la situación económica mejore.

Pero, a pesar de todo ello, del recorte en los presupuestos, nuestro desafío principal no puede ser otro que seguir luchando para que el conocimiento avance, un aspecto que va indisolublemente unido a la ética cívica. El conocimiento es la única vía para resolver los problemas que tenemos planteados; es ese principio firme que dice que la educación, la formación, la ciencia, la investigación, la cultura, la innovación, el desarrollo, son los pilares sobre los que debe sostenerse el nuevo modelo económico y social.

Es cierto que cambia el mundo y que, a la par, cambia también la educación, que tiene que ser continua durante toda la vida. La distinción entre aprender, trabajar y vivir ha desaparecido: hoy todo es lo mismo. Educar ya no es, como se creía antaño, llenar de datos la cabeza de los estudiantes; la educación es mucho más que eso, es emoción y alma y, al mismo tiempo, una potente arma competitiva tanto para las personas como para las empresas.

Todo esto forma parte de nuestro proyecto de universidad futura, una institución que, además, debe lograr esos objetivos alejada de partidismos mal entendidos. Soy un firme defensor de mantener nuestra autonomía por encima de cualquier cosa: conservar nuestra independencia ideológica nos blinda, como institución, ante presiones externas que poco o nada tienen que ver con la esencia universitaria. La UAL ha de ser capaz de producir enseñanzas para las próximas décadas, formación para el futuro y credibilidad en los centros de conocimiento y de pensamiento. Obviamente, todo ello no puede estar al servicio de nada ni de nadie, sino del progreso, del bienestar y de la esperanza en un futuro mejor.