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La historia de la 'Niña blanca' de La Chanca


Manuel León
Periodista

⏩ Carlos Pérez Siquier era entonces, cuando apareció esa niña en la puerta, un muchacho sin arrugas y sin pelo blanco cayéndole por la nuca como a un Arapajoe; era entonces, en ese lejano 1957 almeriense, un atildado oficinista del Banco Santander perito en arqueos de caja, en canjes de cheques y en dar los buenos días a los clientes habituales que entraban por la puerta giratoria del Paseo, pero que soñaba con que pasaran las horas macilentas de despacho y con que arribara el fin de semana para hacer lo que más le emocionaba. 


Era como aquel Kafka, que en la Praga de hace un siglo se calzaba los manguitos y se pasaba horas encarcelado, tramitando seguros Generali, soñando con que llegaran las siete de la tarde para llegar a casa, preparar una tetera, abrir el escritorio y empezar a ungir historias en cuartillas holandesas. Solo que el empleado de banca almeriense no agarraba pluma y tintero como el escritor checo, sino una cámara Rolleliflex para construir historias con imágenes. 

Le dio a Carlos, entonces, por subir a los arrabales de La Chanca, a retratar niños desnudos, a mujeres dando de mamar haciendo la cruz de la maldición, a niñas con cántaros de arcilla apoyados en la cadera como samaritanas, a vecinas barriendo la puerta o tendiendo la ropa o peinando a los hijos en la puerta sobre una silla de anea o a pescadores haciendo hilo con la rueca bajo el cerro de Las Mellizas. 

Aún no había aparecido Goytisolo con su libreta, ni Valente con sus versos, ni Sensi con sus suspiros, ni Pepillo con La Traiña, ni Ceba con la tiza. Ahí aún estaba solo Carlos, al que las gentes del barrio llamaban El Americano, apareciendo como un fantasma urbano por entre esos cerros empinados y esas calles de arena, con la cámara al hombro, fotografiando a los desheredados de la ciudad.

Una de aquellas mañanas soleadas, junto al Barranco Caballar, se le apareció al fotógrafo una niña en el dintel de la puerta de una casa-cueva. Era una niña humilde, que acababa de salir a la puerta, con los ojos heridos por el sol tras abandonar la penumbra. Iba vestida con una saya blanca que se agarraba con la mano derecha, mientras apoyaba en el quicio de cal blanca la izquierda. Calzaba unas pobres alpargatas y sostenía con altivez la mirada al hombre que armaba la cámara como si fuera un arcabuz para atrapar el instante, sin imaginar que esa imagen de  ‘niña blanca’ se acabaría convirtiendo en un icono de ese barrio donde empezó todo lo que ha venido después en la ciudad. 

Fue como un flechazo- como el de un Nabokov con su Lolita- ese fogonazo de bromuro de plata, en el que el fotógrafo y la modelo no intercambiaron palabras. Ambos se miraron a los ojos y decidieron hacerlo rápido, en un segundo: posar y disparar, en un encuadre de geometría perfecta, convirtiendo lo ordinario en extraordinario. Un segundo después de la toma, le dijo a la madre: “Mama, el Americano”, y se oyó la voz de la madre desde la cocina: “Niña, métete para dentro”. Y la niña: “Creo que me va a hacer una foto”. Y la madre: “Te he dicho que pases”. Y la niña: “Pues ya está hecha”.

Un domingo del año 2006, casi medio siglo después de aquel hechizo chanqueño, una mujer rubia llamada Elena -que preparaba un álbum de fotos para regalar a su madre residente en Londres por su 60 cumpleaños- se encontraba desayunando en Aguadulce y hojeando el periódico del día se dio de bruces con una foto de una exposición de Pérez Siquier organizada por el Foro La Chanca. Y tuvo un pálpito y cogió el coche y se fue a buscar a su tía Fina a la calle Pedro Jover, quien le confirmó que esa de la foto del periódico era su madre. Y Elena emocionada localizó a Carlos que desayunaba en el Colón y se presentó: “Yo soy la hija de la Niña blanca”. Y a partir de entonces, se obró el milagro de la vida después de aquella imagen remota, que ha sido punta de lanza en exposiciones del Premio Nacional de Fotografía y Medalla de Oro de las Bellas Artes, y todas las piezas del tiempo empezaron a encajar.

La niña que fotografió aquella mañana lejana el entonces joven empleado de Botín se llamaba Ángeles Hernández Domínguez, hija de José, un pescador de traíña del barrio, y de Josefa, que parió también a Fina y a Paquita en esos humildes andurriales bajo La Alcazaba, en una casa sin luz ni agua. Tenía Ángeles entonces, cuando quedó inmortalizada para los restos, once años y toda una vida por delante. Por eso, a los 17, se fue a trabajar de camarera a un camping de Palma de Mallorca, como otras muchachas de La Chanca, por recomendación del propietario del bar Los Mariscos, en Méndez Núñez, que tenía amistades en  la isla. 

Con su cofia y su uniforme negro, laboró varios años Ángeles en ese complejo de bungalows, hasta que un cliente inglés llamado David Hepburn empezó a rondarla. Ella no sabía una palabra de inglés  ni él de español, pero no fue impedimento para que fuera meses después a visitarla a su casa de La Chanca, con un diccionario Collins en la mano. La suegra le preguntó que en qué trabajaba y él le dijo que en la Bolsa. Y madre e hija creyeron que era basurero. Terminaron casándose en la Iglesia de San Roque en 1967, con don Marino oficiando la ceremonia del bróker y la camarera, quienes salieron rumbo a Londres donde se establecieron. Al mes llamó Ángeles a su madre, a un bar de la Plaza Moscú y ésta le preguntó: “Nena, cómo estás”. Y ella: “Bien, aquí son muy limpios madre, mi marido va todos los días al trabajo de basurero con traje y corbata”. 

David y Ángeles vivieron también años en Canadá, Luxemburgo, Bélgica, para volver de nuevo a Londres, donde tuvieron dos  hijas: Elena y Molly

Tras el encuentro de la hija con Carlos, se produjo a los pocos meses el de la musa con el artista, en la antigua Cafetería Gladys, rememorando aquel día azul y luminoso en la cresta de la ciudad antigua, cuando ella posó como una virgen blanca del Renacimiento y el la capturó para la eternidad como un Leonardo. Y ahora su historia, la historia de los dos, ha quedado reflejada en un delicioso documental de la 2 de Televisión Española, titulado ‘Detrás del instante’, dirigido por Xavier Baig y Jordi Rovira, en el que se rememora ese encuentro y dónde los protagonistas –Carlos y Ángeles- vuelven al mismo barrio y al mismo quicio de la puerta donde la Niña blanca (hoy con 74 años y residente en Londres) decidió ese día, rebelándose a su madre, que no había por qué temerle a los disparos del Americano ( hoy con 90 años bien llevados en su terraza de El Palmeral, donde cada tarde a las 8 se prepara un gintonic con dos tortas de Inés Rosales mirando el Azul Siquier del mar de enfrente).

Exaltación del Centro Andaluz de la Fotografía


Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

⏩Reivindicación de la Fotografía. Aprendemos desde la cultura de la imagen. La Fotografía tiene vida propia y su mirada sirve para construir un discurso cultural propio. Por consiguiente la exaltación del Centro Andaluz de la Fotografía (CAF), pionero en España, exige el compromiso político para proyectar la política cultural. Todo lo contrario de lo que gestiona la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía controlando el CAF desde Sevilla.

El Centro Andaluz de la Fotografía

El CAF nace en Almería por por razones obvias de la historia de la Fotografía y por Manuel Falces (Almería, 1952-2010), autor del Proyecto ‘Imagina’ (1990-92), con la imagen fotográfica a nivel internacional. Solo Almería tiene razones fundamentales para ser escenario del CAF y construir con autonomía los caminos culturales de la imagen.
Es fundamental saber que detrás de la imagen fotográfica existe una mirada personal creadora, la del fotógrafo-autor
La Fotografía tiene una dimensión plural, como medio de información y comunicación, instrumento de creación artística, vía para el descubrimiento de imágenes de lugares de la realidad, instrumento de identificación personal, documento histórico, medio de expresión para una narrativa de ficción. Un patrimonio cultural imprescindible. La Fotografía es también un medio popular de relaciones. Es fundamental saber que detrás de la imagen fotográfica existe una mirada personal creadora, la del fotógrafo-autor. Todo ello convierte el encuentro con la Fotografía en una experiencia cultural única.

La Fotografía estrecha relaciones con el periodismo, la pintura, la literatura, el teatro, la antropología, un espacio abierto a la poesía y a la esencia de la Naturaleza. En 1991, Falces avanzaba que “la Fotografía apunta ahora a la narración, a la puesta en escena, al relato mágico”.

Con el Proyecto ‘Imagina’ compareció el gran legado cultural del lenguaje fotográfico y su interpretación. Es en el mundo mediterráneo de Almería donde Falces propuso el encuentro en Almería de destacados fotógrafos del panorama internacional: Brian Griffin, Scianna, René Burri, Sebastiao Salgado, William Klein, Graciela Iturbide, Max Pam, Ilan Wolff, Bernard Plossu… El ‘momento decisivo’, con la presencia de Cartier-Bresson y la imagen de la Agencia Magnum. Y propuestas sobre diversas corrientes de las Fotografía en el mundo. ‘Imagina’ también supuso el gran reencuentro con la histórica Agrupación Fotográfica Almeriense (AFAL), con Carlos Pérez-Siquier, Gabriel Cualladó, Alberto Schommer, Oriol Maspons, Francisco Gómez, Xavier Miserachs, Ricard Terré, Ramón Masats, Francisco Ontañón, que dominó el panorama fotográfico en España en los años 50 y 60.
Si la consejera de Cultura necesita más información sobre la auténtica identidad del CAF que vea el documental “La mirada sostenida” de Alberto Gómez Uriol
El 24 de noviembre de 1992 el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía aprobó la creación del CAF en Almería. El 1 de enero de 1993 entró en vigor el Decreto. Según Falces, “El Centro Andaluz de la Fotografía tiene que ser un proyecto vivo, dispuesto para recoger toda la memoria fotográfica”. Pero Falces ya era consciente de las reticencias oficiales para entender la fotografía como un importante pilar de la cultura. Reticencias que, visto lo visto en la actualidad, permanecen.

En 1997, se constituye la Comisión Asesora, con Cristina García Rodero, Ricardo Martín y Pablo Juliá, que sería el director del CAF tras Falces, Después vino la corta etapa de Rafael Doctor, cesado sin explicaciones con el nuevo gobierno de la Junta.

La Consejería de Cultura no entiende, entre otras cuestiones, por ejemplo, que Manuel Falces y Carlos Pérez-Siquier, en la exposición ‘Cuatro Direcciones’, fueron reconocidos como autores clave. Según el comisario de la exposición, Manuel Santos, “Pérez-Siquier y Falces han realizado una labor profética en la Fotografía con tendencias que han aparecido en Europa diez o quince años después”.

Si la consejera de Cultura necesita más información sobre la auténtica identidad del CAF que vea el documental “La mirada sostenida” de Alberto Gómez Uriol. En el documental hay argumentos más que suficientes para que la Consejería de Cultura rectifique y restablezca la gestión del Centro Andaluz de la Fotografía en Almería.

El CAF no puede morir


Grupo
Indalo Foto

➤➤➤ Poco podría haberse imaginado nuestro añorado Manuel Falces que su gran proyecto, unas décadas después, estaría tocado de muerte como claramente parece estarlo en estos momentos. Un día, allá por 1990, Falces pensó, imaginó a lo grande. Ideó el que quizás haya sido el evento fotográfico más importante celebrado en Almería y uno de los más importantes a nivel nacional. Uno de los acontecimientos culturales de mayor relevancia acontecidos en nuestra tierra. ‘Imagina’ supuso convertir Almería en un centro neurálgico donde fueron confluyendo las más importantes figuras de la fotografía a nivel mundial. A la vez que nos mostraban sus obras en el incomparable marco del claustro de la Escuela de Artes, realizaron algunas fotografías en nuestra provincia que fueron reunidas en una irrepetible muestra y un catálogo hoy considerado de colección. Esa fue la idea y el germen del Centro Andaluz de la Fotografía.

Grupo Indalo-Foto

Tras mucho trabajo y lucha de Manuel Falces y sus colaboradores, el 24 de noviembre de 1992 el BOJA publica la creación del CAF. “Configurado como el ente idóneo para la realización de actividades propias en cuanto Centro de investigación, recopilación y difusión de la fotografía como manifestación cultural. Dicho centro tendrá su sede en la ciudad de Almería”. Bajo la dirección de Falces, con el apoyo institucional y dotado de un considerable presupuesto, el Centro comienza su andadura.
Cabe la duda de si se es verdaderamente consciente de lo que ha supuesto y lo que ha representado el CAF para Almería y para Andalucía
Cabe la duda de si se es verdaderamente consciente de lo que ha supuesto y lo que ha representado el CAF para Almería y para Andalucía. El Centro se ha convertido en un referente para el mundo de la fotografía, siendo el único centro público de estas características en todo el país. Es un polo de atracción tanto para todos los grandes fotógrafos, como para un público cada vez más interesado en sus propuestas. Se puede consultar su historia y su importancia en el número siete de nuestra revista ‘Digital Indalofoto’.

Sin embargo, a lo largo de los últimos diez años, una nefasta gestión política llena de decisiones arbitrarias, erróneas e incluso interesadas, unida a una completa insensibilidad hacia la fotografía como expresión artística, ha llevado al CAF al estado de agonía en que se encuentra. Han ido matando al Centro con el silencio cómplice de los responsables políticos encargados de defender los intereses de nuestra tierra ante la Administración andaluza y, por qué no decirlo, también con la pasividad de los que algo tenemos que ver con la fotografía en Almería.

La asunción por parte de la Consejería de Cultura de parte de las competencias del CAF, creando una gestión bicéfala que no llegó a funcionar durante mucho tiempo, fue el primer síntoma de lo que vendría después. Una reducción drástica del presupuesto continúa matándolo de inanición en los siguientes años. Se insiste en una muerte premeditada cuando se le priva del pulmón que suponían unos estatutos sólidos para integrarlo en el recién creado Centro Andaluz de la Imagen, abandonado igualmente y que nunca llegó a tener contenido ni presupuesto decente hasta su desaparición.

En el colmo de la insensatez, en lugar de devolver en ese momento al CAF, finalmente, la nueva administración política de la Junta, pretende retirarle la poca respiración asistida que aún lo mantiene con vida, suprimiendo la Dirección de Programas de Fotografía para crear algo que ha dado en llamar Dirección de Artes Visuales, con sede en Sevilla (cómo no) y que aún no sabemos qué va a ser, a qué se va a dedicar y qué contenido va a tener. Lo que sí es seguro que nada tendrá que ver con lo que ideó y creó Manuel Falces.
Basta de incompetencia Una vez más a los almerienses se nos afrenta y agravia por parte de la Administración Autonómica
Basta de incompetencia Una vez más a los almerienses se nos afrenta y agravia por parte de la Administración Autonómica. Una vez más se nos desprecia pretendiendo eliminar y privarnos de una de las instituciones culturales más importantes de España y que tantas satisfacciones ha dado a esta tierra convirtiéndola en uno de los lugares imprescindibles del mundo de la fotografía del país. Basta ya de tanta arbitrariedad e incompetencia. Desde el Grupo Indalo-Foto queremos dejar patente nuestro rechazo a la desaparición del CAF con tal. Como entidad almeriense implicada desde hace más de treinta años en la divulgación y creación fotográfica reivindicamos, exigimos al actual Gobierno Andaluz que reconsidere sus decisiones y devuelva al Centro el carácter institucional que nunca debió perder.

Queremos que el CAF vuelva a ser tal como se creó, con unos estatutos acordes y un presupuesto adecuado a la labor para la que se creó. Hacemos un llamamiento a representantes políticos, a instituciones culturales, fotógrafos, artistas, al público en general para que levanten la voz y defiendan con decisión lo que es nuestro, lo que un día un almeriense ideó y creó para Almería y Andalucía. Hagámonos oír, hagamos llegar, desde todos los estamentos, a los responsables de devolverle la vida, nuestro más contundente apoyo al CAF y nuestro más rotundo rechazo a su desaparición.

Nuestro irrenunciable CAF


José Miguel Gómez Acosta
Arquitecto, poeta y director de la revista ‘Márgenes Arquitectura’ y la editorial 'Contenidos marginales'

➤➤➤No ha habido mejor director del CAF que Rafael Doctor Roncero. No tengo palabras más pequeñas. Lo digo de manera individual, como un constante y simple seguidor de las actividades del Centro, desde aquel providencial tiempo de ‘Almediterránea’92’ y el proyecto IMAGINA, en el que se fraguó la que sería la institución cultural más relevante de Almería. Lo digo, sin que de ninguna manera pueda entenderse que olvido la valiosa aportación de sus directores anteriores, fundamentales en el recorrido del CAF.

CAF (Loa)

Lo digo, principalmente, por dos motivos: el primero, la madurez alcanzada, con enorme esfuerzo colectivo, por el propio proyecto; el segundo, por la figura concreta de Doctor Roncero, alguien cuya gestión cultural ha resultado tan brillante que Almería no puede, de ninguna manera, permitirse su marcha. Mucho menos sin haber concluido su mandato como director, en el que ha desarrollado una de las labores más creativas, rigurosas y certeras que recordamos. Mucho menos cuando desde Sevilla se impone una decisión política y no cultural, dolorosamente ideológica, que despoja a Almería de uno de sus buques insignia. Mucho menos cuando se propone un regreso al abandono, al olvido atávico de esta ciudad y su provincia, en este caso, en materia de cultura.
Durante el paso por la institución de Doctor Roncero han ocurrido cosas tan “revolucionarias” como el apoyo a la creación fotográfica joven y local
Durante el paso por la institución de Doctor Roncero han ocurrido cosas tan “revolucionarias” como el apoyo a la creación fotográfica joven y local, la apertura de los fondos bibliográficos de la biblioteca, la revitalización absoluta de la tienda, haciendo accesibles a precios populares un excepcional fondo editorial, el apoyo a las propuestas más innovadoras y transversales junto a la obra de las más grandes figuras mundiales de la fotografía, la apertura del espacio a la moda o la poesía, la implementación de talleres y visitas y, por encima de todo, una programación viva, coherente y llena de criterio. Doctor Roncero consiguió hacer del Centro Andaluz de Fotografía, más que nunca,  un estandarte cultural de Almería, pero también de Andalucía y del resto de España.
Consiguió que la trayectoria comenzada por Manuel Falces alcanzase un momento de fortaleza capaz de implicar a barrios enteros, a creadores con tendencias y orígenes diversos y transversales
Consiguió que la trayectoria comenzada por Manuel Falces alcanzase un momento de fortaleza capaz de implicar a barrios enteros, a creadores con tendencias y orígenes diversos y transversales. Y todo, como si de una tranquila cadena de transmisión de conocimiento se tratase: apoyándose en lo conseguido con anterioridad para prefigurar las bases de un brillante futuro para la fotografía. InjustificableSi tenemos en cuenta que Doctor Roncero llevaba dos años en el CAF, que su contrato era de cuatro, que había sido nombrado en un concurso público, por un jurado de profesionales, según el Código de Buenas Prácticas, resulta evidente que carece de justificación alguna su despido sin argumentos, de ninguna manera basado en un incumplimiento de sus deberes.

Si, además, tenemos en cuenta que ha desarrollado una labor intachable, algo que, más allá de opiniones personales, avalan los nombres propios de los fotógrafos programados, así como la incansable lista de actividades y el aumento en un 65% del número de visitantes, nos encontramos ante un cese que solo puede ser considerado como un despido improcedente Por si todo esto fuese poco, como colofón del disparate de la nueva Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, llega el anuncio de lo que es un cierre de facto del Centro Andaluz de la Fotografía. Algo que resulta completamente inadmisible para Almería. Tan inadmisible como que su director esté hoy fuera del Centro.

Quisiera, antes de concluir, que recordáramos lo que aún se puede leer en la web del CAF: “El Centro Andaluz de la Fotografía, perteneciente a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, se constituyó en 1992 para ser depositario de los fondos fotográficos del proyecto IMAGINA y, al mismo tiempo, para continuar con la labor de fomento y difusión de la fotografía tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Su objetivo es proponer una oferta institucional permanente para tratar la fotografía desde una perspectiva interdisciplinaria donde tengan cabida el tratamiento y el estudio de la imagen desde diversos enfoques. En octubre de 2007 se inauguró la nueva sede del Centro Andaluz de la Fotografía en el antiguo Liceo de Almería, ubicado en el casco histórico de la ciudad.

Este edificio ha sido rehabilitado y adaptado a las necesidades de un centro fotográfico del siglo XXI, que incluye una amplia zona expositiva de seiscientos metros cuadrados, aulas para talleres, sala de digitalización, plató fotográfico, biblioteca, sala de proyecciones, archivo, tienda y dependencias administrativas”. Almería reclama su dignidad cultural. Reclama la continuidad del mayor proyecto cultural de la época democrática desarrollado en la ciudad. Reclama que el esfuerzo por poner la fotografía, la siempre alabada luz de Almería, en el foco del arte nacional y europeo no decaiga, que el gran trabajo realizado durante décadas no sea borrado sin más. Reclama la continuidad del Centro Andaluz de la Fotografía, de su hermosa sede que da vida al maltrecho patrimonio arquitectónico de la ciudad. Reclama que se valore de manera sensata y justa la labor de su director Rafael Doctor Roncero.

CAF: portazo a la libertad de creación


José Luis Sánchez Teruel
Secretario General del PSOE de Almería

➤➤➤El único centro público de toda España dedicado en exclusiva a la fotografía se encuentra en Almería. Escondido entre las calles del casco histórico, se ubica el Centro Andaluz de Fotografía (CAF), una auténtica joya que, en sus 27 años de vida, ha conseguido convertir a Almería en uno de los puntos de referencia de esta disciplina, en el contexto nacional e internacional.

CAF (Loa)

Con la creación del CAF en 1992, de manos de Manuel Falces, y su ubicación en nuestra provincia, la Junta de Andalucía reconocía institucionalmente la larga y fructífera relación de Almería con la fotografía, que había producido fenómenos tan importantes como la creación de la revista AFAL.
La estrecha relación entre Almería y la fotografía es indiscutible, pero de esto parecen no saber nada los nuevos gobernantes de la Junta
La estrecha relación entre Almería y la fotografía es indiscutible, pero de esto parecen no saber nada los nuevos gobernantes de la Junta. Tanto es así, que al nuevo equipo de Cultura no le ha temblado el pulso a la hora de decidir el desmantelamiento del CAF, al que pretenden convertir en algo así como un centro de artes visuales. Como primera medida, ya han destituido al director del centro, Rafael Doctor, a pesar de que había accedido a su puesto mediante un concurso público.

El revuelo que esta decisión ha provocado en Almería ha sobrepasado cualquier previsión de la Consejería. De no ser así, no se explica el cambio continuo de discurso que han mantenido en los últimos días. En pocas horas, escuchamos a la delegada de Cultura, Eloísa Cabrera, decir que el centro como tal se iba a desmantelar; escuchamos a sus superiores negándolo; oímos que la destitución de Doctor se debía a que el puesto dejaba de existir o que la razón había que buscarla en que el nuevo gobierno quería colocar a gente de su confianza.
Cuando el PSOE gobernó la Junta, la cultura siempre fue un territorio libre y autónomo, porque entendíamos que así debía ser
De todo nos han dicho desde un Gobierno andaluz que sólo está preocupado por introducir la ideología en un ámbito que siempre se había respetado en Andalucía. Cuando el PSOE gobernó la Junta, la cultura siempre fue un territorio libre y autónomo, porque entendíamos que así debía ser. Sin embargo, ahora que ha llegado la derecha y que, además, tiene que contentar a la ultraderecha, intentan meter la mano también en el terreno de la creación.

Lo que quiere hacer el Gobierno de PP y Cs con el CAF es un auténtico despropósito, un paso atrás y un agravio con la provincia de Almería, aunque estoy convencido de que no conseguirán acabar con él. Los almerienses pelearemos hasta el final para que el CAF siga existiendo, que siga dedicado en exclusiva a la fotografía, que siga ubicado y se dirija desde Almería y que cuente con los recursos necesarios para mantenerse como referente nacional e internacional.

La polémica llega al CAF


Juan Torrijos
Periodista

➤➤➤A lo largo de estos años la Junta no ha sido demasiado generosa con Almería a la hora de regarnos con millones o centros de ámbito andaluz. El único que se ha conseguido ha sido el CAF, el Centro Andaluz de la Fotografía, que anda en estos días en medio de una polémica por la decisión de cesar a su director.

CAF (Loa)

Es una purga, manifiesta don Rafael, y no le vamos a llevar la contraria. Cada vez que un partido político gana unas elecciones se produce una purga en aquellos centros donde el poder depende de esos partidos. Desde ese punto de vista lo del CAF es una purga en toda regla, como lo fue el cese de Carmen Ortiz al frente de la autoridad portuaria y la de tantos funcionarios que son apartados de sus puestos de trabajo, pero es el poder que nosotros mismos les hemos dado a los políticos. Mientras les mantengamos ese poder para decidir sobre nuestras vidas y puestos de trabajo la purga va a seguir existiendo.

Me parece oportuno que don Rafael intente defender su profesionalidad y trabajo ante los tribunales de justicia, es lo menos que nos puede y nos debe quedar a los ciudadanos, defendernos. Suerte ante la justicia, don Rafael. Doña Eloísa Cabrera, delegada por estas tierras de la cultura juntera, nos dice que el CAF va a desaparecer de Almería. Sevilla lo desmiente, pero miren por dónde estoy más cercano a la opinión de la señora Cabrera que a la de los dos M de la Junta: Moreno-Marín. Creo que ella dice la verdad de lo que se está pensando en Sevilla sobre el CAF, y ese pensamiento juntero no era el de dejar en Almería el Centro Andaluz de la Fotografía. 

La manifestación de doña Eloísa sobre el  futuro del CAF puede y debe ser beneficioso para el centro y para su permanencia en Almería. O por lo menos eso esperamos o deseamos. Si no se hubiera producido el cese del director y las declaraciones de Cabrera, ¿se habría tomado desde Sevilla una decisión sobre el CAF de espaldas a Almería y a los almerienses? Piense usted mal y seguro que se queda corto. Por lo menos, lo que a partir de hoy decidan hacer estos señores con el CAF será con el conocimiento de los almerienses y la bendición de los dirigentes en Almería de los dos partidos gobernantes en la Junta: Pp y C´s.

Poco nos habían dado los políticos anteriores de la Junta, solo el CAF, pero los actuales ya piensan en quitarlo.

El cese del CAF


Antonio Felipe Rubio
Periodista

➤➤➤Rafael Doctor fue contratado por la Junta del PSOE hace unos dos años al “ganar” un concurso público convocado por la Consejería de Cultura. Según publicaba la revista “Ars Magazine”, Rafael Doctor (Calzada de Calatrava, 1967) ha sido “elegido” nuevo director del Centro Andaluz de Fotografía (CAF) por la comisión de expertos nombrada por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía integrada por profesionales como José Guirao, Dionisio González y Juan Carlos Robles”; todos de reconocida vinculación “progresista”. 

Rafael Doctor (Loa)

La “noticia” del cambio en un puesto de clara decisión política ha sido unos de los más clamorosos y dramáticos pasajes de la reciente historia de España. Recuerden la cantidad de denuncias ante los tribunales de justicia, la airada protesta sectaria y el respaldo de colectivos profesionales afectos cuando, en minutos cinco, Zapatero despidió a todo vestigio del gobierno del PP, incluyendo proyectos como el Plan Hidrológico Nacional, sin importar el alcance de las decisiones o la cualificación y trayectoria en la gestión. Había que meter a los socialistas y echar a los del PP, y punto; y cuanto antes, mejor. 
Lo hacen tarde; el cesado va a seguir cobrando; el PP y la Junta se han metido en un indeseable jardín; el nuevo director llegará con el estigma y en el punto de mira… en fin. Éxito total
Ahora bien, léanse las diferencias: el PSOE removía los cargos y ejecutaba ceses como si no hubiese un mañana. Los cesados del PP lo entendían; incluso, algunos se apresuraron a preparar el hatillo con antelación para evitar el roce con los que han demostrado no saber perder y, consecuentemente, tienen también un agresivo, zafio y vengativo ganar. Por el contrario, los maricomplejines del PP y sus socios de legislatura esperan, maduran, miran, consultan, calculan, miden… y pasan los meses (seis) y se “atreven” a publicar un cese que, a la vista de este proceder tardío y dubitativo, el perjudicado encuentra ocasión para aducir motivos muy exóticos. O sea, lo hacen tarde; el cesado va a seguir cobrando; el PP y la Junta se han metido en un indeseable jardín; el nuevo/a director llegará con el estigma y en el punto de mira… en fin. Éxito total.

Pasan los días, y el Gobierno andaluz se toma su tiempo para evacuar decisiones; tanto tiempo como una octava parte de la Legislatura. En ese tiempo no han podido encontrar alternativas a puestos relevantes, estratégicos y determinantes para destinos que aún siguen en incierta interinidad o en incomprensible reafirmación. Por el contrario, el formato PSOE “¡todos a la calle!” se lleva por delante a los altos, medios e intermedios cargos en cuestión de minutos. Así, el cargo intermedio no respira cuando el alto cargo se retira silente y sin estruendo, y todos circulan con dignidad y asumiendo la derrota. Lo que tradicional y normalmente se ha venido saldando con un ¡qué le vamos a hacer, ajo y agua! Ahora, la situación ha devenido en una “purga” del fascismo criminal de la florifauna. Si el cese del tal Doctor hubiese formado parte de la abundante “legión” que se despide del cargo cuando llega el partido rival al poder aquí nadie se hubiese enterado de nada, ni nadie hubiese protestado por el natural devenir de las circunstancias.

Si el que se va es de la derecha porque ha llegado la izquierda, es lo más natural. Pero si el que se va es de la izquierda porque ha ganado la derecha, es una purga de los fascistas mataperros. 

Dice Doctor que “entramos en una era donde los que estamos significados por nuestras luchas estamos marcados y es necesario purgar (…) la auténtica causa del cese es mi activismo antifascista y animalista”. Ergo, el nuevo director del CAF habrá de ser, según la estimación de perfiles propios y ajenos de Doctor, un fascista y un pateador de gatos.

Una reminiscencia del “Sindicato de la Ceja”, la Mesa Sectorial del Arte Contemporáneo, va más allá al asegurar que una medida de este calado “pone en serio peligro la imagen de España”. Para qué vamos a ir con medias tintas. 

El cese del director del CAF se ha convertido en un caso de consecuencias lesivas para España en el entorno planetario. 

Si no fuese por el lamentable dramatismo interpretado por el lobby más sectario y subvencionado, habría que criticar sólo la pésima gestión del PP para un cese. Sin embargo, cuando se subliman los argumentos como efecto de una purga, añadiendo la defensa antifascista y animalista, se pierde la perspectiva de un relato puramente laboral para entrar en el sectarismo reaccionario. Al final el PP lleva razón, un cargo de responsabilidad que reacciona de esta manera por su cese de actividad no puede ser ni presidente de su bloque de vecinos.

Mi cese como director del Centro Andaluz de la Fotografía


Rafael Doctor Roncero
Exdirector de Programas del CAF

➤➤➤ La Consejería de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía ha suprimido la Dirección de Programas de Fotografia, a cuyo frente estaba Rafael Doctor Roncero, que ha sido cesado. En su página de Facebook Rafael Doctor ha expuesto su punto de vista sobre este cese:

CAF de Almería (Masdearte)

Esta es mi versión

Rafael Doctor Roncero

Todo el que me conoce sabe que, además de los animales, incluidos los seres humanos, yo tengo otros dos amores, la fotografía y Almería. En marzo de 2017, tras un concurso público muy complejo, saqué la plaza de Dirección de Programas del Centro Andaluz de la Fotografía (CAF). Dos meses después me incorporé a este trabajo, y desde entonces, y tras infinitas dificultades, he desarrollado una labor nueva intentando cumplir con las funciones para la que se me había contratado. A pesar de un ínfimo presupuesto, una inmensa desidia institucional y una carencia de personal especializado para llevar a cabo lo planificado, gracias al apoyo de algunos compañeros de trabajo, que me arroparon y confiaron en el proyecto que traía, empezamos a rodar y, al poco tiempo, a notar el resultado de los cambios que consideraba absolutamente necesarios.

En 2018 logramos que las visitas se incrementasen un 67%, al mismo tiempo que fuimos capaces de planificar más actividades en este corto periodo que en los diez años anteriores de historia de la institución.
Con el cambio político acaecido en Andalucía entramos en una parálisis absoluta, al mismo tiempo que recibimos todo tipo de ataques
Con el cambio político acaecido en Andalucía a finales de año (PP-Ciudadanos-Vox) y con la incorporación de los nuevos cargos a la Agencia de Instituciones Culturales a la que pertenezco, entramos en una parálisis absoluta, al mismo tiempo que recibimos todo tipo de ataques, entre ellos el de criticar que la programación que se hacía desde el CAF tenía un carácter “ideológico”. A pesar de todo, cambiando fechas, buscando cómplices que nos ayudasen a financiar proyectos y, sobre todo, haciendo solidarios con la situación a los propios artistas y profesionales, logramos seguir programando y generando proyectos que han sido capaces de mantener el espacio activo.

En este mismo año, y a pesar de esta parálisis, hemos logrado hacer grandes exposiciones de Norman Bethune y la Desbandá de Málaga, Cristina de Middel, Phes-fotografía española solidaria, Marlene Freniche, Virginia Rota, María Rosa Aránega, pioneros de la fotografía andaluza, así como otras muestras bibliográficas y otros proyectos en las salas nuevas que inauguramos, arrebatándoselas a los espacios que antes eran oficinas. La semana pasada no solo inauguramos un gran proyecto, como es la confluencia de pintura y fotografía con Jorge Galindo y Pedro Almodóvar, sino que también celebramos el primer gran encuentro de historiadores de la fotografía de Andalucía. Todo esto ha sido posible gracias a la Universidad de Almería, con la que encontré una sintonía de trabajo maravillosa que venía a suplir en buena parte el abandono al que estaba siendo sometido desde la Agencia de Instituciones Culturales, dirigida por Fernando Francés.

El próximo viernes está programada la inauguración de Gerda Taro y Robert Capa, como un proyecto esencial para reivindicar el papel de esta mujer que dio la vida por la libertad en España y fue ocultada hasta hace bien poco. ¡Claro que es una programación ideológica! Como lo son todas y, en este caso, desde aquí ha estado planificada esencialmente a través de cinco ejes: el papel de la mujer en la fotografía, cosa que ha hecho que nuestra programación sea mayoritariamente femenina sin la necesidad de buscar cuotas; Andalucía y el Mediterráneo como frontera entre dos mundos; la memoria histórica, tan necesaria de trabajar para curar las heridas del pasado; la recuperación y puesta en valor del origen de la fotografía en Andalucía; y, finalmente, la creación contemporánea visual andaluza, esencialmente la local de Almería, que hasta ahora había estado absolutamente olvidada en el CAF. Son los ejes en los que se basó el proyecto que presenté y que, sin apenas fondos, he tratado de desarrollar lo mejor que he podido.
Ayer se me convocó a una reunión en Sevilla y en ella se me cesó directamente de mi puesto, a pesar de que mi contrato finaliza dentro de dos años
Ayer se me convocó a una reunión en Sevilla y en ella se me cesó directamente de mi puesto. Me veo obligado a asumirlo, aunque lógicamente lo llevaré a los tribunales, amparándome en todos los derechos que me asisten como trabajador que ha ganado una plaza por concurso público regido por el código de buenas prácticas, y que además ha cumplido de sobra con todas y cada una de las funciones que dicta el contrato firmado hace dos años firmado.

Con este pequeño comunicado quiero dar las gracias a todas las personas que me han ayudado en estos dos frenéticos años en lo que ha sido una lucha titánica por sacar a flote el CAF, algunos de ellos compañeros de trabajo valientes que han estado día a día a mi lado y otros, personas ajenas a la institución que han confiado activamente en el proyecto y me han apoyado con mucho cariño y respeto desde que llegué a Almería. La lista de personas que de una manera u otra han estado presentes o implicadas en proyectos en estos años de precariedad, pero también de ilusión, es amplísima y absolutamente dispar con las diferentes formas de entender hoy en día la imagen fotográfica.

Y ahora toca lo feo, empezar la batalla judicial no solo es por mis propios intereses sino también por los del propio sector, que estos nuevos señores, empresarios convertidos en políticos, quieren convertir en algo donde sobramos todos aquellos que nos consideramos librepensadores. Cualquier persona que conozca algo de esto sabe a qué y sobre todo a quién me enfrento. Asumir sus injusticias sería darle la razón y claudicar, y eso algo que no he hecho nunca y que no voy a hacer jamás, cueste lo que cueste.

Gracias de antemano a los artistas, profesionales y amigos por su apoyo durante estos últimos meses, gracias a ellos he podido sobrevivir al inducido proceso de abandono y desgaste al que he sido cruelmente sometido. He resistido y, como no he caído ni pensaba caer, ellos, saltándose todo y aduciendo que se está reestructurando la Agencia de Instituciones Culturales, me echan a pesar de que mi contrato finaliza dentro de dos años. Es cierto que la Agencia se está reestructurando, pero en esa reorganización uno de los objetivos era echarme, a pesar de que los resultados de mi trabajo estuviesen resultando óptimos. No se ha valorado en absoluto mi trabajo; de hecho, se me ha ignorado. El que molesta soy yo, por ser y defender la libertad en el ejercicio de la gestión cultural.

En 30 años que llevo activo como profesional, he trabajado con todos los colores políticos y siempre me he hecho respetar como profesional y cuando he tenido dudas he saltado. Entramos en una era donde los que estamos significados por nuestras luchas estamos marcados y es necesario purgar. La batalla no va a ser fácil pero sé de antemano que no me voy a sentir nunca solo en ella. Gracias.

El humanismo en la fotografía de Nicholas Nixon


Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

➤➤Esta vida tan cercana, que puede pasar desapercibida, que abruma en ocasiones, que provoca miradas inciertas, que puede pasar de largo. Esta vida tan cercana encierra la contemplación de horizontes solitarios; de grandes y pequeños paisajes urbanos, del mundo anónimo de la calle; de juegos de niños en las aceras; de silencios de los ancianos; de momentos en la agonía de los enfermos de Sida; de rostros y cuerpos que se unen, que se contemplan, que se observan y que se sienten el uno en el otro. En toda esta vida tan cercana se encuentra el universo de los retratos, el sentido personal de la familia, con el paso del tiempo… Con la vida tan cercana construye Nicholas Nixon (Detroit, Estados Unidos, 1947) la ideología de su fotografía humanista. 

Las hermanas Brown, fotografiadas por Nicholas Nixon

Una importante retrospectiva de Nicholas Nixon, fotografías en un sublime blanco y negro, se expone en el Centro Andaluz de la Fotografía en Almería. Una cita inexcusable que da sentido a una propuesta cultural del momento, para interpretar la realidad y reflexionar sobre ella para comprender en buena medida qué pasa en el mundo. La exposición está estructurada en Series que han configurado la trayectoria de este fotógrafo: Las Hermanas Brown, la familia, Ancianos, Enfermos de Sida, Grandes edificios, Paisajes, Lugares urbanos, niños y miradas, en solitario o en grupo, la interpretación del Retrato como instrumento central de la mirada .del fotógrafo. Y este contexto de su trayectoria, no se puede entender sin la compañía permanente de Bebe, la mujer de Nicholas Nixon, una cuestión que se explica en el audiovisual que se proyecta junto a la exposición, donde Nixon es entrevistado para dar sentido a su obra, a través de motivaciones, palabras, sensaciones y la compañía, que explica Bebe, con una presencia singular, con  sus propias palabras que justifican la creatividad del autor.
Hay numerosos momentos en la mirada de Nixon para desvelar sentimientos, amor, sueño, espera. Esta vida cotidiana tan cercana que en ocasiones aparentemente permanece oculta a pesar de la proximidad
Una imagen anuncia la exposición para introducir al espectador de forma sorpresiva y serena. Dos rostros, parcialmente captados, mujer blanca y hombre negro. Dos sonrisas en el momento del encuentro universal. No cabe mejor síntesis para un recorrido por sus imágenes en blanco y negro. Hay numerosos momentos en la mirada de Nixon para desvelar sentimientos, amor, sueño, espera. Esta vida cotidiana tan cercana que en ocasiones aparentemente permanece oculta a pesar de la proximidad.

Particular y sorprendente es la gran serie familiar de las “Hermanas Brown”. Durante años, Nixon fotografía a las cuatro hermanas Brown, foto por año, para ir desvelando el paso del tiempo, la quietud de las miradas, la serenidad de los gestos familiares de las hermanas que sorprenden al espectador. Una serie que está sin terminar, que continúa y que constituye un camino crucial del fotógrafo para expresar cada encuentro como un cosmos universal de la familia desde las cuatro mujeres. Desde el ayer, hasta el momento presente.

El espacio urbano expresa una contemplación aérea, de grandes edificios como gigantes vivos. Y en el mismo horizonte de intenciones, aunque en otra dirección, el encuentro con la naturaleza en paisajes de caminos solitarios, donde la luz, una cuestión vital en el blanco y negro de Nixon, adquiere una gran expresividad escénica..
Hay rostros de la inocencia, con lo que hay alrededor y lo que sugiere cada imagen
Hay rostros de la inocencia, con lo que hay alrededor y lo que sugiere cada imagen. Una sola dimensión en los cuerpos unidos. Y los ojos, como percepción de las miradas que se reducen a una personalidad interior. El sentido de la sombra está presente siempre.

Los retratos configuran un territorio muy personal, de solidaridad, con la crudeza de los enfermos de Sida, con los rostros y manos de lo ancianos en una puesta en escena, con la que renace el compromiso del fotógrafo con las gentes, con la realidad, con la vida cotidiana. La vida personal está en el centro de su mirada fotográfica a la que rodea de un sentido literario para narrar historias con cada imagen. En definitiva, esta vida tan cercana ya ha dejado de estar desapercibida.

La ética frente a la estética en la fotografía


Miguel Ángel Blanco Martín
Periodista

No hay estética sin ética y viceversa, en cultura y arte, sobre todo a la hora de establecer una visión de la realidad, de cualquier realidad eminentemente social. Y cuando esa relación se resquebraja, o no se produce, ocurre lo que muestra la exposición Prostitución. Retratos de una vida en la calle, del fotógrafo Rubén García (Almería, 1975), en el Centro Andaluz de la Fotografía.


Prostitución. Retratos de una vida en la calle, del fotógrafo Rubén García, puede verse en el Centro Andaluz de la Fotografía


Lo que ofrece la exposición no es lo que dice el título. Las imágenes no muestran ninguna vida en la calle. Son retratos de desnudos de ese mundo, situados frontalmente frente al espectador. Estética de la provocación, por su frialdad y mirada directa de una realidad encarcelada. Son imágenes con una puesta en escena como si fueran fotos de estudio, de poses, en un blanco y negro forzado, que ha dejado fuera la realidad de la prostitución callejera y la droga que envuelve a los personajes, que es lo que hubiera dado la verdad a la exposición, desde una naturalidad que está ausente. No hay denuncia ni visión crítica.
Las miradas de las prostitutas y otros personajes masculinos retratados, desde su crudeza, con cuerpos desnudos que podrían ser también de personas adultas ajenas a la prostitución, desprenden frialdad
Eso sí, la exposición no deja indiferente, las miradas de las prostitutas y otros personajes masculinos retratados, desde su crudeza, con cuerpos desnudos que podrían ser también de personas adultas ajenas a la prostitución, desprenden frialdad. Y aquí es donde entra el dilema, una propuesta de debate y reflexión critica sobre una exposición que puede resultar también artificial. Una realidad construida para sorprender y provocar. Al espectador sólo le quedan dos salidas: quedarse atrapado en estas imágenes carcelarias o escapar. Pocas vías quedan para la imaginación creativa y las emociones.

Dentro de este desfile de desnudos en el mundo de la Prostitución, sin embargo lo que más directamente atrapa, con más verdad y crudeza, es la imagen del rostro de una prostituta, que anuncia la exposición. Una mirada, solo el rostro, ausente el cuerpo desnudo en este caso, donde la tragedia encerrada en el personaje muestra su verdad. Posiblemente es la única fotografía-retrato que da sentido a la exposición.
El mundo de la prostitución y su entorno social es un campo de atracción para la fotografía
El mundo de la prostitución y su entorno social es un campo de atracción para la fotografía. Y es compleja la mirada de cualquier fotógrafo que contemple ese mundo, desde lejos o en la cercanía. Cartier-Bresson (1908-2004) entró en este mundo en su observación viajera. Mayor crudeza está en la obra de García Alix (León, 1956) y su visión de los ochenta, en torno a la droga y la crudeza de unos personajes que han sido víctimas de su tiempo, aunque en la mirada de García Alix no hay artificialidad.
Las imágenes en general no conmueven y a veces provocan el efecto contrario que buscan. Creo que la ética ha sido marginada. Y en mi opinión éste ha sido el gran error del fotógrafo
El recorrido de Rubén García es acertado al entrar en ese mundo de la prostitución, hay un compromiso que es innegable, no lo ha contemplado desde fuera. Es su primer paso. Pero ha despojado a los personajes de su propio territorio. Al final, ha montado una escenificación teatral y ha convertido a los protagonistas de cada fotografía en actores del momento despojados de su dignidad interior. Dramáticos y trágicos, procedentes de un entorno que no está en las fotografías. Y eso convierte a esta exposición en una ruta equivocada, donde ética y estética no van de la mano. Las imágenes en general no conmueven y a veces provocan el efecto contrario que buscan. Creo que la ética ha sido marginada. Y en mi opinión éste ha sido el gran error del fotógrafo.

Claro que si la pretensión de Rubén García, en este caso, es la mirada que muestra en la exposición, entonces no hay nada más que hablar.