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Andrés Núñez, un diputado gitano en el Congreso


Juan de Dios Ramírez-Heredia 
Presidente de Unión Romani
Exdiputado por Almería

➤ Se llama Andrés Nuñez Jiménez, tiene 37 años, es abogado, está afiliado al Partido Popular y es el candidato para ocupar la alcaldía de Chiclana en las próximas elecciones municipales del 26 de mayo de este año. Tomó posesión de su cargo hace un par de días y le hemos visto jurar la Constitución cuando así se lo reclamó la presidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor. Inmediatamente, el nuevo parlamentario tuvo el gesto de ponerse en contacto conmigo para decirme: “Tío Juan de Dios, me hubiera encantado que estuviese ayer en mi toma de posesión; no puedo completar esta experiencia sin contar con usted.” Como es natural inmediatamente le contesté anunciándole que en mi primer viaje a Madrid trataría de localizarle para vernos, para celebrar juntos tan importante acontecimiento, y para ofrecerle la experiencia de mi larga vida parlamentaria en todo aquello que pudiera facilitar su labor en representación de Cádiz y de todos los españoles.

Andrés Núñez Jiménez (Foto: Loa)

Hasta aquí la noticia que merece algún comentario pertinenteAndrés Nuñez llega al Congreso cuando la actual legislatura está muy avanzada. Si el presidente Sánchez logra salvar los evidentes escollos a los que tiene que hacer frente cada día y no se ve obligado a convocar elecciones generales de forma inmediata, su mandato puede durar hasta el 26 de julio de 2020. Es decir, que tendría, en el mejor de los casos, casi un año y medio para ejercitarse en la vida parlamentaria, lo que posiblemente para él, que tiene indudable vocación política, sería la etapa más importante y comprometida a la que puede aspirar cualquier persona que quiere poner todas sus capacidades al servicio de los ciudadanos.

Andrés llega a la Cámara Baja y le hará compañía a Silvia Heredia que igualmente es diputada por Sevilla. Y lo consigue cuando yo había perdido ya casi todas las esperanzas de que alguien ocupara el puesto que dejé libre cuando salí elegido diputado al Parlamento Europeo allá por el año 1985. Y debo confesar que la gestión de mi sustitución ha sido una de las menos eficaces de mi vida. Y bien lo sabe Dios que lo he intentado de forma reiterativa y machacona. Cuando he hablado con los máximos dirigentes políticos de los partidos, y muy especialmente con los del PSOE, les he dicho que los gitanos españoles reclaman la oportunidad de tener una voz propia allí donde se hacen las leyes y donde los problemas de los ciudadanos deben encontrar vía de entendimiento y solución.

Solo encontré buenas palabras por parte de todos. Tanto los dirigentes de la izquierda como de la derecha me daban la razón y entendían que, aunque solo fuera por el legitimo interés de conseguir nuestros votos, debían colocar en sus listas a candidatos, gitanos y gitanas, con vocación política y con capacidad para desarrollar la actividad legislativa con eficacia. Pero a la hora de la verdad todo quedaba en agua de borrajas. Tan solo logramos que alguien de nuestra comunidad figurara en un puesto testimonial sin la más mínima posibilidad de salir elegidos.

La primera cosa que he hecho antes de escribir estas líneas ha sido rastrear un poco por la huella que el nuevo diputado ha podido dejar en la Red. Y me ha sorprendido su vocación municipalista. A Andrés le gusta trabajar por los ciudadanos de su pueblo y lo hace desde el lugar conde la política alcanza su lugar más preeminente: el ayuntamiento. Por eso no abandona la idea de ser elegido alcalde de Chiclana. Nada más ocupar su escaño ha manifestado que “ahora toca diversificar la actividad parlamentaria con el trabajo local, defendiendo los intereses no sólo de los chiclaneros, sino de todos los gaditanos a través del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados”.

Pero el rasgo más genuinamente gitano que me ha hecho sentirme satisfecho por la noticia ha sido leer en su página de Facebook que “Es difícil trasladar la emoción que supone ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados. Llegar a la Cámara donde se decide el destino de nuestro país es un privilegio al alcance de muy muy pocos, y como para todos los que amamos la política, ocupar uno de los 350 escaños es un sueño hecho realidad.” Para añadir seguidamente en la víspera de su toma de posesión: “Seguimos en Madrid. Mañana es un día histórico. Literalmente. Gracias a quienes me dieron la oportunidad, a mi padre, a mi madre”.

¿Se habrá roto el maleficio? La llegada de Andrés al Congreso de los Diputados, gracias a la dimisión del que figuraba delante de él en la lista de la provincia de Cádiz, me parece como un signo de los sorprendentes cambios que se están producción en la esfera política de nuestro país. Tenemos a un presidente del Gobierno que ha logrado tan alto honor y responsabilidad como consecuencia de una moción de censura. En el Partido Popular manda un joven brillante y emprendedor que ganó unas primarias en su partido contra todo pronóstico. Y la última conmoción la hemos vivido en Andalucía. Hemos perdido ―el PSOE― las elecciones como consecuencia, entre otras muchas cosas, por la irrupción en la vida parlamentaria de un partido, Vox, por el que nadie daba un duro el día antes de las elecciones. Y como si de un anuncio premonitor de grandes cambios se tratara, por fin, un diputado gitano irrumpe con buen pie en el palacio de la Carrera de San Jerónimo.

Acercándose ya unas fechas de gran importancia electoral, desde la Unión Romani nos hemos propuesto, como siempre hemos hecho, zarandear a los líderes políticos para que no nos ignoren y sean conscientes de que una población con 750.000 miembros, que tiene lazos familiares, culturales y tradicionales tan fuertes como tenemos los gitanos, somos una cantera de votos que no se debe despreciar. Y para mayor seguridad y pluralismo democrático son conocidos ya, por su militancia o compromiso políticos, un nutrido grupo de gitanas y gitanos identificados con el Partido Popular, con el PSOE y hasta con Podemos que llevó como cabeza de lista de su formación en Salamanca a una gitana.

Esta es la imagen de la España plural, constitucional y democrática en la que la inmensa mayoría de los españoles creemos. Durante 23 años continuados he dado testimonio de esta fe en Barcelona, en Almería y en Bruselas y Estrasburgo. Ahora le toca hacerlo, durante unos meses, a Andrés Nuñez Jiménez ―quien por cierto es un magnifico escritor. Acabo de comprar su libro “Hormigas en los zapatos” que es una descripción a veces dramática y siempre poética, de la soledad, la frustración y el vacío existencial provocado al llegar a la vida adulta desde la adolescencia―. Nuestra esperanza está en que roto el maleficio, en el mes de mayo sean muchos los concejales, alcaldes y alcaldesas, diputados y diputadas que hagan compañía a Andrés en esta hermosa andadura.

Lopetegui, ¿víctima de una maldición gitana?


Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Exdiputado por Almería del PSOE
Presidente de Unión Romaní

➤ Esta mañana, mientras desayunaba, oía la radio, cosa que hago desde hace tantos años. Bueno, en realidad oigo la radio a casi todas las horas del día. Y como es fácilmente deducible, los programas que más interés me suscitan son las tertulias políticas. Y las oigo casi todas gracias a ese invento genial que es el podcast. Grabo las tertulias y luego las oigo en el metro, en los aviones o en el AVE. Y confieso que las que más oigo son aquellas en las que predominan contertulios que son manifiestamente contrarios a mi pensamiento o a mis convicciones políticas. Tengo un interés manifiesto en saber cómo piensan. Creo que fue don Gregorio Marañón quien dijo algo parecido a que el verdadero demócrata es aquel que está dispuesto a admitir que el otro pueda tener razón.

Julen Lopetegui

Pues bien, esta mañana, el comentarista deportivo de Onda Cero, ha empezado su breve comentario diciendo: “Parece que a Julen Lopetegui le haya caído una maldición gitana”. No me sobresalté porque, aunque no entiendo ni una palabra de futbol, sí se que el señor Lopetegui es el entrenador del Real Madrid y que desde el domingo pasado, como consecuencia de la paliza que el Barcelona le ha dado al equipo de la capital de España, todos los informativos, de radio y televisión han abierto sus emisiones poniendo de manifiesto que este técnico tenía los días contados en el club madrileño.

Es evidente que mi interés al redactar estas líneas no lo es por lo que le pueda pasar, en el terreno puramente deportivo, al señor Lopetegui, sino por las consecuencias que le ha comportado su mala gestión al frente del equipo de futbol más famoso del mundo. Y se muy bien que es el más famoso del planeta porque me he informado en internet. De la misma forma que me he enterado de que Florentino Pérez es el culpable de su desgracia desde el momento en que lo arrancó de la selección española en Rusia dejando tirados a nuestros jugadores por tal de ser la figura más importante del poderosísimo club. Y eso, señores, desde mi supina ignorancia, no se puede hacer. 
Por razones de gratitud y de nostalgia por los años en que representé a los almerienses en el Congreso de los Diputados yo prefiero que gane el Almería
Por razones de gratitud y de nostalgia por los años en que representé a los almerienses en el Congreso de los Diputados yo prefiero que gane el Almería, aunque me gusta más que gane el Puerto Real C.F. a cuyo campo nos llevaban a ver los partidos los salesianos de la Escuela de Las Canteras donde me eduqué. Pero debo confesar que en verdad yo iba al campo de futbol, interesado más por ver a Teresita, una preciosa jovencita de largas trenzas negras que a mis quince años había despertado en mi interior la oxitocina de la que más tarde supe que era la hormona del amor. Pero aquello terminó en nada porque Teresita, al final, prefirió a un joven y esbelto carpintero que ofrecía mejores posibilidades que el gitanillo pobre y humilde que no tenía ni donde caerse muerto. 

La maldición gitana que el comentarista deportivo atribuye a Lopetegui se la buscó él solito. Yo no he maldecido jamás a nadie, es más, ni siquiera sé como se hace, pero mi abuela María sí que sabía hacerlo y según tengo entendido sus augurios no caían en saco roto. Yo la recuerdo con cariño cuando ella, muy conocida en toda la provincia de Cádiz, era solicitada para ejercer su papel de celebrante de las bodas gitanas, y cuando leía en la palma de la mano el futuro, casi siempre preñado de buenos momentos, de quienes querían adelantarse a los acontecimientos. 

Sin embargo, ahora que caigo, recuerdo que yo viví intensamente la jornada en que la selección española ganó el mundial en el año 2010 en Sudáfrica. Paloma, mi mujer, llevaba años dándome la lata diciendo que ella quería visitar Cuba antes de que muriera Fidel Castro. Y aquel año nos fuimos a Cuba acompañados de tres de mis hijos menores. Y en el bar del hotel vimos por televisión el golazo con que Andrés Iniesta nos dio la victoria. ¿Se imaginan ustedes que hubiésemos perdido el partido porque el entrenador de entonces, el gran Vicente del Bosque, hubiese dejado deprimidos y en la estacada a sus jugadores? No se si el comentarista deportivo de esta mañana cree o no en la eficacia de las maldiciones. Por su comentario parece ser que sí. Aunque quien tiene más motivos para creer es Julen Lopetegui.
Las maldiciones no las hemos inventado los gitanos. Las maldiciones son cosas de los gadchés (payos) y existen desde que la humanidad atravesó la frontera de la prehistoria
Pero ¿las maldiciones existen o son un puro cuento?  Vamos a ver. Pongamos cada cosa en su lugar. Las maldiciones no las hemos inventado los gitanos. Las maldiciones son cosas de los gadchés (payos) y existen desde que la humanidad atravesó la frontera de la prehistoria. En el Museo Arqueológico de Atenas se puede ver una antigua maldición griega escrita en una hoja de plomo 400 años antes de que naciera Jesucristo. Centenares de libros e investigaciones se han publicado sobre este especial comportamiento de los seres humanos. Y la historia demuestra, o al menos lo parece, que las maldiciones no solo siguen existiendo sino que sus efectos maléficos se hacen notar. 

He repasado el listado de las maldiciones más conocidas o de mayor impacto en la sociedad y me he quedado impresionado. Hay quien sostiene que la más famosa de la historia fue la maldición que echó Jacques de Molay, el último Gran Maestre de los Templarios, contra Felipe IV de Francia y contra el Papa Clemente V.  Desde la hoguera, en el siglo XIV, el insigne templario deseó la muerte de ambos personajes y las mayores desgracias para sus familias. Efectivamente, antes de un año murieron el Rey y el Papa y seguidamente de forma escalonada pero repentina murieron los tres hijos del Rey lo que supuso la extinción de una dinastía que había durado más de 300 años. Y el pobre Jacques de Molay no era gitano. Era un importantísimo gadchó

El listado de desgracias que sobrevinieron a la familia Kennedy solo pudieron ser causadas por una poderosísima maldición. El Presidente de los Estados Unidos y su hermano fueron asesinados, Rosemary Kennedy acabó en un manicomio y Ted Kennedy fue el responsable de la muerte de su mujer y cuatro miembros más de la familia murieron en diversos accidentes aéreos. Que se sepa no hubo ningún gitano ni gitana por medio. 

Finalmente permítanme referir los estragos que causó una maldición en el príncipe italiano Amedeo. Se casó en mayo de 1863 y el día de la boda el padrino se pegó un tiro, el vigilante del palacio donde se celebró la ceremonia se degolló, la modista que vistió a la novia se ahorcó, el ayudante del novio se murió al caer de su caballo y el coronel que encabezaba el cortejo nupcial se derrumbó de una insolación. Y no consta la intervención de ninguna gitana.
Las leyendas, los mitos y las supersticiones forman parte de los acontecimientos que conforman la historia de casi todas las culturas
Las maldiciones gitanas existen. Claro que existen. De la misma forma que las creencias populares juegan un papel importante en todos los pueblos. Las leyendas, los mitos y las supersticiones forman parte de los acontecimientos que conforman la historia de casi todas las culturas. Y eso ha sido así desde siempre. Los romanos maldecían con frecuencia a sus adversarios y los griegos tenían unos sacerdotes llamados areteos cuya misión principal era la de maldecir. Durante la Inquisición muchas personas fueron condenadas a la hoguera por mantener relaciones con el demonio. Y los inquisidores mataron a muchas gitanas acusándolas de ser interlocutoras de poderes sobrenaturales que luego ellas utilizaban para adivinar el futuro o para dañar a sus enemigos. 

Hay una película que recomiendo y que describe muy bien las consecuencias que una maldición gitana puede tener sobre quien nos hace daño impunemente. Se trata de “Stephen King's Thinner – Maleficio”. Año 1996 y su director es Tom Holland. Esta es la sinopsis: Billy es un abogado obeso que no muestra demasiados escrúpulos a la hora de aceptar clientes. Un día, mientras vuelve en coche de una fiesta acompañado de su mujer, atropella a una anciana gitana. Ésta muere y el abogado es absuelto en el juicio gracias a sus influencias. Todo parece resuelto para él, pero no sabe que pronto su vida se convertirá en una pesadilla, cuando caiga una terrible maldición gitana sobre él y aquellos que lo ayudaron. Ojo, pues, racistas. Que esto puede ser un aviso a navegantes.

Salvini, un racista contra los gitanos


Juan de Dios Ramírez Heredia
Presidente de Unión Romaní
Exdiputado del PSOE por Almería

Se veía venir. Más tarde o más temprano sabíamos que sucedería. Conocemos muy bien cómo se las gasta la Liga Norte de Italia. Sus componentes son radicalmente racistas y su ideología es calcada a la del partido nazi de Adolf Hitler que tanto dolor y desesperación trajo a millones de personas que acabaron siendo exterminadas en los campos de exterminio o en las cámaras de gas.

Salvini

Y decimos que lo sabíamos porque ya hemos sufrido en nuestras propias carnes los zarpazos genocidas del gobierno italiano cuando en época no demasiado lejana, bajo el gobierno de Berlusconi, la Liga Norte, separatista y rabiosamente nacionalista, se hizo con el Ministerio del Interior del gobierno de coalición que gobernó Italia en el año 2013. La lista de agresiones de estos miserables racistas sería interminable. Por no ir demasiado lejos, hace cinco años, el vicepresidente del Senado italiano, y miembro de la ultraderechista Liga Norte, Roberto Calderoli, comparó a la ministra Cecile Kyenge, por ser negra, con un mono. "Cuando veo las imágenes de Kyenge no puedo dejar de pensar, aunque no digo que lo sea, en las facciones de orangután".
El alcalde de Treviso, Giancarlo Gentiilini, dijo en un mitin que "hay que eliminar —¿quiere decir asesinar?— a los niños gitanos"
Hace diez años denuncié que la situación estaba llegando a unos límites insospechados en Italia. El que entonces era alcalde de Treviso, una ciudad de más de 100.000 habitantes, capital de la provincia del mismo nombre y perteneciente a la región del Véneto, al norte de Italia, llamado Giancarlo Gentiilini, dijo en un mitin, ante miles de personas, que "hay que eliminar —¿quiere decir asesinar?— a los niños gitanos". Este miserable presumía de haber destruido dos campamentos de gitanos y se jactaba pregonando que en su ciudad "¡Ya no quedan gitanos!" Él mismo se autoproclamó el sheriff de Italia, y como tal se hizo famoso pregonando que contra los gitanos hay que practicar la “tolerancia doble cero”.
Salvini se propuso tomar las huellas dactilares de los niños gitanos, tal como se hizo en la alemania nazi en los años de la preguerra mundial
Hoy asistimos al bochornoso espectáculo que nos ha ofrecido el actual ministro del interior del gobierno italiano Matteo Salvini que no hace más que seguir las huellas de quien ocupó la misma cartera en el último gobierno de coalición de la Liga Norte con el partido de Berlusconi: Roberto Maroni (2008-2011). Este político racista, que ha sido presidente de la rica región lombarda hasta marzo de este mismo año en que le sucedió otro miembro de la liga norte, Attilio Fontana, se propuso tomar las huellas dactilares de los niños gitanos, tal como se hizo en la alemania nazi en los años de la preguerra mundial. No lo permitimos y yo mismo participé en Bruselas, junto a un nutrido grupo de gitanos italianos, en una manifestación ante el Comisario de Justicia de la Comisión Europea para denunciar esa horrible disposición.

Matteo Salvini es un racista peligroso. Y lo es porque nunca tuvo el más mínimo reparo en ocultarlo y ni siquiera disimularlo. Lamentablemente no he tenido la oportunidad de enfrentarme personalmente con él como lo he hecho en tantas ocasiones contra los diputados racistas del Parlamento Europeo porque cuando Salvini fue elegido miembro de la Cámara de Estrasburgo yo ya había dejado de serlo. No obstante acabo de ver un video grabado en 2009, siendo este sujeto diputado en Estrasburgo, donde él aparece cantando a coro con un grupo de nazis de su misma calaña. Se le ve con un vaso de cerveza en la mano mientras canta: “Siento que huele mal, tanto que hasta los perros salen corriendo. Es porque están llegando los napolitanos que no conocen el jabón porque nunca se han lavado”. Imagínense: si dice eso de sus paisanos italianos, ¿qué dirá de los que no lo son?

Pues dice, y así lo pidió al Presidente de la República aquel mismo año, que se reservaran dos vagones del metro en los que no pudieran entrar ciudadanos que no pertenecieran a la Unión Europea. Idea envenenada que al año siguiente defendieron Erminio Boso y Sergio Divina, dos representantes provinciales de Trento, también de la Liga, dando como motivo oficial de la petición que “los extranjeros huelen mal”. No olvidemos que estos nazis pertenecen al mismo partido de Umberto Bossi, aquel que amenazó con sacar las armas a la calle. “Los fusiles siempre están preparados –dijo–, nosotros estamos preparados. Si quieren enfrentamientos tengo trescientos mil hombres siempre dispuestos".

Por fin nos hemos librado del malasombra de Montoro


Juan de Dios Ramirez Heredia
Abogado y periodista
Exdiputado del PSOE por Almería

➤➤Debo empezar por decir, con el sabio refrán popular, que “cada uno habla de la feria según le va”. Y a la mayoría de las ONG de España, incluida mi organización, la Unión Romaní, no le ha podido ir peor desde que este ministro, andaluz de nacimiento como yo ―con lo que ser un “malasombra” adquiere una dimensión casi antropológica― nos ha condenado a sobrevivir, e incluso a morir, a causa de su política de ahogo, de intolerancia, de desconsideración y de persecución de quienes hemos entregado buena parte de nuestro tiempo y de nuestra capacidad creativa a luchar contra la marginación, la pobreza, el desarraigo y la miseria en la que todavía hoy viven miles y decenas de miles de ciudadanos españoles.

Cristóbal Montoro

Sé muy bien que suena muy duro lo que estoy diciendo, pero, créanme, hablo con conocimiento profundo de lo que digo. Y nadie piense que hago leña del árbol caído. Quienes me conocen, y de forma muy especial mis compañeros de junta directiva de la Plataforma de Organizaciones de Acción Social (POAS) conocen, porque lo sufren en sus propias carnes, la lucha que llevo emprendida contra el Ministerio de Hacienda, personalizándola en su titular, desde hace varios años. Al mismo tiempo debo decir que nunca he tenido ocasión de hablar con el ministro Montoro, ni siquiera de darle la mano, porque la única vez que le he tenido frente a mí, fue el año pasado, en el Congreso de los Diputados con motivo de la celebración del 40 aniversario de las primeras Elecciones Generales de la democracia. Tras saludar al Rey lo hice al presidente del Gobierno, don Mariano Rajoy y me detuve unos segundos con los ministros de Justicia, señor Catalá y de Educación, señor Méndez de Vigo con el que me une una vieja y entrañable amistad. Pero al pasar ante don Cristóbal Montoro aceleré el paso para superar cuanto antes el trance.

He tenido la ocasión de repasar un viejo texto del profesor y catedrático de Derecho Constitucional Joaquín García Morillo quien, recogiendo el pensamiento de Faget de Baure a propósito de un debate sobre la elaboración de la Carta de la Primera Restauración francesa, dijo “También con buenas intenciones y con las manos limpias se puede ser un pésimo ministro”. Y don Cristóbal Montoro lo ha sido porque, como acabo de decir, su departamento ha dictado las más irracionales normas de control del gasto de las ONG que nadie pueda imaginar. Don Mariano Rajoy ha perdido la presidencia del gobierno porque a juicio del Congreso de los Diputados ha incurrido en responsabilidad política ―no penal como reiteradamente se viene diciendo― y gracias a ese útil invento nos hemos visto beneficiados con la marcha forzada de un ministro políticamente incompetente. La responsabilidad política, decía García Morillo permite “desembarazarse del político indeseado, cualesquiera que sean las causas, sin más trauma que ese, el de prescindir de él”.

Conozco desde hace muchos años a Luis del Val, desde que fue director general de la Cadena de Radio Juventud hasta que juntos fuimos Diputados en la Legislatura Constituyente. Ahora disfruto oyéndole todas las mañanas en el programa de Carlos Herrera. Y con la fuerza mordaz que tienen sus comentarios cuando quiere ser incisivo, no hace muchos días dijo lo siguiente del ya exministro: “Montoro es mentiroso y cínico, o nos encontramos ante un presunto tonto contemporáneo que insulta nuestra inteligencia. Y digo lo de presunto tonto contemporáneo porque yo respeto la Constitución que Montoro no respeta. (…) Estos días cientos de miles de ciudadanos estamos haciendo la declaración de la renta y comprobando el gran esfuerzo de Montoro por acabar con las clases medias de España y proletarializar al país. (…) Que este político, desde la mentira o desde el cinismo, defienda a un millonario como Ronaldo y anuncie una bajada de impuestos para cuando ya no sea ministro, me enfada y me indigna porque me parece que, encima, se pitorrea de millones de españoles”.

Llevo años denunciando infructuosamente al Ministerio de Hacienda por su política agresiva e injusta con las ONG. Para el señor Montoro ―y si no lo somos para él, lo somos para sus colaboradores más inmediatos― las ONG de Acción Social debemos ser un nido de corruptos en potencia a los que hay que vigilar muy de cerca, no sea cosa que se lo lleven todo.

Las dos almas del Partido Popular. Lo he dicho y escrito en más de una ocasión. En este descalabrado Partido Popular hay dos almas. Una encarnada en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Esta es el alma buena. He conocido y trabajado estrechamente con los dirigentes de la Secretaría de Estado de Igualdad. Salvo algún garbanzo negro, que los hay en todas partes, son buena gente, comprometida y que tienen fe en lo que hacen.

La segunda alma del gobierno de don Mariano Rajoy ha residido en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Ahí sí que reside el verdadero mal que contribuyó a llevar al Partido Popular al desastre electoral que padeció en las pasadas elecciones. Las Secretarías de Estado de Administraciones Públicas y la de Presupuestos y Gastos, auxiliadas eficacísimamente por algunos interventores que tienen el alma de acero, han actuado con una eficacia digna de mejor causa contra el trabajo que con tanto esfuerzo como altruismo desarrollan la inmensa mayoría de las ONG de Acción Social.

Algunas de las normas que el Ministerio establece para la justificación del gasto son tan draconianas como injustas. Lo que me ha llevado en cinco ocasiones a demandar al ministerio ante la Audiencia Nacional. El saldo, hasta ahora, es clarificador: hemos ganado tres pleitos y hemos perdido dos. Los que hemos ganado eran muy importantes. Los perdidos eran por pequeñeces. Como sé bien que alguno de nuestros lectores pensará que estoy exagerando, déjenme que les relate un ejemplo:

Para que todo no quede en palabras. Teníamos en Sevilla un curso, financiado con fondos del IRPF, para enseñar un oficio a un grupo de jóvenes gitanos. A cada uno de ellos proporcionábamos un billete de autobús de una semana de duración para que se desplazaran desde sus casas al centro de aprendizaje. El programa fue un verdadero éxito, pero los señores controladores se negaron a aceptar aquellos billetes semanales y nos obligaron a devolver a la Hacienda Pública todo lo que habíamos gastado por ese concepto durante todo el año. Dijeron que los billetes semanales no se podían aceptar. Que los billetes debían ser de un solo trayecto y uno por cada viaje. Le dijimos al inquisidor que comprábamos billetes semanales porque resultaban mucho más baratos que comprar a cada alumno dos billetes cada día (uno de ida y otro de vuelta). De esa manera, dijimos, aprovechamos mejor el dinero que recibimos de los contribuyentes. La respuesta que obtuvimos puede ser increíble, ―y no lo juro porque a los gitanos no nos gusta jurar―, pero nos dijo el sufrido funcionario que él cumplía órdenes y que el Ministerio de Hacienda no puede sufragar el gasto de un abono semanal que puede ser utilizado por el portador los sábados y los domingos que son días en los que no se daban clases. Este es solo un ejemplo. Tengo muchísimos más.

Cuántas veces me he preguntado ¿por qué no ponen a estos eficacísimos cancerberos a luchar contra la corrupción organizada, contra las comisiones fraudulentas, contra los sobresueldos ilegalmente cobrados por algunos cargos públicos? Hoy respiramos porque nos hemos quitado de encima a Montoro. ¿Qué sucederá a partir de ahora? Pronto lo sabremos y mientras tanto viviremos con la esperanza de que el nuevo cambio nos traiga, al menos, un rayo de esperanza.

Cuando es noticia que un abogado gitano defienda judicialmente a un alcalde

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Presidente de Unión Romani

Un abogado gitano defiende a un alcalde sevillano acusado de corrupción. Por fin, se atreve uno a decir, leemos en los medios de comunicación y vemos en buena parte de los telediarios nacionales, que es un gitano, en este caso Juan Silva de los Reyes, quien, en el ejercicio de su profesión de abogado, actúa en defensa del alcalde del Ayuntamiento de La Algaba (Sevilla), acusado de malversar el dinero público.

El abogado gitano Juan Silva es el defensor del alcalde de la Algaba 

Sin entrar en el contenido de la acusación, que obviamente desconocemos, y sin prejuzgar si hay o no razón para que el Juzgado de Instrucción número 3 de Sevilla haya decidido acusar al alcalde de no haber actuado con rectitud por la adjudicación de un contrato a un empresario que es el padre de una militante socialista, lo que nos llama la atención es que, por primera vez, que sepamos, los medios hayan perdido la oportunidad de titular la noticia, más o menos, así: Un gitano abogado ejerce la defensa de un político acusado de corrupción.

Esta es realmente la noticia, que lo será a mayor abundamiento, si como se deduce de lo publicado en los periódicos, el abogado hace hincapié en que el contrato se adjudicó a la oferta "más ventajosa económicamente", es decir "a la más barata". Caso ganado. No obstante, el alcalde de La Algaba puede sufrir un correctivo por ser “ligerillo de boca”, lo que en este caso nunca sería un delito. Hay una grabación, objeto fundamental de la acusación, en la que el alcalde ―imitando al tristemente famoso exministro de Defensa, Federico Trillo, cuando era presidente del Congreso de los Diputados― dijo algo relacionado con la parte baja que los hombres llevamos entre las piernas. Lo cual está muy feo, pero que, en el peor de los casos, no sería más que una vulgar grosería.

Para nosotros, los gitanos ―déjennos presumir hoy que podemos hacerlo―, lo importante es que se han vuelto las tornas: un “gadchó” importante, político de primera fila en el ámbito municipal, recurre a un abogado gitano para que le defienda ante los tribunales. ¡Bendito sea Dios, esto empieza a cambiar!

Carta abierta al presidente de Radio Televisión Española (RTVE)

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romaní

Señor Presidente y señor Director de Contenidos de RTVE: Ayer, como de costumbre, mientras me comía un bocadillo con el que aguantar el cuerpo al mediodía, visioné el telediario de las tres de la tarde emitido por la UNO de TVE. Y fue en el momento en el que la locutora, voz en off, se ocupó en narrar los incidentes ocurridos en Ávila, ―en los que los integrantes de dos familias se enfrentaron a tiros―, cuando lamentablemente ocurrió lo que me temía. La narradora nos identificó a los gitanos como a los autores de ese enfrentamiento.

José Antonio Sánchez
Nosotros entendemos, señor Presidente, señor Director de Contenidos de RTVE, que al emitir esa noticia se ha contravenido muy gravemente algunos principios que deben inspirar el comportamiento profesional de quienes ejercen la noble y esencial tarea de informar, y al mismo tiempo conformar la opinión pública de los ciudadanos.

Esta es nuestra valoración del hecho informativo: A nuestro juicio, evidentemente subjetivo, la noticia no tenía la importancia destacable que mereciera un espacio en uno de los telediarios de TVE. La verdad es que parece ser que dos personas, o grupo de personas, se enfrentaron realizando una de ellas algunos disparos desde una ventana. Los impactos aparecen en la chapa de una furgoneta que estaba aparcada en el lugar de los hechos. Y aquí se acaba la noticia porque la policía, que acudió rápidamente al lugar de los hechos, tras identificar a más de 30 personas no efectuó ninguna detención. Además, gracias a Dios, no se produjo ningún herido, lo que sí hubiera dado una dimensión diferente al enfrentamiento.

"Ante una noticia de menor entidad, TVE hace hincapié en afirmar que son dos familias gitanas las que se enfrentan en un ajuste de cuentas"

Los profesionales de TVE encargados del telediario entendieron que un hecho de tanta gravedad debía ser puesto en conocimiento de los televidentes. Descartamos, por supuesto, que esa pieza informativa se insertara en la parrilla por falta de noticias o lo que sería peor, porque el redactor, movido por un impulso racista, quisiera poner de manifiesto que los protagonistas del incidente eran gitanos. 
Sin embargo, nosotros queremos destacar algunos aspectos de especial gravedad que nos parecen intolerables. 

Primero: Denunciamos que sobre unas imágenes anodinas y de pésima calidad apareciera, con caracteres muy destacados, el siguiente mensaje: “EN MENOS DE 48 HORAS, DOS FAMILIAS GITANAS SE ENFRENTAN EN UN AJUSTE DE CUENTAS”. 

Segundo: La locutora puso especial énfasis en decir: “Todo aparenta a que se trata de un enfrentamiento entre dos clanes gitanos”. 

Es decir, ante una noticia de menor entidad, TVE hace hincapié en afirmar que son dos familias gitanas las que se enfrentan en un ajuste de cuentas. Lenguaje inadecuado para una noticia de alcance y que es más propio de la narrativa policiaca de las novelas negras o de las crónicas políticas donde los “ajustes de cuentas” son el detonante de tantas acusaciones por corrupción. Pero había que insistir más, a pesar de que estamos hablando de una noticia cuya duración fue de un minuto. El ajuste de cuentas se produce entre dos clanes gitanos. No tiene precisamente la palabra “clanes” en este contexto un sentido simplemente enunciativo o neutro. Como dice Hakim Bay los clanes de la tribu son parte de las sociedades tribales mayores que actúan como por agrupamientos tales como sociedades secretas de caza o guerra. 

Sr. Presidente de RTVE, Sr. Director de Contenidos: hacer mención a nuestra condición de gitanos para señalar a unos presuntos delincuentes es, como mínimo gratuito, innecesario y hasta provocador. Los gitanos y gitanas españoles llevamos mucho tiempo batallando por lograr que se destierre del imaginario popular la imagen de indeseables con que durante años hemos sido señalados. Desde el inicio de la nueva era democrática que disfruta nuestro país han sido muchos los logros alcanzados. El analfabetismo total que padecíamos en 1977 está a punto de extinguirse. Hoy son decenas los jóvenes universitarios que, con gran esfuerzo, y la colaboración indispensable de sus padres, ejercen sus profesiones en cualquier ámbito de la sociedad española. Pero todavía nos queda mucho camino por recorrer para que no sucedan hechos como los que nos ocupan acontecidos en Ávila, en Barcelona, en Pontevedra o en cualquier otro lugar de nuestra geografía. Porque cada vez que aparece la palabra “gitano” en el contexto de un acto incívico o delictivo automáticamente se proyecta en el convencimiento popular que todos los gitanos somos violentos o insociables. 

Pongan fin, señores responsables de la TV pública, a esta manera de informar. Demasiado agravio estamos padeciendo por la emisión en otras televisiones privadas de seriales infames que alimentan el racismo, la desconfianza y hasta el desprecio hacia nuestro pueblo. Y háganlo por convencimiento propio. Los medios públicos de comunicación tienen contraído con el pueblo unas obligaciones que les dignifican y les enaltecen en la medida en que ayudan a erradicar de la sociedad el racismo, la xenofobia, la intolerancia y el desprecio hacia los más vulnerables. 

Y si no quieren hacerlo por esa razón suprema de respeto a nuestros semejantes, háganlo al menos por ser coherentes con lo que dice la Declaración de Principios de Conducta de la Federación Internacional de Periodistas en su punto número siete: 

7. Los periodistas deberán tener cuidado del peligro de discriminación que pueden difundir los medios. Deberán evitar que se facilite semejante discriminación basada, entre otras cosas, en la raza, el sexo, en la orientación sexual, en el idioma, en la religión, en las opiniones políticas y de otro tipo y en los orígenes nacionales o sociales. 

Sr. Presidente de RTVE, Sr. Director de Contenidos, échennos una mano. Se sentirán mejor. Y conseguirán que los 750.000 gitanos y gitanas que vivimos en España ―los incívicos no cuentan― les agradezcamos la colaboración. 

Bárcenas es Dios y Pablo Iglesias es un gitano

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romani

Así lo hemos oído el otro día en uno de los programas de TV en los que se debate de todo y donde los tertulianos no demuestran siempre tener un verdadero conocimiento de lo que hablan. En medio del arrebato producido por la tempestuosa realidad informativa que padecemos, la periodista de la Cadena SER Ana Terradillos cayó en el tópico de identificar todo lo bueno, lo excelente, lo noble y honrado con la persona de Dios nuestro Señor que está en los cielos. Cosa con la que muchos estamos de acuerdo. Pero lo malo fue que, en contrapartida, todo lo perverso, lo feo, lo deshonesto y delictivo lo identificó con un gitano.

Ana Terradillos
Ana Terradillos es una veterana periodista, especializada en transmitir informaciones relacionadas con el orden público. Lo que le otorga una especial credibilidad cuando habla o escribe sobre buenos y malos o sobre asesinos y bandas de maleantes.

La periodista Ana Terradillos recibió el día de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, la Medalla al Mérito al Trabajo. Esta medalla es un reconocimiento al trabajo realizado durante años en la sección de Interior, en contacto directo con las Fuerzas y Cuerpo de Seguridad del Estado. La entrega de la medalla tuvo lugar durante el desarrollo del desfile castrense que la Guardia Civil celebró en 2013 en Badajoz con motivo de la celebración de su patrona.

Pues resulta que el personal está muy revuelto por ver en la calle a Luis Bárcenas implicado en gravísimos casos de corrupción política. Mientras que otros ciudadanos, cuyos presuntos delitos no son comparables a los que se le atribuyen a este personaje, permanecen en prisión preventiva por una interpretación fuera de toda lógica realizada, por ejemplo, por una juez de San Boi de Llobregat.

El caso es que en un programa de “La 5” se produjo el siguiente diálogo:

Eduardo Inda: "Lo que está claro es que Monedero es el Bárcenas de Pablo Iglesias".

Ana Rosa Quintana: [Ríe] "¡No exageremos, Inda!"

Ana Terradillos: "¡Es como comparar a Dios como un gitano!"

¡Válgame Dios, Ana! ¡Cómo una mujer de tanta experiencia y profesionalidad puede caer en semejante barbaridad! Esto es mucho peor que lo de la Real Academia de la Lengua que nos llama “trapaceros”, porque identificar a Dios con Luís Bárcenas y a Pablo Iglesias, lider de Podemos, con un gitano, no hay por donde cogerlo.

Bárcenas, el corrupto personaje que amasó una fortuna con malas artes, según la desgraciada frase, es Dios. Y en sus antípodas, encarnando toda la maldad del mundo, estamos los gitanos, simbolizados por Pablo Iglesias, el joven lider de la izquierda radical que está haciendo tambalear las estructuras convencionales del Estado que han hecho posible la permanencia de muchas injusticias entre nosotros.

Nosotros, los gitanos de Unión Romani, lo tenemos muy claro. De muy poco servirán los programas sociales que realizamos de lucha contra la marginación y la miseria si antes no ganamos la batalla en los medios de Comunicación Social. Y si algunos periodistas se alían con Dios para arrojarnos eternamente a la fosa del infierno, ¿qué salida nos queda?

Ante las manifestaciones homófobas de Los Chunguitos

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romani

Antes de que Mediaset decidiera la expulsión del programa Gran Hermano Vip de Los Chunguitos la Unión Romani hizo público un comunicado posicionándose abiertamente en contra de las desgraciadas manifestaciones realizadas por estos populares artistas relacionadas con la homosexualidad. Ellos dijeron, entre otras inaguantables barbaridades, que preferían tener “Un hijo deforme o con una enfermedad antes que maricón" y que «ser homosexual es delito en la ley gitana».

Los Chunguitos
Nosotros, los gitanos y gitanas de Unión Romani, estamos en total disconformidad con esas manifestaciones. La dignidad de la persona humana exige el máximo respeto y la opción personal a la que cada uno opte no debe ser, bajo ningún concepto, objeto de repudio y mucho menos de insulto. En la comunidad gitana, como en cualquier otra colectividad, existe la homosexualidad y jamás ha sido un delito en nuestra Ley.

Una vez más lamentamos que afirmaciones como estas sean proferidas por personas de nuestra comunidad que no representan a nada ni a nadie entre nosotros. Desde la Unión Romani luchamos tanto contra la gitanofobia como contra la homofobia que no dejan de ser formas gravísimas de discriminación.

Mediaset y Tele5 también tienen su parte de culpa. Pero Mediaset y Tele5 no son ajenas a este incidente. Ellos sabían, porque son expertos en el análisis de las audiencias, que invitar a Los Chunguitos a un programa como GH VIP era tener garantizado el escándalo. Como efectivamente así ha sucedido. Para los promotores de este programa la cosa era fácil: tan sólo tenían que copiar la línea de producción de “Palabra de Gitano”, el incalificable programa de TV que más daño nos ha hecho en los últimos tiempos.

La estrategia estaba perfectamente diseñada. Primero se anuncia la expulsión de los hermanos Salazar en la cuenta de Mediaset en Twitter, lo que originó una gran expectación por ver como se producía la salida del plató de TV. El éxito estaba garantizado: La audiencia fue arrasadora: casi cuatro millones y medio de espectadores, llegando al minuto de oro cuando Los Chunguitos estaban en el plató a los 5.801.820 espectadores (41, 1% de share). Una vez más los gitanos hemos sido negocio para una cadena de TV. Y seguirán porque esto no ha acabado aquí. Ya lo verán.

Si lo que han dicho Los Chunguitos lo hubiera dicho un “gadcho” (payo) la cosa no habría tenido mayor repercusión. Pero lo han dicho unos gitanos, famosos aunque analfabetos y el guirigay está garantizado.

Mientras tanto a nosotros se nos acaba el aliento para seguir diciendo que la libre orientación sexual de las personas no es una enfermedad, ni una maldición de Dios, ni mucho menos está establecida en la Ley Gitana.  Pero, ¡claro!, esto no da audiencia.

Manda menos que un gitano en un Juzgado

Juan de Dios Ramírez-Heredia
Abogado y periodista
Presidente de Unión Romani

Este titular aparece hoy en uno de los diarios de la prensa digital española. Al final tendremos que darles la razón a la vista de los últimos acontecimientos, porque no parece que tenga buen recorrido alguna de nuestras acciones llevadas a cabo ante los juzgados a propósito de los incidentes de Castellar. De la misma forma que vemos con absoluta impotencia, como hay personas que mienten, calumnian y atacan a las personas y a las instituciones difundiendo datos falsos, manipulados o simplemente inventados, ocasionando un daño irreparable al buen nombre y al honor de quienes son objeto de dichas acusaciones.

Unión Romaní
Y frente a ello nos encontramos con la estructura férrea, muchas veces impenetrable del mundo de la judicatura, que amparándose en una interpretación personalísima de las normas, permite que los calumniadores sigan reiterándose diariamente en sus manifestaciones y en sus ofensas gratuitas.

No es extraño que la sabiduría popular sostenga que el paradigma de la falta de poder sea la presencia de un gitano en un juzgado. Ni siquiera la tutela judicial efectiva  que la constitución consagra en su artículo 24.1 como uno de los derechos reconocidos con el rango de fundamental, nos es reconocido a los gitanos, salvo raras excepciones.

En la Unión Romani poseemos las pruebas de testimonios publicados en las redes sociales de acusaciones gravísimas contra el honor de las personas. Injurias y calumnias que sus perpetradores repiten hasta la saciedad sin que por parte de los jueces se tomen las medidas rápidas y adecuadas para que el principio de la tutela judicial efectiva sea algo más que letra muerta de la  Constitución. Evidentemente nos estamos refiriendo a denuncias formuladas por nosotros mismos que duermen el sueño de los justos en algún juzgado.

Durante algún tiempo los tribunales creyeron que la presunción de inocencia consagrada en el artículo 24.2 de la Constitución servía tan solo para proteger al ciudadano en los procesos en los que se veía amenazado por sanciones penales o administrativas. De tal manera que la presunción de inocencia, como derecho fundamental, solo sería aplicable ante el Estado en los procedimientos penales o administrativos. Pero ya no es así aunque algunos jueces lo ignoren a la hora de dictar sus autos y providencias. El Tribunal Constitucional dictó en 1995 la sentencia 166 estableciendo que la presunción de inocencia es defendible frente a los poderes públicos en base al articulo 24.2 de la Constitución, pero también ante los particulares como una señal que integra el derecho al honor del que habla el artículo 18 de la CE.

El derecho al honor y a la propia imagen de una persona se vulnera cuando de forma sistemática y constante alguien, utilizando las redes sociales o los medios tradicionales de comunicación, redacta y publica noticias que son leídas por miles de personas, imputándole delitos que no ha cometido. Y esto sucede cuando el acusador parcial utiliza escritos o autos procedentes de los juzgados durante el periodo de las diligencias judiciales previas.

A nosotros nos gustaría que en España se impusiera el criterio de la Ley francesa 2000-516 de 15 de junio de 2000, de protección de la presunción de inocencia que entre otras cosas establece que “El órgano judicial podrá ordenar la publicación de un escrito de rectificación cuando una persona sea presentada públicamente como culpable de unos hechos sobre los que hay abierta una investigación”

Y si por parte del órgano juzgador no se produjera esa orden de amparo de la persona injustamente acusada, el ministerio fiscal “En todo caso, y a fin de contestar informaciones parciales o inexactas, el ministerio fiscal, en el ejercicio de su función de garante de los derechos de los ciudadanos, podrá, de oficio o a instancia de parte, divulgar datos objetivos de la investigación judicial, sin que ello suponga prejuzgar la culpabilidad o inocencia del imputado”

El profesor Titular de Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, Abraham Barrero Ortega se siente impelido a manifestar que “de algún modo hay que reaccionar frente a la información que, desconociendo el significado de la presunción de inocencia, da por cierta la culpabilidad de una persona por el mero hecho de verse sujeta a una investigación judicial.”

Hoy ha sido Estepa o Castellar y antes lo fue Mancha Real o Torredonjimeno. Simultáneamente hay quien se siente impune para arrojar todo tipo de acusaciones falsas contra personas y organizaciones sin que los órganos judiciales actúen con rapidez con el fin de proteger a quienes se les fulminan sus más elementales derechos fundamentales consagrados por nuestra Constitución.

Pero nosotros seguiremos luchando. No es el momento de tirar la toalla. Ante nosotros tenemos un nuevo frente de lucha que es la utilización delictiva que algunas  personas hacen desde las Redes Sociales que tienen como soporte Internet.

Para nosotros, gitanos y gitanas comprometidos con la implantación del Estado de Derecho, la libertad de expresión es el alimento sagrado e insustituible de la democracia. Donde no hay libertad de expresión solo existe la dictadura, el despotismo y la humillación de los más débiles por quienes detentan el poder. Pero ese principio fundamental no debe dar amparo a los miserables que actúan  por despecho o a los fundamentalistas irresponsables que creen que están en posesión de la verdad absoluta.

Nos entristece, no obstante, que nuestras reclamaciones no sean debidamente atendidas porque como dice la sabiduría popular, “mandamos menos que un gitano en un juzgado”. Y da la puñetera casualidad de que nosotros somos gitanos.