El próximo miércoles se presenta Historia de
la medicina almeriense en el Colegio de Médicos, en la calle Gerona de
Almería a las 20 horas. El libro recoge la evolución del control biológico
desde el azufre hasta la actualidad. La investigación aparece con las
firmas de Gracia Castro de Luna, coordinadora del grado de Medicina y
directora del doctorado en Ciencias Médicas de la Universidad de Almería (UAL),
investigadora principal del grupo Tecnología aplicada a la salud, profesora del
Departamento de Enfermería, Fisioterapia, y Medicina de la Universidad de
Almería, y el alhameño Porfirio Marín y
el virgitano Tesifón Parrón. Los tres conocen la evolución de la medicina en el
mundo rural y en la capital.
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Porfirio Marín, coautor de Historia de la medicina almeriense. Foto Donato Gómez Díaz |
El último capítulo de la Historia
de la medicina tiene como título “Los plaguicidas (riesgo químico)”
donde se reconoce que los plaguicidas utilizados al inicio del pasado siglo
tenían una toxicidad alta. “Hasta el desarrollo de los invernaderos, los
agricultores almerienses, al calor de la fiebre uvera, eran expertos en la
utilización de azufre y del sulfato de cobre para tratar la mayoría de las
plagas que acechaban su cultivo y en pocas ocasiones su manejo ocasionaba
problemas de salud a los mismos”. Señala la publicación que en los
años setenta del pasado siglo, el número de intoxicaciones por plaguicidas y
las defunciones por su exposición laboral, accidental o voluntaria en Almería
constituyeron una situación de verdadera epidemia. Fueron varias las
investigaciones que se realizaron ante la casuística presentada en los centros
sanitarios. Tesifón Parrón Carreño (Almería, 1954), autor de Efectos
nocivos de la exposición continuada a plaguicidas con especial incidencia en la
depresión y el suicidio en la zona del poniente almeriense, editado por la
Universidad de Granada, le preguntamos el pasado viernes: “Las hortalizas producidas en Almería son
reconocidas a nivel europeo por su seguridad alimentaria, bajo nivel de
residuos y uso pionero del control biológico integrado, lo que las posiciona
entre los alimentos más seguros del mercado. Esto está avalado por el
organismo más importante de control alimentario de Europa la EFSA (Agencia
Europea de Seguridad Alimentaria) destacando a los productos hortofrutícolas
españoles, especialmente los almerienses, por sus altos estándares de inocuidad
alimentaria”, destaca el doctor Parrón. Asegura la confianza que genera el
consumo de hortalizas: “Los resultados de campañas de control oficial de
residuos de la Junta de Andalucía afirma que más del 98% de las muestras
analizadas en Almería cumplen con la normativa europea sobre residuos de
pesticidas, y en muchos casos se encuentran muy por debajo de los límites
legales”. Parrón, profesor de la Universidad
de Almería durante 27 años, responsable del Programa de Doctorado en Ciencias
Médicas y director del Máster de Investigación en Medicina y
Ciencias de la salud, reitera: “Almería es líder europeo en el uso de
control biológico, insectos beneficiosos para combatir plagas, especialmente en
cultivos como el pimiento, donde más del 95% de la superficie se cultiva ya sin
insecticidas químicos, con más de 16.000 hectáreas certificadas bajo sistemas
de producción integrada, y hay un crecimiento constante del cultivo ecológico,
lo que refuerza aún más la garantía fitosanitaria”. Concluye Parrón Carreño:
“Almería sigue trabajando en la formación y concienciación continua del agricultor,
para reforzar las buenas prácticas agrícolas y proteger la salud tanto del
consumidor como del ecosistema agrícola”.
El doctor Porfirio Marín Martínez (Alhama de Almería,
1957) se conoce al dedillo todo lo relacionado con la evolución de la medicina
en la provincia. Venía trabajando desde hace muchos lustros aportando
conocimiento científico. Además de este trabajo, es coautor de El
Colegio de Médicos de Almería en su primer centenario (1901-2001), trabajo
riguroso que le encargó el entonces presidente de los médicos Francisco Ortega
Viñolo. Premio extraordinario de la Universidad de Granada por su tesis
doctoral sobre la historia de la sanidad almeriense durante el franquismo y el
periodo de Transición democrática (1940-1982), la pasión investigadora de
Porfirio Marín viene desde sus tiempos de bibliotecario en el Seminario de la
carretera de Níjar.
El libro que se presentará el próximo miércoles aparece tras la exposición Historia de la Medicina Almeriense, realizada en la UAL para conmemorar el inicio del Grado de Medicina en esta Universidad. Se vio interesante describir problemas importantes de salud en la historia sanitaria de Almería. “Ha sido muy gratificante disponer de las fotografías de las primeras médicas almerienses”, destaca Porfirio Marín. Entre otras que están documentadas, llama la atención las primeras médicas almerienses que fueron pioneras en el ejercicio de algunas especialidades de interés, como lo fue en oftalmología Elena Lázaro Navarro, natural de Abrucena, que lo hizo en 1946, y en pediatría María Dolores Fernández, virgitana que trabajó en la Bola Azul en la Unidad de Neonatología. A ambas las conocí por distintos motivos”.
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