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A los asistentes al congreso provincial del Partido Popular

Alfonso Rubí Cassinello
Presidente de FOCAL

El partido político mayoritario en nuestra provincia y nuestra capital celebra su XIII congreso bajo el lema “Creemos en Almería”. Es una excelente oportunidad para seguir reflexionando en él sobre nuestros problemas ferroviarios, cuyas soluciones continúan necesitando atención y decisión. La visita del ministro de Fomento hace mes y medio dejó más incertidumbres y decepciones que certezas y alegrías. Trajo en su cartera ministerial la imprescindible rehabilitación de nuestra Estación, que esperemos que se culmine antes de que sea necesario declararla en ruina como empezábamos a temer que ocurriera. También trajo la solución definitiva del paso a nivel del Puche, que es una cuestión urbanística y social de primera magnitud para nuestra ciudad, y la cesión de espacio en la carretera de Sierra Alhamilla, que no se sabe muy bien a qué obedece, aunque nuestra Corporación lo considere una oportunidad “para hacer ciudad”. Bienvenidas sean estas tres decisiones, aunque suenen a maniobra de distracción y aunque sean poquita cosa para la magnitud de nuestras necesidades.

Congreso provincial del PP

Por otro lado, el plan que trajo el señor de la Serna sobre nuestro acceso a la red de alta velocidad, confirma las malas sensaciones producidas por el anuncio del retraso sin límite (que suena a supresión) de la conexión por alta velocidad entre Almería y Granada, dejándonos en una peligrosa posición de fondo de saco en el Corredor Mediterráneo, el abandono y posterior rescisión del contrato con Sacyr para el tramo Cuevas-Pulpí, y la cancelación de los estudios adjudicados hace seis años para el resto de los tramos, con objeto de reducirlos a disponer de una sola vía, lo que plantea la duda de si la línea tendrá capacidad para transportar el importante volumen de mercancías que demandará el sector agroalimentario almeriense. Todo ello rematado con la escandalosa y raquítica asignación de los Presupuestos Generales del Estado.

No sé si se pretenderá que sigamos como estamos ahora hasta la mágica fecha de 2023

Ante esta situación, se hace todavía más preocupante que casi no se hable de la línea convencional, es decir de los lamentables servicios que padecemos en este momento. No sé si se pretenderá que sigamos como estamos ahora hasta la mágica fecha de 2023, en la que parece que se solucionarán todos nuestros problemas de aislamiento ferroviario. No olvidemos que no sólo Almería es la capital más alejada de Madrid y los tiempos a todos los destinos son inaceptables por impropios del siglo XXI, sino que sufrimos un proceso de deterioro progresivo por falta de mantenimiento y de inversiones desde hace treinta años.

Todo eso hace imprescindible que se construya en Granada el cambiador de ancho de vía que prometió la Sra. Ana Pastor en su visita de hace un año y medio, cuando era la ministra antecesora del Sr. de la Serna. Promesa que por otra parte no consiste más que en darnos la misma oportunidad que se ha venido dando a muchas otras ciudades en todas las cabeceras de los ramales de alta velocidad: que los talgos puedan circular por las vías del AVE. Esta medida debería complementarse con la mejora y la electrificación de toda la línea hasta Granada, completando el tramo de subida a Gérgal, que fue el primero electrificado de toda la red nacional (a principios del siglo XX) pero que después se ha quedado ahí aislado. Esto mismo se hizo en la línea Salamanca-Medina del Campo y la Sra. Ministra Pastor dijo sobre ello en la inauguración que se había construido “por justicia” lo que al parecer Almería no se merece.

Nuestra situación no es comparable a la de ninguna otra ciudad española, por mucho que se empeñen en decirnos que “en otros sitios están igual”

Hay que recordar permanentemente dos cosas: estas inversiones en la línea convencional son muchísimo más económicas que las requeridas para la alta velocidad, y por lo tanto son asumibles y compatibles con la construcción del Corredor Mediterráneo. Además, nuestra situación no es comparable a la de ninguna otra ciudad española, por mucho que se empeñen en decirnos que “en otros sitios están igual”: en ninguna parte se ha producido un crecimiento de la población y de la economía comparable al nuestro, ni un deterioro tan importante y simultáneo de los servicios ferroviarios.

Por todo ello pido a los representantes provinciales del partido que gobierna reunidos en Aguadulce, que reclamen con firmeza y rotundidad estas dos cosas: acelerar la llegada de la alta velocidad y mientras ésta llega, que se mejore la línea convencional, con la construcción del cambiador en primer lugar.